Autor: Carmen Cascón Matas
Publicado: Béjar en Madrid, nº 4452. Julio de 2007.
El conflicto por la preeminencia parroquial entre las iglesias de San Juan Bautista y de Santa María la Mayor no terminó, sino que se acentuó aún más si cabe. Ya relatamos en el artículo antecedente los altercados que se produjeron entre los clérigos de Béjar el 14 de agosto de 1597, día del entierro del cura rector de San Juan, y los del día siguiente, hechos motivados por el orden de las cruces procesionales y que se resolvieron con la confirmación de la preeminencia de la de Santa María.. Los alborotos continuaron un año después: en mayo de 1598 el Obispo de Plasencia, ante la situación, y por un despacho enviado por el duque de Béjar Francisco III, resuelve dirimir el conflicto volviendo a confirmar la preeminencia de la parroquia de Santa María, declarada ya por D. Pedro Ponce de León en 1568. Sin embargo, la resolución no parece ser aceptada, pues un tal Gaspar de Oviedo, entre otras personas, enviaron despachos desde el Consistorio a Plasencia contra esta medida. La decisión del Obispo, apoyada por el Duque, se mantuvo con firmeza, a pesar de las dichas oposiciones.
Tribunal de la Inquisición. Extraído de portal planeta
Pero, la vida del Licenciado Castañares no se centró sólo en conflictos: como cura párroco de Santa María la Mayor , a la que se adscribía el Palacio Ducal, poseía el privilegio de bautizar a los hijos de los duques de Béjar. Así ocurrió en el caso de Don Alonso de Çúñiga y Sotomayor, hijo legítimo y primogénito de los Excelentísimos Señores Duques de Béjar Francisco Diego López de Çuñiga Sotomayor y Doña Ana de Mendoça su mujer bautizado por nuestro personaje el día 11 de Febrero de 1621 y que luego sería Duque de Béjar con el nombre de Alonso II. (si quereis saber más de los bautismos y otras ceremonias de la familia ducal
http://ccasconm.blogspot.com/2008/12/ceremonias-religiosas-y-familia-ducal.htmlhttp://ccasconm.blogspot.com/2009/01/normal-0-21-false-false-false.html
Portada de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
aparecida en 1605. La obra estaba dedicada a Alonso II, duque de Béjar
En 1623 se le adjudicó, además del título de párroco de Santa María la Mayor , el de Comisario del Santo Oficio de la Inquisición. Hemos de aclarar que en el Béjar de la Edad Moderna , como en toda la península, esta institución poseía jurisdicción, aunque sin sede propia, pues dependía de la de la ciudad de Llerena. Por este motivo se han documentado distintos cargos en nuestra Villa, caso de Familiares y de Comisarios, desempeñado habitualmente este último por un clérigo del Cabildo Eclesiástico con carácter rotatorio. Castañares, por tanto, no fue el único que poseyó este cargo, sino que hasta la abolición definitiva de esta institución en el reinado de Fernando VII, pasaron por este título varios eclesiásticos.
Pero lo que llama realmente la atención de nuestro personaje, a parte de su historia vital, es el hecho de que conocemos su rostro. Sin lugar a dudas esto es excepcional, pues, exceptuando el caso del canónigo Bartolomé López Dávila, cuya estatua orante se encuentra en la iglesia de San Juan, coetáneo de nuestro licenciado, no conservamos el retrato de ningún bejarano de esta época. Castañares debía estar obsesionado, como miembro del estamento nobiliario, con dejar memoria de él y sus familia a lo largo de los siglos. Por este motivo costeó su propia tumba en vida (quizás hacia 1610) y la situó en el lado del evangelio del presbiterio de la iglesia de Santa María la Mayor. Bajo un arcosolio coronado por el escudo nobiliario de su apellido en piedra, sobre el sarcófago en el que yacerían sus restos mortales, mandó esculpir su propia estatua orante en madera, para rezar y adorar a Dios por toda la eternidad por un lado y dejar recuerdo de sí mismo por otro, mezcla de devoción y de vanidad.
Cimborrio de la Catedral Vieja de la Catedral de Plasencia
Extraído de arte guías
El arcosolio, los letreros y el sarcófago esculpidos en granito han desaparecido bajo una capa de yeso y piedra, embebidos en el muro del presbiterio (un día puede ser que vuelvan a la luz), pero la estatua orante aún se conserva. La intención de Castañares, por tanto, triunfa todavía. Nuestro licenciado aparece representado arrodillado, revestido de casulla y roquete, con el manípulo en su brazo izquierdo, las manos juntas en actitud orante, modelo habitual en la época (sigue el modelo de las estatuas orantes de los Austrias en El Escorial, por ejemplo). Pensamos que es un retrato de madurez y por sus rasgos característicos quizás refleje con cierta exactitud al modelo. No tendría mas allá de 40 o 50 años, pues en aquél entonces se envejecía con mayor rapidez que en la actualidad. Su gesto no es severo, sino dulce, con una ligera sonrisa en los labios, los ojos muy abiertos, quizás ensimismado en la oración, contemplando la gloria de Dios por toda la eternidad, o con cierto aire de triunfo, la cabeza alta, orgulloso ante los logros obtenidos en vida.
El Viernes 9 de Marzo de 1618 otorga testamento, documento que ha llegado hasta nosotros, siendo de extremo interés por el detallismo descriptivo, y por el que podemos hacernos una idea del poder y riqueza de nuestro personaje alcanzados al final de su vida.
Estatua orante del Licenciado Castañares.
Iglesia de Santa María la Mayor. Béjar
En primer lugar deja fundada una capellania en la iglesia de Santa María, dotada con 25000 maravedíes anuales de censo de dos misas reçadas cada semana que se tienen que dezir en el altar maior con su responso cada misa sobre mi luçillo o sepultura, la una el miércoles y la otra en domingo. Para este fin deja estipulado que se nombre a un capellán, título que irá aparejado de un salario de 23000 maravedíes anuales. Esta práctica era muy habitual en la Edad Moderna : dejar fundada una capellania para que se dijeran misas por su alma, dejando una renta para pagar los gastos de dichas misas (en este caso 3 ducados para la cera y 1 para el vino, 500 m para la parroquia) y el “sueldo” del sacerdote o capellán que las dijese. En este caso, Castañares especifica que es su deseo que este cargo recaiga en un pariente o descendiente de las personas que yo declarase y no otras. Conviene a saber doña Águeda mi sobrina e los descendientes de ella por vía recta. De esta forma la renta quedaría dentro de la familia. Sin embargo explicita a continuación que sean preferidos a los demás parientes los descendientes de mi sobrina Doña Agueda e de Pavlo Ordóñez de Lara, su marido. Deducimos por la consulta de otros documentos paralelos las razones de esta preferencia; y no son otras que el cargo que desempeñaba su sobrino político: Don Pablo Ordóñez de Lara, casado con doña Águeda Castañares hacia 1616, era alcaide de Palacio y Secretario del Duque de Béjar, matrimonio ventajoso que no hace sino refrendarnos la hidalguía de esta familia.
Sigamos con el testamento: no obstante si no es posible que algún descendiente suyo curse la carrera eclesiástica, baste para servir la dicha capellania que sea ordenado de grados y corona y tengan la edad que el derecho pide para tener beneficio o que pruebe que está estudiando en Salamanca o en otra universidad. Además del cargo de capellán se necesita en toda capellania el nombramiento de un patrón, es decir, un beneficiario directo de las rentas, que sea el encargado de nombrar capellán y administrar los bienes. Item es mi voluntad es de dejar todo este vinculo y heredades, dinero, renta vomo llevo dicho en esta hoja e los bienes que dejare vinculados e nombro como patrona a mi sobrina Doña Águeda de Castañares. A su muerte pasarán de generación en generación a sus descendientes directos, y si faltasen estos, al párroco de Santa María y al abad del Cabildo Eclesiástico.
Antigua fotografía del altar mayor de la iglesia de Santa María.
Béjar
Por otro lado, decide beneficiar a los pobres de la Villa de Béjar, añadiendo dejar 50000 maravedíes anuales para vestir a ocho pobres el día de Santa Lucía.
En años sucesivos modifica su testamento, dictando varios codicilios (julio de 1623, agosto de 1623, septiembre de 1623 y noviembre de 1623). En ellos aparece aquejado por una enfermedad que le postra definitivamente en cama desde agosto de 1623 hasta el día de su muerte, domingo 31 de diciembre de 1623. Los funerales fueron multitudinarios: ubo letanía y vigilia de tres liçiones y misa con diaconos, asistieron todos los sacerdotes del Cabildo Eclesiástico y diez de fuera de la ciudad y se le dijo una misa complementaria el día de su muerte por los frailes del Convento San Francisco.
La memoria del Licenciado Castañares se ha disipado a lo largo de los siglos, su tumba ha desaparecido, pero su rostro aún pervive, desafiándonos a desentrañar su historia vital y el mundo en que vivió.
BIBLIOGRAFÍA:
-Libro de Colecturías de la parroquia de Santa María (1618- 1660). Archivo parroquial de Santa María la Mayor. Fols. 33 v y 34.
-Libro de bautismos de Santa María nº3 (1595- 1648) Archivo parroquial de Santa María la Mayor. Fols. 120. P. 745
-Libro de reducción parroquial..Archivo parroquial de Santa María la Mayor
-Documentos sueltos del archivo de Santa María la Mayor.
Gracias a esa curiosa mezcla de devocion y vanidad que usted menciona vamos conociendo los rostros de algun que otro personaje. Un buen sistema cuando no eran tantos los retratos que se encargaban ni se había inventado la fotografia. Pero tal parece que mas que orar por toda la eternidad buscaban ser recordados ellos por toda la eternidad. Ese afan de inmortalidad que se apodera de nosotros y tiene tan diversas formas de manifestarse es el que nos permite ahora conocer el aspecto de su personaje.
ResponderEliminarBisous, madame
Felicidades por este estudiado e investigado relato .
ResponderEliminarLa imagen de la inquisición es de respeto.
Cuando me he fijado en la escultura del licenciado Castañares , "sus manos en actitud orante " , aprécio unas manos muy grandes en relación al resto del cuerpo , quizás sea para resaltar ese momento de actitud orante ,ó... no sé .
Un beso.
Hola Carmen!
ResponderEliminarMuy bueno tu artículo, como siempre. Y felicidades por este cambio de look, ¡Me encanta! Un abrazo!
Madame Minuet: por desgracia auqnue conservemos su retrato, nada como niajar en el tiempo y verles en persona. Oir sus voces, su forma de hablar, comportarse y ademanes. Pero, como eso es imposible...
ResponderEliminarY ese anhelo de perpetuidad recompensado es, desde mi opinión, una fuente de poder excepcional. Qué mayor poder que tener en tus propias manos la posibilidad de ser recordado, aunque sólo sea el nombre, a lo largo de los siglos.
Besos
Loli Martínez: tienes toda la razón. Tiene unas manos enormes, pero a mí me parece que es un recurso artístico, una manera de resaltar su devoción, concentrando la mirada del que lo observa en esas manazas símbolo de oración. Además hemos de tener en cuenta que la posición de la escultura sería dándonos la espalda, mirando hacia el altar, y como mucho se vería escorada, resaltando de perfil quizás sus rasgos y las manos voluminosas.
ResponderEliminarBesos, artista
Ana Trigo: muchas gracias. Me apetecía un cambio. Y es que teneis unos blogs tan bonitos que me daba un pelín de coraje tener el mío tan sosito, el pobre. Pero es envidia sana, jajaj.
ResponderEliminarBesitos
La verdad es que no se puede decir que estos personajes dejasen nada al azar,tanto en vida como despuès de muertos lo tenìan todo atado y bien atado.Es muy interesante como nos vas descubriendo la vida de todas estas personas,su historia, y lo mejor de todo es la forma que tienes de contarlo,sencilla y documentada.Que chulo el montaje fotogràfico,eres guay. Un saludo.
ResponderEliminarJuana María: cuando investigo en los archivos veo cruzar por delante de mis ojos las historias de tanta gente!!! Encuentras datos desperdigados y nombres que no te dicen nada al principio. Pero a medida que te adentras, que vas leyendo las letras picudas y retorcidas del pasado, que curioseas en el archivo de San Juan o en el Municipal, te acabas dando cuenta que hay personajes con historias fascinantes. Y son tantos!!!Cuando tienes datos suficientes y en tu cabeza te has forjado una imagen sobre ellos (cómo eran, qué sentían, qué hicieron, por qué sobresalieron)decides escribir.
ResponderEliminarEn Béjar tenemos el defecto de pensar que toda la Historia de nuestra ciudad se centra en lso Duques. Pero, qué va. Hay gente muy curiosa: desde la esclava al párroco, desde el Regidor a la fabricante.
Me alegro que te haya gustado el montaje, porque no sólo pienso en los bejaranos, sino también en aquéllos que no nos conocen y aparecen aquí en el blog rebotados de no se sabe dónde.
Besazos
Hola Carmen, pasa por mi blog Mitologia que hay un regalito para ti
ResponderEliminarBesos Isthar
Isthar: ahora mismito me paso.
ResponderEliminarUn beso