Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez
Varios son los
autores, modernos y contemporáneos, que dan cuenta del papel relevante del II duque
de Béjar, Álvaro de Zúñiga y Pérez de Guzmán, y su círculo parental en actos importantes
de la vida personal de Carlos V.
Sobre la boda, fray Prudencio de Sandoval
señala en su Historia de la Vida y Hechos
del Emperador Carlos V, 1634:
"Llegado
el tiempo concertado para celebrar sus bodas el emperador a dos días del mes de
enero deste año (1526), partieron de
Toledo para la ciudad de Badajoz, donde habían de recibir a la princesa, el
duque de Calabria don Hernando de Aragón, y don Alfonso de Fonseca, arzobispo
de Toledo, y don Álvaro de Zúñiga, duque de Béjar, con gran acompañamiento de
señores muy principales… Con el duque de Béjar fueron el conde de Aguilar
(Alonso Ramírez de Arellano y Zúñiga) y
don Pedro de Ávila (y Zúñiga), que
después fue marqués de las Navas. Y vinieron a Badajoz para se juntar con don
Juan Alonso de Guzmán (Pérez de Guzmán y Zúñiga), duque de Medina Sidonia, (y)
don Francisco de Zúñiga y Sotomayor, marqués de Ayamon(te) y conde de Benalcázar, que después fue
duque de Béjar por ser casado con doña Teresa de Zúñiga, sobrina del dicho
duque… los cuales todos fueron con el mayor y mejor acompañamiento que pudieron".
Edición de 1681 de la obra de fray Prudencio Sandoval
Dos años antes,
la comitiva que llevó a la infanta Catalina, hermana menor del emperador, a
Badajoz para su matrimonio con Juan III de Portugal, estaba presidida por Álvaro de Zúñiga, duque de Béjar, y compuesta por
fray Diego López Toledo, comendador de Herrera, Juan Alonso de Guzmán y Zúñiga,
VII conde de Niebla y VI duque de Medina Sidonia, y su sobrino Francisco de
Sotomayor (el mismo Francisco de Zúñiga y Sotomayor citado por Sandoval), V conde de Belalcázar, según advierte
Menéndez Pidal en el tomo XX de la Historia
de España.
Juan III de
Portugal y Catalina de Austria
Juan de Zúñiga
Avellaneda y Velasco, jefe de la Casa imperial que con su hermano Íñigo había
ido a buscar a Carlos a Flandes, encabezó la embajada castellana que se encargó
de redactar las capitulaciones matrimoniales de Carlos e Isabel en Portugal. Francés
de Zúñiga, por su parte, fue de los primeros en enterarse de la decisión de
desposar a la princesa, como lo manifiesta en la Crónica Burlesca del Emperador Carlos V:
"En las cortes que se hicieron (en Toledo), los procuradores de todas las ciudades y villas suplicaron a su
majestad se casase con la muy esclarecida infanta doña Isabel, hija del rey don
Manuel de Portugal y nieta de la muy alta reina doña Isabel, y que en esto
haría grandes mercedes a sus reinos y señoríos, y el muy alto emperador, por el
muy gran contentamiento que desta infanta tenía y su gran bondad, determinó de
lo hacer."
Crónica Burlesca del Emperador Carlos V, de
Francés de Zúñiga. Edición de José Antonio Sánchez Paso, 1989
"Y
como el casamiento fuese concertado, la Cesárea Majestad mandó llamar al muy
ilustre duque de Béjar, Álvaro de Zúñiga, segundo de este nombre, y al muy
reverendísimo don Alonso de Fonseca, arzobispo de Toledo, para que fuesen a
Portugal por la muy alta emperatriz, su mujer. Y con estos señores fueron
muchos perlados, condes, y caballeros, y otras gentes; y este coronista don
Francés fue por principal dellos..."
Precisamente a
este rasgo de egocéntrica personalidad,
atribuye José Antonio Sánchez Paso el superfluo comentario de apenas unas líneas que Francés de Zúñiga
dedicó a la boda, celebrada en los Reales Alcázares de Sevilla el 11 de marzo
de 1526:
"Y dende a pocos días la Cesárea Majestad
vino a la dicha cibdad, y no menos fue recibido. Y esa noche que el emperador
llegó, se desposó; y antes que amaneciese, se veló; y dende a dos horas estuvo
desvelado; y ansí se hicieron muchas fiestas y alegrías".
Imagen de Carlos
V en el Libro Cartulario del Cabildo de
Jurados de Toledo, s. XVIII. Ayto-toledo.org
Fuentes
portuguesas, citadas profusamente por la historiadora Mónica Gómez-Salvago
Sánchez en Fastos de una Boda Real en la
Sevilla del Quinientos, Estudio y Documentos, Universidad de Sevilla, 1998,
dan cuenta de la figura del duque de Béjar en estos eventos:
"Vêo primeiro a do duque de Béjar D. Álvaro
de Estúnhiga. Eram oito trombetas, cinco charamelas e dezoito pagens, todos bem
encavalgados, parte mulas, parte cavalos. Os ministris de roupas vermelhas,
barradas de veludo preto, as mangas esquerdas entretalhadas de preto, e nelas
uns AA negros atrocelados de branco. Os pagens com saios de grao barrado de
veludo preto, e os AA bordados nos peitos e nas costas. As bandeiras dos
estormentos dos ministris de damasco branco, bordadas de chaparía de prata, e nelas
suas armas bordadas, que sao uma banda negra em campo de prata e uma cadea
d´ouro que atravessa o escudo…".
Fastos de una Boda Real, de
Mónica Gómez-Salvago, 1998. Casadellibro.com
"O
duque de Béjar da outra parte em um ginete castanho, bem guarnecido de jaez
largo, a sela lavrada de fio d´ouro, sua mochila de feizao das antigas. Êle
vestido em saio de pretim preto, capuz de coutrai frisado, barrado de veludo
preto. E porque trazia dó, barba crecida, que lhe dava muita autoridade (Frei
L. de Sousa, Anais de D. Joao III, en
Fastos de una Boda Real)".
Carlos, Rey Emperador, Serie
TVE 2015. Vayatele.com
Felipe, el
primogénito de la pareja real y sucesor de Carlos, fue bautizado el 5 de junio
de 1527 en la iglesia de San Pablo de Valladolid, siendo su padrino el II
duque de Béjar Álvaro de Zúñiga y Pérez de Guzmán. La educación del futuro
monarca, en cuyo imperio jamás se ponía el sol, fue encomendada por
el emperador a Juan de Zúñiga Avellaneda y Velasco, conde de Miranda del Castañar, junto con la de los numerosos
hijos de este y otros jóvenes nobles allegados a la corte imperial, entre ellos
Alonso de Ercilla y Zúñiga, autor de La
Araucana.
¡Me encanta esta parte de la Historia de España! La figura de los Reyes Católicos, sus hijos y nietos...me gusta muchísimo. Tengo varios libros sobre ello en casa, tanto novelados como en forma de ensayo. Me gusta el tema. Gracias por todo la información. Es muy interesante. Un abrazo.
ResponderEliminarAunque no fue aceptado en principio este emperador por los castellanos, poco a poco se ganó la confianza de la nobleza y nuestra querida España gozó de una época de esplendor.
ResponderEliminarBesos
Interesante artículo que pone una vez más de manifiesto la importancia de los círculos del poder y del acierto a la hora de sumarse a unos u otros.
ResponderEliminarUn abrazo,
Los primeros años del Imperio...Detalles interesantes la corte y del papael de los duques de Béjar.
ResponderEliminarEn mis lejanos estudios secundarios, a mediadios de los años '70, realizamos un pequeño trabajo sobre el Emperador Carlos V... Ha llovido desde entonces...
Besos Carmen
Tu escrito de hoy me completa algunos lazos de la historia. Me gusta saber la implicación que tuvo Béjar en la historia a través de ti, un abrazo.
ResponderEliminarMe has recordado una parte importante de la vida de Carlos V, lo que no sabía es que el padrino del primogénito del emperador Carlos e Isabel de Portugal fuese Álvaro de Zúñiga.
ResponderEliminarGracias por la documentación.
Cariños y buena entrada de otoño.
kasioles
Veo que los Zúñiga tenían una red bien tejida con numerosos títulos por muchos miembros.
ResponderEliminarUno era conde de Aguilar ¿no seria del palentino?
Saludos.
El condado de Aguilar de Inestrillas se concedió por los Reyes Católicos a Alonso Ramírez de Arellano y Enríquez de Castilla a finales dle siglo XV. Inestrillas es una pedanía del municipio de Aguilar del río Alhama en La Rioja. Nada que ver, pues, con Aguilar de Campoo.
EliminarUn saludo
·.
ResponderEliminarRegresé, tras una larga ausencia.
Y aquí estoy, documentándome. La verdad es que resulta un mareo de nombres, imposibles de recordar, pero que ilustran el interés por conservar la historia.
Un abrazo Carmen
.·
LMA · & · CR
Muy interesante. Así vamos conociendo más detalles del duque de Béjar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me encanta venir a tu espacio por lo mucho que conozco de la historia a través de tus entrada Carmen. Mil gracias por compartir tu conocimiento.
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