Autora: Carmen Cascón Matas
Cuenta el padre fray Francisco Yagüe en su libro Historia de la Imagen de Nuestra Señora del Castañar, publicado en 1795, que los documentos más antiguos relacionados con la aparición de la Virgen del Castañar que se tenían por entonces en el Archivo de la Villa eran los de Francisco Pérez de Sotomayor, capellán del duque de Béjar, recogidos a su vez por Diego de Silva en 1671.
Cuenta el padre fray Francisco Yagüe en su libro Historia de la Imagen de Nuestra Señora del Castañar, publicado en 1795, que los documentos más antiguos relacionados con la aparición de la Virgen del Castañar que se tenían por entonces en el Archivo de la Villa eran los de Francisco Pérez de Sotomayor, capellán del duque de Béjar, recogidos a su vez por Diego de Silva en 1671.
La historia contaba que, mientras el pastor de La Garganta Joaquín López y su mujer Isabel Sánchez estaban apacentando a sus ovejas un día de marzo de 1446, momento en que asolaba a la Villa y Tierra una gran epidemia de peste, notaron que su ganado se perdía incesantemente en el monte y venía a refugiarse junto a un copudo castaño. Por la noche Joaquín soñó que aquél árbol estaba plagado de fruto y frondosamente verde a pesar de la época del año, y que dentro se albergaba una imagen de la Virgen con el Niño en brazos que decía “buscadme y cesará la peste”. Nada más despertar se encaminó a la casa del párroco del pueblo que les rechazó por embaucadores.
Pero el sueño volvía a repetirse una y otra vez y decidieron acudir al cura de Béjar, Pedro Yáñez de Somoza. Una noche, al regresar con el ganado del monte a la casa de la ermita de Santa María de las Huertas, pues el pastor era su ermitaño, observó una gran luz en el monte y se encaminó rápidamente hacia el lugar de su origen. Y allí estaba de nuevo el castaño donde se refugiaba su ganado, plenamente verde y plagado de fruto, y de nuevo volvió a sonar la voz proveniente de una Señora que se aparecía sobre el castaño. La aparición volvió a instar a Joaquín que buscase a los pies del mismo árbol una efigie a su imagen y semejanza enterrada y oculta en una cueva.
Vista del pueblo de La Garganta (Cáceres)
Regresó el hombre asustado a la Villa y narró lo que le había acontecido pero nadie le creyó hasta que volvió con varias ramas verdes plagadas de castañas entre sus brazos. La historia corrió como la pólvora y un inmenso gentío se encaminó hacia el monte para encontrar la imagen de la Virgen. Comenzaron a cavar bajo el árbol, y tras un duro esfuerzo, encontraron una caja de madera con una imagen en su interior. Los escribanos tomaron acta de lo sucedido, datando el hallazgo el 25 de marzo de 1446.
Poco después, los comarcanos comenzaron a construir una pequeña ermita, que luego se transformaría en santuario con el mecenazgo de los duques de Béjar y de los obispos placentinos.
Esta es la historia del hallazgo de la patrona de Béjar, la Virgen del Castañar, cuya imagen fue escondida con la invasión musulmana y encontrada por estos humildes pastores. Sin embargo, y a pesar de que su fiesta se celebra el día 8 de septiembre, los vecinos del pueblo de La Garganta (llamados cariñosamente “paporros”), ya perteneciente a la provincia de Cáceres, la consideran más suya que de los bejaranos.
Hoy celebran su día, su fiesta. Jinetes procedentes del pueblo atraviesan los montes que les separan de su Virgen para encontrarse en el paraje de Llanoalto, después de recorrer un camino pedregoso y polvoriento. Allí se reúnen con sus paisanos para iniciar una lenta romería, unos a caballo otros a pie, bajo la enseña de la Virgen. Un poco antes de llegar al santuario, los alcaldes de Béjar y La Garganta se intercambian sus varas ante la atenta mirada de los romeros.
Con la invasión musulmana tuvo que ser un sinvivir de tanto entierro de imágenes en los sitios más insospechados :)
ResponderEliminarLa romería tiene una pinta preciosa.
Saludos, Carmen
Una bonita tradición compartida con los cacereños. Cuántas imagenes serían enterradas por aquellas fechas de la invasión musulmana. Muchas de ellas seguramente quedaron olvidadas para siempre, y tal vez nos aguarden aun muchos descubrimientos.
ResponderEliminarMe encanta que el camino se haga a caballo, pero tengo una duda: esos jinetes son solo hombres, madame?
Buenas noches
Bisous
Xibeliuss: tiene una pinta preciosa y es preciosa, sobre todo ver llegar a los caballos por el Camino del Pantano hasta LLanoalto. Al final del mismo se lucen ante los romeros que les esperan y luego bajan enredados, jinetes y peatones, hasta el santuario.
ResponderEliminarUn saludo
Madame Minuet: en un pricipio, antes de la división provincial, las tierras de La Garganta correspondían al sñorío del duque, así es que la "frontera" vino a dividir a pueblos hermanos.
ResponderEliminarEn realidad la talla de la virgen puede fecharse en torno al siglo XV o principios del siglo XVI, por lo que se supone que, o bien es una leyenda creada entonces, o que en verdad hubo una talla anterior encontrada en la caja y luego sustiuida por la anterior. Pero he de decir que este tema es mejor dejarlo d elado, porque los bejaranos son muy respeutoso con su patrona y no permiten ninguna duda al respecto.
Pues los jinetes eran hombres, mujeres y niños. Para que lo compruebe le he colgado una foto de una intrépida jinete femenina.
Un saludo
¡Que historia tan preciosa! ¿Sabes? No soy nada católica, pero la Virgen del Castañar, mi Mari Casti... es mi niña. Besos mil!!!
ResponderEliminarCarmen...
ResponderEliminarPersonalmente soy de los que no creo en las apariciones marianas (y mira que soy ortodoxo) pero eso si, si sirve para aunar a un pueblo para celebrar una tradición tan bonita, bienvenida sea. Gracias por tu apoyo.
Un besito
Con las tradiciones hay que ser sumamente cautelosos y respetuosos, dado el enorme fervor popular que hay detrás de cada una. No seré yo quien plantee aquí mis serias dudas sobre la autenticidad, no ya del hallazgo, sino de la leyenda que lo rodea.
ResponderEliminarEn todo caso, es una bonita manera de hermanar a extremeños y salmantinos o, como dicen por algunos sitios de Cáceres, "salamanquinos".
Un saludo.
Una bonita manera de hermanar a dos pueblos. Siempre es de agradecer que una fiesta sirva para unir a las personas, sea religiosa o no.
ResponderEliminarUn saludo!
Que hermosa tradiciòn Carmen, ademàs entrelazada con la historia de la reconquista de la zona. Siempre un placer leerte.
ResponderEliminarUn saludo.
Carmen una historia muy preciosa gracias por tu visita y comentarios.
ResponderEliminarSaludos
Bonita historia Carmen,leyenda o no lo cierto es que siempre nos gusta escuchar a nuestros mayores narrando estos hechos.Ellos yo creo eran más crédulos y los cuentan como verídicos, lo cierto es que es un placer escucharles o leer estos relatos en cualquier otro medio.
ResponderEliminarUn besote.
Una historia preciosa de las que ya no hay
ResponderEliminarSaludos!
Vaya, vaya, dos pueblos se pelean por la misma virgen (por cierto, precioso pueblo el de la Garganta, que conocí este febrero), pero más tarde se hermanan en la romería. Y debe ser digno de ver esos romeros peregrinando por aquellos agrestes caminos (mejor sendas), para postrarse ante su virgen. Que bonita son todas las leyendas de las romerías. Un abrazo.
ResponderEliminarPreciosas tradiciones que aún perduran. confiemos que por mucho tiempo!!
ResponderEliminarDesde luego, la división provincial de Javier de Burgos, vino a hacernos la "puñeta" (si se me permite la expresión) a los bejaranos.
El alfoz de Béjar quedó desmembrado, y el entramado territorial, roto, tanto al sur, con pueblos extremeños como el mencionado en tu crónica de La Garganta, como al Este, con los de Ávila, tan ligados a Béjar hasta tiempos más recientes a través del Partido Judicial.
Hermosa crónica, Carmen. Gracias por compartirla con todos nosotros.
Hola Carmen, preciosa historia; Recuerdo que de pequeño tambien nos contaban que los "Paporros" se llevaron a la Virgen a la Garganta y que esta volvía al Castañar y que esto sucedió varias veces hasta que se quedó definitvamente y en la Garganta hicieron una copia para dejarla alli.
ResponderEliminarCarmen en mi blog tienes algo muy especialpara ti.
Un abrazo
Silvia: pues fíjate que ya llevaba 1 año y pico con el blog y nunca había publicado nada de nuestra Virgen. Más que nada es por no cansar porque las publicaciones de Béjar siempre se centran el El Bosque, la Virgen y Mateo Hernández.
ResponderEliminarUn besito
Félix Casanova: yo tampoco creo en milagros, ni sucesos paranormales, pero me parece una relato bonito. Por eso apunto varias veces el el texto que es una leyenda, una tradición y nada más.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por tu comentario
Cayetano: lo que le decía a Félix, es una leyenda muy hermosa, sin meternos en lás florituras. Todas las vírgenes tienen un origen milagroso, legendario y misterioso que las otorga una mayor atractivo y aumentan la devoción entre los fieles. El creerlo o no es cosa de cada cual.
ResponderEliminarBesetes
Pablo D.: tienes toda la razón. Mi idea al contar la leyenda de la aparición de la Virgen es narrar el origen de ese hermanamiento entre La Garganta y Béjar teniendo como centro la Virgen del Castañar. No me meto en que la historia sea cierta o no. Aún así las leyendas siempre son hermosas.
ResponderEliminarUn saludo
Carolus II: imagino que para tí el nombre de la Virgen del Castñar te será familiar, porque no hay bejaranos que no lleve una pegatina en el coche o una medalla alusiva a su virgen. Seguro que la mención de la Virgen llegará a Lagunilla, jejej
ResponderEliminarUn beso
Jose Ramón: enhorabuena por el nuevo blog. Voy a enlazarte para el que quiera pueda visitarte.
ResponderEliminarUn saludo
Juana María: hay gente que opina que las leyendas son más hermosas que la realidad y no le falta razón. Desde el principio he querido narrar estos hechos como leyenda, no como historia. Pero, aún así son las noticias más antiguas que tenemos sobre la imagen y con eso es suficiente para contarlo. Un historiador debe narrar los hechos ciertos, pero a falta de documentación, nunca está de más contar las leyendas, apuntando siempre su origen y su irrealidad.
ResponderEliminarComo he dicho más arriba, la talla de la virgen es de finales del siglo XV, principios del siglo XVI, luego no pudo ser enterrada en el 711 con la llegada de los musulmanes. ¿Podría ser una talla posterior que sustituyera a la original? Puede pero no tenemos documentación que nos lo confirme.
Un saludo
Dissortat: muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarUn abrazo
Paco Hidalgo: ¡qué bien que nos hayas visitado! La romería d elos Paporros es una de las más bonitas que hay por aquí (sin ánimo de ofender a nadie). Y es que este mes de mayo las fiestas se acumulan y no paran de concentrarse hasta el mes de septiembre, precisamente hasta después de la fiesta de la Virgen del Castañar. Es lógico, pues el crudo invierno no es apto para la celebración de fiestas.
ResponderEliminarUn abrazo
Elena: bueno, es que al fin y al cabo la división provincial que se hizo en el siglo XIX no atendía a las fronteras entre señoríos. Dicen a veces que mejor nos hubiese ido perteneciendo a Extremadura, pero yo no lo creo. Los bejaranos tenemos un sentimiento de independentismo bvastante arraigado. Incluso alguien hubo que intentó mediar en Madrid para crear una provincia independiente que luego no se llevó a cabo. Ni siquiera con la 1ª República (mucho hablar y luego no creamos un cantón propio, jejej).
ResponderEliminarEn el siglo XIX y con el desarrollo industrial, no nos sentíamos ni salamantinos (no teníamos dehesas), ni extremeños, ni abulenses. La división diocesana no mejora las cosas, porque pertenecemos provincialmente a Salamanca y a Plasencia desde el punto de vista religioso. De hecho las fronteras del obispado llegan a englobar precisamente Puente del Congosto o El Tejado, en la provincia de Ávila (qué cacao).
Un besito
Joaquín Sierra: pues esa historia de traslados la desconocía por completo. Muchas gracias por dejarla aquí reflejada, pues la tendré en cuenta por si veo alguna referencia al respecto.
ResponderEliminarAhora mismo me paso.
Un abrazo
Gracias por seguir Abstracción textos y Reflexión.
ResponderEliminarUn cordial saludo…
Bonita historia, siempre con ese misterio que rodea las apariciones, se consigue hermanar a dos poblaciones para el deleite del personal, qué más se puede pedir...
ResponderEliminarUn placer amiga.
Una de cowboys y cowgirls!!!! desde luego en estas fiestas es donde la gente se lo pasa bien...
ResponderEliminarJosé Ramón: gracias a tí por tu visita y comentario
ResponderEliminarUn saludo
Carmensabes: y el personal deleitado y asombrado por el buen hacer de los jinetes pasando entre los romeros a galope tendido. Una delicia que recomiendo a todos y a todas.
ResponderEliminarUn besito
Jose Luis de la Mata: se lo pasaron de maravilla.
ResponderEliminarUn saludo
Carmen Enhorabuena por este extraordinario premio.
ResponderEliminarUn Cordial Saludo desde Creatividad e imaginación fotos de José Ramón
Es una historia preciosa, Carmen. De donde yo soy también hay una procesión ( sin caballos, mala suerte) que se hace con una imagen supuesta y milagrosamente recuperada pero de historia reciente. Parece que la habían mutilado durante la guerra civil y hará 20 años que la encontraron en la sacristía, por intervención divina, seguro y la han reconstruido. Durante más de cincuenta años, se había usado una imagen sustituta, de escayola de Olot, completamente vulgar pero que se ganó el corazón de la gente. Luego el párroco trajo esta, una talla de madera que yo creo que ha salido del obrador de algún amigo suyo,pero el dijo que era la auténtica, nadie se lo creyó puesto que los pocos viejitos que la recordaban coincidían en que no se parecía en absoluto a la original que era un poco más pequeña pero casi igual que la santina de Covadonga, a la que la la imagen nueva no se parece ni por el forro.
ResponderEliminarLa gente se fue crispando, el cura más, un año cada grupo procesionó su imagen en un ambiente guerracivilista total...
Visto objetivamente y desde fuera todo es deliciosamente absurdo y da mucha risa, pero mirado desde dentro cuando has visto llorar a tus abuelos como niños y decir "esa no es" , "esa no es"...da mucha pena.
Me gusta mucho que cacereños y bejaranos compartan una tradición tan bonita y no permitan dudas sobre su patrona :)
(jo, para ser la primera vez que comento, vaya rollo te he metido, perdona, Carmen. Vengo bastante pero no había comentado hasta hoy. Saludos, guapa)
¡¡Hola reportera!!
ResponderEliminarGracias por divulgar estas tradiciones, que sorprendentemente (y afortunadamente) no decaen pese a que tienen lugar en días de diario y no festivos.
Quería también comentar a Almalaire que lo que nos cuenta se ha repetido tristemente en muchos sitios de la geografía española. Por ejemplo, aprovechar para restauran una imagen devocional y de valor artístico, y devolver una mala copia. Frecuentemente ha ocurrido con las imágenes de vestir, donde es más fácil dar el "cambiazo".
En muchas ocasiones no hay ningún tipo de mala fe tras las restauraciones (sobre todo en la actualidad). Muchas veces se da el caso que al restaurar el rostro de una imagen devocional, a lo largo de los siglos ha recibido tantos repintes que cuando estos se eliminan los devotos no la reconocen.
Esto ha ocurrido muchas veces con algunas de las llamadas "vírgenes negras", cuyo tono de piel viene dado por el ahumado de siglos y siglos expuesta al humo de las velas.
Saludos.
Jinetes.... que tradiciones, verdad?
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
El anónimo de las 16:53 era un servidor. Despistado que es uno.
ResponderEliminarJosé Ramón: muchas gracias.
ResponderEliminarUn besazo
Almaalaire: es una historia curiosa la que me cuentas. En la trsite guerra incivil desaparecieron muchas obras de arte y otras que no lo eran pero que perecieron por ideologías religiosas que ahora no vienen al caso. También a lo largo de los años 60 muchos párrocos vendieron bienes de sus iglesias sin contar con la aprobación de sus feligreses, trocándolos por otros modernos. Con el cambio decían obtener dinero para, por ejemplo, restaurar sus templos.
ResponderEliminarEl conflicto entre vecinos por una cuestión delicada como ésa no merece la pena y menos si encima vien d ela mano del porpio párroco, en fin...
No te preocupes por no haber comentado, porque yo peco de lo mismo...
Un besazo y gracias por tu aportación
Hola Anónimo: has complementado a la perfección el apunte que le hacía a Almalaire, así es que muchas gracias por estas cuestiones técnicas que nos narras tan maravillosamente.
ResponderEliminarUn saludo
La sonrisa de Hiperión: esta entrada da para inspirar una de tus creaciones poéticas.
ResponderEliminarUn saludo
Roberto: ya me imaginaba que eras tú,dadas las confianzas...
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