“Los Hombres de Musgo y su parentela salvaje. El mito silenciado”, de Gabriel Cusac y José Muñoz. Un libro imprescindible.

“A mediados de los noventa iniciamos la persecución del más extraño personaje de la ciudad de Béjar, el Hombre de Musgo, y el empeño nos condujo al país imaginario del salvaje. El resultado de ese largo y accidentado recorrido es este libro en el que se muestran sus orígenes míticos en el nacimiento de la vida urbana de Oriente Medio y sus derivaciones a través de las culturas de Occidente, incluso por la Castilla de Ultramar (...).

           La tradición de reconquista que hoy conocemos, la que se pregona como evento turístico, se ha demostrado muy posterior a la presencia de los Hombres de Musgo en la procesión del Corpus: fue tomando cuerpo bastante después, en el ocaso de Siglo de Oro (hacia 1679). Desde entonces hasta el presente ha transcurrido la etapa mejor conocida y en ella han aportado variaciones- y manipulaciones- significativas a la tradición auotres como Díez y Oliva (1735), fray Liciniano Sáez (ca. 1790), José Mª Quadrado (1884), Robustiano García Nieto (1919) y, sobre todo, Juan Muñoz García (1941)- entre otros-, degenerando en una secuela de versiones donde el mito acaba oculto bajo un disfraz de tópicos locales. 

    Nuestra aportación ha consistido en despojarlo de esa roña, rastrear la pista del salvaje bejarano hasta sus orígenes más remotos para mostrar su dimensión universal, establecer sus cercanos antecedentes parateatrales y clarificar, en lo posible, su incorporación a un relato fundacional cuyo proceso de formación es mucho más reciente de lo que pudiera suponerse”.

   Así inician Gabriel Cusac Sánchez y José Muñoz Domínguez su trabajo sobre los Hombres de Musgo titulado “Los Hombres de Musgo y su parentela salvaje. El mito silenciado”, presentado hace 15 días en Salamanca y la semana pasada en Béjar. Una publicación de todas todas imprescindible para  aquellos que quieran conocer un pasado de Béjar oculto bajo siglos de “roña”, como bien afirman ellos mismos. 

     Recordemos que el Hombre de Musgo es uno de los símbolos más conocidos de nuestra ciudad. Escoltando a la bandera de Béjar (hoy la de España) procesionan varios hombres y mujeres envueltos en tan espectacular manto vegetal en la procesión del Corpus Christi. Durante siglos la explicación a tal presencia se ligaba al hecho heroico de haber “liberado” caballeros cristianos la villa de Béjar del dominio musulmán camuflados de tal guisa, historia que ahonda sus raíces no más allá del siglo XVII, como bien demuestran Gabriel y José en su publicación. La narración había calado tan profundamente en el imaginario colectivo que incluso fue tomado a pies juntillas por los eruditos locales de la primera mitad del siglo XX, proliferando los cuentos e incluso los trabajos históricos sobre el tema. En el último cuarto de la pasada centuria algunas voces clamaron en el desierto sobre la autenticidad de tal hecho heroico, pero el intento había quedado anclado en la mera intención. Hoy podemos disfrutar de este trabajo de 221 páginas y 72 ilustraciones, editado por la Diputación de Salamanca y el Centro de Estudios Bejaranos, que desmonta pieza a pieza, capa a capa de musgo, la figura mítica bejarana por antonomasia. 

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