Autor: Jerónimo Gómez-Rodulfo Barbero.
Publicado en su blog Los Abdones (26/12/2023).
Hace unos meses recibí la llamada de un familiar que sabía mi interés por el apellido Zúñiga y me preguntaba que dónde estaba enterrada Leonor de Pimentel y Zúñiga. Los que nos hemos preocupado por saber algo de esta familia sabemos que fue la segunda esposa de Álvaro de Zúñiga y Guzmán, duque de Plasencia y primer duque de Béjar, entre otros muchos títulos, además de ser sobrina carnal suya, ya que era hija de su hermana Elvira.
Los investigadores piensan que la donante es Leonor de Pimentel.
Estos son los escudos nobiliarios de la familia Zúñiga y Pimente
La cuestión es que, a pesar de que llevaron una vida típica de la nobleza de la época, plagada de apropiaciones dudosas, traiciones a reyes, nobles y Órdenes Militares y posterior reconciliación interesada, hacían profesión de muy religiosos y obedientes a la Iglesia, cuidando mucho de que ésta estuviera siempre a su favor. Es por ello que dejan dispuesto en sus testamentos que los entierren en la capilla mayor, en el lado del evangelio, del convento de San Vicente Ferrer de Plasencia, que ellos estaban fundando junto a su casa palacio y que ahora es conocido como convento de Santo Domingo. Pero que hasta que estuviera terminado el monasterio fueran enterrados en la capilla mayor de la catedral de Plasencia (la antigua). En su carta del 22 de agosto de 1484, la duquesa de Plasencia manifiesta su deseo de ser sepultada, al igual que su marido, en la capilla mayor de la iglesia catedral mientras se termina la de San Vicente. Falleció el año 1486.
Fray Alonso Fernández en su Historia y anales de la ciudad y obispado de Plasencia dice: «Hecha una sentida profesión de fe católica, don Álvaro manda enterrarse en el convento de San Vicente de Plasencia, y que le “sea hecha una noble y rica sepultura con su bulto (sic) de alabastro”, don Álvaro en medio, a su izquierda doña Leonor Manrique, su mujer primera, a la derecha doña Leonor Pimentel, su mujer segunda. Como el monasterio de San Vicente aún no está acabado, los cuerpos del Duque y de su mujer primera se traerán de Béjar y se depositarán en la Catedral de Plasencia, donde ya se halla la duquesa doña Leonor, hasta que se termine el monasterio de San Vicente y mientras hacen el sepulcro de alabastro.» Falleció el año 1488.
Fachada del Convento de Santo Domingo
En la capilla mayor del convento de San Vicente Ferrer, al lado del evangelio, en medio de la capilla y crucero fue sepultado su hijo el cardenal y arzobispo de Sevilla Juan de Zúñiga, maestre que fue de la Orden de Alcántara. Tenía su capelo de cardenal pendiente sobre la sepultura, Estuvo su cuerpo depositado en el convento de Guadalupe, porque murió en 1504 en la finca Mirabel, cerca de Guadalupe, y su sobrino el cardenal Juan de Toledo, hijo de los duques de Alba don Fadrique y doña Isabel de Zúñiga y Pimentel, hermana del cardenal Juan de Zúñiga, le trasladó a este convento, siendo obispo de Córdoba. (Domingo Sánchez Loro).
Imagen de don Juan de Zúñiga postrado ante san Vicente Ferrer.
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El 13 de abril de 1487 se bendijo la iglesia, claustro y capítulo por fray Pedro de Villalobos, «natural de Plasencia, obispo de Brito y visitador de la diócesis de Plasencia, instalándose la comunidad en el nuevo convento» (Benavides Checa, p. 153). Las obras no estaban terminadas y trabajaban en la dirección de ellas, junto a su padre Pedro, el maestro Francisco González. Esto no fue obstáculo para que, a partir de esa fecha, comenzaran a establecerse «las cátedras para difundir la ciencia en estas regiones, más entusiastas del ejercicio de la guerra que de las dulzuras de las letras». (José Sendín Blázquez)
Casi todos los escritos consultados sobre la historia de estos dos personajes, doña Leonor y don Álvaro, aseguran que el matrimonio se encuentra sepultado en la capilla mayor del Convento de San Vicente Ferrer, al lado del evangelio, junto a su hijo don Juan de Zúñiga.
El presidente de la Unión de Cofradías de Plasencia, que tiene su almacén y exposición de pasos de Semana Santa en esta iglesia del convento de Santo Domingo, me dice que, en el suelo de la iglesia, centrado y cerca del altar mayor, hay un recuadro de losetas de pizarra destacando del resto, que es de losas de piedra, y que ahí estuvo colocado un túmulo con el enterramiento de los duques. Posteriormente, por las quejas de los fieles de que no se veían bien los oficios, lo quitaron, pero no sabe decirme a donde lo llevaron ni de dónde ha sacado esa información.
También se especula que pudieran estar enterrados en la cripta subterránea construida a la entrada de la capilla del lado de la epístola por los marqueses de Mirabel y condes de Berantevilla, pero, además de haberse construido mucho tiempo después, testigos presenciales dicen que solamente está la tumba de uno de los condes de Arión del siglo XIX y otras dos personas de esa familia de un siglo anterior.
En la inscripción dice
BAJADA A LA CRIPTA PANTEÓN DE LOS EXCMOS SRES MARQUESES de MIRABEL Y CONDES de BERANTEVILLA
Se ha llegado a apuntar la posibilidad de que el enterramiento de granito flanqueado por dos leones rampantes conservado en la sala capitular del convento placentino hubiese sido, en un primer momento, destinado a albergar el cuerpo de Leonor Pimentel, pero lo cierto es que en su carta del 22 de agosto de 1484, la duquesa de Plasencia manifiesta su deseo de ser sepultada, al igual que su marido, en la capilla mayor de la iglesia. Además, en los conventos masculinos de la Orden de Predicadores, la sala capitular solía ser el lugar de enterramiento de la comunidad de religiosos, de ahí que un espacio sepulcral como el que se conserva en el Capítulo placentino pudiese haber sido, en realidad, proyectado para dar sepultura a algún miembro destacado de la misma. (Diana Lucía Gómez-Chacón)
Continuará
Espero que al final de la investigación, se encuentre por fin donde está enterrada.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Por lo que nos dices tiene que ser un sepulcro nada fácil de ocultar, mas si se quejaron los fieles por no poder ver los actos litúrgicos. En aquellos tiempos era muy normal andar con el finado de acá para allá, no solo la reina Juana I, pero no con un sepulcro que parece era considerable.
ResponderEliminarSaludos.
Seguir la trayectoria de la familia Zúñiga es como seguir el hilo de la historia de España, y siempre es una delicia leer cualquier estudio sobre este linaje. Tan sólo una apostilla: salvo sorpresa en contrario, D. Juan de Zúñiga no murió en la residencia veraniega de Mirabel, sino en el caserío de El Rincón (actualmente, término de Logrosán), uno de los varios complejos pecuarios que el monasterio de Guadalupe tenía repartidos por Extremadura. En espera de lo que depare el siguiente artículo, muy cordiales saludos.
ResponderEliminarGracias por el detalle en nombre del autor, que seguro leerá con interés y del que tomará nota.
EliminarSaludos desde Béjar
Quedo expectante para esa segunda parte, en el que estoy seguro que tu nos vas a desvelar donde están los restos de doña Leonor.
ResponderEliminarUn abrazo, Carmen.
I find these accounts of the nobility of yesteryear very interesting. And sometimes I focus on studying the symbols of family royalty and their coats of arms and everything that surrounds them.
ResponderEliminarI'm already among your blogger friends.
(ꈍᴗꈍ) Poetic and cinematographic greetings.
Espero que para la próxima entrega sepamos algo de donde se encuentra enterrada doña Leonor.
ResponderEliminarUn abrazo.
que esta interesante búqueda de buenos resultados y se encuentre su sepulcro.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Se sabrá dónde fue enterrada? Esperaremos.
ResponderEliminarCariños
kasioles