Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez
Así titula el académico Gumersindo Bravo González, doctor en Historia y miembro del grupo de Estudios sobre Patrimonio, Cultura y Ciencia Medievales de la Junta de Andalucía y la Universidad de Granada, su trabajo publicado en 2017 en la revista de la asociación, que puede encontrarse completo en internet.
Armas de Zúñiga
y Guzmán bordadas en hilo de oro sobre raso. Todocoleccion.net
El trabajo de investigación se centra en las piezas de tejido inventariadas en las disposiciones testamentarias del III duque consorte de Béjar, Alonso Francisco de Sotomayor y Portugal, V conde de Belalcázar y V vizconde de Puebla de Alcocer, que asumió el apellido y el título de su prima y consorte Teresa de Zúñiga, III duquesa de Béjar. A su muerte, su esposa tuvo que pleitear ante las deudas póstumas dejadas por su esposo.
Armas Zúñiga-Sotomayor en Béjar, s. XVI. Verpueblos.com
El autor explica que su artículo estudia el mundo de los tejidos empleados en la confección de diversos ajuares: litúrgico (gran parte), doméstico y de vestir, todos ellos de la primera mitad del siglo XVI. Se abordan los estilos y las técnicas empleadas, mostrando el potencial económico de la Casa Ducal de Béjar en estos años, a pesar de las vicisitudes económicas por las que atravesó. La información obtenida permite conocer una amplia variedad de tejidos, sobresaliendo las sedas y las lanas, sin olvidar los tejidos confeccionados de diferentes materias primas, como el lienzo y la holanda.
Frontal de altar bordado en raso con hilo de oro. Todocoleccion.net
Aparte de valiosas notas etimológicas e históricas sobre el nombre español y el origen de las diversas telas, Bravo González presenta las producidas en España en un contexto universal, y señala que los brocados de Toledo, Sevilla y Valencia quedaron inspirados en los brocados venecianos, siendo relevantes y muy apreciados los dibujos de inspiración oriental. Así en el Renacimiento, los brocados destacaron por sus colores y sus fondos bellos de color azul, rosado, blancos carminosos, que realzaban las labores de oro y plata, así como las elaboradas con sedas de diversos colores.
Prendas y telas españolas en brocado del siglo XVI. Dialnet.unirioja.es
Los intereses de la duquesa en la subasta, en la que se le reconocían derechos y privilegios sobre los demás postores, se dirigieron en algunos casos al rescate de enseres con significado personal, como una cama castellana de terciopelo con tres paños y con tres escudos bordados de las armas de Zúñiga y de Guzmán. La cama, según la duquesa, se la había dado dio su madre (Leonor Manrique de Lara, hija del duque de Nájera) cuando parió (a) la condesa de Niebla (Leonor de Zúñiga, hija de Teresa casada con Juan Claros de Guzmán, IX conde de Niebla)-e que no (en) otro (precio se tasa que) en los novecientos e veinte e nueve mil maravedís- porque entonces era vivo el señor marqués su padre (Francisco de Zúñiga, I marqués de Ayamonte), y parece (a) nos que esta cama quede con la señora duquesa conforme al capítulo de las dichas sentencias.
Portada del n° 1 vol 19 de la revista. Epccm.es
El derecho sobre las prendas no eximía a doña Teresa del pago, más allá de sus esfuerzos por rebajarlo aludiendo a que se trataba de un reciclaje, caso de un frontal de carmesí colorada con unas puntas y tripas de tela de oro y una frontalera del mismo carmesí y con unas caydas (pliegues) de carmesí. Todo esto juró la dicha señora duquesa que se hizo de una saya de terciopelo carmesí de mangas trenzadas forradas en tela de oro, las mangas con tres tiras de oro tirado, …e juró que hizo aplicar lo que se gastaría en hacerlo y que serían cuatro mil y ochocientos e setenta y cinco maravedís, por lo cual declaramos que lo susodicho quede para la señora duquesa en lugar de la dicha saya, y que su excelencia pague los dichos cuatro mil y ochocientos y setenta e cinco maravedís.
Paños de terciopelo carmesí bordado en oro, s. XVI. Dialnet.unirioja.es
Acerca de la tela de oro, dice el autor que corresponde a los paños de oro o pannus aureum, que se remontan al siglo XIII, y que la época estudiada (s. XVI) fue abundante el gusto y fabricación por estos tejidos, confeccionados en Toledo, produciendo riquísimos paños de oro sobre plata, y viceversa, mostrando los contornos de sus dibujos marcados con seda carmesí o en oro frisado. Su alto valor conllevaría su uso a ocasiones especiales.
Bordado de oro en antependium de Gante, s. XVII. Es.wikipedia.org
También en piezas de mobiliario se interesó la duquesa, como un sillón de terciopelo negro con su gualdrapa guarnecido del sillón con su guarnición de plata, copas de plata y unas tablas abiertas de plata labrada al romano (cincuenta y cinco mil maravedís)… siete sillones de paño con sus guarniciones (diez mil maravedís), que no incluía los colchones y almohadas y ropa blanca que la señora duquesa sacó de(l castillo de) Belalcázar al tiempo que el dicho duque falleció… todo lo cual se apreció en nueve mil y quinientos y diez maravedís, e parece (a) nos… queden para la dicha señora duquesa, con lo que más declaramos que por las dichas sentencias se le manden dar por el dicho cotidiano.
Cama medieval y arcón para la ropa blanca. Pinterest.com
Los párrafos dedicados a los tejidos de lana consignan que se destinaban a la confección de prendas de uso litúrgico, de vestir y de uso doméstico, una tradición que se remotaba a épocas romanas con origen en la Bética y recorrido hasta Oriente. Durante el reinado de Carlos I por toda la meseta castellana abundaban los rebaños y su lana era muy apreciada en todo el continente europeo. Durante el reinado de Felipe II, hacia 1575, se exportaban hasta 40.000 sacos de lana a Brujas para su confección en paños finos. Una vez elaborados, eran importados de nuevo a un precio muy elevado. La península era, por tanto, productora de materias primas, pero no era capaz de transformarla en productos elaborados.
Lana castellana. Diarionorte.com
En cuanto a la frisa, tela ordinaria de lana que sirve para forros y vestidos de las aldeanas, doña Teresa rescató varias prendas de esta factura: una saya de paño frisado… la señora duquesa juró que valía quatro ducados, apresciámosla en ellos… Un sayo frisado… la señora duquesa juró que valía quatro ducados, apresciámoslo en ellos… Otra faldilla frisada… la señora duquesa juró que valía quinientos maravedís, apresciámosla en ellos… Un sayo frisado… aviéndonos informado de su valor, apresçiámoslo en quatro ducados.
Sayas modernas. Elperiodicodearagon.com
Como se puede apreciar, a pesar de que es prolífico en detalles personales referentes a la duquesa de Béjar doña Teresa de Zúñiga, tema enunciado en el título, el estudio de Bravo González trasciende el ámbito individual y se convierte en una fuente apreciable de datos sobre el desarrollo textil en España en el contexto general de la época, tanto desde el punto de vista técnico-fabril como mercantil, por lo que se vuelve a recomendar su lectura que apenas supera el medio centenar de páginas.
Referencia:
Gumersindo Bravo González. "Los tejidos pleiteados por la III duquesa de Béjar". Descarga aquí.
Sin dudas que la trascendencia textil de Béjar es de una gran importancia.
ResponderEliminarSaludos.
Lo que nos dices sobre el llevar las materias primas que producimos aquí a otros lugares es algo que sigue pasando para luego traer material ya manufacturado.
ResponderEliminarSaludos.
Interesantísimo trabajo de investigación, la de este académico, por la materia que toca, los tejidos, ya que nunca vi estudio hecho sobre los mismos, por lo que me lo voy a descargar para leerlo completo.
ResponderEliminarGracias, Carmen, por compartirlo.
Un saludo.
Un estudio muy interesante. Al igual que Manuel tampoco yo conocía ningún trabajo sobre los tejidos.
ResponderEliminarSaludos
Hola Carmen:
ResponderEliminarInteresante artículo. Producir "comodities", que luego son altamente apreciados en los centros manufactureros.
Besos