7 de diciembre de 2013

El esplendor cultural de Béjar en la segunda mitad del siglo XIX



Autor: Javier R. Sánchez Martín 
Publicado: Semanario Béjar en Madrid,  nº 4.270, 16 de enero de 2004




Béjar sufrió una auténtica eclosión industrial, económica y cultural a lo largo del siglo XIX, acentuándose ésta en su segunda mitad. El eje de todo el movimiento lo constituía la industria textil, principalmente lanera, alrededor de la cual giraba la vida de la ciudad. Según ha documentado Rosa Ros, la revolución industrial llegó a Béjar en 1824 cuando fueron importadas las primeras máquinas de hilar y cardar. Dice Madoz que “se trajeron de Bélgica y Sajonia perchas, cepillos y lustres, aparatos para cardar e hilar, escardar y la primera máquina con que se elaboraron bayetas de todas clases y colores”. Gabriel Rodríguez López relata, en relación con este auge, que “ante los buenos resultados obtenidos, muchos molinos harineros que había en las orillas del río Cuerpo de Hombre se fueron transformando en fábricas de paños”. 

 Interior del Teatro Cervantes de Béjar inaugurado en 1857



Para darse cuenta de la importancia y magnitud de este foco industrial recurriremos nuevamente a Madoz, quien detalla que en 1845 existían en Béjar 200 fábricas y que un total de 4.600 personas se dedicaban a la industria textil, cifra esta última que no cuadra con las 5.000 almas que, según este mismo autor, habitaban la ciudad. Posiblemente el número de habitantes fuese bastante mayor, pues en el censo realizado en 1860 la población de Béjar ascendía a 10.162 residentes, dato éste que consideramos más fiable que el de Madoz. De cualquier modo, parece razonable suponer que en la cifra de trabajadores dedicados a la industria textil estuviera incluido un número significativo de vecinos de los pueblos de alrededor, que tendrían también la industria textil como una de sus actividades.


Debido al progreso notable de esta industria, surgió en la ciudad una burguesía que permitió que a mediados del siglo XIX se viviera una época de esplendor cultural y económico que, obviamente, no benefició a todos por igual, pues las diferencias entre capas sociales eran entonces muy grandes. Pero se puede afirmar que, en todo lo relacionado con la cultura, Béjar superaba en mucho a  otras ciudades españolas de tamaño parecido.

 Fábrica de García y Cascón (Béjar)


Fue en esta floreciente etapa cuando se estableció la Escuela Industrial en 1852, la Casa de Caridad en 1853, se realizó la construcción del Teatro Nuevo (luego Cervantes), inaugurado en 1857, la fundación del Círculo de Béjar en 1849 (hoy Casino de Béjar) y la del Círculo Obrero en 1881 (hoy Casino Obrero). Asimismo se constituyeron varias sociedades, como la Sociedad Económica de Amigos del País de Béjar (con una primera etapa en que duró de 1834-1840, y otra ya definitiva entre 1879 y mediados del siglo XX), y el Círculo Liceo. También comenzaron su andadura el Colegio de Segunda Enseñanza y otros centros escolares, se produjo la llegada de los Salesianos en 1896, así como la salida al mercado de varios periódicos y revistas, la primera de ellas “La Revista Bejarana”, en 1864, a la que seguirían “El Porvenir”, “La Locomotora”, “La Victoria”, “El Progreso”, y otros, la mayoría de vida efímera, excepto "La Victoria" que se mantendría desde 1894 a 1938. Para la fundación de "Béjar en Madrid" habría que esperar hasta 1917.

 Casino Obrero de Béjar fundado en 1881


Para que se diera este auge cultural confluyeron una serie de circunstancias entre las que podrían destacarse: la pujanza de la industria textil en los años cincuenta-sesenta, que posiblemente estaba viviendo los momentos más dulces de su historia, y la preocupación de muchos empresarios por disponer de técnicos preparados para dicha industria. Pero también las inquietudes culturales de la población, la gran capacidad de iniciativa de las élites intelectuales bejaranas, el despertar social y asociativo de los trabajadores, un Ayuntamiento dinámico y receptivo a los problemas del principal medio de vida de la población, etc.

 Don Nicomedes Martín Mateos


Si ponemos como ejemplo la Escuela Industrial, ya se ha dicho que ésta fue fundada en 1852, siendo su primer director D. Nicomedes Martín Mateos. Sin embargo, todas las ilusiones puestas en ella chocarían con la dura realidad económica que se vivió en el país unos años después. En efecto, según relata José Mª Hernández Díaz en Educación y Sociedad en Béjar ... los menguados recursos del Ayuntamiento y el olvido del resto de las instituciones oficiales, entre otros factores, harían que la Escuela Industrial se cerrara en 1867 por motivos económicos, concluyendo así la primera parte de su andadura. Pero parece que la semilla de formación técnica y cultural que había sembrado entre muchos bejaranos quedó latente, y ello sería el germen de la Escuela de Artes y Oficios, creada en 1879 precisamente por iniciativa de la Sociedad Económica de Amigos del País de Béjar y, como no, del Ayuntamiento.

 La Escuela Industrial fundada en 1852 es el origen de nuestra Escuela Superior de Ingeniería Técnica 
dependiente de la Univer. Salamanca. Foto El Correo de Béjar



A partir de ahí, y con los cortos paréntesis de 1925 a 1927 y de 1941 a 1945 (en que estuvieron suprimidos los peritajes) la Escuela ha sido y es historia viva de la ciudad, con los altibajos que sin duda se dan en todas las instituciones que gozan de una vida tan longeva. 


En cuanto al Béjar de hoy, se parece muy poco al Béjar de 1850. Por distintas razones hemos ido perdiendo buena parte de la industria textil, aunque en esto haya tenido bastante que ver la propia evolución de la economía de los países occidentales, con un desarrollo cada vez mayor del sector terciario (servicios), en detrimento del sector primario (agricultura) y también del secundario (industria). Y Béjar no ha sido ajeno a este cambio. Obviamente hay otras razones, pero no se tratarán aquí.



 Una clase de niños del Colegio de los Salesianos fundado en Béjar en 1896, uno de los primeros de España



Por otra parte, las desigualdades entre clases sociales se han reducido muy considerablemente (desde luego, nada que ver con el siglo XIX), principalmente debido al aumento en el nivel de vida del país, al acceso de todos a la enseñanza, y a los logros sociales y de empleo. Todo ello dio lugar en su momento a la aparición y consolidación de una potente clase media cuya existencia y bienestar es básica en la vertebración de cualquier sociedad moderna.


En lo referente a la cultura es destacable el efecto motor del Ayuntamiento de Béjar, que organiza numerosas actividades en los inigualables marcos del Teatro Cervantes y del Convento de San Francisco, recuperados ambos no hace muchos años.


Hay que mencionar también al Centro de Estudios Bejaranos (CEB), fundado por el Ayuntamiento, cuya producción literaria centrada en temas relacionados con la ciudad es cada vez más importante, además de haber organizado recientemente un curso sobre la historia de Béjar. Y, por supuesto, sigue en la brecha desde hace muchos años esa querida institución que es el Casino Obrero, el cual, con el esfuerzo desinteresado de muchas personas, continúa trabajando por la cultura

*Fotos antiguas tomadas de los blogs Fotos Antiguas de Béjar y Archivo fotográfico y documental de Béjar

23 comentarios:

  1. El proceso de terciarización de la economía bejarana no es indiferente al del resto de la nación española. Y del mismo modo, si exceptuamos este paréntesis de crisis y recortes que padecemos, nada que ver la situación social, sanitaria y educativa de aquella época, pujante para la burguesía, pero penosa para la clase trabajadora, con la de hoy. No obstante la segunda mitad del siglo XIX es una época culturalmente brillante y sumamente interesante por la cantidad de innovaciones que tuvieron lugar.
    Un saludo.

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    1. En efecto, Cayetano, tienes razón en lo que dices.
      En lo referente a Béjar, la 2ª mitad del siglo XIX es particularmente interesante por lo que progresó cultural y económicamente, al menos en la 1ª etapa, (1850-75) pues a partir de 1876 comienza una crisis de la que ya nos costó mucho salir. Claro, que la bonanza económica fue más para unos (los empresarios) que para otros (los trabajadores), pero los obreros comenzaron ya a organizarse en sociedades de tejedores, etc., para buscar una mínima protección colectiva que a la larga influyó mucho en todo lo que sucedió en el primer tercio del sigolo XX. Por cierto, el 16 de diciembre se conmemora el centenario de la Gran Huelga del textil bejarano, que comenzó el 16/12/1913 y duraría siete meses. Habrá varias actividades, entre otras varias conferencias (puede que incluso una mía) que será transmitidas en youtube,

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  2. Como siempre, de gran interés para mi por aquello de que es bueno aumentar los conocimientos sobre el lugar del que procedes. Eso sí, debo reconocer que mi visión personal, posiblemente muy equivocada, era bastante escéptica en esta materia y, ahora, tras la lectura de este artículo puede que deba replanteármela. Un saludo,

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  3. Carmen muy interesante información la imagen del teatro muy linda Saludos desde Creatividad e imaginación fotos de José Ramón

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  4. 200 fabricas son muchas, pero ellas ayudaron a poner el pan en los hogares y augmentar el nivel de vida, aunque como bien dices eran tiempos de diferencias de clases que no todos se beneficiaron de la misma manera del esplendor cultural y económico.
    Pero como todo progreso tiene de bueno las instituciones se fueron creando.
    Cada semana me vas sorprendiendo de todo lo que llegas a encontrar sobre tu estimada ciudad.
    Besos

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  5. "El buen paño hace buena arca" .Fueron buenos tiempos para la industria lanera y para la industria del algodón en Cataluña.Gracias a estas fábricas se pudo paliar un poco la hambruna que existía en los medios rurales.

    Me entusiasma la cantidad de material que teneis sobre Béjar y gracias a eso nos da lugar a ir comparando que siempre se repiten los mísmos errores.Los burgueses siempre explotando al trabajador: por eso hay que luchar por tener una sanidad y derecho a la formación ; ciclos formativos como los de la Escuela Industrial para poder preparar a personas en oficios(en este caso:sobre el textil).

    Besos Carmen feliz puente..

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  6. Una explosión de trabajo para bien en aquel momento histórico, que ojalá hubiese las condiciones para que se repita en estos tiempos tan difíciles.

    Siempre descubro algo nuevo en Béjar.

    Besos

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  7. Junto a la excelente documentación -como siempre-, en este post veo mucho corazón cuando tratas el apartado cultural de la ciudad. Por mucha profesionalidad con que se aborde un tema, cuando se siente de veras veo muy bien escribirlo desde dentro, sabiendo desde la raíz lo que ciertos avatares de la historia han significado para la tierra de uno, algo que se pierde cuando nos limitamos a escuadriñar legajos olvidando el factor humano. Saludos desde el frío

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  8. Interesante, muy interesante periodo histórico que habla de un esplendor que desgraciadamente es pasado.
    Un beso.

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  9. El teatro impresiona, desde luego. Algo excepcional fuera de las capitales de provincia que, en muchos casos, carecían de espacios de esta naturaleza.

    Saludos.

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  10. Me ha gustado mucho tu post. Por una parte ver todo lo maravilloso que había y por otra parte también comprobar que muchas cosas se conservan aunque no tengan el brillo y el esplendor de antaño.
    Bss y buena semana

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  11. Me gusta ese teatro Cervantes en el que me imagino habrán tenido lugar notables representaciones tanto en obras de teatro, conciertos o representaciones líricas.

    Besos
    http://ventanadefoto.blogspot.com.es/

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  12. La historia de Béjar es impresionante y dinámica. Una evolución rápida y llena de cambios para la prosperidad. Es cierto que todo ha sufrido un gran cambio y con la pujanza del Sector Sevicios los demás sectores han quedado relegados a un segundo plano.
    En cualquier caso; quien Tuvo, Retuvo y con esos nuevos impulsos Béjar recobra esa actividad tan propia de su carácter.
    Magnífico Documento y El Teatro me cautivó...¡¡¡Menudo Escenario!!!...Bueno al igual que todo los demás como el Casino Obrero.
    ¿Sabes? Siempre me das unas Energías y unas Fuerzas bárbaras con esos comentarios que me escribes.
    ¡¡¡Eres un Encanto!!!
    Hoy estamos de "Puente" en Asturias y mañana vuelvo para Oviedo.
    Abrazos y Besos.

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  13. Que duda cabe que durante la época isabelina y de la restauración, Béjar fue uno de los centros industriales (textiles) más importantes de España, que no sólo llevaron el crecimiento económico a la ciudad, sino también el económico y social...al final la competencia primero de los textiles catalanes, y después, supongo, de lo extranjero irán contrayendo la economía textil bejarana hasta dejarla casi muerta hoy en día (desapareciendo incluso la estación de tren)...al menos mucho de los edificios de entonces están siendo reutilizados para fines, principalmente turísticos y culturales...y del Centro de Estudios Bejaranos, qué decir, estupendas aportaciones...he leído muchas de sus publicaciones y siempre magníficas (a ver si un día nos echan una mano con nuestro artículos jeje)

    Un beso

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    1. Desde hace cuarenta años (aunque bien es verdad que la palabra crisis ha sobrevolado siempre la andadura de nuestra industria textil) no levantamos cabeza a ese respecto y las pocas fábricas que quedan siguen plantando cara al invasor extranjero como pueden, con agallas e instinto de supervivencia. Ahora se prima más el precio que la calidad, así que poco podemos hacer.
      Un beso

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  14. En el "hoy" falta este blog, Carmen, que es una herramienta magnífica de difusión de la historia y la cultura de Béjar. Yo lo he aprendido todo aquí :)

    Un beso grande

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  15. Llevo, Carmen, mucho tiempo siguiendo tu blog, y nunca, o no lo recuerdo, había leído ni visto el teatro. Es precioso, señal del auge cultural que se vivía cuando fue construido,
    Un abrazo.

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    1. No te equivocas, no había puesto ninguna foto del interior. Alguna recuerdo haber subido dle exterior, pero, en todo caso, no había hecho referencia expresa al Teatro Cervantes hasta ahora. Habrá que pensar en alguna entrada específica.
      Un abrazo

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  16. Que maravilla de Teatro.
    ¿Qué es lo que no tenéis en Bejar? Mejor dicho: "Que es lo que no tenemos en Bejar", pues la verdad, ya me siento Bejarano.

    Echaba muy de menos tus escritos en esta para mi Larga ausencia.

    Saludos, manolo

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    1. Tenemos de todo, sí, no nos podemos quejar... también de lo negativo, como en todas partes.
      Me alegro mucho de "verte" por estos lares de nuevo.
      Un saludo

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  17. ¡Vaya, coincidimos los tres últimos comentaristas!
    El artículo es muy interesante, pero el teatro, y más con la muy buena foto elegida, me ha dejado impactado.
    Saludos

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  18. El teatro Cervantes es muy parecido al teatro Colón de Buenos Aires aunque me imagino que el de ustedes debe ser mucho más esplendoroso.
    Un beso, interesante como siempre todo tu aporte a las artes y cultura.

    Pd Me sorprendió tu mensaje sobre el nombre que te pusieron porque a mi me pasó lo mismo. Mi madre había elegido Hildegard y cuando mi padre fue al registro civil no se lo dejaron poner entonces sin pérdida de tiempo me puso Nydia como mi mamá y arregló el asunto. Ji Ji menos que como tú dices mi mamá no se enojó.
    Besitos

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.