22 de octubre de 2017

Béjar, Plasencia y Yuste: una relación interesante

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez


       La pintura es ilustrativa porque muestra al emperador Carlos V llegando a su retiro de Yuste sobre una litera, similar a la réplica que hoy se muestra a los visitantes del palacio adjunto al monasterio, a hombros de cuatro portadores. Lo acompaña una breve comitiva de asistentes domésticos, y es recibido en la puerta del cenobio por una procesión de monjes jerónimos ataviados litúrgicamente. No obstante en el Museo del Prado existe otra pintura, de José María Alarcón Suarez, que muestra al monarca llegando a pie acompañado de una numerosa comitiva de nobles y cortesanos, y recibido bajo palio, en esta ocasión, por los monjes. Ambas pinturas son del siglo XIX.
 
Entrada del Rey Carlos V (sic) en el Monasterio de Yuste, por Antonio Casanova y Estorach. Museu Nacional d´Art de Catalunya.  elmundo.es


        En los tres meses que duró la terminación del palacio, el emperador se había alojado a pocos kilómetros de allí en el castillo de los condes de Oropesa, más tarde marqueses de Jarandilla, título el primero que su abuela la reina Isabel I había otorgado en 1475 a Fernando Álvarez de Toledo y Zúñiga, nieto de Álvaro de Zúñiga, I duque de Béjar
Castillo-palacio de los Condes de Oropesa, Jarandilla de la Vera, hoy parador nacional de turismo. Foto de Frederic Baiges
      Varios autores, entre ellos Ramón Menéndez Pidal en el tomo XX de la monumental  Historia de España, señalan que la elección de Yuste le fue sugerida a Carlos V por su fiel compañero y cronista Luis de Ávila y Zúñiga, marqués consorte de Mirabel por matrimonio con su prima María de Zúñiga, hija de Fadrique de Zúñiga, que conocía el lugar por la cercanía con su palacio en Plasencia (40 kms).
Palacio de Mirabel en Plasencia. Foto de Jerónimo Gomato

    Algunos agregan que el marqués era sabedor de ciertos experimentos medicinales que los monjes de Yuste realizaban con hongos, que podrían curar la gota del emperador, y lo cierto es que esa posibilidad se veía reforzada en el ánimo de don Carlos por el recuerdo de las alegres cacerías de azor que había compartido en Plasencia con don Fadrique de Zúñiga. También recordaría las visitas al palacio del ya fallecido duque Álvaro de Zúñiga en Béjar, a menos de cien kilómetros de Yuste, en una de las cuales había reclutado a otro de sus compañeros de viaje por Europa, y deslenguado cronista, el decidor Francés de Zúñiga, como asimismo la generosa contribución de 10.000 ducados que algunos años antes le había hecho la actual III duquesa, doña María de Zúñiga, que ahora le enviaba presentes desde Béjar con motivo de su llegada a Oropesa. 
Palacio ducal de Béjar. Foto de S. Hoya
     El emperador no se curó de la gota en Yuste, pero allí le fue presentado por primera vez su hijo bastardo Jeromín, el futuro Juan de Austria, cuando el niño ya tenía doce años. Lo había concebido en 1545 en Regensburg, Ratisbona, con la joven burguesa alemana Bárbara de Blomberg, veintisiete años menor que Carlos, y a los tres fue enviado a España para educarse.


Presentación de Jeromín, Juan de Austria, a su padre el emperador Carlos V en Yuste, por Eduardo Rosales Gallina. Museo del Prado

      Nacido en 1500, Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico falleció en Yuste a los cincuenta y ocho años de edad, pero no de gota ni de ninguna de las otras enfermedades que padecía, sino de la picadura de un mosquito proveniente de las aguas estancadas de una de las albercas del palacio, que le produjo fiebre palúdica. Así al menos se desprende de los estudios realizados en el siglo XX sobre el dedo meñique de su cuerpo que se conserva en el Panteón de los Reyes del Escorial, adonde fue trasladado desde Yuste por el conde de Oropesa en 1573, por expresa voluntad de Felipe II.


Momia de Carlos V en El Escorial. Espanaeterna.blogspot.com
       Del responsable de la permanencia del emperador en Yuste desde el 11 de noviembre de 1556 hasta el día de su muerte el 21 de septiembre de 1558, el marqués consorte de Mirabel Luis de Ávila y Zúñiga, natural de Plasencia y bisnieto de Álvaro de Zúñiga, I duque de Béjar, escribió en 2015 una obra divulgativa de su vida, actos y hazañas el licenciado en Derecho de la Universidad de Salamanca Jerónimo Mateos Calvo, parte de la cual se puede leer en la red. En la portada aparece la figura ecuestre de Carlos V, pintada por Tiziano.
Luis de Ávila y Zúñiga marqués de Mirabel, de Jerónimo Mateos Calvo. 2015

Desde hace algunos años, el consistorio del ayuntamiento de Jarandilla de la Vera se ha dedicado a recrear la estancia de Carlos V en el castillo de los condes de Oropesa, con el fin de potenciar las actividades culturales y turísticas de la villa.

Recreación de la estancia de Carlos V en Jarandilla de la Vera 2016. Elperiodicoextremadura.com

19 comentarios:

  1. Lugares muy cercanos a mí, puesto que tuve durante ocho años casa en Cuacos de Yuste e iba con frecuencia a Plasencia. El Palacio de Mirabel te lo encuentras, lo quieras o no, cada vez que te acercas al Parador de Turismo. También eran frecuentes las visitas al de Jarandilla.
    Un saludo.

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  2. Una relación realmente interesante. Hace apenas quince días que estuvo en Plasencia y por supuesto contemplé el Palacio de Mirabel, me hubiera gustado saber entonces todo lo que nos has contado en ésta entrada.
    Besos Carmen

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  3. De esos tres palacios, solamente conozco el de Plasencia.

    Interesante todo lo que nos cuenta en tu entrada y que representa un vínculo de unión entre estos hermosos lugares.

    Besos

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  4. Datos históricos que siempre es interesante conocer. Por cierto, pese a las muchas interpretaciones que se han dado, siempre me he preguntado qué pintaba el Emperador por aquellos lugares que, en su época, debían estar absolutamente solitarios y perdidos.
    Un abrazo,

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    1. Bueno, no tan solitarios y perdidos. Aunque el Monasterio de Yuste sí está medio escondido en la montaña, la comarca de La Vera (de Plasencia)siempre ha sido muy rica, pues tiene un microclima con mucha agua, que facilita la proliferación de huertas, frutales, ganado, pesca, etc. muy importante para la economía de entonces. Y de ahora.

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    2. En la red está la Ruta de Carlos V camino a Yuste. La Junta de las Siete Merindades de Castilla acordó incluso reparar el camino por el que se trasladaría.

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  5. Muy interesante toda la información y más interesante todavía la recreación que hacen los vecinos de Jarandilla de la Vera.
    Un saludo.

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  6. Hace mucho, tanto como 14 años, que estuve en Béjar y Plascencia. Una comarca que me agradó mucho. Solo vi el Palacio de Mirabel, que no sé si se podía visitar entonces.

    Besos

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  7. La del préstamo de 10.000 ducados y III duqesa de Béjar fue doña Teresa de Zúñiga. Lapsus calamae o lapsus mentis. Excusas, JZR.

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  8. Muy interesante, y la presentación muy buena.
    Y ellos... Pues definitivamente viviendo como reyes.
    Un abrazo, Carmen.

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  9. Una muy interesante entrada. ¡Cincuenta y ocho años! Creo que no siempre somos conscientes de lo joven que murió el emperador.
    Saludos

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    1. ¿Joven? La expectativa de vida en la Edad Media era de 45 años, lo que quiere decir que vivió 10 años más que la media. A pesar de los "sanadores" que tenía.

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  10. Se ve que la familia Zuñiga tenia mucha proximidad con el emperador recomendandole un lugar para su retiro y dandole aposento mientras terminaban el palacio de Yuste.

    Saludos.

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    1. Tanta que la casa imperial y la corte estaban plagadas, perdón, llenas de miembros de esta familia. La sala Carlos V del palacio de Mirabel en Plasencia, para ilustrar, es testimonio de la amistad del emperador con Fadrique de Zúñiga, tío y suegro del que le recomendó Yuste. JZR.

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  11. En buenos lugares extremeños vivió y visitó el emperador. Gran iniciativa de Jarandilla, para dar a conocer la historia que hoy, tanto se tiende a olvidar.
    Buen artículo Jorge
    Besos.

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  12. Muy buena la referencia histórica Carmen. Un fuerte abrazo y buen fin de semana.

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  13. Interesante crónica del porqué de la elección de Yuste por parte de Carlos Iº.
    Y la referencia a Jeromín me trae recuerdos de una lectura infantil donde contaba su historia, que parecía un cuento.
    Saluos

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  14. Dos años, los últimos vivió allí, el emperador. Comiendo, pese a la gota que lo aquejaba, reparando relojes y con el recuerdo de su esposa Isabel, uno de cuyos cuadros hizo llevar al palacio. Y pese a la maravilla que sé que es y la historia que encierran aquellas paredes, aún no he podido visitar.
    Saludos.

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.