18 de diciembre de 2017

Sobre don Luis de Ávila y Zúñiga, marqués de Mirabel, y algo más...



Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

La noticia de lasubasta del busto de sí mismo regalado por el emperador Carlos V a su amigo ycronista Luis de Ávila y Zúñiga, que ha dado nombre a un salón del Palacio del Marqués de Mirabel en Plasencia, merece algunas precisiones, y la primera es que don Luis no fue el primer detentor del título, sino su tío y suegro Fadrique de Zúñiga y Sotomayor, que lo recibió del mismo emperador.  




Sala Carlos V del Palacio del Marqués de Mirabel, Plasencia.  
Foto Alberto Bravo



      El título nobiliario hace referencia al actual municipio de Mirabel, 30 km al sur de Plasencia, que por haber sido señorío anterior de Francisco de Zúñiga y Manrique de Lara, hijo de Álvaro de Zúñiga y Guzmán, I duque de Béjar, y padre de don Fadrique, lleva en su escudo hasta hoy el campo de plata y la banda de sable del escudo de la Casa de Zúñiga y de los duques de Béjar.

15 de diciembre de 2017

El busto de Carlos V del Palacio de Mirabel se pone en venta en medio del revuelo de las redes sociales



      Corría septiembre de 1556 cuando el recién abdicado césar Carlos V desembarcaba junto a su real séquito en Laredo para iniciar el que sería su último viaje, aquel que llevaría a su último retiro en el Monasterio de Yuste, donde llegó el 5 de febrero de 1557 y donde moriría el 21 de septiembre de 1558. 

 Escudo de don Luis de Ávila y Zúñiga

      Junto al emperador, en su séquito, se encontraba uno de sus hombres de confianza, don Luis de Ávila y Zúñiga, su cronista oficial, comendador mayor de la Orden de Alcántara, Marqués de Mirabel, por su matrimonio con su prima doña María de Zúñiga, Manuel y Sotomayor, II Marquesa de Mirabel, señora de Alconchel, Mirabel y Berantevilla. Don Luis de Ávila, nacido en Plasencia en 1504, era el hijo segundo del II Conde del Risco, don Esteban de Ávila y de su mujer doña Elvira de Zúñiga y Guzmán, hija a su vez del II Conde de Bañares y I Conde de Ayamonte, don Pedro de Zúñiga y Manrique de Lara y de su mujer doña Teresa de Guzmán. Su abuelo fue don Álvaro de Zúñiga y Guzmán, I Duque de Plasencia y I Duque de Béjar. Don Luis quedaría huérfano de padre a los pocos meses de su nacimiento, ocupándose de su educación su madre. Los títulos y estados de su padre fueron heredados por su hermano mayor Pedro Dávila.

10 de diciembre de 2017

A poca distancia de Béjar... Miranda del Castañar



     Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez 

        Son 36.6 kilómetros al NO por la carretera SA-220 para ser exactos, trayecto que se recorre en 44 minutos en automóvil según las páginas dedicadas a informar distancias en la red (por la SA-225 son 47.7 km y 57 m)


Google.com

       La localidad pasó en 1457 a poder de los Zúñiga cuando Enrique IV creó el condado de Miranda del Castañar para Diego López de de Zúñiga (nombre de pila igual que su abuelo), hermano menor de Álvaro de Zúñiga, futuro I duque de Béjar. Tiene un castillo que conserva la inscripción Esta obra mandó facer el conde don Pedro Estunyga en anyo de MCCCLI, por lo que podría deducirse que el constructor fue el padre de Diego y de Álvaro, o que la inscripción es apócrifa. Debajo hay un ángel que sostiene el escudo de los Estúñiga/Zúñiga, el mismo de los duques de Béjar.

Inscripción y ángel con el escudo en el castillo de Miranda del Castañar. Galeon.com

3 de diciembre de 2017

Un libro recoge la biografía del anarquista bejarano José Mª Blázquez de Pedro (Patriletras)



Autora: Carmen Cascón Matas

El libro José Mª Blázquez de Pedro. Un anarquista entre dos mundos (Béjar, Panamá, Cuba), de Ignacio C. Soriano Jiménez y Miguel Íñiguez, está editado por la Asociación Isaac Puente de Vitoria y el Centro de Estudios Bejaranos, a propuesta de los autores, organizó su presentación en Béjar al ser ésta una biografía de un bejarano casi desconocido para el gran público. El acto tuvo lugar en el Casino Obrero el 24 de noviembre. 

 Portada del libro


Antonio Gutiérrez Turrión, miembro del CEB, en una charla amena con Ignacio Soriano Jiménez, propuso una serie de eventos trascendentales en la vida de José María Blázquez de Pedro, desgranando entre ambos su intensa trayectoria vital y salpicándolos con la lectura de fragmentos de sus artículos. Así los presentes pudimos transportarnos a aquel Béjar de 1875 en que nació en el seno de una familia conservadora y religiosa; asistimos a su transformación de ideas a raíz de su estancia militar en Cuba donde fue testigo de las injusticias que cometía el ejército contra el pueblo llano y sufrió las privaciones del soldado raso; volvimos con él a Béjar y después a Salamanca a estudiar tres años de Filosofía y Letras en la Universidad; sin acabar la carrera llevamos nuestros pasos con él a Madrid durante un tiempo, donde fue encarcelado y conoció a otros anarquistas; regresamos de nuevo a Béjar, donde abre la librería “La Racional” en los portales de Pizarro y somos testigos de una actividad frenética a la hora de publicar artículos en revistas y periódicos nacionales e internacionales, de fundar periódicos como “Patria y Letras” (de ahí su apodo de Patriletras), “La Dinamita” o “Cultura y Tolerancia” y de asentar las bases del Ateneo Bejarano; asistimos en suma a la predicación de sus ideas anarquistas basadas en la tolerancia, la defensa del débil y de la mujer, y la lucha frenética contra el clericalismo. 

26 de noviembre de 2017

Diego López de Zúñiga, la Biblia Políglota Complutense y la disputa con Erasmo de Rotterdam



Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

     Injusto es Henk Jan de Jonge, profesor de Nuevo Testamento en la Universidad de Leiden, Holanda, cuando dice que Zúñiga debe su fama casi exclusivamente a su polémica con Erasmo (Opera Omnia Desiderii Erasmi Roterodami, 1983). De hecho Diego López de Zúñiga fue un reconocido teólogo, experto en lenguas orientales, elegido por el cardenal Cisneros para encabezar el grupo de eruditos encargados de redactar la Biblia Políglota Complutense, labor a la que estuvo dedicado quince años. Enseñaba en la Universidad de Alcalá y luego lo hizo en Roma, donde fue nombrado embajador pontificio por el papa Clemente VII, y acompañó al emperador Carlos V en su visita a Italia.



      Era, además, del linaje de los duques de Béjar, y hacía ostentación del escudo ducal en la portada de sus publicaciones. Numerosos miembros de su familia eran personajes importantes de la corte imperial y funcionarios reales en Europa y América, y se pueden recoger interesantes datos de su carácter en la correspondencia del cardenal Cisneros y de otros dignatarios de la época. Su nombre de pila era Diego López en honor a su antepasado Diego López de Estúñiga, que también lo llevaba en esa condición.         

 


Exposición V Centenario de la Biblia Políglota Complutense en la Universidad Complutense de Madrid, 2014