Autor: Antonio Avilés Amat
Publicado: Béjar en Madrid
Desde que ocurrieron estos acontecimientos han pasado los años y al tiempo presente solo me queda el rememorarlos como gestas gloriosas de nuestro país de las que me cupo el alto honor de ser uno de sus principales protagonistas…
Don Baltasar de Zúñiga, marqués de Valero.
Retrato del salón de concejales del Ayuntamiento de Béjar.
Con algunos trastornos de mi salud y el miedo a padecer ataques de hidropesía, trastorno al que era propenso, así como el haber sufrido un intento de acabar con mi vida –que gracias a la divina Providencia quedó sólo en eso–, cuando el 16 de junio de 1718, tras abandonar la procesión del Corpus Christi y mientras subía las escaleras del palacio virreinal, fui atacado por un individuo de nombre Nicolás Camacho con un cuchillo, solicité el ser relevado de mi cargo. Por cierto que el sujeto que quiso acabar con mi vida fue detenido antes de consumar su propósito y enviado al hospital de San Hipólito para enfermos mentales, que loco debería estar para concebir tales desatinos… A mi petición de renunciar el honroso destino y abandonar el territorio de Nueva España accedió nuestro cristianísimo rey, nombrando para sucederme a don Juan de Acuña y Bejarano, marqués de Casa Fuerte, por lo que dejé mi empleo el 15 de octubre de 1722 regresando a la añorada villa y corte de Madrid.