Amigos de Béjar y sus historias

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8/22/2025

Los festejos de Doñana de 1624 y los Zúñiga

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

Sede de la Reserva Biológica Doñana del Centro Superior de Investigaciones Científicas y ubicado en pleno corazón del parque nacional homónimo, el núcleo primitivo del edificio fue mandado construir a fines del siglo XVI por Alonso de Guzmán y Zúñiga, VII duque de Medina Sidonia, una de las mayores fortunas de Europa y nieto de  Teresa de Zúñiga, III duquesa de Béjar, para su esposa Ana de Mendoza y Silva.      

 

Andaluciainformacion.es

 

      En febrero de 1624 su hijo Manuel Alonso, VIII duque de Medina Sidonia, recibió aviso del rey Felipe IV que visitaría sus Estados ducales, por lo que el titular mandó fabricar en el desierto del bosque una ciudad capaz al hospedaje de su majestad y la corte, alrededor de 700 personas, según relata el poeta y testigo presencial de los hechos, Pedro Espinosa, en su obra Bosque de Doña Ana a la presencia de Felipo Quarto..., etc.     

8/15/2025

Pedro de Oliva pide licencia al duque de Béjar para crear un mesón en la calle de La Carrera en 1761

 Autor: Agustín García Gómez

  Para la investigación histórica sobre la villa de Béjar, especialmente la del siglo XVIII con la implantación de la fábrica de paños finos promovida especialmente por sus dos últimos duques[1], existe una base de información formidable que todos los investigaciones e historiadores o simples aficionados domésticos, como el que esto escribe, tienen a su disposición en su domicilio sin necesidad de desplazamientos, que es el Portal de Archivos y Revistas Españoles, comúnmente llamado PARES, dependiente del Ministerio de Cultura y disponible a cualquier consulta en internet.

   En su sección del Archivo Histórico de la Nobleza (AHNOB), se encuentra el Archivo de la Casa de Osuna,  uno de los de mayor volumen de documentos, y dentro de él el Archivo Ducal de Béjar (ADBéjar) el cual, y pese a las múltiples vicisitudes históricas sufridas que merman su contenido, guarda la documentación relativa a los duques de Béjar, la familia Zúñiga, y también, y eso es lo importante para esta presentación, otra mucha relacionada con los habitantes de su Villa y Tierra, que  resulta interesante para conocer su vida. Hemos de comprender que los Zúñiga eran los señores ducales, muchas veces en la distancia y hasta cierto punto ajenos comparados con el resto los bejaranos. Debido al desordenamiento y la dispersión de sus legajos resulta necesario el empleo de tiempo para su consulta, pero a la vez  da la oportunidad de conocer el día a día de la vida villana y sus vecinos como el suceso que a continuación se expone.

 Para entender su contenido hay que explicar que hasta el siglo XVIII Béjar estaba distribuida en diferentes barrios diseminados y arremolinados en torno a las tres iglesias principales: Santa María la Mayor, El Salvador y San Juan Bautista, después de la desaparición, en 1568[2], del resto de parroquias por orden del obispo de Plasencia don Pedro Ponce de León. Béjar se extendía desde la Puerta de San Lázaro al oeste, hasta el puente de la Corredera al este ya extramuros, como fue pintada por Ventura de Lirios en 1726 y 1727 por encargo del duque don Juan Manuel en el cuadro Villa Vijerrensis o Panorama de la villa Vijerrensis, como así fue titulado en la subasta de arte en la quiebra de la Casa de Osuna en 1896, y hoy conocido como Vista de Béjar.

   Tan largo y estrecho caserío estaba dividido en la Villa Vieja -desde la Plaza Mayor hacia el oeste a través de la calle la Carrera, plaza de la Alcaicería, iglesia de Santa María la Mayor, calle Mayor de Santiago e iglesia del Señor Santiago-, y la Villa Media y Nueva -desde la plaza Mayor hacia el este hasta la Corredera más allá de la Puerta de la Villa o de Ávila y que llegaba hasta el puente de la Corredera sobre el río Cuerpo de Hombre (único puente que existía para acceder a los tintes y batanes en lo que es actualmente es el Parque Municipal de la Aliseda, lugar primigenio de la Fábrica de Paños Finos) y a la ermita de los Mártires San Fabián y San Sebastián, patronos de la villa, con su Alameda del Recreo, y más arriba a la finca de caza y recreo ducal de El Bosque-. Ya se ha señalado a la plaza Mayor como eje vertebrador de la vida villana con la representación de sus tres poderes, el señorial con su palacio Ducal, el eclesiástico con su iglesia del Salvador y el civil con su Ayuntamiento edificado hacia  1578. 

Recreación de la Villa de Béjar, según Catastro de Ensenada de Oscar Rivadeneyra

 

  Pero lo que aquí se quiere señalar es que la calle de la Carrera, la actual Rodríguez Vidal a la ladera sur del Palacio Ducal, era la única calle o vía de comunicación entre las dos villas, dado que su ladera norte estaba ocupada por la huerta del Aire con sus jardines y caballerizas y el barranco de las Guaridillas sobre el río Cuerpo de Hombre. Hay que considerar que no existía la actual Ronda de Viriato o carretera de Circunvalación,  mucho más reciente, aunque sí existía el Cerradillo o actual Padre Roca, como lugar de acceso al Valle de las Huertas. El tráfico de personas, animales y carros transitaba necesariamente por La Carrera para salir o entrar en la Villa Vieja, lo que hoy llamamos genéricamente La Antigua.

8/08/2025

Sobre el verano y el veraneo en Béjar hace un siglo (1ª parte)

 Autor: Iván Parro Fernández

         Para muchos de nosotros el verano es tiempo de ocio y de esparcimiento, días en los que desconectamos (o lo intentamos) de los quehaceres habituales para poder disfrutar de otros placeres y de otros lugares (cuando se puede), ya sea en mar, montaña, ciudad o pueblo. Espero que los lectores estén disfrutando de un estupendo verano. 

 Plaza de España de Béjar a principios de siglo

         Pero me preguntaba ¿qué pasaba en Béjar en los meses de verano de hace un siglo? ¿Qué acaecería en esos días de sol y de descanso para algunos? En este viaje al pasado vamos a utilizar como referencia y guía de nuestros comentarios al semanario de Béjar La Victoria, un buen referente para conocer todo el acontecer de la ciudad, y más concretamente quince de sus ejemplares, aquellos que van desde el sábado 20 de junio de 1925 hasta el sábado 26 de septiembre de 1925, o dicho en números del citado semanario, del 1612 al 1626.

8/01/2025

El Concilio de Trento, el emperador Carlos V y el linaje de los duques de Béjar

 Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

        Celebrado entre 1545 y 1563, el Concilio de Trento fue una serie de reuniones de la alta jerarquía eclesiástica católica que, en respuesta a la reforma protestante, definió la posición teológica y administrativa de la Iglesia proyectándola por espacio de cuatro siglos hasta el Concilio Vaticano II.

 

Sesión del Concilio de Trento por Tiziano. Es.wikipedia.org

 

        Su principal impulsor fue el emperador Carlos V por la necesidad estratégica de mantener la unidad religiosa y política del imperio amenazado por los turcos, y en su realización tuvieron parte importante clérigos, diplomáticos y funcionarios españoles.

         Sobrino de Álvaro de Zúñiga, I duque de Béjar, Luis de Ávila y Zúñiga, marqués de Mirabel, acompañó al emperador en sus campañas, y en su Comentario de la guerra de Alemania justifica así el inicio de las hostilidades contra los protestantes: Estaban ya las cosas en Alemania en tales términos, que había venido a ser tan grande el poder de los que protestaban la nueva religión, que se veía claramente cuan necesario era que Dios pusiese su remedio en ellas… Y si por fuerza se quisiera llevar era cosa dificilísima, porque la confederación y liga que entre sí tenían era tan grande, que ninguna parte había en Alemania donde los luteranos no fuesen los más poderosos…  

7/25/2025

Semblanza política de Nicolás Rodríguez Vidal (3ª Parte y final)

Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto

Publicado: Béjar en Madrid 

       A mediados del siglo XIX la clase fabricante bejarana parecía decantada políticamente por el liberalismo pero indefinida en cuanto a las distintas tendencias que esta corriente planteaba. La apertura comercial y empresarial que el liberalismo propiciaba resultaba idónea para las aspiraciones de expansión de los industriales textiles. Años antes, alguno de los bejaranos ligados a la actividad fabril había sufrido la cruenta represión que contra los liberales más significados organizaron los gobiernos de Fernando VII tras el regreso al absolutismo. Entre ellos no faltaron personas vinculadas familiarmente a Nicolás Rodríguez Vidal como es el caso de Joaquín Martín Caballero, Diego López y Juan Sánchez de Adrián, tenidos algunos de ellos como «constitucionales», «exaltados» o «esparcidores de malas ideas»[1]

     Pero ya a partir de 1833 con la regencia de María Cristina y el reinado de Isabel II el liberalismo termina por institucionalizarse lo que supone un espaldarazo para las aspiraciones de los industriales. Nuestro protagonista parece situarse al comienzo de esta etapa como liberal moderado, es decir dentro de las tendencias dominantes, al igual que hizo la mayor parte de la burguesía nacional. Tal filiación se entiende, en primer lugar, porque el régimen liberal le había permitido acceder, entre otras, a la propiedad de  bienes que habían sido de la Iglesia, lo que de otro modo hubiera resultado imposible[2]. A nivel político ese posicionamiento intentaba compatibilizar las rémoras del antiguo régimen, adaptándolas al momento que ya se vivía, con el impulso parlamentario. El objetivo era doble: lograr colocar bajo llave a la propiedad privada, todo un símbolo del empuje burgués, y evitar levantamientos de carácter radical o netamente revolucionarios. 

 Isabel II

         Nicolás Rodríguez Vidal fue evolucionando hacia posicionamientos del liberalismo progresista. Ello parece deducirse ya en 1854 cuando ayudó a sufragar los gastos del monumento que Madrid dedicó en marzo de ese mismo año a los políticos Argüelles, Calatrava y Mendizábal, referencias nacionales del progresismo y aun de las relaciones con la masonería[3]