Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar, 2016.
Típico sol de septiembre. Pica. Solanera en la calle
Mayor. ¿A cuánto?, pregunta una mujer. Cincuenta céntimos la libra na más.
Voces. Tráigame aquí una. Lleno el saco. Unos críos piojosos corren entre los
puestos. Un anciano renquea con su bastón ante el de la Manuela. ¡Fuera,
chucho!. El chucho sale despavorido. Oigan, oigan, los mejores garbanzos aquí.
Más voces. Una moza se acerca, cesta al cuadril. Mira y remira. Mira y vuelve a
remirar. Se va sin decir ni ay. ¡El barquillerooooo, el barquillerooooo! Un prójimo
bigotudo y con blusón, pipa torcida en los labios, chasquea la lengua. ¡Estos
no son garbanzos, ni son na! ¿Qué no? ¿Quién lo ha dicho?, respondo airado,
chulesco. El otro: El Canillas y a mucha honra. A ver, ¿qué es lo que pasa
aquí? Se acercan los Civiles. El del palillo: ¡na!, ¿pos que ha de pasar?
Recula. El sol sigue picando. Me restan diez libras, doce tirando p’arriba.
¡Miren a ver lo que hay aquí! Sombra, se agradece. Un paisano apunta con el
dedo. Solo tres en su mano derecha. Las putas máquinas, resopla. ¡Oigan, dos libras
se me quieren ir! ¿Quién las quiere? El ocaso que llega. Las sombras se
alargan. No hay voces. Los chiquillos siguen corriendo. Piojos y chinches. Los
guardas urbanos. ¡A recogerse tocan! Mañana más. Quedan dos días de feria.
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Comerciantes en Béjar. Finales del XIX. Cromolitografía. Colección
JAM-BÉJAR. Foto sacada de Archivo Fotográfico y documental de Béjar