8 de marzo de 2014

Las piedras son la voz de la historia




             Publicado: Béjar en Madrid, nº 4260, 7 de noviembre de 2003, pág. 3.
          Autor: Javier R. Sánchez

          En agosto de 1929 fallecía D. Remigio Gosálvez Rodríguez, de antiguo y honroso abolengo industrial. La fábrica que regía había sido fundada en 1860 por D. Antonio Gosálvez Cortés, su abuelo paterno. D. Remigio había perfeccionado las instalaciones fabriles, invirtiendo cuantiosas sumas en los lavaderos, tintes, fábrica de lanas regeneradas y el magnífico desmote químico –puesto en marcha este último en junio de 1922-, todo ello reunido en una hermosa colonia industrial, según recoge el ejemplar de Béjar en Madrid correspondiente al 24 de agosto de 1929.

 Fábrica de Gosálvez. Acuarela de Óscar Rivadeneyra.

 
            Estaba casado con Dña. Martina Faure, descendiente del ciudadano francés D. Miguel Faure, quien había llegado a Béjar en 1825 llevando bajo el brazo su título de Maestro Tintorero de lana, expedido por el Rey, y que ejerció en el Tinte del Duque. Esta familia enraizaría en Béjar y en ella viven en la actualidad varios de sus descendientes.


          El matrimonio formado por D. Remigio y Dña. Martina tuvo seis hijas y dos hijos varones, D. Remigio y D. Mariano Gosálvez Faure, continuadores y ampliadores del negocio textil heredado de sus antepasados, el cual en 1940 contaba ya con diez edificios principales y seis secundarios, abarcando una superficie construida que pasaba de los 4.000 metros cuadrados (Béjar en Madrid de 17-02-1940). A la muerte de éstos, la industria pasaría a sus hijos, que lo continuarían hasta hace pocos años en que fue vendido a la razón social Hnos. Francés Bruno.

            Del conjunto de edificios que constituyen la empresa, hay uno cuya arquitectura es típica de los edificios industriales del siglo XIX, el cual puede verse desde el Puente Viejo. Se trata del edificio abuhardillado cuya fachada que da al río aparece en la foto 1 y que, aunque algo deteriorado, no sería difícil de restaurar pues se mantiene en lo esencial.

     Foto 1.- Edificio del complejo de Gosálvez que puede
datarse muy probablemente en el siglo XIX.

            A finales de los años treinta se terminó de construir el edificio donde se instalaron los generadores de vapor (el pegado al Puente Viejo), así como la magnífica chimenea de 40 metros de altura (foto 2). Poco después, ya en la década de los cuarenta, se construirían las hermosas naves corridas de piedra de cantería, de típica arquitectura manchesteriana (foto 3).

            Pero la historia de una fábrica de vida tan longeva como ésta es también la historia de las personas que han pasado por ella a lo largo de estos ciento y bastante años. Por supuesto las sucesivas generaciones de Gosálvez, pero también de los técnicos como Ramón San Vicente, Enrique Beltrán, Ricardo Hoya, Mateo Martín, Leandro Domínguez, Lorenzo G. Bonnail (ya con Hnos. Francés Bruno) y otros. O el personal de administración como Germán Flores, Vicente Cuadrado, Juan Antonio Plaza o Carlos Flores. Sé que me faltan bastantes nombres que desconozco y pido disculpas por ello, pero personalizo en los citados a todos los que ocuparon estos puestos. Y, por supuesto, los obreros. Y han sido muchos los obreros que a lo largo de generaciones han trabajado día a día para ganar su sustento, pero también para que la empresa, su empresa, prosperara. Bastantes de ellos iniciaron su vida laboral en ella y en ella también se jubilaron. Otros, desgraciadamente, han visto como el cierre de la empresa truncaba sus expectativas, esperemos que de forma pasajera.

            Hubo tiempos muy difíciles, como la década de los años veinte y principios de los treinta del siglo pasado, con una crisis muy aguda que terminó allá por los años de la guerra civil española. O el violento incendio que se declaró aquel viernes, 18 de mayo de 1945, a las dos de la madrugada, y en el que ardió por completo un cuerpo de edificio de la fábrica dedicada a hilados de lana, con pérdidas cuantiosas. Pero la empresa sobrevivió hasta hace muy poco, en que con más de 140 años de andadura acaba de echar el cierre (pensemos que este artículo se escribió en 2004).


   Foto 2.- Chimenea y edificio de calderas.



 Foto 3.- Naves corridas de piedra de cantería.

            Hace unas semanas, en un artículo en este mismo medio, yo decía que el patrimonio industrial de Béjar está desapareciendo poco a poco, mientras en otras comunidades autónomas, como la catalana, miman y protegen los antiguos edificios industriales. ¿Por qué no han de poder compaginarse los intereses de la propiedad privada con los generales del pueblo de Béjar en lo que a la conservación de su patrimonio industrial se refiere? Dejando claro, eso sí, que los intereses colectivos deben estar por encima de los privados. En el artículo a que me he referido apuntaba yo algunas posibles soluciones puestas en marcha con éxito en Tarrasa, aunque puede haber muchas más que respeten la arquitectura de los principales edificios del complejo.

            Protejamos estas piedras porque son la voz de la historia. De una parte importante de nuestra historia, que siempre se ha escrito en fábricas textiles. Porque la historia de Béjar no hubiera sido la misma sin esas fábricas.



26 comentarios:

  1. Interesante entrada de Javier sobre aspectos relevantes de la localidad asi como sobre la necesidad de proteger el patrimonio propio. Una asignatura que sigue estando pendiente.
    Saludos.

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    1. Gracias, Cayetano. De acuerdo en lo que dices.
      Saludos desde Béjar.

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  2. En muchas ocasiones se hacen oídos sordos por parte de los que tienen la sartén por el mango sobre la arqueología industrial por definiría de alguna manera. No se hace caso en general y menos en estos tiempos de preservar aquello que nos cuenta nuestro pasado. Yo recuerdo en mi infancia lugares fabriles como los de las fotos y con el paso del tiempo he ido asistiendo a su deterioro. Una lastima dejar morir las voces de nuestros abuelos que podrían enseñarnos tanto, para hacernos mejores. Buen articulo Carmen y gracias por compartirlo y ojala aprendamos de todo esto. Buen fin de semana.

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  3. Las naves de piedra son un magnífico edificio. En Málaga se han aprovechado algunos de estos edificios, no todos. También pienso que hay que proteger este patrimonio.
    Saludos

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  4. Pues es una pena que se deje derruir esos símbolos pétreos de la historia de la ciudad. Es cierto que una ciudad es un organismo vivo, pero dejar desaparecer los símbolos de su historia es una forma de muerte.
    Un beso.

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  5. Qué lástima ver que todo aquello que logró sobrevivir a guerras e incendios está sucumbiendo en estos años. Encuentro ejemplos también en mi ciudad y me asombra que se dejen perecer así.

    Feliz domingo

    Bisous

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  6. Es una pena porqué estas edificaciones aguantan lo que les eches, en Barcelona se comenzaron a habilitar como museos unas cuantas que quedaban dentro del mismo núcleo como la de las" tres torres" que la adquirió la Caixa.(seguro que de algún embargo) pero...por lo menos tenemos un testigo de este pasado fabril.

    Ni Béjar ni muchas ciudades hubieran sido lo que son de no tener fabricas y en especial las de textil.

    Besos feliz día de la mujer aunque yo lo celebro todo el año;)

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  7. ...perdón "Las tres Chimeneas"

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  8. Aquí me has tocado la fibra sensible. No hay nada que me haga pensar más que las piedras. Hablan sobre la historia, la geografía, la experiencia y la huella de todo lo que nos antecede. Me ha gustado mucho tu pod¡st de hoy. Estoy de acuerdo que hay que conservar estos edificios, que nos hablan de vida.
    Bss

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    1. Hola Katy. Yo creo que también tengo esa sensibilidad, y por eso titulé el artículo de esa manera. La lástima es que todavía no hay muchas personas sensibles al patrimonio industrial, aunque aumentan día a día.
      Saludos desde Béjar.

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  9. Hola Carmen:

    En Casarrubios también hay edificios privados que cuentan historias, que se caen a pedazos. El palacio rural de los condes de Casarrubios es uno de ellos. En principio pertenece a la Casa de Alba (La Duquesa es la condesa de Casarrubios), pero la desvencijada puerta, da paso a un salón que tuvo gran esplandor. Lastima que no se pongan de acuerdo para remozar este edificio.

    El Castillo, si pasó a manos del ayuntamiento y si se están haciendo obras, que de momentos están detenidas por el momento económico. No sé a quien pertenecía el castillo, pero sé que era privado.

    Definitivamente las piedras cuentan historias


    Besos

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  10. Pues es mucha la razón que tiene Javier R. Sánchez. El patrimonio, sea del tipo que sea, hay que preservarlo y restaurarlo. Y en este caso, el industrial-textil bejarano, muestra las huellas de una historia escrita con mayúsculas en Béjar, de un trabajo bien hecho que honra a cualquier pueblo o ciudad y que, por otro lado, cincela sus marcas de identidad. Esperemos que no sea demasiado tarde, como en otras ocasiones, para que los que tienen competencia en el asunto se den cuenta de la necesidad de tal restauración. Mucha suerte y que las reivindicaciones no cesen.
    Buen trabajo.

    Un abrazo.

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    1. Totalmente de acuerdo contigo, Marisa. Incluso en lo de que más vale tarde que nunca. Pero es lamentable lo que se ha perdido por la acción de personas sin escrúpulos, pero con poder.
      Un saludo desde Béjar.

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  11. En muchos municipios se ven antiguas fábricas cayéndose a pedazos y este desgraciadamente ha sido el final de muchas de estas fábricas que un día cerraron. En su tiempo, no supieron o no se preocuparon de darle un buen uso a esas instalaciones.

    Besos


    http://ventanadefoto.blogspot.com.es/

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  12. Hola Carmen, claro que deberían protegerse estas fábricas, pero no creas que Cataluña los cuida tanto. La fábrica donde trabajaba mi madre Can Trinchet, aun está esperando que hagan el destino de ser futura escuela de música y Centro de las Artes y Can Gras se quedó como almacén. Supongo que no presupuestos para tal re modelación, pero me da pena cómo se van deteriorando.
    Gracias por tu aporte.
    Un gran abrazo
    Sor.Cecilia

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  13. Da verdadera lástima ver como día a día la desidia se va apoderando de ellas. Fábricas que levantaron la ciudad no hace tanto... Grandes naves que se podían haber utilizado y que estén en verdadera ruina. Así nos va.
    Béjar cada año desciende en población. Un pueblo que no cuida su patrimonio y poco a poco se va perdiendo todo
    Estupendo artículo Javier.
    Un beso

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    1. Gracias, Laura. Cuando publiqué este artículo era 2003 y estábamos en plena vorágine de la construcción-destrucción. En aquella época defender el patrimonio industrial me costó algún disgusto con algún "personajillo" de la localidad.
      Saludos.

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  14. Es una pena ver como el legado arquitectónico industrial desaparece por todas partes sin ni siquiera intentar dejar una pequeña muestra de el. Es como si se diera la orden de que desaparezca todo rastro de el.
    Un beso.

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  15. Sobrevivieron a las crisis, a la guerra, a la postguerra, a los incendios, pero a la desidia no :(
    ¡Qué guapas están las cigüeñas en el nido sobre la chimenea!

    Un beso, Carmen

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  16. Desde esta Barcelona con tanto en común con Béjar, un recuerdo a los movimientos migratorios a través de Europa por motivos textiles.
    Precisamente el padre del escultor de la Sagrada Familia, Josep Mª Subirachs, después de salir de Mataró y correr el mundo embarcado acabó trabajando en una fábrica de tintes en el barrio textil de Barcelona, el Poble Nou. Por motivos obvios, a los integrantes del gremio que teñía las telas se les conocía por “el ram del aigua”, el ramo o gremio del agua.

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    1. Aquí en Béjar había varios tintes. Concretamente mi padre, ya fallecido, fue tintorero toda su vida, por lo que es un sector y una profesión con especiales connotaciones sentimentales para mí.
      Saludos.

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  17. Me imagino que algo tiene que ver el hecho de que los intereses del colectivo no pueden, ni deben, estar por encima de los derechos del individuo y, por tanto, para disponer de esos bienes, hay que adquirirlos, reconstruirlo y/o remodelarlos, darles una finalidad y mantenerlos. Todo eso tiene un elevado coste que, por supuesto, habría de salir de los bolsillos de los contribuyentes, es decir de nuestros bolsillos y ahí, precisamente ahí, es donde está el problema. Nuestros bolsillos están exhaustos y las administraciones públicas tienen que priorizar.
    Un abrazo,

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  18. Desde luego sería interesante promover algún tipo de protección de este tipo de edificios y darle alguna utilidad, porque al igual que los edifiicios artísticos, los industriales han conseguido que pudieran vivir muchas personas. Interesante y completo artículo.
    Un saludo.

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  19. Pues es una pena, pero intereses urbanísticos unas veces que prefieren verlos arruinados o la falta de uso otras, el caso es que estas pérdidas están a la orden del día.
    Un abrazo.

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  20. Un Gran recorrido por Historia a través de esas piedras que nos expresan esplendores pasados; debemos conservar y restaurar ese Patrimonio por respeto a nuestros antepasados y compromiso con generaciones futuras.
    ¡¡¡Hola!!!¡¡¡Ya estoy aquí, de nuevo!!!Un poco tarde, pero se me han acumulado los asuntos propios y otros extraordinarios de Actividades que tenemos que ir desarrollando. El Próximo Viernes, día 28, publicaré mi Entrada de esta Nueva Etapa...Espero Te guste.
    Un Abrazo y Besines desde Asturies.

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  21. Sofía Calderónjueves, 25 marzo, 2021

    Me ha encantado! Soy la bisnieta de Mariano Gosálvez Faure. Mi abuela Maribel siempre nos habla con mucho cariño de su padre y de la fábrica textil. He pasado unos estupendos veranos en Béjar y en Candelario. Me alegra haberme cruzado con este blog me ha devuelto muchos bonitos recuerdos. Un saludo y gracias por el tiempo empleado! :)

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.