10 de noviembre de 2023

Feminismo social y emigración en Béjar (1ª Parte)

 Autora: Teresa López Hernández

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2019. 

       El siglo XX en España, a pesar del retraso respecto a otros países europeos, iniciaría la consolidación del sistema capitalista que se tradujo en el desarrollo industrial y financiero, así como en la transformación del sector agrícola, aunque en este último caso sería un procedimiento mucho más lento.

      Este proceso de modernización económica social y política no acabó con los problemas sociales existentes en el siglo XIX que se habían puesto de manifiesto a través de protestas y mítines por el precio del pan, el impuesto de consumo o las quintas.  La clase obrera  seguía soportando  bajos salarios, precariedad laboral y una vida paupérrima que conllevó un afianzamiento de la movilización social centrada en reivindicaciones laborales y políticas, continuaron los mítines, manifestaciones y huelgas apoyadas por las sociedades de resistencia, una evolución de las primitivas sociedades de socorros mutuos[1].

 Obreras de la aguja


      En este contexto el sacerdote D. José Polo Benito pronunció dos conferencias en el Círculo Católico de Béjar durante los días 8 y 9 de diciembre de 1906 que llevaban por título: “Feminismo Social” y “La emigración en Béjar”[2].

     El ponente, José Polo Benito (Salamanca 1880 - Toledo 1936), era un hombre ilustrado y erudito que llegaría a desempeñar el cargo de secretario del obispo de Plasencia para ser nombrado después Deán de ese Cabildo y posteriormente, en 1923, Deán de la catedral de Toledo. Su interés cultural se manifestó en diferentes ámbitos: ingresó en 1925 en la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas,  fue colaborador en diversas publicaciones, dirigió La Semana Católica, y como  periodista y escritor desarrolló una gran preocupación por temas sociales y por dar a conocer la situación de precariedad que se vivía en comarcas como Las Hurdes[3].

José Polo Benito. Foto sacada de aquí

 

        El título  “Feminismo Social”[4] correspondía al reconocimiento del feminismo como un movimiento internacional y que ahora, gracias a la maquinaria que hacia innecesaria la fuerza muscular y permitía a las mujeres incorporarse a las fábricas sin quedar excluidas de una vida activa fuera del hogar debido a su constitución física, había que reconocer en lo que tenía de justo en la lucha de las obreras por la defensa de sus derechos laborales y como medio de que no aumentara el feminismo socialista.

Por ello exhortaba a las asistentes: 

“Señoras, este feminismo que yo os predico es el que práctico Isabel la Católica para reorganizar la España del siglo XV. Su programa es bien definido, hacer el bien donde quiera que se pueda organizar la caridad y defender la justicia”. 

 Publicación de las dos conferencias. 

En Archivo fotográfico y documental de Béjar.


         En su descargo hay que decir que no era ajeno este discurso al ideario del feminismo imperante en nuestro país en esa época, ya que, debido a las características particulares de la evolución política española, se había configurado como un movimiento social más que como un movimiento de reivindicación política y sufragista.

        El desarrollo  personal de las mujeres se conseguía mediante el matrimonio y la maternidad sin posibilidad de elaborar un proyecto social, cultural, o laboral autónomo. Ese papel maternal de las mujeres y las cualidades que le acompañaban se hacía extensible a la sociedad. De esta manera se entendía que su función pública debía de ser de índole asistencial. La promoción de un feminismo posible, razonable y católico pasó por la mayor presencia de las mujeres en espacios públicos de educación, beneficencia y de asistencia social[5].

 

Sirvientas a principios de siglo. Foto de aquí

 

        Se exponían en la conferencia tres campos de actuación como objetivo. El primero, las jóvenes que trabajaban en talleres y estaban expuestas a la poca moralidad de los capataces. A estas se unían las que se dedicaban a la costura para procurarse el sustento: “muchas solteras a veces de familias ricas, de modestos industriales o viudas que no están en condiciones de dedicarse al servicio doméstico, ni trabajar en la fábrica y pasan día y noche pegadas a la máquina de coser”. Sin olvidar a las que trabajaban cosiendo en talleres y obradores por escaso salario.

      El segundo, el grupo de las sirvientas, cuyas penalidades pasan desapercibidas, viven bajo una gran dependencia de los amos y deben “transigir con las impertinencias del señorito”. No dejaba de señalar la gran labor a realizar, aunque reconocía que se habían creado instituciones para ampararlas. En el caso de las costureras, por ejemplo, el Sindicato de la Aguja, donde las solteras dejando “cierta cantidad semanal encuentran al cabo una dote decorosa”. En el caso de las sirvientas, las Escuelas Dominicales, donde acuden todos los días festivos “a recibir enseñanza propia de la mujer”.

 

Trabajadoras

Foto sacada de aquí

 

         En el tercero se aborda el problema del alcoholismo que afirma ser uno de los banderines de enganche del ejército socialista, ya que anula la voluntad, mata los sentimientos y produce una especie de locura. Para combatirlo es fundamental la actuación de la mujer “teniendo una casita limpia, alimentos aunque pobres cariñosamente condimentados y sobre todo un corazón de mujer”. A ello habría que añadirle el inculcar en el obrero la afición por la excursión dominguera “indispensable en la vida del trabajador”. Si esto se lograra las filas socialistas disminuirían.

      Todo ello lo enfoca como una carencia de educación y las mujeres son fundamentales en la tarea educadora del obrero, una vez educados en las “escuelas del amor” empezaría la tarea complicada del mejoramiento económico y para ello está la red tejida por la caridad católica en bien de los obreros como son las Cajas de ahorros y socorros mutuos, cajas de préstamos, cooperativas de consumos…

Continuará



[1] CASANOVA, Julián y GIL ANDRÉS, Carlos: Breve Historia de España en el siglo XX, pp.28-32. Barcelona, Ariel, 2012.

[2]Mi agradecimiento a Carmen Cascón Matas que me proporcionó una copia de dichas conferencias.

[3] JULIÁ MARTINEZ, Eduardo: “Necrológicas de los M. I. SRES. ACADÉMICOS. D. José Polo Benito”, pp. 13-20, en Toletum, nº 57, 21 de diciembre de 1913.

SORIA SÁNCHEZ, Valentín y SORIA BREÑA, Ángel: “Biografía del Deán de Plasencia y Toledo José Polo Benito y de Francisco Cástor Sojo López de Madrigalejo”, pp. 809-815, en XXXVII COLOQUIOS HISTÓRICOS DE EXTREMADURA: La Guerra de la Independencia en Extremadura, Trujillo, 2009.

[4] POLO BENITO, José: Feminismo social. Bejar, Establecimiento tipográfico de F. Muñoz 1907.

[5]NASH, Mary: El aprendizaje del feminismo histórico en España. En https://www.nodo50.org/mujeresred/historia-merynash1.html

 

3 comentarios:

  1. Desde luego, el párrafo que incluyes de: "señoras, este feminismo...", resume un pensamiento interesante, bien estructurado.
    Abrazo.

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  2. Este sacerdote por lo que nos cuentas parece creo una corriente feminista desde la iglesia, como por esos mismos años el Padre Nevares impulsaría en la zona de Carrión de los Condes un sindicato católico agrícola con el fin de ayudar en los años malos a los agricultores que lo necesitasen y una de las cosas que tenía el sindicato era una tienda donde abastecerse de comida y pagar al recoger el grano. Esa institución aun existe aunque ha perdido alguno de sus ramas como la Caja Rural que se fusiono con la Caja de Ahorros y Prestamos de Palencia ahora en Unicaja. Lo que yo conocí como lugar donde llevar el grano y abastecerse de insumos sigue funcionando ahora con el nombre de Cooperativa Agrícola Regional ya que se extendió por otros lugares de la provincia. Lo que no me fije en las últimas visitas si funciona o no es la tienda, bueno funcionaba como un supermercado normal en lo que yo recuerdo quizás con ventajas para los socios, a la que siempre recuerdo conocer como "El Sindicato".

    Saludos.

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    1. Qué interesante esto que nos cuentas. Los temas que se trataron por Polo en Béjar respondían a una corriente de pensamiento en boga en ese momento y es posible que varias personas difundieran estos valores por toda España, como es el caso que nos explicas del Padre Nevares. Lo interesante es que todavía perviva esta institución y que sea el antecedente de Unicaja.
      Un saludo

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.