Antonio Gutiérrez Turrión
Discurso
PUERTA DE ÁVILA BÉJAR
2009-09-28 17,30h
Nuestros héroes de la libertad lo
fueron porque sentían el empujón de ser libres, porque sus razonamientos les
conminaban a defender su dignidad como hombres y como seres humanos iguales a
los demás, porque estaban hartos de la situación en la que se encontraban,
ellos y sus vecinos. Y para nuestros héroes de la libertad, ser libres tenía
que significar sacudirse el yugo de la dependencia ducal, por ejemplo, tenía
que significar aspirar a una sociedad en la que valieran los esfuerzos y no los
privilegios sociales ni las herencias familiares, tenía que significar la
posibilidad de pensar y organizar sus vidas en igualdad de condiciones con las
demás personas, tenía que significar posibilidades reales de sentirse
partícipes de la sociedad por el hecho de ser personas. Es muy fácil imaginar
el plus de emoción y de impulso revolucionario en la Béjar de 1868. No es
casualidad que aquí la revolución se produjera en los primeros momentos y con
casi toda la población participando en ella.
Barricada de la Puerta de la Villa. Béjar, 1868
Pero ya dije antes que la
historia debería interesarnos solo en tanto que pueda servirnos como ejemplo
para ser trasladada a nuestros días, como espejo de actuación para nosotros
mismos.
Y ahora, aquí y en voz alta, es
cuando me atrevo a imaginar qué pensarían de nosotros todos estos héroes, qué
nos pedirían a nosotros si queremos también alzar la bandera de la libertad, si
realmente aspiramos a ser libres y ayudar a que nuestros semejantes también lo
sean. Lo haré solo en términos generales, pero con el deseo de que cada uno de
nosotros se dé por aludido en alguna de las peticiones que aquí se describan.