Autor: Alberto Bravo Martín
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.638. 04/02/2011
La presencia romana en el Valle de Hornacinos queda confirmada por los hallazgos arqueológicos, que, sin haber realizado ninguna excavación (lo cual es de lamentar enormemente), han sido descubiertos de manera casual. Se han encontrado restos de vasijas de barro, piedras labradas, ladrillos y hay quien incluso habla de monedas, de procedencia claramente romana.
Al parecer se trataría de dos centros de población independientes, es distintos sitios del Valle, ya que en la distancia que media entre ellos, no se ha encontrado ningún otro resto. Lo que sí es bien conocido es que el paso de Extremadura a la Meseta se hacía por la cercanías del Valle, con la calzada romana tan próximo y que, además, uno de los tres asentamientos de Quinto Cecilio establece es la mansión “Caelionicco” o “Vicus Caecilius”, que lo sitúa entre el llamado Coto, detrás de Casa Adriano, en el Puerto de Béjar, a 132 millas de Mérida. Era lugar de descanso para los ejércitos que subían de Extremadura.
Vía de la Plata a su paso por le Puente de la Malena
Esta vía, llamada antiguo camino Tartesio, después Vía de la Plata, que ponía en comunicación los pueblos del norte con los del sur, constituyó siempre una “ruta de emigración”, según dice Ángel Alonso Cabo, y vía de comercio para abastecimiento de metales, sedas y especias.
Cuando el general cartaginés Aníbal, en el 220 A.C., conquistó la actual Salamanca, también usó este camino, ya que era la mejor vía de penetración que existía en aquella época. Pero fueron los romanos los que le dieron su verdadero valor, construyéndola y arreglándola, como eje de sus conquistas. Siglos más tarde, en 1273, cuando Alfonso X crea el Concejo de la Mesta, la Calzada cobra gran importancia comercial con la trashumancia, al trasladarse los rebaños del norte a tierras extremeñas.
Miliario Romano del "Corral de Chinato"
Esta vía romana penetraba en la Abadía por el Valle de Hornacinos, subía un ramal entre Peñas Blancas y el término de El Cerro, para después continuar por Montemayor y unirse con Valdefuentes de Sangustín, donde encontraba a la llamada Cañada Soriana. A la inversa, este ramal, conocido como Cañada Real de Merinas, venía de Montemayor del Río e iba a pagar tributo al Puerto Real de la Abadía, luego debía de pasar por Lagunilla, formando además, frontera con Aldeanueva del Camino.
Otro ramal de la Calzada, arrancando de Aldeanueva, pasaba por Lagunilla y Valdelageve y se introducía en la Sierra de Francia. Esta desviación de la Vía de la Plata era utilizada en la Edad Media por los peregrinos que iban a Santiago de Compostela y querían venerar a la Santísima Virgen de la Peña, pues las rutas de peregrinos no eran entonces caminos ininterrumpidos y los lugares de peregrinación mucha veces no estaban cerca de las Calzadas, sino a varias leguas de ellas. De ahí estas desviaciones o ramales.
Vía de la Plata
Volviendo al poblamiento del Valle, algunos arqueólogos opinan que ciertos núcleos urbanos romanos que no se han encontrado, podrían ser localizados en Hornacinos, pues el famoso historiador romano Plinio, entre los 37 Estipendiarios, solo habla de 19. Existen además indicios de un cementerio romano en la finca de los Concejiles y un amplio muro de contención de aguas de un estanque, según cita Ceferino García (1989). Pero nada de esto se ha investigado aún.
Aunque parte de la Península no ofreció gran resistencia a la dominación romana, sí la hubo en la zona de Lagunilla, perteneciente a la Lusitania, que al mando de Viriato se levantó contra las legiones romanas, manteniéndolas en jaque durante cierto tiempo. Según el historiador Cea Bermúdez, Viriato, en el año 139 a. C. se refugió en Béjar, estableciendo sus campamentos por los alrededores, que pudieron ser también el origen de colonias y pueblos con los soldados emigrantes que por aquí quedaron.
FUENTES PRINCIPALES:
ALONSO CABO, A.: “Remotas y recientes huellas humanas en el solar salmantino”. Centro de Estudios Salmantinos. Salamanca, 1995.
GARCÍA MARTÍNEZ, C.: “Béjar en su historia”. Salamanca, 1989.
HERNÁNDEZ SÁNCHEZ, P.: “Lagunilla, ayer y hoy”. Ayuntamiento de Lagunilla, 2001.
Hola Carmen: muchas gracias por la lección de historia, tan bien explicada que nos aportas en tu post.
ResponderEliminarNo sabía lo que explicas de Viriato.
También quería agradecerte tus bonitas palabras en sepositivosiempre y tu apoyo a Marina.
Abrazo. Jabo
Buena aportación del amigo Alberto a la historia local, Lagunilla y alrededores. Ahora que está de moda la región por causa de la serie de Viriato, viene al pelo esta entrada para resaltar el valor de las gentes lusitanas. Un poco más abajo, los de tierras de la Vera cacereña, añaden que incluso el caudillo rebelde podría haber nacido en el Guijo de Santa Bárbara.
ResponderEliminarUn saludo.
Los romanos, a los que tanto debemos los españoles.Allí estaban, también en Béjar.
ResponderEliminarSaludos.
Me encantaría hacer senderismo por este valle y descubrir por mi misma estas huellas romanas.
ResponderEliminarUn buen post informativo y relajante a la vez.
Besos Carmen
Definitivamente Viriato será una de las hermosuras de del planeta que nunca visitaré, pero gracias a ti, he podido darle un vistazo aunque no es comparble a respirar de su aire claro y fresco. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarViriato fue un monarca anglosajón/hijo del gran Cicerón/ y de la hermosa Friné...
ResponderEliminar:D Siempre que oigo Viriato me acuerdo de ese romancillo que no tiene desperdicio, empieza así y termina diciendo que viejo y desencantado Viriato:
"Mas, renunciando a la vida,
en un camión de Garruste,
fue al monasterio de Yuste,
donde falleció enseguida".
No tiene desperdicio, siempre me saca una carcajada.
Me ha gustado mucho el post, siempre se pasa de manera distinta por la vía de la Plata y ¡no tenía ni idea de que Aníbal hubiera conquistado Salamanca! De haber sido hoy seguro que era Salamanca la que conquistaba a Aníbal :)
Un beso, Carmen
Lástima que todavía no se haya estudiado y excavado la zona como se debe. Me imagino que todo lo que haya aflorado por allí se debe en gran parte a la casualiad y a los aficionados que van desenterrando poco a poco todo aquello.
ResponderEliminarEsperemos que algún día haya fondos para realizar estos estudios como debe hacerse.
Muchas gracias por la información Carmen.
Un abrazo :-) y lamento que haya tenido que repetir el comentario en mi blog, lamentablemente los problemas con blogger nos perdieron muchos comentarios, al menos no se perdieron las entradas :-)
Gran entrada de Alberto sobre los orígenes de su pueblo, Lagunilla, situada en un estratégico paso de la Vía de la Plata. Y duros extremeños que ofrecieron buena resistencia a los romanos, como toda la Lusitania. Un cordial saludo para tí, Carmen, y otro para Alberto, que ya debe estar de vuelta de Turín.
ResponderEliminar¡Qué ameno e ilustrativo paseo me he dado leyando tu entrada! Muy curioso lo de Viriato.
ResponderEliminarUn abrazo, es un placer entar a este blog.
Bueno, que interesante de ver serà eso.
ResponderEliminarGalba fue emperador y era español, segun creo.
Un abrazo.
¿También Viriato estuvo en Béjar? ¡Ay, carmenbéjar, que a tu pueblo no se le puede pedir ya nada más... Con razón has salido tú medio bruja... Un abrazo enorme, guapa.
ResponderEliminarLas comunicaciones han sido y siguen siendo fuente de riquezas, tanto cultural como económica.
ResponderEliminarMe ha gustado la entrada. La Vía de la Plata siempre fue una vía importante de comunicación dejando los romanos sus huellas en las cercanías.
ResponderEliminarMuy interesante lo de Viriato, aunque en Zamora hay una estatua en su honor.
Un saludo.
Bejar no deja de sorprendernos. Una gran Historia que hace que gracias a ti, nos adentremos en el pasado de una manera ágil y amena.
ResponderEliminarBejar es muchísimo más de lo que aparenta.
Ganas tengo de ir y perderme en su historia...
Un abrazo Carmen.
Carmen, he disfrutado mucho del paseo y al tiempo que caminaba iba pensando que ya por aquellos años se las ingeniaban para crear las rutas adecuadas a sus necesidades, no eran ingenieros de puertos y caminos pero sabiduría, y buen hacer no les faltaba.
ResponderEliminarCierto que quedan muchas cosas por conocer y debéis estar encantados de que así sea ya que por lo que voy conociendo de los bejaranos les encanta la investigación.
Muchos besos.
Muy buena entrada sobre estos antiguos tiempos, cartaginesas, romanos. Las fotos invitan a darse un paseo por la zona.
ResponderEliminarSaludos.
Buena lección de historia nos da Alberto hoy.
ResponderEliminarHace tiempo parte de esa ruta la hacianos Paco y yo con la bici. Es un paseo muy bonito.
No sabía que Anibal también caminó por aquí. Ahora cuando veamos la serie Viriato, lo imaginaremos por estas tierras :)
Un beso
Magnifica entrada, gracias por tu ameno e ilustrativo relato de la ruta de la Plata, los romanos, Viriato, Bejar, La Sierra de Francia, camino de Santiago etc...
ResponderEliminarMuy ameno y facil de leer, uno disfruta y se ilustra con tus reseñas.
Un beso.
Muy instructiva y a la vez llena de paz me resulta esta interesante reseña que nos cuenta el Señor Alberto. Ya me imagino paseando por la Via de la Plata.
ResponderEliminarSaludos.
Hombre mi entrada sobre la época romana de Lagunilla y alrededores...a ver si puedo retomar el ritmo y mandarte la siguiente sobre la época goda y musulmana...llevo unos meses muy líado y eso se siente también el el ritmo de entradas de mi propio blog.
ResponderEliminarUn beso.
Me ha encantado Carmen tus pinceladas históricas. La Vía de la Plata es un tesoro en el patrimonio español. Su encanto y valores trascienden y atraen.
ResponderEliminarUn saludo cordial,
Luis.
Una entrada muy interesante y al final mira por donde, hasta vamos a ser descendientes de Viriato. Que cosas!!
ResponderEliminarLo cierto es que la gente piensa en Lusitania en vertical, cuando en aquella época iba en horizontal cogiendo lo que hoy es Extremadura en su centro neuralgico.
Como siempre un placer leer un post tan bien documentado.
Madame, qué lujo llegar para Viriato nada menos después de mi ausencia!
ResponderEliminarNo tenía ni idea de que se hubiera refugiado por allá por Béjar. Mire usted por dónde, ahora que está Viriato tan de actualidad con la serie de televisión.
Feliz dia
Bisous
Siempre salimos aprendiendo cosas nuevas de tus entradas.
ResponderEliminarGracias por tus magnificas lecciones.
Besos
Importante la Vía de la Plata. Tan bien trazaban y construían sus calzadas los romanos que muchísimas de nuestras carreteras actuales discurren sobre el trazado que tuvieron aquellas. Un abrazo, Carmen.
ResponderEliminarHola Carmen:
ResponderEliminarEstaba viendo a Viriato hace rato y ahora leo esta entrada...
Todos los caminos conducen a Roma...o a Bejar ;D
Saludos
Jabo: Marina nos invitó a tu blog y yo para allá me fui, a ver de qué se trataba y a dejaros algún comentario a las letras de mi paisana.
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado el texto de Alberto sobre Lagunilla y Béjar.
Saludos
Cayetano: la verdad es que este texto de Alberto lo he colgado hoy sin pensar en absoluto en la serie, pero ahora que lo dices parece que lo hacía con intención... Las leyendas en torno a la fgura mítica de Viriato se extienden por toda la antigua provincia romana de Lusitania. Por ejemplo, en Béjar se afirma que los guerreros de este caudillo se alojaron alguna vez en el paraje bejarano "Regajo de los Moros", sin ningún fundamento, claro.
ResponderEliminarSaludos
Retablo de la Vida Antigua: me temo que por Béjar pararon poco, porque no se sabe a ciencia cierta si el castro vetón originario de la ciudad se hallaba exactamente en algún punto del casco urbano de Béjar o si por el contrario se encontraba algo alejado. Los romanos sí andaban por la zona porque aún resisten en pie los muros de un antiguo fortín romano en el pueblo de La Calzada de Béjar. Y, como bien ha expuesto Alberto, pululaban arriba y abajo de la Vía de la Plata.
ResponderEliminarSaludos
Katy: sin ir más lejos hace unos pocos días me dejé llevar desde Béjar por la carretera de Aldeacipreste hasta el paraje del Puente de la Magdalena o de la Malena, por donde transcurre la Vía de la Plata. Ahora está precioso el campo, en plena floración, aunque no apto para alérgicos, jejjje. El año pasado se veían pasar muchos peregrinos hacia Santiago de Compostela.
ResponderEliminarBesitos
El Drac: Viritano no es un lugar, sino un caudillo legendario de los pueblos lusitanos que resistió durante años a la invasión musulmana. El texto de Alberto habla de Lagunilla y de la Vía de la Plata, donde el espíritu del guerrero aún parece flotar en sus paisajes y restos romanos.
ResponderEliminarSaludos y gracias por le comentario
Alma: pues no conocía el romance que me cuentas, aunque la similitud entre Carlos V y Viriato me hace mucha gracia. Al fin y al cabo dos guerreros que acabaron paseando por los mismos lugares...
ResponderEliminarMe imagino a Aníbal en plan turista con sus chanclas, sombrero de paja, vermudas y cámara fotográfica como los muchos que invaden la ciudad universitaria todos los días.
Besos
Pedro de Mingo: en los alrededores de Béjar las excavaciones a veces brillan por su ausencia. Es un lástima ver cómo en cada solar destruído por las palas excavadoras no existen arqueólogos que puedan estudiar la zona. No hay ninguna intención por parte de las administraciones por otorgar subvenciones para ello, por lo que desconocemos casi en su totalidad los orígenes efectivos de la ciudad. Nos quedamos en pura elucubración.
ResponderEliminarNo te preocupes por la cuestión de los blogs. Blogger montó la de San Quintín y no hubo nada que hacer.
Un saludo
Paco Hidalgo: ha sido una suerte contar con la colaboración de Alberto quien, por azares del destino, ha resultado ser un paisano cuyos orígenes proceden del pueblo cercano de Lagunilla. Imagino que ya estará aquí... Habrá que preguntárselo.
ResponderEliminarSaludos
Antorelo: me alegro que te haya gustado el paseo. A veces viene bien desengrasar.
ResponderEliminarSaludos
Gaucho: Galba no sé si era español, creo que no; más bien fue un general romano que se encontraba en HIspania cuando fue aclamado emperador de Roma. De todos modos estamos hablando de dos personajes, Viriato y Galba, que nunca coincidieron en el tiempo.
ResponderEliminarSaludos
Isabel: claro, cuando me pedistes que eligiera un personaje para tu narración me ví como mujer de los campos, medio bruja, acompañando a Viriato en su asentamiento rebelde del paraje bejaranos del Regajo de los Moros, donde dice la leyenda que se escondía con sus hombres del yugo romano.
ResponderEliminarBesitos
FRancisco Espada: y si hablamos de la Vía de la Plata estamos ante palabras mayores en ese sentido.
ResponderEliminarSaludos
Valverde: es que Viriato cas es un hombre de Zamora porque la ciudad le ha rendido un homenaje excelente al dedicarle una estatua en una de las plazas más bonitas del casco antiguo, donde se encuentra el Parador de Turismo.
ResponderEliminarSaludos
Javier Peralta: esta vez es Alberto quien nos la narra. Por cierto, espero que te pierdas por su historia y sus calles cuando vengas, pero no por el monte o por la sierra, porque entonces mal iríamos.
ResponderEliminarSaludos
Wendy: seguro que los caminos anteriores a la Vía de la Plata, aquellos en cuyo trazado se fijaron los ingenieros romanos para hacer su calzada, no eran tan magníficos como estos, pero su funcionalidad hacía de ellos ser utilizados para comunicar a los pueblos dispersos en la geografía de aquella Hispania primitiva.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado.
Besos
Eduardo: eso inteot, picaros para que vengais a conocer la zona.
ResponderEliminarSaludos
Laura M: se puede hacer en bici, andando o en coche, aunque yo recomiendo que se deje la caja metálica de cuatro ruedas si se puede y se haga el camino desde Béjar hasta Puerto de Béjar pasando por el Puente de la Malena. Es una delicia y sobre todo en este tiempo. Ah, y no hay que dejar de lado una visitilla por el Jardín del Coto en Puerto de Béjar. A ver si un dia hago una entrada sobre este jardín.
ResponderEliminarBesos
Iglesiasoviedo: tus parabienes llegarán a su destino que es, ni más ni menos, que Alberto, el autor de este texto.
ResponderEliminarSaudos
Carolina: pues ve preparando el macuto que nos vamos cuando quieras.
ResponderEliminarSaludos
Carolus: por eso no te he dicho nada, porque suponía que estabas liadillo. Ya sabes que eres bienvenido, tú y tus textos, en el momento que quieras. Lo he colgado y no te he dicho nada para darte una sorpresa, jejeje
ResponderEliminarBesos
Luis G: y es que la Vía de la Plata transcurre tan cerca de Béjar que me es imposible dejarla de lado. Alberto ha sido un maestro ilustrándonos con esta entrada, dedicada a la Historia y también a la naturaleza.
ResponderEliminarSaludos
Neuriwoman: bueno, descendientes de Viriato, de los romanos, de los visigodos, de los árabes, judíos, norteafricanos y de muchas razas más, porque éstas mejoran con la mezcla sin lugar a dudas.
ResponderEliminarBesitos
La Dame Masquée: y ojo que no era mi intención aprovecharme del tiron de la serie para colgar esta entrada de Alberto... Ha sido una coincidencia. La verdad es que el hecho de que Viriato anduviese por aquí sólo responde a leyendas, pues Béjar y su zona se encontraba dentro de la provincia de Lusitania, pero fíjese usted que era bastante grande. Desde Zamora pasando por el norte de Portugal y Extremadura. Pequeña desde luego, no.
ResponderEliminarUn beso
Katy: gracias por el detalle.
ResponderEliminarUn besito
Mª Ángeles y Jose: esta vez vuestras medallas son para Alberto.
ResponderEliminarBesitos
Desde la terraza: y éste es un caso. Primero fue la antigua nacional 630, después la Autovía A-66 sin olvidar el antiguo trazado del ferrocarril; todas ellas se han servido del antiguo trazado de la calzada romana.
ResponderEliminarSaludos
Manuel: sí, jejeje Que conste que no ha tenido que ver esta entrada con la serie...
ResponderEliminarSaludos
Qué buena entrada acoge tu blog hoy, querida pololera, je ,je... me gusta, me suena todo tan familiar, el vino de Valdepeña que se me ha subido a la cabeza con la Virgen de la peña, que no tendrán que ver, pero que me alegran ambas, je, je... y la ruta de la plata, mi ruta sin plata, claro, je ,ej...
ResponderEliminarFelicita de mi parte, hermosa... Bss...
MariCari: Vía de la Plata es, otra cosa es que esté asfaltada con ella al estilo del Mago de Oz, jejej
ResponderEliminarBesotes
Veo que los romanos fueron como los bejaranos...anduvieron en todos los lugares del mundo...
ResponderEliminarSaludos
Lorenzo: jajaja. Hombre, no tanto.
ResponderEliminarBesos y gracias
Gracias por tus visitas y comentarios, son queridos y apreciados.
ResponderEliminarHe abierto un nuevo fotoblog para publicar las fotos, que me gustan pero no las he mostrado, este es:
http://iglesiasoviedofotos.blogspot.com/
Si tienes tiempo y ganas te agradecería una visita critica, es importante la opinión de los que saben mas que uno. Gracias.
Un abrazo.
Ay, tocaya,
ResponderEliminarTu villa béjarana cuan vasta cultura tiene, esas foticos son preciosas...
Sabes, a Viriato nos lo presentaban como el caudillo, el héroe...ja,ja. era dificil de creer por aquel entonces, pero ahora que en este artículo dice que estuvo en Béjar, me lo creo.ja.ja.ja.....
Besicos guapa.
Un gustazo volver a esta casa. Besos!!
ResponderEliminarIglesiasoviedo: por su puesto, ahora mismo me paso para hacer mi comentario crítico. No me extraña que te hayas decidido abrir un fotoblog con las preciosas fotos que luces en tu página.
ResponderEliminarSaludos
Cabopá: ¿te imaginas hoy en día a Viriato por aquí? Con sus esquíes para subir a La Covatilla o sus chanclas para remojarse en la Garganta del Oso, en El Canalizo o en Las Lagunas...
ResponderEliminarBesicos también para ti
Silvia: ¡hola, guapa! Perdona, hace mucho que no paso a verte, pero he estado tan liada que no he tenido tiempo ni de respirar. Me alegro mucho de que te acuerdes de mí.
ResponderEliminarBesazos
Interesante repaso a la historia.
ResponderEliminarDebido a algun fallo en el servidor de Blogger en mi blog se borraron muchos enlaces que seguía, disculpa la molestia, te sigo de nuevo.
siempre es grato pasar por tu casa.
que tengas un feliz fin de semana.
un abrazo.
Aníbal y después los romanos en sus conquistas hicieron camino en la Vía de la Plata. Cómo resistirse a pasear y saborear tanta historia. El azul sobre verde de las fotografías me resulta precioso.
ResponderEliminarBesos amiga.
De ahí que en Béjar exista una calle con su nombre: la Ronda de Viriato.
ResponderEliminarSaludos.
Ricardo Miñana: seguro que te borró blogger en la fatídica semana en la cual nos eliminó por su cuenta y riesgo una entrada y varios comentarios. En fin, son cosas que pasan. No te preocupes.
ResponderEliminarUn saludo y gracias por visitarme
Carmensabes: y más conb el buen tiempo primaveral... Las luces son por aquí dignas de una paleta de pintor. No en vano, por aquí anduvieron Sorolla o Regoyos,... pero ésa es otra historia.
ResponderEliminarBesitos
Roberto: tienes razón. ëse es un dato que se nos había pasado.
ResponderEliminarSaludos
¡Muy interesante tu relato, Carmen!
ResponderEliminarPara los que somos de otros países -de Argentina, en mi caso- nos haría falta un mapa para ubicar todos los lugares que nombras. A mí me encanta la historia y la arqueología.
Un abrazo.