Amigos de Béjar y sus historias

PROPIEDAD INTELECTUAL

El contenido de este blog, texto y fotografías, tienen derechos de autor. Si deseas utilizarlos cita siempre la fuente de la que proceden.

7/25/2025

Semblanza política de Nicolás Rodríguez Vidal (3ª Parte y final)

Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto

Publicado: Béjar en Madrid 

       A mediados del siglo XIX la clase fabricante bejarana parecía decantada políticamente por el liberalismo pero indefinida en cuanto a las distintas tendencias que esta corriente planteaba. La apertura comercial y empresarial que el liberalismo propiciaba resultaba idónea para las aspiraciones de expansión de los industriales textiles. Años antes, alguno de los bejaranos ligados a la actividad fabril había sufrido la cruenta represión que contra los liberales más significados organizaron los gobiernos de Fernando VII tras el regreso al absolutismo. Entre ellos no faltaron personas vinculadas familiarmente a Nicolás Rodríguez Vidal como es el caso de Joaquín Martín Caballero, Diego López y Juan Sánchez de Adrián, tenidos algunos de ellos como «constitucionales», «exaltados» o «esparcidores de malas ideas»[1]

     Pero ya a partir de 1833 con la regencia de María Cristina y el reinado de Isabel II el liberalismo termina por institucionalizarse lo que supone un espaldarazo para las aspiraciones de los industriales. Nuestro protagonista parece situarse al comienzo de esta etapa como liberal moderado, es decir dentro de las tendencias dominantes, al igual que hizo la mayor parte de la burguesía nacional. Tal filiación se entiende, en primer lugar, porque el régimen liberal le había permitido acceder, entre otras, a la propiedad de  bienes que habían sido de la Iglesia, lo que de otro modo hubiera resultado imposible[2]. A nivel político ese posicionamiento intentaba compatibilizar las rémoras del antiguo régimen, adaptándolas al momento que ya se vivía, con el impulso parlamentario. El objetivo era doble: lograr colocar bajo llave a la propiedad privada, todo un símbolo del empuje burgués, y evitar levantamientos de carácter radical o netamente revolucionarios. 

 Isabel II

         Nicolás Rodríguez Vidal fue evolucionando hacia posicionamientos del liberalismo progresista. Ello parece deducirse ya en 1854 cuando ayudó a sufragar los gastos del monumento que Madrid dedicó en marzo de ese mismo año a los políticos Argüelles, Calatrava y Mendizábal, referencias nacionales del progresismo y aun de las relaciones con la masonería[3]

       Tres años después se presentó como candidato por el Comité Electoral Progresista de Béjar y firma un manifiesto junto con sus compañeros José Regidor, Esteban Martín Asensio, Vicente Cid, Ezequiel Illán y Vicente Ferrer Vidal. El oponente a su candidatura era el moderado y neocatólico José Sánchez Ocaña que, apoyado por el gobierno, alcanzaría el cargo de Ministro de Hacienda. En el texto los progresistas apelan al voto de sus electores para evitar la reforma moderada que, según ellos, sería «la muerte de la tribuna, la voz de la minoría ahogada por los Estamentos a puerta cerrada». Y abogan por un candidato que «viva entre nosotros, que esté avecindado y con familia en el país, que respire la misma atmósfera, que vuelva a sus lares durante las vacaciones del Parlamento para que así conozca y palpe nuestras necesidades, que sea arraigado para que al votar los presupuestos se acuerde de su bolsillo y trate de castigar los gastos superfluos, que sea independiente por carácter y posición»[4]. Este perfil estaba representado por Nicolás Rodríguez Vidal que pese a ser Abogado de los Reales Consejos (abogado del Estado diríamos hoy)[5] seguía viviendo en Béjar y se dedicaba plenamente a la manufactura textil

 

José Sánchez Ocaña López de Hontiveros. 

Lienzo en el Salón de Concejales del Ayuntamiento de Béjar. 

 

         El cargo de diputado lo alcanzaría en el año 1858 tras las elecciones del 31 de octubre en las que obtuvo 119 votos de los 163 votantes, y lo ocuparía hasta 1863. Recordemos que en esos años aún estaba en vigencia el sufragio censitario, es decir que solo tenían derecho a voto los mayores contribuyentes, apenas un 5% de la población. El profesor Gregorio de la Fuente, en sus estudios sobre el político, apunta que durante algún periodo pudo estar cerca de la denominada «Unión Liberal» de Leopoldo O’Donnell, lo que, de ser cierto, indicaría que habría suavizado su inicial progresismo. La labor más importante realizada por Rodríguez Vidal durante este periodo de responsabilidades políticas fue el inicio de las gestiones para la construcción del ferrocarril que pasara por Béjar, labor que se dilataría en el tiempo y heredarían sus propios hijos Jerónimo y José Rodríguez Yagüe. En 1870 parece que, como candidato del partido monárquico liberal de Béjar, había dado su apoyo a la elección de Amadeo de Saboya como rey de España, opción que alzaría al trono al monarca italiano.  

 


 Amadeo de Saboya

         Entre 1871 y 1872, cuando ya contaba con 62 años, pasaría de diputado a Senador al haber sido, con 254 votos, el candidato más votado por la provincia de Salamanca por delante del demócrata Santiago Diego Madrazo. En el escrutinio también figura muy por detrás otro bejarano ya citado, José Sánchez Ocaña, con solo dos votos. Como curiosidad mencionaremos que entre los 24 candidatos, en este caso con solo un voto, estaba el «Emperador de Alemania»[6].

       Nicolás Rodríguez Vidal falleció en Madrid el 2 de mayo de 1877.

 



[1] CASCÓN MATAS, Mª Carmen: «Los bejaranos más peligrosos de 1824» en Béjar en Madrid, nº 4721 del 16/1/2015.

[2] Recordemos que, como señalamos en nuestro anterior artículo, Rodríguez Vidal adquirió parte de los antiguos conventos de la Piedad y de San Francisco. Los pagos realizados para esta adquisición se realizaron en 1871.

[3] Dato tomado de los estudios que sobre Nicolás Rodríguez ha realizado el catedrático Gregorio de la Fuente Monge.

[4] La Iberia. Periódico liberal de la mañana, nº 803 del 7/3/1857, p. 1.

[5] Lo era al menos desde 1834 con solo 25 años de edad. A.H.P. de Salamanca, P.N. 1104, p.27.

[6] Datos obtenidos de su expediente político en el congreso de Diputados y en el Senado.

1 comentario:

  1. Eso refleja la importancia que tuvo Béjar en esos tiempos. Ahora estos escritos sirve para el conocimiento de la generación actual.
    Feliz fin de semana. Un abrazo.

    ResponderEliminar

"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.