Autora: Mª Carmen
Cascón Matas
Publicado:
Especial de Béjar en Madrid,
diciembre de 2009
De las hazañas bélicas del capitán y general don Juan de Bolaños por el
inmenso imperio español no se narra ninguna en el documento de que disponemos,
aunque sí conocemos algunas de ellas gracias a su lápida y a evidencias
rastreadas en sus diligencias postreras.
Está claro, según la lauda
sepulcral, que desempeñó la labor de jefe militar en el proceso de anexión del
reino de Portugal al de Castilla. Hacia 1578 el último rey de Portugal, don
Sebastián, había muerto sin descendencia recayendo la corona en manos de su tío
el cardenal-infante don Enrique. Ante su ancianidad, se plantea en toda Europa
el problema de la sucesión, presentándose varios aspirantes, entre ellos Felipe
II, hijo de la bella Isabel de Portugal. Ante la negativa de la nobleza lusa a
aceptarle como soberano (para ellos era preferible el ilegítimo Prior de Crato
o incluso una mujer, la duquesa de Braganza, antes que el todopoderoso rey
Prudente), se procedió a la invasión por tierra y mar. La infantería, bajo las
órdenes del temible duque de Alba, y la flota, con Álvaro de Bazán marqués de
Santa Cruz al frente, se movilizaron en junio de 1580, mientras en el reino
vecino proliferaba el caos en la organización de la defensa.
España y Portugal unidas (1632)
Juan de Bolaños, soldado
veterano experto en lides guerreras, fue nombrado general de artillería a sus
55 años y saboreó las mieles del triunfo cuando Portugal se rindió a los pies
de su señor y soberano Felipe II. Su actuación debió de contentar a sus superiores,
pues poco después, en 1582, embarcaría para someter a las islas Terceras al
dominio español, lugar en el que se habían hecho fuertes los opositores a la
anexión con el apoyo de una flota francesa. La armada española a las órdenes de
nuevo de don Álvaro de Bazán logró reducir al contingente sublevado[1].
Al
margen de estos acontecimientos en los que el capitán Juan de Bolaños participó,
sabemos que por otros servicios a la corona, concretamente en Nápoles, recibía
una paga anual y vitalicia de 300 ducados. Las misiones que desempeñó en Italia
son un enigma, pues en su testamento no se hace referencia concreta a ellos.
Don Álvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz
En
cuanto a su familia, en el documento se especifica que el capitán era soltero y
sin hijos, aunque él mismo reconoce que “por
quanto yo he tenido y criado muchos años por mi hijo a Diego de Bolaños el qual
nacio en Napoles y despuas ha habido alguna contradiccion diciendo que no era
mi hixo sino de otro (...) es mi voluntad y le dejo graciosamente de mis bienes
500 ducados”. Está claro que estamos ante un hijo natural tenido allá en
Nápoles y del cual el propio capitán declara que “no sabe donde esta”, probablemente porque quedaría en Italia con su
madre. Un militar de la clase y pelaje de Bolaños no le imaginamos criando un
niño de leche, dejando su mosquete y espada abandonados. Más bien pasaría a la
madre un sustento desde España como era usual en estos casos. En su codicilio rectifica
y deja escrito que se le den 50 reales de alimentos mensuales.
También
recuerda a su paje, Juan Blázquez, a Marcos y Juanico, sus criados, dejándoles
la cantidad necesaria para que puedan comprarse un traje de luto y
encomendándoles al servicio de su sobrino Nicolás de Bolaños.
Desembarco en la isla Tercera.
Salón de Batallas del monasterio de El Escorial
Una
vez leídas las cláusulas de su testamento y estipulados los estatutos de la
capellanía, Nicolás de Bolaños procedió a nombrar como primera patrona de ésta
a María López de Bolaños, mujer de Antonio de Rojas, platero de Béjar, sobrina
del capitán como hija de Antonio López y de Catalina del Vado Bolaños. Debemos
aclarar que el capitán Bolaños era hijo de Bartolomé de Bolaños y Juana del
Vado, naturales todos ellos de Béjar. En la Edad Moderna era práctica
habitual que los hijos escogieran libremente los apellidos maternos o paternos,
siendo habitual que las mujeres se apellidasen como las madres y los hijos como
los padres, aunque esta regla no se cumplía siempre. De esta forma, Juan se
apellidaría Bolaños y su hermana del Vado. Varios hermanos más se citan en la
relación de herederos al patronato: además de Juan, Catalina del Vado,
Bartolomé de Bolaños y Diego de Bolaños.
El patronazgo de la capellanía pasaría a
manos de su sobrina María López de Bolaños y sus hijos: Antonio de Rojas (que abandonó la carrera eclesiástica para casarse con uan prima suya, matrimonio del que hablaremos posteriormente), María López de Bolaños (tomó el apellido de su
madre como heredera), Catalina del Vado, Juana del Vado, Justina López de
Bolaños y Elena del Vado.
Continuará
[1] GARCÍA CÁRCEL, R.; SIMÓN
TARRÉS, A.; RODRÍGUEZ SÁNCHEZ, A. y CONTRERAS, J.: Opus cit. p. 456.
Me ha encantado esta historia sobre don Juan de Bolaños y todas los entrecijos de su dinastía y herencia...Sin lugar a dudas un gran y estratega militar.
ResponderEliminarAbrazos y besos.
Ese desbarajuste con los apellidos, en los que cada cual elegía el que le iba mejor, complica considerablemente las cosas, porque a veces hace difícil trazar el rastro.
ResponderEliminarMe ha hecho gracia los términos en los que el caballero se acuerda de ese hijo natural. Parece que no las tenía todas consigo con respecto al asunto de su paternidad, pero caballero al fin y al cabo, optó por considerarlo suyo de todos modos.
Feliz tarde
Bisous
Lo estás dosificando muy bien... me está gustando este personaje desconocido, hasta ahora, para mi.
ResponderEliminarSaludos.
Qué maravilla querida Carmen, qué y cuanta historia tiene Béjar, y cuanto me gusta como la relatas todo bien detallado y minucioso, esperaremos a las historias completas.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir tan bien nuestra historia.
Un abrazo.
Muy interesante Carmen, gracias por compartir por aqui nos quedamos esperando el siguiente capitulo.
ResponderEliminarsaludos
Y aquí estamos, siguiendo de cerca la vida de la familia Bolaños, que va avanzando poco a poco.
ResponderEliminarSaludos
¡Qué interesante lo que nos cuentas, Carmen! Me llama la atención lo de la elección de apellidos, algo que ahora se da también como facultativo y que a los de mi generación le llamó la atención cuando esto se produjo con uno de los nietísimos. Por otro lado, los pormenores testamentarios también son bastante curiosos. Estaremos atentos a lo que sigue.
ResponderEliminarBesos.
Actualmente también se hace libre el llevar el apellido del padre o de la madre en muchos casos se encuentran hermanos con distintos apellidos ya que no hay muchas uniones matrimoniales y la madre va dando el apellido a cada hijo según lo que considera adecuado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Todo un caballero el señor Bolaños y una historia apasionante la de los apellidos, me gusta mucho ese tema. Ademas, las ilustraciones son todo un encanto, muy especiales.
ResponderEliminarBesos.
Interesante personaje que, por otra parte, me está dando ocasión de aprender sobre las relaciones de Béjar con el Condado de Lemos y el Marquesado de Sarria por estas tierras galegas. Un abrazo,
ResponderEliminarCarmen, estoy poniéndome al día en tu blog porque llevaba algunos días sin pasar por aquí. Muy interesante la historia de esta familia.
ResponderEliminarsaludos
Hola Carmen:
ResponderEliminarHistoria llena de estrategia militar y alboroto de apellidos, que apasiona en la forma como lo escribes. Muy interesante sería la península unidas en estos tiempos...Posiblemente cantaría otro gallo
Besos
Querida Carmen, ¡que me pase este desastre de electrones contigo...! Estoy muy enfadado por no poder escribir comentarios. Hubo un día que parecía estar todo bien pero era una nube de verano y por ello no quité la nota que puse en el blog, la primera... Ahora parece que todo está mejor. Voy a empezar a comentarte desde donde que quedé y leer a los Bolaños en continuidad. Después te escribo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo lo que me qudo maravillao, es de la gran cantidad de hijos Ilustres que tiene la Ciudad de Bejar.
ResponderEliminarY sin contar con lo que disfruto al leerte, no solo con lo que estoy aprendiendo de Historia (una asignatura para mi gafe)si llegaba al 5, no era por mi, era por lo buena persona del profesor, que sabía que no daba mas de si.
Actualmente se mas sobre Bejar, que de mi Sevilla.
manolo
Interesante historia la de este Bolaños. Por otra parte coincido con Madame. La elección voluntaria de los apellidos puede dificultar mucho seguir la las líneas de sucesión. Como entonces, también ahora sucede, desde 1999, creo recordar.
ResponderEliminarSaludos.
Me llamó la atención la elección de los apellidos y esa libertad para escoger que había en aquella época, siendo más estricta luego... Gran historia nos cuentas, una forma de enriquecer la cultura, de enseñarnos a quienes desconocíamos parte de ella o toda en mi caso.
ResponderEliminarUn beso grande.
Más de 400 años después, en pleno siglo XXI, el mundo sigue pendiente de otra intervención; esta vez no del Duque de Alba, sino del ejército de EEUU sobre Siria. Pasan los siglos, pero parece que seguimos siendo los mismos...
ResponderEliminarQué buena idea la de incluir el mapa unificado. Tengo un buen número de mapas antiguos porque siempre se encuentra alguna información válida en ellos que a menudo cuesta encontrar en los libros de Historia.
ResponderEliminarPor cuestiones familiares últimamente estoy inmersa en las relaciones España-Portugal, y mi sorpresa ha sido que a menudo sale el tema de la unión de Iberia y es casi general que mis interlocutores portugueses opinen que estarían de acuerdo, lo que al principio me dejaba descolocada porque jamás me había planteado algo así, aunque a una salmantina seguro que el asunto le suena El último que me habló del ello hará un par de meses me añadió levantando un libro que estaba leyendo, que desde luego la unión no debería incluir Andorra ni Gibraltar. Vi el título de su libro y como soy un alma pura en aquel momento no capté qué intentaba decirme, pero era la 3ª parte de la trilogía de Mario Puzo.
Pensándolo bien, en esta España nuestra de las autonomías una Iberia federal podría ser la pera.
Un beso con fondo de fado.
Me estoy poniendo al día y parece que el "hombre no cambiará nunca" Seguimos igual, conquistando, guerreando, uniendo y desuniendo. Me ha gustado ver el mapa:-)
ResponderEliminarPoco a poco volviendo al mundo virtual
Bss y buen finde
En aquellos tiempos era harto frecuente entre "gentes con posibles" sembrar la tierra de hijos naturales. Una moda que venía siendo una costumbre entre los miembros de la realeza y de la nobleza.
ResponderEliminarVuelvo a la actividad bloguera tras este paréntesis estival y compruebo que muchos de los blogs que sigo no han parado en su actividad productiva. No sé si debido a la crisis o a que muchos se han llevado el portátil de vacaciones.
Un saludo.
Querida Carmen, ¡qué curioso lo de los apellidos y, por otro lado, qué moderno! Interesantísima la vida de don Juan de Bolaños.
ResponderEliminarMil bicos, cara.
Estos Bolaños eran buenos servidores del Rey. Interesante el que su familia entroncase con un platero.
ResponderEliminarSaludos.
En una tarde de finales de verano y en el ratito que me deja libre Iría, me he dicho: voy a leer a Carmen. Aunque la Historia no es lo mío, me ha apasionado la historia de este Bolanos.Muy interesante. Lo mismo me engancho.
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