Autora: Teresa López Hernández
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas, 2019.
La prensa se hizo eco de la conferencia de José Polo Benito, "Feminismo social y emigración", en Béjar en 1906, en los siguientes términos (relacionados con el tema del feminismo):
La Victoria [1] elogió el discurso y al conferenciante, reconociendo sus dotes intelectuales y señalando que dentro del numeroso público había una nutrida asistencia del “bello sexo”.
Pero El Adelanto [2] reprobó la visión de la redención del alcoholismo y su alusión a la fe.
Huelga textil en Béjar de 1913-1914. Foto sacada de aquí
En El Lábaro [3] se decía que su discurso no tenía nada que ver con el feminismo tal y como se entiende actualmente, es una nueva cruzada para la mujer, que además del deber que tenía para con los pobres, los oprimidos y en general todos los que sufren, se le añadía el combatir el alcoholismo. Tampoco veía que el culto al campo sirviera para regenerar la vida familiar.
En la “La emigración en Béjar”[4] se examinaba la crisis por la que pasaba la industria de la ciudad en esos momentos. El malestar por la escasez de ventas que dejaba a los obreros sin trabajo se manifestaba a través de huelgas, que en algunos momentos llevaron a la violencia y que incitaba a considerar como una salida la emigración, sobre todo a Latinoamérica[5].
Se acusaba a la prensa de inflar las cifras respecto a las personas que sufrían sus causas y no tenían más opción que emigrar. Patronos y obreros se culpaban mutuamente de haber llegado a esa situación, mientras que para los patronos la culpa la tenían las sociedades obreras con el excesivo control que establecían para el acceso a los oficios y la contratación, junto al control que establecían los obreros sobre la fabricación, que impedía la introducción de nuevas máquinas y productos. Sin embargo, para los obreros la culpa era de los industriales que desviaban su dinero a la compra de fincas rústicas en vez de ampliar sus industrias y renovar la maquinaria.
Darío de Regoyos. "Huelga en Béjar, 1900". Colección particular.
No obstante el declive se debía a varios factores: atraso tecnológico respecto a otros centros textiles y especialización en determinados sectores del mercado que ya no encontraban salida, como el paño utilizado en los uniformes militares[6]. En los inicios de su exposición D. José Polo Benito hizo alusión tanto a las diferentes causas de la situación como las culpas que se atribuían mutuamente unos y otros y que, según dijo, le habían comentado las personas que le recibieron y acompañaron.
Pero, aun admitiendo la proporción de culpa que correspondía a cada parte, aludía a las desmedidas exigencias de los amos y achacaba a los obreros haberse entusiasmado con la propaganda socialista. El pretender un “concepto de igualdad absurda” al mismo tiempo que confiaba en unas sociedades de resistencia que lo tiranizaban en vez de liberarlo, les llevaba a la huelga y a usar la violencia en el conflicto. Al no conseguir la pacificación se acaban cerrando las fábricas y sobreviene la emigración. Se pregunta por qué no se organizaron en sindicatos mixtos, o se ensayó una junta de arbitraje antes de llegar a la ruptura.
Foto antigua de Béjar con edificios fabriles
Subraya la culpabilidad de los gobernantes que al no estudiar los problemas que la emigración plantea no emprenden reformas en la vida política, social y religiosa. Al mismo tiempo les acusa de ver al obrero como una bestia de carga mientras ellos tienen grandes salarios y derrochan los fondos públicos. También advierte a los interesados en emigrar de las trampas que se esconden tras las ventajas que publicitan los países de acogida, promesas de trabajos y salarios que no se cumplen y que acaban con los emigrados sumidos en la miseria.
Propone como solución que la clase obrera defienda sus derechos frente a los empresarios, confiando en la Iglesia y los sacerdotes que los ayudaran en el combate por la justicia. Pero deben abandonar el “eterno derecho a la igualdad”, y organizar Sindicatos, buscando “la fuerza en vosotros mismos”. La salvación está “en nosotros mismos, llevamos dentro la mina de nuestra riqueza, la fe”. “Organizaros económicamente y socialmente, ensayad la cooperativa de producción y de consumo, dejad las horas de taberna por unos minutos de lectura, intentad la unión profesional bajo las bases católicas. Trabajad para hallar dentro de vosotros mismos la salvación”.
Desde la prensa se analizó el contenido:
Los hay como El Emigrante [7] que califica el discurso de grandilocuente. No da más opinión por no tener copia de la conferencia. Promete que cuando la tenga dirán de su importancia para esta ciudad y de si los medios que propuso pueden o no utilizarse.
El Castellano [8] decía que la plática era sólo para hombres y había bastantes obreros. Parecía más un discurso de propaganda que una conferencia. Generalizó tanto que no se aportó ninguna solución, aunque reconocía que fue elocuente y erudita.
En El Lábaro [9] hubo amonestación para los obreros que aplaudieron mucho cuando se puso de relieve la labor tiránica de las sociedades de resistencia. Resalta que ha sido caso nuevo en Béjar que los obreros hayan aplaudido a un sacerdote que ha combatido la libertad de la que ellos alardean.
Desde El Adelanto [10] se comentaba que no analizaba las verdaderas causas de la decadencia de la industria en Béjar y, por tanto, no se puede decir que se deba a las asociaciones obreras socialistas.
Y La Victoria[11], censuraba al autor del artículo de El Adelanto por decir que los remedios propuestos de nada servirían para evitar la decadencia de la industria bejarana.
[1] La Victoria, 15 de diciembre de 1906, p. 2.
[2] El Adelanto, 11 de diciembre de 1906, p. 2.
[3] El Lábaro, 12 de diciembre de 1906, p. 1.
[4] POLO BENITO, José: La emigración en Béjar. Bejar, Establecimiento tipográfico de F. Muñoz 1907.
[5] SÁNCHEZ MARTÍN, José Ramón (pp. 81-130): “La industria de Béjar en el siglo XX y los albores del XXI”. En Hernández Díaz, J. M. y Avilés Amat, A. (Coords.): Historia de Béjar, vol. II. Diputación Provincial de Salamanca. 2013, p. 86
[6] ROS MASSANA, Rosa (pp 49-80): “La industria (1800-1919)”. En Hernández Díaz, J. M. y Avilés Amat, A. (Coords.): Historia de Béjar, vol. II. Diputación Provincial de Salamanca. 2013, pp. 51-60
[7] El Emigrante, 15 de diciembre de 1906, p. 3.
[8] El Castellano, 11 de diciembre de 1906, p. 2.
[9] El Lábaro, 12 de diciembre de 1906, p. 1.
[10] El Adelanto, 12 de diciembre de 1906, p. 2.
[11] La Victoria, 15 de diciembre de 1906, p.2
La violencia, no engendra nada más que violencia.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Creo que aquellos que vieron in situ la conferencia si leyeron todos artículos ya no sabían lo que oyeron.
ResponderEliminarCreo que cien años mas tarde muchas cosas son aplicables.
Saludos.
Los enfrentamientos conllevan a alimentar odios...que pueden durar años y más se suelen pasar de dinastía en dinastía.Esto sucedió en el s.XIX-Viendo el giro que está tomado la política en España, no se diferencia mucho,..
ResponderEliminarUn abrazo Carmen y gracias por estas entradas tan bien documentadas
Creo que la intervención de ese Cura, fue clave para este movimiento obrero, y el posterior avance del feminismo y mejoras en lo social.
ResponderEliminarMuy interesante y veo por el nombre de la autora, que cronistas en Béjar no faltan.
Un abrazo, Carmen.
A pesar de los años, aún queda mucho por hacer.
ResponderEliminarAbrazos.
¡Un brillante ejemplo! Tu publicación es reveladora y elocuentemente presentada. Apreciamos que compartas tu valiosa perspectiva.
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