24 de marzo de 2017

Siguiendo el rastro del retrato del general Ramón Pardiñas (1ª parte)



Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado:  Béjar en Madrid nº 4.752 (06/05/2016), p. 6.




        Una calle y un retrato retienen en la memoria colectiva el apellido de un general gallego que defendió Béjar y a sus habitantes de un peligro real y palpable llamado carlismo. El 3 de mayo de 1838 las tropas del general carlista Basilio García se dirigían con prontitud desde Extremadura a refugiarse entre las defensas amuralladas de Béjar. La plaza era segura, pues pocos meses antes había sido ocupada por facciones rebeldes que en ese momento campaban a sus anchas por las calles bejaranas. La razón de tanta premura era tan urgente como que una división del ejército del norte al mando del general Ramón Pardiñas les perseguía a uña de caballo.

 Retrato del general Ramón Pardiñas 
según un grabado de la época
 
La confluencia de ambos contingentes militares el día 3 de mayo de 1838 acabó convirtiendo las plazas y calles de nuestra localidad en un campo de batalla, en el escenario de sangrientas luchas entre los partidarios del Antiguo Régimen y del pretendiente al trono, Carlos María Isidro, el hermano del difunto rey Fernando VII por un lado, y de la reina niña Isabel II, la heredera legítima, y su madre, la reina regente Mª Cristina, por otro. Los escasos miembros de la Milicia Nacional de Béjar poco podrían haber hecho ante la amenaza de las tropas carlistas, unos 3.000 hombres, bien pertrechados y armados, sin el concurso y auxilio del ejército real [1]

 El general carlista Basilio García

El éxito de la neutralización de la facción subversiva fue considerado desde el mismo momento de su obtención como uno de los hitos históricos más sobresalientes de la villa y, de hecho, se celebraría año tras año en la fecha significativa del 3 de mayo hasta que otro hecho de armas, la revolución del 68, adquirió tintes aún más épicos. Es curioso que ambos acontecimientos fueran antagónicos: el 3 de mayo de 1838 los bejaranos derramaron su sangre en defensa de la reina niña Isabel II y exactamente treinta años después, el 28 de septiembre de 1868, esos paisanos o quizá sus hijos lucharon a brazo partido para que la misma reina saliese hacia la frontera del exilio. 

    Pero volvamos al general Ramón Pardiñas de Villardefrancos y más concretamente a su retrato. Por ofrecer alguna pincelada sobre su vida diremos que nació en Santiago de Compostela en 1802 y que con catorce años decidió hacer carrera en el ejército, tomando partido en favor de Isabel II y de su madre la reina regente Mª Cristina. Luchó en la Primera Guerra Carlista y logró por méritos bélicos los rangos de maestre de campo y brigadier; incluso ejerció como diputado en 1834 y 1837. Poco después de haber combatido en Béjar, donde se le consideró un héroe como hemos relatado, falleció en el campo de batalla el 1 de octubre de 1838, concretamente en Maella (Zaragoza), a la edad de 37 años[2]. El general carlista Ramón Cabrera, el llamado Tigre del Maestrazgo, el azote de los cristinos junto a Zumalacárregui, fue su digno contendiente en aquella batalla luctuosa para él y su familia. 

 Muerte del general Pardiñas en la acción de Maella. Litografía de "Vida Militar y Política de Cabrera" de Buenaventura de Córdoba

Los datos que hemos ofrecido nos van a servir para comprender mejor los hechos que dieron lugar a que su retrato luzca hoy en la Sala de Concejales del ayuntamiento de Béjar. Retrotraigámonos a 1871, al Sexenio Democrático, justo después de los hechos de 1868. Es curioso que sea entonces, destronada aquella niña, cuyo nombre se había defendido en las calles de Béjar en 1838, cuando se decida hacer un homenaje público en forma de retrato al general cristino Ramón Pardiñas. Pienso que quizá se quería con ello rememorar unos hechos de armas que se consideraban un precedente militar, treinta años atrás, de lo acaecido poco antes en los hechos revolucionarios de La Gloriosa. En ambos, aunque con intereses contrapuestos, habían ofrendado su sangre los bejaranos al plantar cara a los símbolos contrarios al progresismo y en defensa de la transformación del país, bien frente a los carlistas y sus programas de vuelta al Antiguo Régimen, bien frente a los gobiernos podridos y en decadencia del régimen isabelino. 



Retrato del general carlista Ramón Cabrera, llamado el Tigre del Maestrazgo



Decididos los representantes de los ciudadanos en 1871 a homenajear al general Ramón Pardiñas se procede a aprobar en sesión de 12 de mayo[3] el encargo de su retrato con el fin de que penda en la sala de sesiones del edificio consistorial. En este sentido se estima un desembolso de la no desdeñable suma de 4.000 reales en un pleno posterior, concretamente el del 18 de julio[4]. Sin embargo, al año siguiente aún no lucía en nuestro ayuntamiento; es más, aún se discute si debe ser al óleo o simplemente una fotografía, para lo cual se precisa hacer dos rondas de votaciones entre los concejales, siendo el resultado de la primera un empate técnico a cinco votos contra cinco y de la segunda una preferencia de nuestros ediles por el óleo[5]

Continuará


[1] Para saber más ESTEBAN DE VEGA, Mariano. “Política y sociedad en Béjar durante el siglo XIX”. En HERNÁNDEZ DÍAZ, José Mª y AVILÉS AMAT, Antonio (coords.). Historia de Béjar, vol. II. Diputación de Salamanca y Centro de Estudios Bejaranos, 2013, p.193.
[2] JAM-BÉJAR. Béjar, Ciudad de cuatro entradas. Especial de Béjar en Madrid, Diciembre de 2009.
[3] Archivo Municipal de Béjar. Actas de sesiones del ayuntamiento. Sesión de 12 de mayo de 1871, f.210v.
[4] AMB Actas de sesiones del ayuntamiento. Sesión de 18 de julio de 1871, f. 231v.
[5] AMB. Actas de sesiones del ayuntamiento. Sesión de 19 de enero de 1872, f. 313.




7 comentarios:

  1. Un hombre valiente que murió en el campo de batalla. Me parece muy curioso Carmen, el hecho de votar para decidir la procedencia de la obra. Buen trabajo amiga. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala

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  2. Me imagino que en la parte segunda nos enteraremos de la forma que se resolvió el desempate.

    Besos

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  3. No sabes las ganas que tengo de leer la segunda parte.
    Besos

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  4. Esto de las batallas, y de la lectura de la historia siempre dos caras. Lo que para unos es un héroe para otros es todo lo contrario. Pero alguien que arriesga su vida por un ideal merece todo los respetos. Bss

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  5. Siempre es de agradecer que se tenga en consideración a los héroes con un homenaje que se le va a recordar en la sala de concejales.
    Un feliz fin de semana.

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  6. Como siempre una interesante historia que me deja con ganas de saber más. Ya vermeos como le va al caballero.

    Besos

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  7. Béjar fue valerosa batiéndose en las dos ocasiones. Tanto cuando esperaba mejorar la vida de su tierra facilitando el poder a unos, como al comprender que estos no lo merecían.
    Un abrazo

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.