Amigos de Béjar y sus historias

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10/10/2025

El convento de la Piedad de Béjar. De maitines a vísperas (1ª parte)

Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto

Publicado: Semanario Béjar en Madrid

        El recorrido vital del convento de la Piedad o de las dominicas de Béjar, con casi tres siglos de fundación pía, ha sido convenientemente ilustrado por diversos investigadores que de alguna manera han ordenado los conocimientos y el material existente sobre el tema[1]. Por eso en esta ocasión nosotros nos centraremos más en el antes y el después del establecimiento religioso, y en algunos datos que creemos inéditos sobre su desarrollo.


         Ni fue fácil el establecimiento de la institución dominica, empezando por la adquisición rocambolesca del inmueble que lo alojaría, ni sencillo su desmantelamiento en medio de un ambiente anticlerical y desamortizador. Sus años de vigencia, desde los estertores del siglo XVI hasta mediados del XIX estuvieron llenos de dificultades, incluso se puede llegar a pensar en algún momento, vencidos por el pesimismo, que se trató de un proyecto fallido. El convento de la Piedad nunca logró competir, si es que este término puede caber entre hermanas, con el de la Anunciación, el popular monasterio de las Isabeles, mucho más antiguo, mucho más cercano a la sociedad bejarana y, sobre todo, mucho menos elitista. Arrastró desde sus inicios el lastre del patrocinio ducal; y aquella cerrazón electiva de solo admitir entre sus monjas a las hijas de los criados más selectos de los duques (esos que no se descubrían ante su señor), junto con las elevadas dotes que se exigían para el ingreso de las novicias, terminaron por dificultar su perduración y condenarlo prematuramente a la decadencia. 

10/03/2025

¡¿El castillo de Burgos...?! ¡A los Zúñiga nunca más!

 Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez 

A mi nieto Adriano

  

          La historia relacionada con el título comienza en 1391, cuando el rey Enrique III entregó la autoridad sobre el castillo de Burgos a Diego López de Estúñiga, ricohombre y señor de varias villas en Castilla y Navarra, y miembro de su Consejo, que en 1396 obtuvo la villa de Béjar por intercambio de Frías con el rey. Desde el siglo anterior se consolidaba el linaje de Diego en la corte castellana, donde él mismo había sido compañero de juventud del padre de Enrique, el anterior monarca, y luego también su consejero, detentando ahora el título de Justicia Mayor del reino.    

 

Entrada al recinto del castillo de Burgos. Diariodeburgos.es

 

          La siguiente autoridad del castillo fue Pedro de Estúñiga, I conde de Plasencia, II señor de Béjar e hijo de Diego, de quien heredó el cargo de Justicia Mayor. Ejercía la tenencia de la fortaleza Íñigo de Estúñiga, primo de Pedro, cuando este y su primogénito Álvaro planificaban desde Plasencia la caída de Álvaro de Luna, poderoso valido del rey Juan II, que se albergaba en Burgos. Premunido de una orden de arresto proporcionada por la reina, Álvaro de Estúñiga reunió tropas en Curiel para dirigirse a Burgos, y con apoyo de las fuerzas del castillo a cargo de su tío, apresó al valido y lo llevó a Valladolid, donde fue decapitado.   

9/26/2025

"El mayor ladrón de España", familiar del duque de Béjar

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

          El 11 de enero de 1601 se formalizó el traslado de la corte de Felipe III de Madrid a Valladolid, y sólo cinco años después, el 4 de marzo de 1606, se realizó el proceso a la inversa, provocando en ambas villas, en cada ocasión, un feroz desequilibrio en el valor de las propiedades inmuebles, fenómeno que hoy se describe como boom inmobiliario, golpe inmobiliario, pelotazo inmobiliario, etc. El inductor y gran beneficiario de la gestión fue Francisco de Sandoval y Rojas, V marqués de Denia y I duque de Lerma, valido real con poder ilimitado, que logró llevar a su máxima expresión la regla de oro de la especulación: comprar barato y vender caro.


El duque de Lerma, por Rubens, en el Museo del Prado. Es.wikipedia.org

 

         Hijo de Francisco Gómez de Sandoval y Zúñiga, IV marqués de Denia, y de Isabel de Borja, hija del santo jesuita Francisco de Borja cuando era duque de Gandía, a través de su abuela paterna Catalina de Zúñiga, hija mayor de Francisco de Zúñiga, III conde de Miranda del Castañar, entroncaba directamente con Pedro de Estúñiga, II señor de Béjar y padre de Álvaro de Zúñiga, I duque de Béjar, y por demás está decirlo con Diego López de Estúñiga, I señor de Béjar y genearca de la Casa de Zúñiga, que incluía principalmente los títulos de Béjar, Miranda del Castañar y Monterrey. Fue contemporáneo de Alonso de Zúñiga, VI duque de Béjar, y de Pedro Fernández de Castro, VII conde de Lemos, familiares suyos a quienes dedicó Cervantes la primera y segunda parte del Quijote.

9/19/2025

¿Quién fue Fernando Aguilar y Álvarez?

Autor: José Antonio Sánchez Paso

Publicado: Béjar en Madrid, septiembre de 2025.

          En el pasado mes de junio se presentó en Béjar el libro Fernando Aguilar y Álvarez. Vida, obra y pasión (1849-1891), ganador del Premio Girbal 2024, editado por el Grupo Cultural San Gil y del que quien esto firma es el autor.


 

       ¿Quién fue Fernando Aguilar y Álvarez? Digamos de entrada, para tranquilizar al lector al que la pregunta le haya pillado de espaldas, que un auténtico desconocido para los bejaranos. Vivió apenas 42 años. Falleció a principios de la última década del siglo XIX y durante los siguientes ciento treinta años apenas su nombre ha sido mencionado en ninguna parte. Movido a la curiosidad por esa ausencia, comencé a interesarme por él y recoger todo lo que me iba encontrando, para ver hasta dónde llegaba que el olvido fuera justificado. Y a la postre, no lo era. Reconstruida su biografía y su obra literaria, ha resultado un personaje fascinante, digno de mejor suerte que el limo de las aguas del río Leteo.

       Nació mediado el siglo en la calle de las Armas, hijo de un burgués bejarano que llevaba su mismo nombre, fue hermano de un fraile y una monja, pero cuando se fue a Madrid una temporada en su adolescencia se convirtió en la oveja negra de la familia: allí se hizo republicano y socialista, y más tarde, ya en Béjar de nuevo, anticlerical y masón. Y no por ello perdió la buena relación con todos sus familiares.

9/12/2025

La Gota de Leche en Béjar (1927-1945)

Autora: Mª Teresa López Hernández

Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar 2023, pp. 34-37. 

 

       Las instituciones llamadas Gota de Leche nacieron de la necesidad de combatir la desnutrición y fomentar los cuidados higiénicos para evitar la alta tasa de mortalidad infantil que, en España a principios del siglo XX, era de un doscientos por mil. La primera de ellas se fundó en 1894 por el doctor León Dufour en Francia y fue consecuencia del desarrollo de los métodos para la esterilización de la leche y la maternalización de la misma propiciados por Pasteur y Gaetner, que permitieron su distribución entre aquellos lactantes que por diversas causas no podían tener una lactancia natural[1]

 La institución en cualquier lugar de España. Foto sacada de aquí 

       Desde los primeros años del siglo XX voces autorizadas clamaron porque se instaurara la Gota de Leche en Béjar. El doctor Pinilla, que ostentaba la Cátedra de Enfermedades Infantiles de la Facultad de Medicina de Salamanca, ante la creación de una Junta de Damas de la Buena Prensa en esta ciudad, afirmaba que, aunque estaba muy bien evitar que maridos y hermanos leyeran cosas dañinas, mejor era salvar la vida de un niño y abogaba por constituir una asociación que se encargara de ello[2].

         Pero fue desde 1917, a raíz de la gran crisis que atravesaba la industria textil de la ciudad, cuando se incrementaron las demandas en este sentido. El empresario Francisco Gómez-Rodulfo, en una conferencia en el Salón Variedades, como respuesta a la exposición que ante el Ayuntamiento habían hecho los obreros, propuso un proyecto social que en su punto 4º sugería establecer una escuela para los hijos de los obreros hasta los siete años en la que estuviera integrada la Gota de Leche[3]