3 de enero de 2009

Ceremonias religiosas y Familia Ducal (2ª Parte)


Autora: Mª Carmen Cascón Matas.
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.495. Mayo de 2008

El duque Alonso II (Béjar, 1621- Madrid, 1660) y su mujer Victoria Ponce de León no tuvieron descendencia, aunque del periodo de su mandato se conservan varias partidas muy interesantes. La duquesa viuda doña Francisca Pacheco de Mendoza casaría el día 11 de Julio de 1641, es decir, seis años después de la muerte de Francisco II, con el marqués de Astorga, como nos lo demuestra esta partida de matrimonio:

En la Villa de Béxar jueves çerca de la una de la mañana del dia, a onze dias del mes de jullio de 1641 años el sr. Juan Muñoz, cura propio de la yglesia de santa maria de la dicha Villa [...] haviendo sido dispensados en terzero con cuarto grado de consanguinidad e terçero de afinidad e dos terçeros con cuartos de afinidad en que eran parientes, assitio al matrimonio que contraxeron los Exmos. sr. d. Alvaro Perez Ossorio, marques de Astorga, y mi sra. Dª Francisca de Mendoça, duquesa que fue desta Villa, biuda del Exmo. sr D. Françisco Diego López de Çuñiga y Sotomayor, duque de Bexar que santa gloria haya= fue pressente con los testigos infrascriptos al matrimonio que celebraron por palabras de pressente el Exmo. sr. d. Alonso Diego Lopez y Sotomayor, duque de bexar y de Mandas en nombre del dicho Sr marques de Astorga. Siendo testigos el sr. d. Juan marqués de valero, el sr. d. Diego canónigo de la Sta. Yglesia de Toledo y el sr. D. Manuel de Çuñiga y Sotomayor, hermanos del Exmo. Sr de Bexar [...] Como todos sabemos una de las características predominantes de las familias aristocráticas era la endogamia y este ejemplo no deja lugar a dudas. Como vemos, en la boda el propio duque de Bejar, Alonso, hizo las veces del marqués de Astorga ante la ausencia de éste.

Estatua orante del licenciado Castañares

En 1644, el día 11 de julio en la iglesia de Santa María, el obispo de Ciudad Rodrigo Francisco de Alarcón y Cobarrubias ofició la boda y velaciones entre don Diego López Pacheco Calvera y Bobadilla, Marqués de Villena y duque de Escalona, y doña Juana Mª de Zúñiga, hija del duque de Béjar Francisco IV y doña Ana de Mendoza; es decir, la hermana de Alonso II, que entonces contaba con 17 años.


Además de estas dos bodas se conserva una partida de bautismo fechada el día 6 de Febrero de 1651, a las tres de la tarde. El licenciado Jacinto González de Villagutiérrez, beneficiado de San Gil, vicario de Béjar y comisario del Santo Oficio de la Inquisición (título que ostentaba sólo uno de los sacerdotes de la Villa) bautizó a Alonso, hijo de los sr. Diego López de Çúñiga y Sotomayor, e de doña Leonor Dávila y Mexía, marqueses de Loriana y la Puebla, e ademas del arriva dicho le mando imponer e pusse Vizente María Gaspar Joseph Theressa, fue su padrino el Exmo. Sr. don Alonso Diego Lopez de Çuñiga y Sotomayor, duque de Bexar y de Mandas, mi sr, siendo testigos don Fernando de Torres y Medrano, mayordomo mayor e don Fernando Coronado camarero y contador mayor, e don Vizente Ortiz de Salzeda, gentilhombre de cámara del duque mi sr (f. 9).


 Leyenda y escudo ducal. Palacete de El Bosque de Béjar

 
En primer lugar, es curiosa la imposición de nombres de santos masculinos y femeninos, que como explicamos en el artículo anterior, corresponderían a devociones particulares de los padres. Por otro lado, fijémonos en la aparición como testigos de cargos relacionados con en ámbito privado de la corte ducal. Tanto el camarero, como el mayordomo o el gentilhombre de cámara tendrían un trato diario con el duque, encargándose de la vestimenta, comodidades y organización de la servidumbre de Palacio. Pero ni mucho menos estos cargos se adjudicarían a personas de bajo estamento social, sino a hidalgos.

Esta categoría vendría a ser un premio de carácter social a grupos altos, que en este caso, no procedían de Béjar. Es fácil de entender, teniendo en cuenta que el duque los vería a diario, por lo que debían ser personas de entera confianza, de elevada cultura, próximos, que conocieran plenamente los gustos y necesidades del duque.


Iglesia de Santa María. Béjar

Imaginémonos la escena: los duques en su máximo esplendor de galas y atavíos, miembros de la familia ducal, cargos del Consejo y administración del duque y de palacio (alcaide, oidores, contadores mayores, tesoreros,... ), representantes del Concejo (alcaldes mayores, regidores,... ), acompañados por sus damas, y oficiando las ceremonias el Cabildo Eclesiástico en pleno, mientras en la puerta muchachos desarrapados esperaban la generosidad de la nobleza convertida en ducados de oro. Caballeros de la Orden de Santiago, graves y amostachados, y parientes del los duques se mezclaban con hidalgos locales; damas encopetadas, acompañadas por sus esclavas y amas de compañía, compitiendo con las esposas de los regidores; y todo en medio de la algarabía general de los bejaranos, acechando, en la escalinata que daba entonces acceso al iglesia, intentando aproximarse, vislumbrando, aunque fuera a lo lejos, la opulencia de sus señores. Pero, dejemos por un momento de soñar y volvamos a los hechos.

En agosto de 1660 muere Alonso II, dejando el título a su hermano Juan Manuel (Béjar, 1622- Béjar, 1660), primer Marqués de Valero y ayuda de cámara del Rey Felipe IV, que le sobreviría a penas unos meses, pues falleció en noviembre de ese mismo año.

Le sucedió en el ducado su hijo Manuel I (1657- Buda, 1686), niño de corta edad nacido en 1657, tutelado por su abuela, Victoria Ponce de León y por su madre, la esposa de Juan Manuel I, Teresa Sarmiento de la Cerda. En 1667, es decir con 10 años, le casaron con María Alberta de Castro y en 1680, el día 25 de febrero, el licenciado Pedro González Márquez, cura de Santiago, bautiza al primer hijo del matrimonio al que se le impondrán los nombres de Juan Manuel Mathías Ruigómez Diego del Carmen, Juan Manuel por su abuelo y Ruigómez por Ruy Gómez de Silva, tío- abuelo del niño, hermano soltero de la duquesa Teresa de Sarmiento, que vivió en Béjar, junto con su otro hermano soltero Diego, desde el matrimonio de su hermana hasta su muerte. Fue su padrino el Sr. Frey Juan de la Conçepción, su tío, religioso carmelita descalzo e fueron testigos los señores marqueses de Valero D. Baltasar de Çuñiga, Rui Gomez de Sylva y Don Diego Gomez Sarmiento de la Cerda, tíos del dicho Sr. Conde de Belalcaçar con asistencia del Consejo de Su Excellencia. Nazio el dicho señor conde el día 16 deste mes de fevrero (f. 120). El niño, como primer vástago varón del matrimonio, recibió automáticamente el título de conde de Belálcazar y sucedió a su padre en la corona ducal.

Fuente de la Sábana. El Bosque

El día 19 de Octubre de 1681 bautizó a Pedro hijo lejitimo de los Exmos. Sr. duques dste estado e de Plasentia d. Manuel Diego Lopez de Çuñiga y de doña María de Castro. Fue su padrino el Sr. marqués de Valero D. Balthasar de Çuñiga su tío y fueron testigos los sres. D. Diego Gomez Sarmiento de la Cerda, el Sr. D. Diego de Çuñiga, su tio, con asistencia del Cabildo Eclesiástico, Comunidad de Nuestro Padre San Françisco y del Consejo de Su Excellencia e de la Villa y Tierra deste estado y de los caballeros criados de la Casa de Su Excellencia (f. 115 v). Es la partida sacramental en la que mejor se describen los testigos de la ceremonia. Aquí se aprecian claramente miembros de los tres poderes presentes en la Villa: la Casa Ducal, representada por el propio duque y su familia, la servidumbre y los miembros del gobierno del Consejo Ducal; la Iglesia, con el Cabildo Eclesiástico a la cabeza, formado por sacerdotes que debían seguir un estricto examen de limpieza de sangre para entrar en él, y los frailes del Convento san Francisco que únicamente salían de su retiro para ceremonias relacionadas con la Casa Ducal o procesiones; y los miembros del Concejo de Villa y Tierra, representantes del “pueblo”, divididos en cargos “por el estado noble” y “por el estado llano”. Este niño, Pedro, casaría con la duquesa de Nájera.

Es bien conocida por nuestros lectores las peripecias vitales de D. Manuel, que acabó muriendo en el asalto a la ciudad de Buda, luchando codo a codo con su hermano D. Baltasar, personaje este último que acabaría siendo Virrey de Nueva España.

A partir de finales del siglo XVII, y con la muerte del “Buen duque” D. Manuel, los últimos verdaderos duques de Béjar pasaron a vivir prácticamente todo el año en Madrid, por lo que las grandes ceremonias rodeadas de fasto que tanto gustarían a los bejaranos, dejaron de celebrarse.



BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES DOCUMENTALES:
MUÑOZ GARCÍA, Juan: Cronología de los Estúñigas, señores de Béjar, y de los Duques, sus sucesores. Ofrenda a la Santísima Virgen del Castañar (II), 1963.
Libro de bautismos de Santa María la Mayor, nº 3 (1595- 1648) y nº 4 (1649- 1719).
Libro de casados de Santa María la Mayor, nº 1 (1624- 1680).

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