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23 de febrero de 2024

Blázquez de Pedro: el anarquista insaciable

 Autor: Ignacio Coll Tellechea

 Texto publicado originalmente el 2 de diciembre de 2017 en el desaparecido El Día de Salamanca.

 

Hay vidas que desbordan a quien las sostienen. Se escapan en cada uno de los movimientos de sus protagonistas. En lo que escriben. En cada palabra que dicen y aún en las que piensan. Hay compromisos que son condenas. Y hay personas que hacen historia aún a costa de que la suya propia se pierda en el anonimato. José María Blázquez de Pedro es una de esas personas, lo que ocurre es que hasta ahora no lo sabíamos. O lo sabíamos poco.

 

 

Perdido durante décadas en las principales fuentes documentales del anarquismo, donde se recogía su obra pero se erraba en su origen, el bejarano ha sido rescatado recientemente por dos historiadores que hasta ahora nada tenían que ver con la ciudad: Ignacio Soriano y Miguel Íñiguez, autores de la completísima biografía que se ha publicado con el título José María Blázquez de Pedro. Anarquista de Ambos Mundos (Béjar, Panamá y Cuba), editada por la Asociación Isaac Puente.

3 de diciembre de 2017

Un libro recoge la biografía del anarquista bejarano José Mª Blázquez de Pedro (Patriletras)



Autora: Carmen Cascón Matas

El libro José Mª Blázquez de Pedro. Un anarquista entre dos mundos (Béjar, Panamá, Cuba), de Ignacio C. Soriano Jiménez y Miguel Íñiguez, está editado por la Asociación Isaac Puente de Vitoria y el Centro de Estudios Bejaranos, a propuesta de los autores, organizó su presentación en Béjar al ser ésta una biografía de un bejarano casi desconocido para el gran público. El acto tuvo lugar en el Casino Obrero el 24 de noviembre. 

 Portada del libro


Antonio Gutiérrez Turrión, miembro del CEB, en una charla amena con Ignacio Soriano Jiménez, propuso una serie de eventos trascendentales en la vida de José María Blázquez de Pedro, desgranando entre ambos su intensa trayectoria vital y salpicándolos con la lectura de fragmentos de sus artículos. Así los presentes pudimos transportarnos a aquel Béjar de 1875 en que nació en el seno de una familia conservadora y religiosa; asistimos a su transformación de ideas a raíz de su estancia militar en Cuba donde fue testigo de las injusticias que cometía el ejército contra el pueblo llano y sufrió las privaciones del soldado raso; volvimos con él a Béjar y después a Salamanca a estudiar tres años de Filosofía y Letras en la Universidad; sin acabar la carrera llevamos nuestros pasos con él a Madrid durante un tiempo, donde fue encarcelado y conoció a otros anarquistas; regresamos de nuevo a Béjar, donde abre la librería “La Racional” en los portales de Pizarro y somos testigos de una actividad frenética a la hora de publicar artículos en revistas y periódicos nacionales e internacionales, de fundar periódicos como “Patria y Letras” (de ahí su apodo de Patriletras), “La Dinamita” o “Cultura y Tolerancia” y de asentar las bases del Ateneo Bejarano; asistimos en suma a la predicación de sus ideas anarquistas basadas en la tolerancia, la defensa del débil y de la mujer, y la lucha frenética contra el clericalismo. 

30 de mayo de 2016

"Colombine" en el Ateneo Bejarano (1912) (1ª Parte)



Autora: Mª Teresa López Hernández
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2015, pp. 70-73. 

El Ateneo Bejarano se fundó en 1911 fruto de la práctica surgida a finales del s. XIX y principios del XX que consistió en la creación de lugares de encuentro social en los que se agrupaban según su estamento social: burguesía, grupos obreros, partidos políticos, etc. con la finalidad de desarrollar actividades lúdicas, culturales, educativas… y a los que se les asignaban distintos nombres como círculo, ateneo, o casino. Era un proyecto cultural avanzado, plural, que reconocía los derechos de la mujer. Su promotor, el periodista bejarano José María Blázquez de Pedro, participó en diversas publicaciones periódicas y anarcosindicalistas [1].
 Carmen de Burgos, "Colombine"
 
Su corta existencia, se extinguió en 1912, no impidió una intensa vida cultural que se plasmó en su publicación “Cultura y Tolerancia”, cuyos números abarcan el periodo comprendido entre el 1 de enero de 1911 y el 25 de agosto de 1912. En ella se anunciaban actividades del Ateneo pero, sobre todo, era el órgano de reflexión de algunos ateneístas [2]. Tuvo su domicilio social en la Puerta de Ávila nº 18 y una orientación progresista radical. No en vano había sido iniciado por la Juventud Republicana, Agrupación Socialista y Grupo Anarquista, aunque esto no limitaba la pertenencia: “caben gentes de todas las ideas, de todos los partidos,  la puerta está abierta al pasajero, la biblioteca a quién quiera utilizarla y se puede discutir todo, no hay vallas, no hay limitaciones, lo único que se prohíbe son los apostatas, no a nuestras ideas, sino a las ideas…[3].

28 de abril de 2013

"El anarquista que se llamaba como yo" y el anarquismo en Béjar

Autora: Carmen Cascón Matas


A mi regreso de unas cortas vacaciones me encuentro en facebook con la noticia de la presentación de una novela relacionada con Béjar que quiero compartir con vosotros. Su título es "El anarquista que se llamaba como yo" y, por supuesto, parte de su acción transcurre en esta ciudad que tan bien vais conociendo por lo que contamos en este espacio. No os extrañará, con nuestra trayectoria industrial, el hecho de que pululasen anarquistas en esa Béjar textil de finales del siglo XIX y principios del XX, con una conflictividad social enorme en una olla a punto de estallar. Huelgas, enfrentamientos, sindicatos con gran poderío y una burguesía anclada en valores tradicionales hacían que el clima fuese propicio para la lucha. 





No hace mucho me sorprendió el dato manejado por Pablo Puente en su discurso de entrada al Centro de Estudios en el que comentaba que Mateo Morral, el anarquista catalán que arrojó la bomba sobre la comitiva regia el día de la boda de Alfonso XIII y Victoria Eugenia, había trabajado durante un tiempo en una fábrica de Béjar. El senador del  reino, alcalde y fabricante de paños, don José Rodríguez Yagüe, el famoso don Pepito, se libró por los pelos de un atentado anarquista en la calle Rodríguez Vidal, según testimonio oral.