6 de junio de 2016

"Colombine" en el Ateneo Bejarano (2ª parte y final)

Autora: Mª Teresa López Hernández
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2015, pp. 70-73. 


A Carmen de Burgos, Colombine, también le parecía vital el acceso de las mujeres a la educación, que les permitiría ser independientes económicamente, abandonando el concepto de marido como necesidad en vez de cómo compañero. Ante la alarma social que creaba la instrucción de las mujeres considerándolo el paso previo a la libertad y al abandono del hogar, ella argumentaba que las habilitaría para desempeñar mejor su función educadora y el trabajo nunca les impediría asumir sus tareas en el hogar y el abandono de sus hijos. 



Porque, aunque veía las injusticias a que se sometía a las mujeres, también defendía el papel que estas desempeñaban en la sociedad como “creadoras de amor y de hacer sentir la belleza”, sin significar esto que fueran seres débiles y por eso la fuerza que detentaban debía ser encaminada de modo benéfico pero “evitando enfocar como caridad lo que había que dar por justicia social”.

30 de mayo de 2016

"Colombine" en el Ateneo Bejarano (1912) (1ª Parte)



Autora: Mª Teresa López Hernández
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2015, pp. 70-73. 

El Ateneo Bejarano se fundó en 1911 fruto de la práctica surgida a finales del s. XIX y principios del XX que consistió en la creación de lugares de encuentro social en los que se agrupaban según su estamento social: burguesía, grupos obreros, partidos políticos, etc. con la finalidad de desarrollar actividades lúdicas, culturales, educativas… y a los que se les asignaban distintos nombres como círculo, ateneo, o casino. Era un proyecto cultural avanzado, plural, que reconocía los derechos de la mujer. Su promotor, el periodista bejarano José María Blázquez de Pedro, participó en diversas publicaciones periódicas y anarcosindicalistas [1].
 Carmen de Burgos, "Colombine"
 
Su corta existencia, se extinguió en 1912, no impidió una intensa vida cultural que se plasmó en su publicación “Cultura y Tolerancia”, cuyos números abarcan el periodo comprendido entre el 1 de enero de 1911 y el 25 de agosto de 1912. En ella se anunciaban actividades del Ateneo pero, sobre todo, era el órgano de reflexión de algunos ateneístas [2]. Tuvo su domicilio social en la Puerta de Ávila nº 18 y una orientación progresista radical. No en vano había sido iniciado por la Juventud Republicana, Agrupación Socialista y Grupo Anarquista, aunque esto no limitaba la pertenencia: “caben gentes de todas las ideas, de todos los partidos,  la puerta está abierta al pasajero, la biblioteca a quién quiera utilizarla y se puede discutir todo, no hay vallas, no hay limitaciones, lo único que se prohíbe son los apostatas, no a nuestras ideas, sino a las ideas…[3].

23 de mayo de 2016

Notas sobre la festividad de Corpus Christi y el poder señorial en Béjar



 Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

    La cultura, propiedad de todos y de nadie en particular, es una construcción formado a través del tiempo por diversos factores, por lo que siempre es posible obtener otra mirada de sus manifestaciones. Es el caso de la fiesta de Corpus Christi instituida en 1264 por el papa Urbano IV (el que excomulgó a Pedro III de Aragón), que dejó de ser día festivo en España en 1989 (siempre caía en jueves), pero conserva aún  el carácter de fiesta local de interés turístico nacional en varios lugares. En Béjar, donde c. 1413 su I señor Diego López de Estúñiga habría recibido del papa Benedicto XIII (el de los huevos benedictinos) el derecho de patronato sobre la celebración, es relevante la procesión por las calles de la ciudad en la que participan los singulares Hombres de Musgo (hasta aquí una mirada, digamos, general).



Procesión de Corpus Christi por las calles de Béjar



       En calidad de duques de Béjar, los sucesores de Diego López de Estúñiga ejercieron este derecho de patronato y lo extendieron a sus posesiones ampliándolo también a otras festividades, como se desprende del documento de la tercera titular doña Teresa de Zúñiga sobre fiestas de guardar en su villa de Burguillos del Cerro (Badajoz); del pleito del cuarto, Francisco de Zúñiga, contra el concejo de Béjar por no cumplir sus instrucciones respecto a la procesión del Corpus Cristi; y de la carta del alcalde mayor de Gibraleón (Huelva), informando al octavo titular, Alonso de Zúñiga, de disturbios ocurridos en la procesión y la necesidad de aplicar una justicia más eficaz en la villa.

16 de mayo de 2016

La duquesa de Béjar María de Zúñiga y Pimentel, y su legado a la Universidad de Salamanca



*Durante unos días permaneceré alejada de Internet, así que os dejo un par de entradas programdas para que disfrutéis con las historias de la Casa Ducal narradas por mi buen amigo en la distancia Jorge Zúñiga Rodríguez. 

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

      María de Zúñiga y Pimentel, hija y esposa respectivamente de los dos primeros duques (y tía además del que fue su esposo), gobernó sola durante el breve período de dos años entre la muerte de su marido y su propio fallecimiento, dejando como legado una generosa provisión para edificar un hospital para los pobres que sean de esta mi villa de Béjar y lugares de su tierra, excepto si no pasare alguno y enfermare yendo de camino (testamento de doña María en Documentos sobre los seis primeros duques de Béjar, Anastasio Rojo Vega, 2008)




Fachada del Hospital de San Gil, hoy Museo Mateo Hernández, Béjar



      Otro de sus legados fue la provisión de seiscientos mil maravedís de renta, más cien mil eventuales, para la edificación de un colegio en la ciudad de Salamanca dedicado a San Guillermo, en el cual perpetuamente recibirían instrucción teológica y mantenimiento cincuenta frailes franciscanos, o en su defecto agustinos. De hecho era una facultad de teología, por lo que el colegio debía construirse en la Universidad de Salamanca (El convento de San Agustín y el colegio de San Guillermo, Teófilo Viñas Román, 2002) y albergar una iglesia y capilla donde se haga mi entierro humilde y sin curiosidad…

9 de mayo de 2016

Don Quixote en Bexar (4ª parte y final)

Relato ganador del Concurso Literario del Casino Obrero de Béjar, 2015

Al poco de amanecer y sin probar aún bocado, como mandan los cánones de la caballería, los dos hidalgos fueron al bosque de castaños que sigue al estanque, aún con el gorro de dormir y el camisón blanco, armados de sus espadas, con el fin de profesar ejercicio de armas con el estómago vacío, ya que ha de estarse siempre entrenado, pues el ocio seca los miembros y las ideas que los dirigen. 

 Hombres de musgo


Llegada la hora pensada, pusiéronse en disposición de partir para Béxar, donde aquel día preciso se celebraba el Corpus Christi, festividad religiosa de la Eucaristía consagrada, de gran solemnidad y empaque, en la que el duque desfilaba a la vista de su pueblo con pompas y poderes. Llamaron gritando don Quijote y don Albín a sus escuderos sin respuesta cuando ya la mañana avanzaba. Movilizaron a criados y sirvientes del palacio creyéndoles raptados hasta que un criado los despertó, pinchándolos con la punta de una horca de madera, enterrados en el heno, cuando procedía a tomar un haz de tal con el que dar alimento a los caballos. Solo así bajaron ambos del sueño y entraron en el del malestar que acompaña a las noches de farra y abandono cuando se abre, después, de nuevo el ojo y la cabeza vuelve. Un caballero nunca golpea a su escudero, pero bien lo merecían ambos, aun así recibieron el reproche airado de sus señores, no solo como causantes de la demora, sino también por la facha que ambos sacaban, todavía extenuados por el sueño profundo interrumpido. Sin que fuera una venganza, sino a fe de despertarlos en verdad, les ataron de los pies y a través de una polea, fueron introducidos una y otra vez de cabeza en el estanque hasta que hubieron recobrado la normalidad y entonces, oportunamente secos, partieron para Béxar sabedores de que no llegarían a la pompa del todo a tiempo.