3 de octubre de 2009

El matrimonio del duque don Joaquín a través de las cartas enviadas al consistorio (1ª parte)

Autora: Mª del Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.562. 21 de agosto de 2009.


Aquella era una noche fría, una más del mes de enero. La helada posando escarcha brillante sobre las superficies mojadas, chuzos colgando de los aleros, callejones solitarios, desiertos, oscuros, sólo iluminados por la luna que se cierne sobre los tejados. Impera un silencio sepulcral en la Calle Mayor roto sólo por las leves y apresuradas pisadas de un gato que se ciñe a las fachadas, huyendo de la oleada de viento serrano que pasa ululando, agitando los cuarterones de las ventanas cerradas a cal y canto.


De repente, una puerta se abre con chirrido de goznes, un perro ladra en la lejanía, alarmado quién sabe por qué, y su lamento rebota y rebota. Sombras se acercan, caminan lentamente, bajando la calle apenas alumbrada por teas que portan en sus manos, bultos embozados con capas de pesado paño, bien calados los sombreros de ala ancha y de tres picos sobre las cabezas. A medida que se van acercando hacia nosotros, rostros se asoman a los ventanuchos de las casas, primero tímidamente, después alzando la voz y saludando a los que pasan.




"Los zancos", de Francisco de Goya

Ahora reparamos en que los vecinos han adornado balcones y ventanas con lo que han encontrado a mano (colchas, sábanas bordadas, flores secas, símbolos religiosos, todo atado y bien atado para que la ventisca no lo arranque de las fachadas). Y mientras, el grupo de embozados, curtidos los rostros por el frío viento, camina junto a nosotros, mientras a su paso varios vecinos gritan: “¡Vivan don Joaquín y doña Escolástica!” y la algarabía se desparrama a medida que llegamos a la Plaza Mayor.


Todo comenzó cuando el consistorio recibió esta carta del señor Duque: 

Consistorio, Justicia y Regimiento de mi Villa de Bejar: ha llegado el caso en que deseo experimentar vuestra buena Ley y que acrediteis los ofrecimientos que tantas vezes me haveis hecho. Yo estoy en precision de tomar estado y para el acierto he considerado conveniente acudir a los señores sacerdotes de esa Villa, a quienes suplico se me haga una Rogativa por nueve dias en la Yglesia Parroquial de Santa María. El dia de fiesta que en ella deseo sea publica con misa cantada y concurrencia de todo el Pueblo, que contemplo tambien interesado; para esto dareis las providencias correspondientes enterando a todos, quan de su agrado sera la asistencia. Y me dareis quenta de como se ha ejecutado.
D(ios) o(s) G(uarde) m(uchos) a(ños).

Madrid, diciembre nueve de 1757.

Quien os estima
El Duque de Bejar"
.

Finca de El Bosque, palacio de verano de los duques de Béjar

Así informaba el duque de Béjar don Joaquín su intención de elegir esposa al consistorio bejarano, para lo cual invocaba la ayuda de Dios y el apoyo de sus vasallos. Al fin y al cabo el matrimonio de un noble tenía mucho que ver con lo político y no era un asunto meramente amoroso. Y si a este hecho sumamos el que el Duque ya había estado casado en primeras nupcias con Leopoldina Isabel Carlota de Lorena, matrimonio que se había efectuado en 1732, con resultado desastroso (se disolvió en 1760, curiosamente tres años después de la carta), es comprensible que pidiera toda la ayuda de la corte celestial. Si la anulación no se llevó a cabo hasta tres años más tarde, ¿por qué el duque comenta que va a tomar estado?. Quizás sus intenciones se adelantaron a los acontecimientos, pues su segundo matrimonio no se celebró hasta después de dicha disolución. 

Diez años llevaba ya rigiendo sus extensos señoríos, pues su padre don Juan Manuel II había fallecido en 1747. Don Joaquín Diego López de Zúñiga se llamaba y era el único hijo varón del matrimonio entre su padre y doña Rafaela de Castro Portugal y Borja. Sólo le acompañó en sus juegos infantiles una hermana, Mª Josefa, que andando el tiempo casarían con el conde de Lemus. 

Por aquel entonces hacía ya algunos años que los duques apenas pisaban tierras bejaranas, disfrutando de los cargos cortesanos, en el caso de don Joaquín durante los reinados de Felipe V, Fernando VI y Carlos III. Ostentaban los títulos de ayos de los príncipes e infantes y mayordomos mayores del Príncipe de Asturias. Aunque eso no estuviese reñido con el interés que demostró siempre en impulsar el desarrollo de la manufactura de paños bejarana de la que extraía múltiples beneficios económicos. Por ejemplo, con el tintado de paños, monopolio exclusivo de su señorío y por el cual todos los fabricantes debían pagar por la utilización del Tinte Ducal. 


Edificio del consistorio (Plaza Mayor) y
santuario de la Virgen del Castañar (patrona de Béjar) al fondo

Pero vayamos al año que nos ocupa y veamos qué representó esta carta para el consistorio bejarano.
El requerimiento ducal se llevó por supuesto a cabo con toda precisión, pues nada más llegar el correo (transportado a uña de caballo, es decir, una posta a toda prisa desde la Corte) el día 14 de ese mismo mes (por tanto, 5 días más tarde, lo que nos da idea de la tardanza de la correspondencia, que a veces podría resultar de vital importancia) se reunió el Consistorio.

Para esta celebración de alto copete se estableció una novena y misa cantada con la participación del párroco de Santa María (el templo propio de los Duques, por pertenecer el Palacio a su feligresía) y del Abad del Cabildo Eclesiástico. Asimismo, todas las campanas de las parroquias y comunidades religiosas debían de ser tañidas desde la víspera. De esta forma repicarían las de Santa María, El Salvador y San Juan Bautista, a las que se sumarían las de los Conventos de San Francisco, Monjas de la Piedad y de la Anunciación. Enmudecidas estaban ya por el rigor de l paso de los siglos las de San Pedro, San Andrés, Santa María de las Huertas, San Miguel, San Nicolás y Santo Domingo, todas ellas ya arruinadas por entonces, y otras que aún estaban en pie, pero que habían perdido su carácter de parroquia con la reducción de 1568 como Santiago y San Gil. Las campanas del reloj de Villa y Tierra, situadas en la torre de esta última, repicarían a las doce del mediodía durante la novena. 

(Continuará)

30 comentarios:

  1. Madame, como me ha hecho disfrutar con su bellisima y viva introduccion, recreando cada detalle de aquel frio enero! La historia resulta doblemente apasionante cuando viene envuelta en tan lujosos ropajes como son las palabras que usted emplea para describirla.

    Y que suspiros arrancan aquellos tiempos de los jinetes de posta. Es cierto, cuánto se tardaba incluso para lo mas urgente, pero yo creo que tenia mucho mas encanto que nuestros modernos y practicos emails.

    Feliz tarde, madame

    Bisous

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  2. Pués debió de ser el acontecimiento del año,vamos de tres años.La noticia,la demora,los preparativos,la novena,las campanas,la ceremonia.Vamos tuvieron los vecinos tema para hablar y criticar para una temporada.
    Y la boda ¿sería por amor?.
    Carmen,deleitanos con una novela histórica,tu puedes.

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  3. La primera parte del artículo es muy novelesca. Me ha gustado. Me estaba yo imaginando en esa calle Mayor del siglo XVIII con ese frío de enero, ahí en medio, viendo la escena.

    Un abrazo.

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  4. La carta es tremenda. Pasa una buena semana.

    Saludos y un besazo!

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  5. Dame Masquee: intento que la Historia sea siempre fresca, cercana, divertida a la vez que rigurosa. A veces mi imaginación se impone e introduce la historia que voy a narrar posteriormente. Un relato que se podría haber contado científicamente (dentro de lo que es posible tratándose de una materia basada en lo social), sin adornos, se muestra al lector a la manera de las novelas, por lo menos al principio.

    Y todo ello es porque el Béjar en Madrid, el semanario en que publico mayoritariamente estos artículos que cuelgo en el blog (otros más sesudos quedan para publicaciones específicas), es leído or todos los públicos, lectores a los que les cuesta a veces adentrarse en la historia.

    Creo que usted opina como yo, madame.

    Un beso y feliz domingo

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  6. Juana María: no creo que fuera por amor, sino por intereses políticos, económicos y de familia. Así eran los matrimonios de entonces: matrimoniaban adolescentes que se desconocían por completo. Decían que la edad traía aparajeado el cariño (ojo, cariño, no amor), y a veces así era. Quizás, en algunos casos, habría amor a primera vista, pero serían los menos.

    Pues, ¿sabes que lo de la novela histórica ya me lo ha planteado más gente? No esta dentro de mis prioridades, de momento (nunca digo que no a nada por si cambio de opinión, para que luego no me digan, "ya te lo decía yo").

    De todos modos, graias por la propuesta Juana. Ya sabes que todas tus opiniones las tengo muy en cuenta.

    ¿Qué tal van esas clases de pintura? Ya me dirás. Un besazo

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  7. Juan Carlos: me encanta imaginarme siempre en las escenas que intento relataros. Es la manera de que la narración brote con fuidez y que los lectores se diviertan. La Historia es a veces aburrida y tediosa si todo se reduce a fechas y nombres. Hay que adentrarse en ella, pornerse en el lugar de, y hacer el ejercicio de situarse y vivir por unos segundos dentro de la Historia. Si no, no hacemos nada.

    Me alegro de que te haya gustado.

    Un beso Juan Carlos

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  8. La sonrisa de Hiperión: la carta es toda una primicia, una exclusiva, pues estaba dormida entre las actas del consistorio, esperando aletargada a que alguien se fijara en ella.

    Un saludo

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  9. Una gran narración para un buen trabajo. Enhorabuena por la recuperación de la carta y enhorabuena porque has logrado trasladarnos en el tiempo.
    Saludos, Carmen

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  10. Haces las descripciones como una novelista, llenas de vida y color. Me encanta esta manera tuya de divulgar la historia bejerana con la pasion y la buena pluma de las que haces gala. Me quito el sombrero, querida amiga. Y me quedo tambien con la intriga de que el duque decidiera tomar estado tres años antes de haber quedado libre. Besos.

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  11. ¡¡pero que bien vivía esta gente!! se pegaban la vida padre en la corte a costa de tener ataditos y produciendo a sus subditos, a los que solo visitaban para lucirse y dejarles claros que las clases existían por la gracia de Dios...

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  12. tu diras lo que quieras pero en este curro ingente que te marcas hay materia para una buena novela histórica
    yo que tu buscaba editor
    saludos moza
    beso brujo

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  13. Pues parece una boda de alto standing como las que hoy aparecen el Hola, polémica incluida. Si es que nada nuevo bajo el sol...jejeje. Un besito, guapa!

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  14. Me adhiero a Juana en lo de animarte a escribir una novela histórica (o de cualquier tipo). Eres una buena prosista. Tienes la capacidad de convertir lo prosaico de los acontecimientos en lírico, lo aséptico en literario, y eso sin ser caer en ningún romanticismo fácil.

    Besos.
    Riva.

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  15. Carmen me ha encantado , la verdad que al principio he pasado un poquito de miedo.......pero luego con la intriga ha desaparecido...ha sido genial.
    Todo un placer leerla .
    Un fuerte beso .

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  16. Xibelius: muchas gracias por tu comentario. Espero que así haya sido (al menos lo intento).

    Saludos a Sanabria

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  17. Isabel Romana: pues también me quedo con la duda, y más conociendo que su segunda esposa, doña Escolástica de los Ríos resulta que tenía un hijo de un matrimonio previo. ¿Por qué casarse con una mujer de segundo plato?, ¿amor?. No creo.

    Un besazo y sigue recopilando narraciones sobre Roma para nuestro deleite

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  18. José Luis de la Mata Sacristán: ya sabes que el sistema señorial no desapareció legalmente hasta principios del siglo XIX. Así es que en Béjar no va a ser menos, aunque, todo hay que decirlo, tras acabar la guerra de Independencia los vecinos agarraron unas escaleras y se liaron a picar los escudos ducales de la fachada del ayuntamiento. Desde entonces Béjar presumió de ser uno de los fortines del liberalismo, lo cual nos indica el grado de necesidad de liberarse del yugo ducal por parte de los bejaranos.

    Un saludo

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  19. Cuentos brujos: sigues empeñado en ello, ¿eh?, jejeje. Que no, hombre, que no, que sólo intento divertir al personal e intentar que la Historia no sea un tocho repleto de fechas y batallas, reyes godos, buenos y malos, Mateo Hernández, duques y El Bosque. Intento acercarme a la sociedad que es lo que interesa, a gente como tú y como yo que tenía que malvivir entonces, salir pa´lante como se pudiese (a pesar de reyes, señores y demás jefazos) y pasárselo bien.

    Un beso brujo

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  20. Ana Trigo: las cosas siguen igual, nada más que en vez de señores de sangre azul, ahora tenemos toreros, futbolistas, donnadiequenosededondesalen y demás farándula de los pastiches de la prensa rosa (tengo alergia a las revistas y programas de cotilleo, me salen granos y sarna cada vez que aparecen, jeje)

    Besos, guapa

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  21. Óscar: no, si al final voy a tener manifestantes a la puerta de casa suplicándome que escriba una novela histórica que luego nadie lea, ni nadie compre, y de la que todos opinen, "que si sí, que si no, que es buena, que no lo es". Lee el comentario que le he hecho a Cuentos Brujos ahí arriba (es para no repetirme).

    Y esta repuesta no quita mis agradecimientos por tu comentario (lo cual me indica que el camino de picar unos tropezones de novela en un caldo de Historia no es malo para dar lugar a un plato novedoso y de buena digestión).

    Un beso

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  22. Loli Martínez: me gusta que te haya intrigado al principio. De una noche como las demás, silenciosa y fría, se pasa a una algarabía de gente de fiesta, y todo promovido desde arriba. Aunque, si lo pensamos bien, es una alegría impuesta, pero los españoles no necesitamos mucho para introducirnos en el buen yantar y el buen beber.

    Un besazo, artista

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  23. Gracias por compartir con tanto sentimiento,adoro nuestra historia,que seriamos sin ella,me he visto dentro de la narracion,Gracias por compartir.Con cariño Victoria

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  24. Un texto tan riguroso como divertido, me ha ido adentrando poco a poco en esta historia del duque.

    Imaginando como sonarían las campanas todas a la vez de iglesias que llevaban tiempo enmudecidas, debió ser apotósico sonido.

    Pues seguiremos atentos Carmen, un abrazo!

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  25. Victoria: me alegro de que te haya gustado. Pásate por el blog, es tu blog, el blog de todos. Estais en vuestra casa.

    Un beso

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  26. Carmensabes: jejej, sí seguiremos atentos. Parece como si la historia estuviese ocurriendo hoy mismo y que mañana continuase. Una crónica periodística de una boda real. Me gusta porque la Historia está viva, siempre abierta, espera nuevos oyentes, nuevos lectores, nuevos novelistas, soñadores, poetas, cineastas, ... que la retomen, vuelvan a retomar e imaginen, rescaten, revivan.


    Un besazo

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  27. Querida Carmen. Una historia interesantísima, apasionante, narrada en forma amena, felicidades.
    Un gran abrazo
    besos Isthar

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  28. Isthar; muchísimas gracias por tu comentario. Un besito y que pases buen fin de semana (esta vez más largo, jejej)

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  29. Yo tambien me voy a manifestar a las puertas de tú casa para que escribas una novelilla. Por supuesto cuenta con las ilustraciones por parte del HOMBRE DEL BLOG. Y ya que estoy ahí esperaré para que me firmes un ejemplar. Buen trabajo. Un saludo.

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  30. Hombre del Blog: qué pasados con la novelilla...Ya veré, lo pensaré, no sé. Mientras no me ocupeis la casa enplan okupa con parada y fonda durante meses...

    Un beso

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.