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7/18/2025

Semblanza política de Nicolás Rodríguez Vidal (2ª Parte)

Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto

Publicado: Béjar en Madrid 

        Los antecedentes en la industria textil de Nicolás Rodríguez Vidal procedían tanto de su familia paterna como materna. Sirva como ejemplo que una de sus abuelas, María Antonia de Lucio Sánchez-Masedo descendía directamente de uno de los grandes fabricantes del siglo XVIII, Gerónimo de Lucio, y este a su vez tenía como tío-abuelo al célebre Gerónimo González de Lucio, párroco del Salvador y Comisario del Santo Oficio en el siglo XVII.[1] Tampoco podemos olvidarnos entre los familiares más cercanos de don Nicolás a su tía Antonia Rodríguez de Lucio, hermana de su padre, acaudalada anciana que alcanzó los 101 años de edad, algo casi inédito en aquella época (nació en 1773 y murió en 1884). Gracias a la foto que de ella conservan los hermanos Huebra en su archivo de Salamanca, el rostro de la venerable viuda nos sigue mirando desde el pasado.[2]

 

 Foto de la fábrica de García y Cascón, en el predio de La Illana o La Noriega, en el siglo XIX propiedad de Nicolás Rodríguez Vidal. 

 

         Política e industria caminaron a la par en las dedicaciones de nuestro protagonista, al menos al principio en lo que se refiere a la política municipal, lanzadera para más altas ambiciones. Solo a partir de 1856, cuando contaban ya con 47 años, es cuando Nicolás Rodríguez emprende su carrera como empresario y fabricante. Lo haría junto con su hermano Bonifacio (eran, ni más ni menos, que catorce hermanos) con el que en octubre del año indicado lograba la autorización para construir una fábrica de paños en la orilla izquierda del río Cuerpo de Hombre, aguas abajo del puente de San Albín, figurando ya como fabricante al siguiente año. Ambos fundaron la razón social denominada “Nicolás Rodríguez y hermanos” que después pasaría a tener otros nombres. 


Su tía Antonia Rodríguez de Lucio

 

       Debió ser exitosa su carrera como industrial pues en muy pocos años se situó como el sexto mayor contribuyente de la provincia de Salamanca entre los industriales y comerciantes.[3] El inicio de la actividad fabril coincidió casi en el tiempo con la consecución del cargo de diputado en las Cortes tras las elecciones del 31 de octubre de 1858. Su inclinación política e ideológica podría definirse en aquellos momentos como progresista pero, como el resto de políticos bejaranos, con un objetivo común: la defensa a ultranza de la industria textil y la consecución de infraestructuras básicas para su mayor desarrollo como era el caso del ferrocarril.

El yerno de Nicolás Rodríguez Vidal, Ruperto Sánchez Gil, y su hija Luisa Rodríguez Yagüe. Foto González de la Huebra.

 

         Detengámonos a analizar cuáles ahora eran las propiedades fabriles, urbanas y rústicas que unos años después declaraba tener. Entre los edificios de uso industrial era propietario de un obrador en «La Carrera», (calle que tras su muerte llevaría su propio nombre) que contaba con un tendal de paños; un tinte en la zona del Matadero (al inicio de la cuesta de los Perros), proindiviso con su hermana Leandra Rodríguez Vidal; una cuarta parte de los edificios llamados de la «máquina de Yagüe» (hoy dentro del predio de Gómez-Rodulfo); una cuarta parte del tinte de esa misma máquina; los edificios maquinarios de San Albín, que contaban con treinta caballos de fuerza; un molino harinero en el mismo sitio y trece tendederos de paños. Por último también se indica en su inventario de bienes que realizó la compra del edificio de «La Illana», llamado así mismo de «La Noriega», que más tarde pasaría a su yerno, el también fabricante Ruperto Sánchez Gil. Esta edificación con el tiempo se convertiría en el majestuoso complejo fabril de García y Cascón. El obrador de «La Carrera» sería heredado por su hijo José Rodríguez Yagüe tras su muerte y se convertiría en  su vivienda habitual, los edificios del Matadero pasarían por compra a Ángel Renau, mientras que sus bienes en la llamada «máquina de Yagüe» serían heredados por su hija Fidela Rodríguez, esposa de Vicente Oliva, empresario de origen salmantino.  

 

 Fachada del edificio oeste del antiguo convento de la Piedad. 

 

          Dentro de las propiedades urbanas Nicolás Rodríguez Vidal fue propietario de una casa en el número 25 de «La Carrera» con cuadra y jardín hacia la calle 29 de agosto que le rentaba 2533 reales y que probablemente  sería su vivienda habitual. Esta casa pasaría al segundo de sus hijos varones, Jerónimo Rodríguez Yagüe, que emprendería como él una exitosa carrera política. Destaca, como propiedad más peculiar, fruto de las circunstancias del momento, el que fuera dueño de la tercera parte del convento de la Piedad por un valor de 5536 reales, que había adquirido en la subasta de bienes del clero que el Estado venía realizando dentro de su programa de desamortizaciones. Las otras dos partes del convento habían sido adquiridas por dos familiares bien cercanos a Nicolás, Cipriano Rodríguez-Arias Corón y Juan Gómez Rodulfo. El edificio del convento fue utilizado por sus propietarios como obrador durante algunos años quedando la parte de nuestro protagonista en manos de su hijo José Rodríguez Yagüe, que tras la desaparición del edificio conventual construyó en su parte más oriental lo que después se convertiría en el Casino de Béjar, más conocido durante años como Casino «de los Señores». 

 Su hijo José Rodríguez Yagüe

        Respecto a las fincas rústicas Rodríguez Vidal era dueño en el término de Béjar de siete terrenos: una huerta junto a la mencionada «máquina de Yagüe» de un área de dimensión, dos eriales en el prado de la Justa, uno de ellos de un área y el otro de cinco; más otros dos prados en el mismo sitio que sumaban veintisiete áreas. Por último también tenía en propiedad dos viñas, una en San Albín y otra en la «Somada» o Asomada, es decir cerca del Ventorro Pelayo[4].  

Continuará 



[1] MAJADA NEILA, José Luis. Genio indómito,  Salamanca 1981.

[2] CASCÓN MATAS, Mª Carmen. «Pensamientos de una bejarana de cien años». Revista de Ferias y fiestas 2014 Béjar, pp. 32-34, Cámara de Comercio de Béjar 2014.

[3] Boletín Oficial de la Provincia de Salamanca, nº 106, 3/3/1871, p. 4.

[4] A.H.M.B. Sig. 2415-2425: Registro de predios urbanos.

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