17 de diciembre de 2021

Dispendios del consistorio bejarano en la boda entre el conde de Belalcázar y la duquesa de Mandas en Becedas (Ávila) (1616)

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.856 (02/10/2020).

         Las noticias familiares de los Duques –partos, bodas y cumpleaños-, constituían un motivo de regocijo para los bejaranos, habida cuenta de que el consistorio los celebraba con mayor o menor fasto y alharaca, de lo cual dan buena cuenta las actas consistoriales. Así se rompía durante un día de la calma chicha de la rutina, de la losa impávida del trabajo de sol a sol, de las preocupaciones por la subsistencia. Consultarlas nos incita a viajar en el tiempo, a pasear por esa villa, entonces ducal, marcada por las estrechas callejuelas embarradas y malolientes, de caserones palaciegos y míseras casuchas habitadas por hidalgos, damas de alcurnia, burgueses y artesanos, vagabundos y buscavidas, niños harapientos y ladrones de bolsas. 

Iglesia parroquial de Becedas (Ávila), donde tuvo lugar el enlace

 

            El 12 de enero de 1604[1] arriba, a uña de caballo, un correo desde la corte. Descabalga a la puerta de las casas consistoriales, se desprende del sombrero y, mientras exhala un aliento blanquecino por culpa del frío, saca del tubo metálico que porta en la mano un rollo con el sello ducal y entra con paso decidido, clamando por el corregidor.

Al poco, la primera autoridad de Béjar lee con delectación y en voz alta ante los regidores la noticia de que el duque de Béjar, don Alonso de Zúñiga, primero de este nombre, mecenas de escritores y artistas, casará a su hijo Francisco, conde de Belálcázar y heredero de los señoríos, con Ana de Mendoza de la Vega y Luna, la primogénita de los duques del Infantado, hija de Juan Hurtado de Mendoza, gentilhombre de cámara de Felipe IV, y Ana de Mendoza, primos hermanos, pues no en vano don Alonso había procreado al propio conde en doña Juana de Mendoza, tía de la moza casadera. Por dicho motivo ordena a la villa se celebre con “regocijos y alegrías”, imposición que se aprueba en el pleno con la máxima satisfacción aun cuando tales dispendios debían provenir de la caja de caudales consistorial, que no era precisamente boyante.
 


La tradición dice que estos dos medallones, femenino y masculino, que luce la fachada principal de la iglesia de Becedas, son dos retratos de los contrayentes. 

 

Un mes más tarde Béjar tiene el privilegio de recibir al mismísimo conde de Belalcázar en persona. Hay que tirar la casa por la ventana y el consistorio determina que “la noche de las fiestas se quemen dos cubas en la plaça y se pongan luminarias en los corredores de estas casas del ayuntamiento y se apregone que todos tengan luminarias y se toque el relox desta villa y se repiquen las campanas de las yglesias[2]”. Como la hucha del común está habitada por las arañas y no hay un ducado que gastar, a los ediles no les queda otro remedio que vender un pedazo de tierra comunal para costear el gasto extraordinario[3].

            Y si hay que echar la casa por la ventana a la llegada del conde de Belalcázar, ¿qué hacer cuando es el duque en persona quien visita Béjar? El 6 de noviembre de 1615 se dirime la cuestión en un pleno en el que se aprueba “salga en nombre del consistorio el alcalde Francisco Nieto una xornada a darle la bienbenida y que traiga raçon de su Excelencia a donde gusta; que del consistorio salga todo del consistorio (sic) y le haga el rreçibimiento en la forma que se acostumbra[4]”. De las fiestas no se dice nada, quizá porque la caja de caudales seguía vacía, quizá porque se procedió según la costumbre, como dice literalmente el acta. 

Fachada principal de la iglesia parroquial de Becedas

 

            Lo más curioso del matrimonio entre Francisco de Zúñiga y Guzmán, conde de Belalcázar, y su prima hermana Ana de Mendoza, duquesa de Mandas y Villanueva y marquesa de Terranova, por cierto, es que, aunque se acordó en 1604 no se pudo celebrar hasta 1616 debido a que la dispensa del Papa Paulo V no llegaba y la consanguinidad de los contrayentes impedía la boda. Por fin se celebró la ceremonia en la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción de Becedas el domingo 13 de noviembre de 1616 ante el obispo de Plasencia fray Enrique Enríquez, asistiéndole el párroco de Santa María la Mayor de Béjar Pedro Fernández de Castañares, comisario del Santo Oficio[5].

Unos meses antes de que el matrimonio tuviera lugar, el consistorio aprobó[6] que en “esta villa […] se hagan dos comedias que mexor convengan”, pues es posible que los contrayentes acudieran a Béjar una vez concluida la ceremonia en Becedas. El programa organizado estaba plagado de festejos: “que se hagan dos danças para el recibimiento”, “que se le reçiba a caballo”, “que se adereçe la puerta de la Villa de la Corredera y se hagan arcos por la callexa hasta palazio” “que se traigan de Salamanca diez docenas de cohetes”, “que se lidien toros los dos de garrocha y el uno que sea de moços”. ¿Cómo pagar tamaño dispendio? ¿De dónde, si las arcas estaban pobladas por el vacío? Esta vez el duque acude al rescate entregando 200 ducados. Menos mal. Aunque tal generosidad no es gratuita y el duque exige coordinar los festejos. Sin duda no se fiaba de sus buenos vasallos bejaranos, más acostumbrados a tratar con gentes de la sierra que a preparar galas suntuosas adecuadas a los egregios visitantes. Los comediantes se traen de Madrid, dicta el duque, y no ha de olvidarse de contratar a un grupo de farsantes de Salamanca, añade.

 

Retablo mayor de la iglesia parroquial de Becedas (Ávila)

Foto sacada de la web de la Asociación de Amigos de Unamuno

 

No hemos encontrado reseña alguna de la ceremonia, mas es posible que si hubiésemos preguntado a alguna comadre, riendo mofletudamente, nos hubiera trasladado lo galanos que iban los novios, que Dios y la Virgen del Castañar guarden, que el cortejo no se había visto en muchos años que había vivido por las vestiduras tan hermosas con que iban ataviados, que, eso sí, hacía un día espléndido con frío y sol luciendo a raudales, que los cohetes y los comediantes habían amenizado el cotarro, aunque ella hubiera preferido a los farsantes por ser llanos y reírse de las penas de los pobres y de los nobles, que los toros no habían flaqueado de remos y que estaban escuchimizados por la falta de pastos, y que la puerta de la Villa no tenía que envidiar a la novia en aderezos y suntuosidades. 

 

*A una curandera de Becedas, entonces una villa incluida dentro de los muchos dominios de los Zúñiga de Béjar, recurrieron los padres de Teresa de Cepeda y Ahumada para curarla de sus bahídos siendo adolescente, en 1539. En el pueblo permaneció un tiempo, donde vivió un ámbito espiritual profundo.

Además de la sonada boda de los que luego serían duques de Béjar y la estancia de santa Teresa de Jesús, se suma un ilustre turista de verano: don Miguel de Unamuno.

**De este enlace trata Jesús Gómez Blázquez en la revista Verde Doncella, editada por la Asociación Cultural de Becedas. 

 


[1] Archivo Histórico Municipal de Béjar (AHMB). Actas del consistorio de 1604. Pleno de 12 de enero. Sig. 1589, s/f.

[2] AHMB. Actas del consistorio de 1604. Pleno de 22 de febrero. Sig. 1589, s/f.

[3] AHMB. Actas del consistorio de 1604. Pleno de 15 de marzo. Sig. 1589, s/f.

[4] AHMB. Actas del consistorio de 1615. Pleno de 6 de noviembre. Sig. 1589, s/f.

[5] Archivo Histórico de la Nobleza. Certificado del matrimonio celebrado por Fray Enrique Enríquez, obispo de Plasencia con fecha de 13 de noviembre de 1616 entre Francisco Diego López de Zúñiga Sotomayor [VII] duque de Béjar y Ana de Mendoza [III, duquesa de Mandas]. OSUNA,C.330,D.160.

[6] AHMB. Actas del consistorio de 1616. Pleno de agosto, de 2 de septiembre y de 13 de septiembre. Sig. 1589, s/f.

 

21 comentarios:

  1. Pues menos mal que el duque aportó doscientos ducados para el evento, si no el quebranto de las mermadas arcas consistoriales habría sido tremendo.
    Un saludo

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  2. Lo malo no es que sucediera, Carmen, sino que a día de hoy, con otros métodos un tanto más farragosos, se mete la mano donde no corresponde y con ingeniería tal capaz de burlas todos los portillos. Persiste: todo para el pueblo, pero sin el pueblo.
    Un abrazo.

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  3. Buen relato. ¿Cuándo una entrada con la historia del blog? Saludos, JZR.

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    1. Pues es una excelente idea. Quizá un día...
      Gracias

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    2. Elvira de Zúñiga y Sotomayordomingo, 16 enero, 2022

      Tengo muchas ganas de hablar contigo para contarte muchas cosas. Espero que sea en Facebook, es lo que mejor manejo. Un saludo.

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  4. Eso debió de ser el acontecimiento del año, en aquellos tiempos. Nadie se qería perder el desfile de personajes, que pasaron por allí.

    Besos

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    1. Ángel Mª Ridruejo Cabezassábado, 18 diciembre, 2021

      Veo que el personaje del medallón luce corona ducal, que no condal como correspondería al contrayente conde de Belalcázar, Francisco; y éste no fue duque hasta 1619, tres años después de su matrimonio. Por lo demás, líbreme Dios de querer estropear el encanto las tradiciones orales, que siempre tienen una base de certeza histórica.

      Por cierto, magnífica portada renacentista, de manual, la de la iglesia de Becedas. Gracias por darla a conocer, Carmen. Habrá que ir a visitarla.

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    2. Aguda observación. Es evidente que la portada, el arco y los medallones fueron mandados hacer por el contrayente cuando ya era duque. La iglesia es del siglo XVI. Saludos, JZR,

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    3. La parroquia es del siglo XVI, efectivamente, mientras que la boda se produce en el siglo XVII. Pero hay que tener en cuenta las modas. ¿No os habéis dado cuenta de que los personajes de los medallones parecen lucir una moda más acorde con la primera mitad del siglo XVI? ¿Son quizá representaciones que aluden a personajes alegóricos, del Antiguo Testamento o mitológicos? ¿O hacen referencia al pasado glorioso de la corona y son en realidad los Reyes Católicos? ¿O quizá el emperador Carlos y la emperatriz Isabel de Portugal?
      Muchos interrogantes, queridos amigos.

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    4. Me quedo con que son el duque y su esposa, que no era ni más ni menos que la primogénita del duque del Infantado. Feliz Navidad Carmen, a tu familia y a tus seguidores. Desde Chile, JZR.

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  5. Ángel Mª Ridruejo Cabezassábado, 18 diciembre, 2021

    (Lo siento, escribí el comentario anterior como respuesta en el lugar equivocado.)

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    1. No pasa nada. Lo bueno es que lo hemos podido leer.
      Gracias, Ángel

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  6. ¡Felices Fiestas! No hay otra forma de expresar los sentimientos para estas fechas.
    Que vuelvan los momentos de reencuentro con la familia, los abrazos, el cariño y la solidaridad. Te deseo un buen AÑO NUEVO de corazón.

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  7. El ayuntamiento con las arcas vacías, pero de alguna manera había que celebrar la fiesta. Hay que ver la manía que tenían de casarse entre primos por aquello de "todo queda en casa". Buenísima entrada Carmen. Felices fiestas amiga.

    Besos.

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  8. Yo creo que el duque debió poner mas de su bolso para las celebraciones ya que eran fastos familiares. Bueno eso sigue pasando por parte de algún político que se dedico hacer fastos familiares con dinero publico.
    Desearte a ti y los tuyos para estos días lo mejor.

    Saludos.

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  9. Fiesta, que ya habrá quién la pague.
    Que paséis una Feliz Navidad. Y a seguir con mucho cuidado.
    Abrazos.

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  10. Menos mal, que las arcas estaban vacías, que si no lo celebran a costa del pueblo. No se porqué, me recuerda una boda de la hija de un ex presidente...
    Amiga, Carmen, os deseo a ti y a los tuyos, que disfrutéis de una feliz Navidad y de un próspero año nuevo.
    Un fuerte abrazo.

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  11. Este tipo de acontecimiento siempre me hace pensar en las bodas italianas que suelen ser tan importantes en gastos y extravagancias.

    He encontrado una forma de poder hacer comentarios, me tengo que desconectar de mi cuenta Google y luego volverme a conectar.

    Que tengas unas felices fiestas y que disfrutes con los tuyos con prudencia.

    Un abrazo

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    1. Me alegro de que hays encontrado la fórmula para volver a hacer comentarios. Nos seguiremos viendo por aquí.
      Un beso

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  12. Bueno, mucho no se encaldó ,orque para todo lo que pedía 200 reales no eran tampoco mucho aporte.Los toros escuchimizados por la falta de pasto o sea que el pueblo mientras tiene circo no ve mas de allá y después como es normal, los cronistas de esa época no se pondrían a mal con los contrayentes por si acaso.
    De haber encontrado reseña de ese enlace seguro que las opiniones hubieran sido esas,las que ahí se reflejan.

    ¡FELIZ NAVIDAD CARMEN CON MIS MEJORES DESEOS!

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.