Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez
En 1442 d. Juan II hizo merced de la ciudad a d.
Pedro de Zúñiga, conde de Ledesma, a cuyo título añadió el de Plasencia. Poco
después revocó la donación por ser excesiva y contra su voluntad; pero la
revocación no se llevó a efecto, y continuaron gozando del señorío de la ciudad
el duque d. Álvaro, hijo del conde d. Pedro, y el duque d. Álvaro su nieto. En
1488, informada Isabel la Católica de que la merced había sido hecha por
importunidad y revocada con justa razón, acordó restituir la ciudad al señorío
real, dice el
historiador y economista compostelano Manuel Colmeiro Penido, en Cortes de los Antiguos Reinos de León y de
Castilla, 1883. En realidad fue la
nobleza placentina, encabezada por los Carvajal, la que se levantó en armas contra los Zúñiga,
ya duques de Béjar, para recuperar el
poder que detentaban anteriormente sobre la ciudad y las rentas de las tierras
que dependían de las mismas, según el catedrático de la Universidad de
Extremadura Antonio Miguel Linares Luján,
en El Mercado Franco de Plasencia,
1991. El movimiento habría sido ratificado en las puertas de la catedral por
Fernando el Católico, que juró defender
siempre los fueros y la libertad de Plasencia, tomando posesión de ella.
Homenaje a Fernando de Aragón en la fiesta del Martes Mayor
de Plasencia. Radiointerior.es
En la Universidad Complutense de Madrid se encuentra un
memorial que alrededor de 1728 envió el XI duque de Béjar, Juan Manuel de
Zúñiga, al rey Felipe V, y que en la presentación dice lo siguiente: Señor: el duque de Béjar,
desposeído duque de Plasencia en sus abuelos, persuadido de la benigna
justificación de V. Majestad e impelido de la obligación que le impone su
conciencia como administrador de su Casa y mayorazgos, legítimamente fundados
sobre las sólidas basas de facultades reales, repite hoy, con el mayor
rendimiento a los pies de V. Majestad, la súplica que del hecho que propone
resultará atendida, como espera la justicia de su causa.
Placentiae urbis et eiusdem episcopatus, descriptio
1573. Aguafuerte de Luis de Toro. Parragasanchezalfonso.blogspot.com
Redactado en torno a datos de los Annales de la Ciudad y Obispado de Plasencia,
1627, del predicador dominico Alonso Fernández, el memorial introduce una nueva
y sorprendente causa, esta vez familiar, en el expolio: Y habiendo muerto el duque don Álvaro primero y continuándose la
posesión quieta y pacífica en el segundo, que se hallaba en su menor edad,
corriendo el año de 1488 el maestre don Juan de Zúñiga, su tío, arrebatado de
su pasión por los intereses particulares a que pretendía reducir a su sobrino,
echó mano del poder propio y tomando las armas le ocupó los Estados de Capilla
y Burguillos, y la misma ciudad de Plasencia.
Juan de Zúñiga y Pimentel, maestre de
Alcántara y cardenal-arzobispo de Sevilla. Artres.com
Sublevados los moradores, apellidaron sus
parciales al maestre y los demás al rey, a quien la noticia del desorden obligó
a pasar a aquella ciudad, llamando al duque, que se hallaba en Béjar, para que
le hiciese entregar el castillo, como lo ejecutó, quedando por el rey la ciudad,
entretanto que sus reales providencias daban el medio más conveniente de
componer al maestre con su sobrino, desposeído ya no por otra causa que por la
de complacer al maestre, poderoso en aquel tiempo por la dignidad, y
desapiadado del sobrino por su desenfrenada condición.
Escudo de Zúñiga
en el Convento de la Encarnación, Plasencia. Visitarextremadura.blogspot.com
En este estado quedó el
despojo del duque don Álvaro, y sin haberse oído sus justificadas quejas y las
de sus sucesores en su Casa y mayorazgos, atendido sus representaciones y
examinado su justicia, se ha continuado hasta hoy, no sin grande admiración, a
vista de la serie de tan justos, piadosos y esclarecidos reyes, abuelos de
Vuestra Majestad, en cuyo supuesto no puede omitir el duque el esfuerzo del
hecho con algunas reflexiones que a la alta comprensión de Vuestra Majestad, en
quien espera más piadosa atención, la den más benigna luz para la
determinación, descubriendo las causas que pueden haber retardado la
restitución, o recompensa de tan preciosa alhaja, poseída con títulos de justo
derecho y vinculada con lustrosas facultades… (Se puede leer íntegro en la red)
Plaza Mayor de
Plasencia. Conociendoplasencia.wikispace.com
Aunque
nominalmente, el título de duque de Plasencia siguió usándose unido al de
Béjar, pasando ambos a la Casa de Osuna mediante pleito de una sobrina-nieta
del decimosegundo titular, Joaquín de Zúñiga, fallecido en 1777 sin
descendencia, y separándose finalmente en el siglo XIX (Mateos Sáinz de
Medrano, Ricardo: Nobleza Obliga,
2006). En Plasencia quedan el palacio
de Mirabel y la iglesia y convento de Santo Domingo, ex San Vicente Ferrer,
mandados a construir por Álvaro I de Zúñiga y su sobrina y segunda esposa,
Leonor Pimentel y Zúñiga.
Escudo de Zúñiga
en el Palacio Mirabel, Plasencia. Ptorrijos.blogspot.com
En Plasencia
nacieron al menos Leonor Pimentel y Zúñiga; su hijo Juan de Zúñiga y Pimentel;
Fadrique de Zúñiga y Luis de Ávila y Zúñiga. Como Homenaje a los Zúñiga, según titularon los medios de prensa de la
época (hoy.es; elperiodicoextremadura.com, y otros), el Centro de Iniciativas y
Turismo de Plasencia promovió en 2006 la instalación de una placa de
granito en el cañón de acceso al palacio de Mirabel, que en sus primeros
párrafos dice lo siguiente talis qualis:
Alcaldesa Elia
María Blanco descubriendo la placa. Hoy.es
Plasencia a sus ilustres hijos, don Álvaro de
Zúñiga y doña Leonor de Pimentel, duques de Plasencia y de Arévalo. Fundadores
del convento de San Vicente Ferrer, primera universidad y primer museo
arqueológico de Extremadura. A su hijo don Juan de Zúñiga Pimentel, último
maestre noble de la Orden de Alcántara, arzobispo de Sevilla y cardenal, I
duque de Béjar. Fundador de la Academia Renacentista Extremeña en Zalamea de la
Serena y mecenas de Elio Antonio de Nebrija, autor de la primera Gramática
Castellana y del primer diccionario del castellano. A don Luis de Ávila y
Zúñiga, biógrafo del Emperador Carlos V, y a don Fadrique de Zúñiga, I marqués
de Mirabel, que reconvirtieron esta fortaleza medieval en palacio renacentista.
A don Alonso Diego López de Zúñiga, duque de Béjar, y mecenas de don Miguel de
Cervantes, quien le dedicó la primera edición de El Quijote en 1605… Plasencia,
noble, leal y agradecida, 22 de septiembre 2006. Centro de Iniciativas y
Turismo.
Mariposa. Noblezaobliga.blogspot.com
Por la duda no resuelta de quienes fueron finalmente los
verdaderos causantes de la pérdida de Plasencia para los duques de Béjar (los Reyes
Católicos, la nobleza placentina, el maestre de Alcántara o todos los
anteriores), vaya una curiosidad: se trata de un broche en forma de mariposa
compuesto de esmeraldas, ópalos, rubíes y diamantes, que el XVIII duque de
Plasencia regaló a su prometida por la década de los años 30. La joya fue
rematada el 14 de mayo de 2013 en Ginebra por la casa de subastas Sotheby´s.
Lucha por el poder, una vieja historia. Cualquiera de los señalados podría ser el causante de la pérdida de Plasencia. Demasiados intereses, demasiadas ambiciones.
ResponderEliminarUn saludo.
Como esta historia no la he conocido hasta ahora, no me fijé demasiado cuando visité Plasencia, a quién correspondía los escudos que había en algunas fachadas. Ahora en tu escrito, se ha quedado todo muy claro
ResponderEliminarBesos
Se pierde un poder pero no se pierde la historia de los linajes de Plasencia.
ResponderEliminarPrecioso broche.
Un abrazo.
Muy bueno. Estuve en Plasencia hace algunos años. Nunca imaginé que estaría ligada a Béjar.
ResponderEliminarBesos
Probablemente la pérdida de Plasencia se debió a los intereses de todos los que citas. Los duques de Béjar han recibido, no obstante, el reconocimiento de la ciudad de Plasencia.
ResponderEliminarHasta se puede decir que es normal ; cuando se llega a un punto donde la envidia o las rivalidades son la principal causa.-Por la lucha de poder siempre se suele sacar lo peor de cada individuo y en aquellos tiempos que el linaje y sobre todo el honor era motivo suficiente para traicionarse.-Pero de lo que no cabe duda es que Plasencia ha sabido ser justa a su memoria y eso dice mucho en su favor.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Carmen.
Por haber nacido también en Plasencia Inés de Suárez, la compañera del fundador de Chile, esta ciudad y Santiago de Chile se hermanaron en 2008. Desde acá se hacen esfuerzos por reactivar el pacto, pero en Plasencia... No se oye, padre. Atte., JZR.
ResponderEliminarEl poder, siempre el poder. Un placer leerte.
ResponderEliminarCurioso que sea una mariposa, de vida tan efímera, la última imagen de este texto.
ResponderEliminarQue nos ilustra de cómo los duques de Béjar perdieron Plasencia.
Saludos.
Fina observación. JZR.
EliminarOlá Carmen.Carmen Lúcia
ResponderEliminarComo tenho dito em alguns do meus comentário às tuas postagens, aqui sempre aaprendo um pouco mais de História, uma de minhas matérias favoritas.
Um abraço.
Pedro
Si no conocemos la historia con detalle podemos liarnos un poco en el presente y gracias a tu blog la conocemos un poco mejor.
ResponderEliminarSaludos.
Con Jorge ya he comentado los errores o mentiras de la dichosa Placa y de la imposición de los propietarios del Palacio a los directivos del CIT de Plasencia.
ResponderEliminarUna interesante historia no exenta de polémica, por lo que descubro al final.
ResponderEliminarSaludos.