"Béjar, el placer del recuerdo" y "La piedra profanada"

Como este blog tiene la vocación de ser transmisor de conocimientos a la que vez que anunciador de los principales eventos culturales de la "Ciudad Estrecha" (apelativo usado para llamar a Béjar de gran fortuna inventado por Gabriel Cusac) , no podemos dejar pasar dos actos que tendrán lugar este sábado. 

Por la mañana, y después de una reunión ordinaria del Centro de Estudios Bejaranos, presentará su discurso de entrada al mismo Pablo Puente Aparicio, arquitecto y restaurador, seguidor de este blog y buen amigo, que llevará por título La piedra profanada. La escultura en Béjar en el primer tercio del siglo XX. El acto está convocado para las 12,00 de la mañana en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Béjar y será presentado por Antonio Avilés Amat, presidente del CEB, y contestado por José Muñoz Domínguez. 

Por la tarde- noche, un compañero bloggero, gran amigo e infatigable indagador en los trasteros y cajones olvidados, recopilador de imágenes añejas, Antonio Sánchez Sánchez presentará su segundo volumen dedicado a las fotografías antiguas de Béjar. Esta vez llevará por título Béjar, el placer del recuerdo y será presentado en el Teatro Cervantes a las 20,00 horas. 

En su blog Archivo fotográfico y documental de Béjar, publicitado numerosas veces en Pinceladas, él mismo nos cuenta que 

Tras “Béjar en el Ayer” este libro pretende prorrogar un relato de Béjar, a partir de un guión visual, de una ciudad y sus habitantes a través de 300 imágenes que pertenecen a un tiempo comprendido entre el último tercio del siglo XIX hasta bien avanzado el XX. Un periodo concluido pero que, sin embargo, todavía representa una fase de la vida de muchos de los bejaranos actuales. A lo largo de los capítulos volverán a recorrer las calles de estas páginas más de 600 bejaranos, ciudadanos de a pie que asomarán a nuestras vidas para recordarnos imágenes, momentos, rincones recordados por muchos y descubiertos para otros. “Béjar El placer del recuerdo” es el resultado de hallazgos, compartiendo horas de investigación con innumerables bejaranos que han aportado datos, anécdotas, documentos… sin los cuales no hubiese sido posible acuñar este libro. Mirar atrás, en este caso, es un ejercicio de agradecimiento y reconocimiento a todos aquellos que fueron trazando un camino y que con sus venturas y desventuras marcaron un tiempo hoy recordado por todos nosotros. Nada pertenece al pasado mientras los ojos de la memoria sigan abiertos.