19 de mayo de 2010

Un día pleno de naturaleza, historia y deporte

Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Semanario Béjar en Madrid, mayo de 2010.



No puede haber experiencia más agradable que un paseo rodeado por la exultante naturaleza. La primavera, tras un larguísimo invierno, se abre de par en par, sin ambages, sin vergüenza, ante los ojos asombrados del que recorre los mismos caminos que hace siglos fueron transitados por otros hombres, igual de seducidos por la inmensidad de los efervescentes campos. El domingo 2 de mayo, y dentro del programa Equinoccio, tuvo lugar la actividad deportivo-cultural dirigida por el grupo cultural “El Cervunal”, que tuvo la misión de entretener enseñando a los intrépidos andariegos. El recorrido partía de la bajada del túnel, lugar otrora ensordecido por el ruido un tren cuyo eco hace años que ya fue silenciado, y transitaba por la calleja del mismo nombre, paralela a la carretera de Aldeacipreste, hasta llegar a la fábrica de Gómez Rodulfo.



Las murallas se alzan aún
espectantes a un enemigo que no llegará ya

Los caminos cuasi urbanos cantaban hazañas medievales de Reconquista, tiempos en que los miembros del Cabildo Eclesiástico recorrían ese mismo itinerario en pos de la ermita desaparecida de Santa María de las Huertas, acunada en el valle del mismo nombre. Las murallas, en lo alto, narraban historias legendarias del pequeño Béjar repoblado por gentes venidas de Ávila, siervos de su rey Alfonso VIII, atados a la tierra y a la guerra.



Al fondo, la fábrica de Gómez- Rodulfo o Navamuño abría los ojos a una era nueva: la del vapor, el trabajo en cadena, el maquinismo, la electricidad, el ferrocarril, el progreso. Ahora la ermita ha desaparecido, las murallas han sido silenciadas, las naves abandonadas; ya los bejaranos no bajan en romería hasta el Valle de las Huertas, ni hay soldados apostados en el cerco defensivo, ni el ferrocarril truena a su paso por el túnel, ni se escucha el chacachá de los telares de la fábrica. Como violadores de lo sagrado, los paseantes del domingo escuchaban la narración de estos acontecimientos pugnando sus mentes por abrirse camino en la inmensidad del olvido.

 Los muros de la fábrica textil de Navamuño
no devuelven el eco del "chacachá" de los telares

Una vez en la fábrica los aventureros del presente osaron cruzar el segundo puente para comenzar el trayecto por la Umbría y desembocar en los Molinos de Pichón. La naturaleza, en todo su esplendor como una novia el día de su boda, lucía sus mejores galas para que los paseantes pudieran contemplar su magnificencia. Trinos de pájaros, insectos sobrevolando las cabezas, flores abiertas de par en par, diversas, amplio espectro el de sus colores, penetrantes sus aromas. Las ramas de los árboles, en caprichosa trama, ocultaban a los paseantes de las miradas curiosas.


La calzada romana hollada por las pisadas del viajero

Tras dejar atrás un trozo de carretera, tomaron la calzada romana para almorzar en el propio Puente de la Malena. Sus pies acaso sin saberlo hollaban el mismo recorrido que otros pies hace dos mil años. Los miliarios son testigos mudos del paso de las legiones romanas, de los jinetes árabes, de las mesnadas castellanas, de los rebaños de la Mesta, de los peregrinos, del paseante curioso actual. Como si este pensamiento permaneciera incólume y petrificado sobre el lugar, varios peregrinos se cruzan en el camino. Mientras tanto, el Río Cuerpo de Hombre sigue transcurriendo por debajo de los ojos del puente, incesante y caudaloso. Cinta de plata brillando al sol del pleno día.

  Una hilera de turistas curiosos
se acerca a la ribera del Río Cuerpo de Hombre


Una vez recuperadas las fuerzas, los caminantes retomaron de nuevo el también llamado Camino Mozárabe de peregrinación teniendo como meta Puerto de Béjar y el Jardín del Coto. La naturaleza se hace de nuevo exuberante en sus dominios, haciendo más llevadero el duro ascenso al Puerto. En la mente del paseante un nuevo refrigerio y el descanso actúan de espuela para que el ánimo no desfallezca, próxima la meta después del agradable día de convivencia, aprendizaje y esfuerzo.

35 comentarios:

  1. Como me hubiera gustado hacer este hermoso recorrido con vosotros,pero no pudo ser,me conformo con estar en cada uno de los lugares que describes con la imaginación, no es comparable pero me he recreado en tus descripciones.
    Un besito.

    ResponderEliminar
  2. Madame, por un momento he visto a esas mesnadas castellanas atravesando el territorio. No soy mujer de campo, pero leyendola me han entrado buenas ganas de hacer ese camino mozarabe de peregrinación!
    Una preciosa jornada la suya, madame. Gracias por compartirla. Hemos disfrutado de su belleza sin movernos de casa.

    Buenas noches

    Bisous

    ResponderEliminar
  3. Yo, además, quiero destacar tu hermosa prosa. ¡Vaya narración, Carmen!
    Saludos

    ResponderEliminar
  4. Es todo muy bonito, lastimosamente creo que no estoy en condiciones de ir a España, y no lo estaré en muchos años, pero si se da la oportunidad, será un placer hacer una pequeña visita.
    Cambiando de tema, me alegra que le haya gustado mi entrada sobre Pedro II, si quiere ud. traduciré por completo la biografia y la publicaré en mi blog, desgraciadamente ya se perdió la cronología ¡ocurrencia mía la de comenzar por el final! jajaja


    Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. Un buen pasatiempo este de recorrer los caminos ahora que la meteorología no lo impide y rememorar otros tiempos. Aprender caminando siempre es un buen recurso. Se hace ejercicio, también de memoria, y se abre el apetito.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  6. Que bonito paseo... eso si es disfrutar de un lindo día de primavera y no metido en la oficina,...

    ResponderEliminar
  7. Vivo en una zona rural, por lo que soy un gran amante de las largas caminatas por la naturaleza. Y si a parte de cultivar tu cuerpo, trabajas tu mente, ¡mejor que mejor!

    Un saludo, Carmen!

    ResponderEliminar
  8. Hola Carmen:
    Acabo de descubrir tu blog y me encanta.
    He utilizado algunas fotografías, y pequeños datos para ilustrar mi último post, y te he enlazdo, por supuesto a mi blog, que aunque tiene un corte totalmente distinto, siempre introduce pinceladas de historia, de arte o de geografía.
    Por cierto, el paseo debió de ser una maravilla, desafortunadamente, este año no puedo participar de Equinoccio a penas.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  9. Me llama especialemente la atención la fabrica de textil. Esos edificios son particularmente atacttivos con su aire misterioso y... peligroso.

    ¡Un buen recorrido como ese necesito yo!

    Un saludo

    ResponderEliminar
  10. Parece que nos contabas un cuento.


    saludos y un abrazo!

    ResponderEliminar
  11. Que buen recorrido y que bien descrito. No sólo andabas Carmen, sino que también has pasado por viejos caminos de la historia: el mozárabe, los miliarios romanos, la revolución industrial y el viejo vapor. Menos mal que se terminó este invierno tan cortito que hemos tenido este año. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  12. Juana María: pues ya sabes que el camino y los lugares están a tu alcance. Así es que, en compañía o en solitario, puedes acercarte cualquier día (preferentemente en esta bella primavera) y contemplar esos paisajes ya vistos por los ojos de otros hombres desde hace dos mil años, que se dice pronto.

    Besitos

    ResponderEliminar
  13. La Dame Masquee: en este año Xacobeo todos debáimos planteranos hacer el Camino, fuere el que fuese, incluso metafóricamente (este año o cualquier otro), con voluntad, claro. La verdad es que os confieso que nunca me he animado a hacerlo, pero todo se andará (y nunca mejor dicho)

    Un besazo

    ResponderEliminar
  14. Xibeliuss: una hace sus pinitos en estas cosas, con más errores que aciertos, pero el que no emprende una cosa nunca yerra.

    Gracias por tu comentario.

    Saludos

    ResponderEliminar
  15. Mathías: pues seguro que pos aquellas tierras suyas también habrá otros caminos legendarios que recorrer, que no se quedarán a la zaga de estos que narro aquí.

    Pues sí, me gustó la entrada sobre Pedro II. Y la estrategia de empezar la narración por el final puyede enganchar a más de uno. Es un recurso literario utilizado frecuentemente en las biografías.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  16. Cayetano: ... y lo bien que saben los bocatas de chorizo en la sierra o después de una buena caminata. Tienen un gusto distinto...

    Un saludo

    ResponderEliminar
  17. Jose Luis de la Mata: Qué se le va a hacer. Por lo menos desde aquí se puede soñar...

    Un saludo

    ResponderEliminar
  18. Pablo D: la verdad es que estando en el campo no echo de menos en absoluto la vida urbana, siempre plagada de estress y de prisas. Desde nuestras ventanas vemos ponerse el sol y amanecer el día, contemplamos las sierras y el transcurso de los meses reflejarse en el bosque.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  19. Dissortat: por si te has perdido entradas anteriores, Béjar ha sido una ciudad textil con mucho arraigo y abolengo. Pero todo lo que alcanza un clímax, tiene también su final y ahora sólo podemos presumir de cadáveres constructivos golosos para los constructores, que quieren borrar de un plumazo siglos de Historia.

    Gracias por tu comentario

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  20. Elena: ahora me paso por tu blog y te enlazo también al mío. Puedes enlazar los post que quieras, siempre que cites la fuente de la cual extraes esos datos, como buena historiadora que seguro que eres.

    Un besito

    ResponderEliminar
  21. La sonrisa de Hiperión: ¿y qué es un historiador sino un contador de cuentos que han pasado en la realidad?

    Un besito

    ResponderEliminar
  22. Paco Hidalgo: menos mal que llego la primavera, y espero que con fuerzas suficientes para imponerse entre el frío invierno y el calurosos verano.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  23. ¡pero que linda es mi tierra y que bella que la pintas cielo! lujazo pasar a verte. Besos mil!!

    ResponderEliminar
  24. ¡Cómo me gustaría acompañaros algún día en alguna de esas excursiones!
    Lali

    ResponderEliminar
  25. El senderismo es una de mis vicios irreprimibles jajaja. Estos dos meses de baja me tuve que tragar la bilis de no poder ir a mi querida Sierra de Guadarrama, sobre todo con la nieve que ha habido este año y no sé si la volverá a haber con tanta magnitud. He subido varias veces por tu Sierra de Béjar y la de Gredos a las Lagunas del Trampal y hasta El Calvitero, tanto con nieve como en verano. Me queda hacer la travesía del Calvitero hasta el Pinajarro, el que se alza vigilante sobre la bella Hervás. Al fin y al cabo, entre esas dos localidades tengo mis ancestros paternos.
    Saludos desde la Villa y Corte.

    ResponderEliminar
  26. Agradable paseo, más si añanimos es estado deplorable en que hace años conocimos estos parajes.
    Gracias por este relato.
    Muy buena la tarta

    ResponderEliminar
  27. Silvia: es un placer tenerte por aquí, guapa.

    Un besazo

    ResponderEliminar
  28. Claudia Ortiz de Urbina: querer es poder, así que ya sabes... cualquier día será el primero de muchos.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  29. Juan: pues por lo que dices conoces mejor que yo la sierra y sus contornos. Un día que vengas por aquí vamos a tener que quedar para que así me guíes por esta magnífica sierra que tenemos.

    Un besito

    ResponderEliminar
  30. Archivo fotográfico: a ver si las autoridades competentes se ponen las pilas en éste y otros asuntos.

    A ver si nos vemos un día y nos tomamos un pincho de verdad y no virtual, jejej

    Un saludo

    ResponderEliminar
  31. Un bonito paseo siempre que no apriete el calor.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  32. Hola estar unos instantes en tu blog es una maravilla.

    Un Cordial Saludo desde Creatividad e imaginación fotos de José Ramón

    ResponderEliminar
  33. Juan Carlos: debes conocerte este camino como la palma de tu mano y seguro que tendrás fotografías espectaculares.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  34. Descubre Irlanda: me pasaré por tu página.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  35. José Ramón: muchas gracias por tus amables comentarios.

    Un saludo

    ResponderEliminar

"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.