Con su incomparable modo de escribir versos, Luis de Góngora y Argote dedico sus Soledades al mismo duque de Béjar que mostró tan poca compasión con Migue de Cervantes al dedicarle la primera parte del Ingeniosos Hidalgo: Alonso I. ¿Qué tenía don Luis que no tuviera don Miguel? No lo sabemos, pero los versos que inician su libro vuelven a resaltar el tema del interés que mostraban los literatos de la época por encontrar un mecenas entre los miembros de la nobleza y de éstos hacia aquéllos para que sus obras ensalzaran su nombre y el de sus antepasados.
En estos versos don Luis parece demostrar su conocimiento de Béjar y de su naturaleza. Así se nombra al oso, fiera que habitaba en el paraje llamado "Garganta del Oso" o la famosa nieve de la Sierra, la proximidad de la Vía de la Plata también utilizado como camino de peregrinación hacia Santiago y las peñas de la sierra, así como lo adecuado de los montes bejaranos para cazar. También, cuando ensalza al duque, parecemos verle en su finca de El Bosque, descansando ocioso, mientras en su escudo (el de los Zúñiga) campea la cadena. Incluso nos hace un desglose de los árboles habituales de la zona: pinos, encinas o robles.
Pasos de un peregrino son errante
cuantos me dictó versos dulce Musa,
en soledad confusa
perdidos unos, otros inspirados.
¡Oh tú que, de venablos impedido,
muros de abeto, almenas de diamante,
bates los montes, que de nieve armados,
gigantes de cristal los teme el cielo,
donde el cuerno, del eco repetido,
fieras te expone, que al teñido suelo
muertas pidiendo términos disformes,
espumoso coral le dan al Tormes!
Arrima a un fresno el freno, cuyo acero,
sangre sudando, en tiempo hará breve
purpurear la nieve,
y en cuanto da el solícito montero,
al duro robre, al pino levantado,
émulos vividores de las peñas,
las formidables señas
del oso que aun besaba, atravesado,
la asta de tu luciente jabalina,
o lo sagrado supla de la encina
lo augusto del dosel, o de la fuente
la alta cenefa lo majestüoso
del sitïal a tu deidad debido,
¡oh Duque esclarecido!,
templa en sus ondas tu fatiga ardiente,
y entregados tus miembros al reposo
sobre el de grama césped no desnudo,
déjate un rato hallar del pie acertado
que sus errantes pasos ha votado
a la real cadena de tu escudo.
Honre süave, generoso nudo,
Libertad de Fortuna perseguida;
que a tu piedad Euterpe agradecida,
su canoro dará dulce instrumento,
cuando la Fama no su trompa al viento.
*Voy a estar esta semana lejos del ordenador y de este Béjar, centro y eje de este blog. Espero ponerme al día con sus blogs en cuanto vuelva. Un abrazo.
La Garganta del Oso y los muros de abeto
bates los montes, que de nieve armados,
gigantes de cristal los teme el cielo,
gigantes de cristal los teme el cielo,
Escudo de los Zúñiga |
A lo mejor era que el Duque de Béjar era más amante del Culteranismo que de otras tendencias de la literatura barroca. Si no, no se explica, porque el cordobés era un tanto antipático. Eso sí, un genio. De eso no cabe la menor duda.
ResponderEliminarSaludos.
Con el patronazgo a Cervantes y Góngora ya puede alegar protección a las letras la Casa de Béjar.
ResponderEliminarSaludos.
Seguro que Gongora le hizo más tilín al duque con sus palabras o mejor dicho con su mejor conocimiento bejarano.
ResponderEliminarQue te diviertas en estos días de libertad bloguera. Un beso.
Excelso y supremo Góngora, paladín de las castellanas letras del Siglo de Oro...leer los poemas en castellano del XVII es una de las cosas más hermosas...parece que el Duque aunque no muy docto gozó de dedicatorias de los más grandes.
ResponderEliminarUn beso y que lo pases bien en tu retiro.
Magnifica entrada, como todas las tuyas, muy trabajada, bien documentada, buenas fotos etc.
ResponderEliminarCon perspectiva histórica parece ser que el Duque de Bejar no anduvo muy fino Gongora antes que Cervantes, claro que había que estar en su lugar en aquel tiempo, cuando seguro que recibía peticiones de todos sitios.
De todas forma es como el que tuvo un Monet de su primera época y no lo quiso comprar por cuatro duros.
espero que tengas buen viaje y nos leeremos a tu vuelta.
Un beso.
Vaya con el paraje de la centena!!! es precioso.... ah!! cómo me gusta el verde... verde que te quiero verde.... ufff! que me voy, je ,je...
ResponderEliminarUna entrada siempre brillante, pero ya lo sabes... qué haces que mi lado de documentalista se mordisquee los labios, sobretodo el inferior, je, je... de pura envidia, nada más... qué mimbres y qué trenzado haces hija... y dices que tardarás una semana??? Quiero pelos y señales de qué has hecho... ya sabes... solo quiero los detalles románticos, de animales y flores... nada de piedras... ni se te ocurra salir con este buen tiempo a ver piedras ¡¡¡por favor!!! Llévate una botellita de vino y como mínimo 2 copas, nunca se sabe...si nos veremos tú y yo, je, je... y feliz día!!
Bss...
PD supongo que es el regalo de cumpleaños ¿me equivoco? juas, juas...
Amiga, como siempre un placer haberme pasado de nuevo por tu casa. pasa feliz domingo.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Al duque le gustaría más la poesía que la prosa. De todas formas: dos grades figuras de la lírica y de pa narrativa. Si se llevaba bien con Gógora, con Quevedo se llevaría fatal. Muy interesante tu entrada.
ResponderEliminarUn abrazo
Espero que tu descanso sea provechoso Carmen. La entrada simplemente magnifica.
ResponderEliminarSaludos
¡Que lo paséis bien y que disfrutéis de las "piedras" (como dicen más arriba) y de lo que no son las "piedras"! Vais a disfrutar del que es probablemente uno de los mejores "amontonamientos de piedras" más maravillosos que ha creado el ser humano. Yo sí quiero detalles de esto.
ResponderEliminarAbrazos.
No sé que gratificación recibiría Góngora, pero ya debió ser buena. Lo merecía. Un abrazo.
ResponderEliminarLa poesía es toda una apología al Duque y las aventuras del excelso caballero de La Mancha en ese momento debían ser difíciles de entender.
ResponderEliminarSe hace extraño para ojos actuales que hubiera osos por toda España y aún en esa época los había.
Un saludo Carmen que te diviertas.
Vaya, nos cruzamos, pues...Yo acabo de llegar...Espero que tengas una buena semana, Carmen, yo me lo he pasado en grande :D
ResponderEliminarUn beso, guapa
Que bonita poesia! Que digo bonita?! es excelsa. Ademas el paisaje que mostras es maravilloso, para soñar...
ResponderEliminarBesos, Carmen, y feliz descanso.
Te vamos a extrañar.
Los escritores, como todos los artistas, siempre buscaron el amparo y la protección de los señores pudientes, mecenas que patrocinaran sus obras. Góngora no escapaba a esta costumbre y buena recompensa obtendría del Duque de Béjar, en esa época, uno de los grandes de España. Que lo pases bien, Carmen, aunque sea fuera de tu tierra. Abrazos.
ResponderEliminarEl hecho de que Gón dedicase esos versos al Duque de Bejar en su libro Soledades podía deberse a la busqueda de un mecenazgo por su parte, imagino que hab´ras muchos casos de simbiosis parecidas, me parece lógico.
ResponderEliminarEn todo caso leyendo los versos parece que Góngora conocía al Duque y también el paraje porque lo descibe con lujo de detalles, supongo que el Duque estaría encantado.
Ya veo que no soy la única que ha estado de vacaciones, ya han terminado.
Besos Carmen.
Madame, nos deja usted con buena literatura mientras aguardamos su regreso. Usted se va mientras para los demas se terminan las fiestas. Espero que disfrute mucho de su semana de vacaciones!
ResponderEliminarFeliz dia
Bisous
Con el genio de Góngora, no creo que si hubiera tenido que pagar el Duque, no se habría echado atrás, je,je.
ResponderEliminarSaludos Carmen¡¡
En primer lugar, con las fotos de esos parejes me lleva a programar una visita a Béjar, ya que ahora no se entra, se va por la autovía. En cuento a Góngora, pienso que, al igual que Cervantes, andaría en busca de mecenazgo y financión, aunque eso no quita mérito a su obra, aunque desde siempre me ha resultado su lectura y su corriente literaria difícil de leer y entender.
ResponderEliminarUn saludo y hasta pronto.
Muy buena entrada y como siempre muy bien documentada.
ResponderEliminarEspero y deseo que tu ausencia sea para que lo pases a lo grande...
Besos
Góngora, a mi modo de ver, es el más grande poeta español de todos los tiempos, a pesar de no haber publicado en vida ningún ejemplar. Así lo reconoció la Generación del 27 en el homenaje de su tercer centenario.
ResponderEliminarUn abrazo, Carmen, y que lo pases muy bien.
¡Hay que ver con cuantos grandes os codeábais los bejaranos! Que descanses y disfrutes, carmen. Te esperamos. Besos.
ResponderEliminarEnorme privilegio para el duque el contar entre sus aduladores al genial Góngora, lástima que no viera con los mismos ojos a nuestro Miguel de Cervantes.
ResponderEliminarLo que es un auténtico regalo es la poesía de Góngora, quién sino él para escribir con ese maravilloso dominio del castellano.
Gracias por su entrada Carmen :-)
Hola Cármen, anduve muy cerca de Béjar por tierras salmantinas y me acordé de ti. Siempre es un placer cruzar el tormes. Espero que disfrutes unos días alejada de este trato:)
ResponderEliminarUn beso
Querida tocaya,
ResponderEliminarSi tu alejamiento del mundo píxelado es para disfrutar y descansar, pues disfruta y descansa que menuda entrada tan bonica nos has dejado. Ay, tu tierra cuanto da de si...
Besicos murcianos.
Carmen cuanta historia nos enseña cada día feliz fin de semanas.
ResponderEliminarSaludos desde
Abstracción textos y Reflexión.
Buena poesia y preciosas fotos!!
ResponderEliminarGóngora sin duda conoció al duque y este encantado que lo alabara :))
Ya nos contarás como te ha ido en Granada.
Un beso.
Queridos todos:
ResponderEliminarYa he regresado de mi descanso primaveral y espero ponerme al día durante esta semana. Iré pasando poco a poco por vuestros blogs para saludaros.
Gracias por los comentarios. Espero que os haya gustado esta mezcla entre poesía, Historia y Naturaleza.
Un abrazo
Gracias por su visita feliz semana Un cordial saludo desde…
ResponderEliminarAbstracción textos y Reflexión.