"Retablos Barrocos del Valle del Corneja" de Mª de la Vega Gómez González

         

Autor: Roberto Domínguez Blanca

         En 2009 una de las colaboradoras de este blog, María de la Vega Gómez González, vio recompensados años de intenso trabajo y de pura y dura investigación, no exentos de sinsabores, en forma de libro: “Retablos Barrocos del Valle del Corneja”, editado en dicho año por la Institución Gran Duque de Alba de la Diputación Provincial de Ávila. El resultado, una obra clave en la historiografía del arte abulense para comprender el devenir de la retablística y sus artífices en la mencionada comarca, y en general, para medir el impacto que tuvo el Barroco en las zonas rurales castellanas.

       Hace el número 88 de la colección “Monografías de arte y arquitectura abulense”. Con una cuidada edición, la acertada elección de la imagen de la portada invita a adentrarse en las páginas del libro. Se trata de una fotografía firmada por Sergio de Vega Ampudia del magnífico interior de la iglesia de Bonilla de la Sierra presidido por tres soberbios retablos, muestra elocuente de la categoría que alcanzó la construcción de retablos en estas tierras.

A lo largo de sus 249 páginas el texto se organiza en tres partes, a las que se añade un cuerpo final en el que tienen cabida la consabida bibliografía y las fuentes archivísticas consultadas, así como los necesarios índices geográfico y onomástico. Un anexo facilita la lectura del texto al recoger 52 fotografías de las obras estudiadas y 77 trazas con las plantas de retablos, que nos habla del concienzudo trabajo de campo llevado a cabo por la autora. Por poner un pero, y no achacable a Vega Gómez, es que la edición podría haber sido un poco más generosa en el aspecto fotográfico, a la altura que se merece este minucioso trabajo de investigación. Las fotografías son en blanco y negro y la mayoría de buena calidad, pero juntar las vistas generales de cuatro retablos en una misma página hace que no se perciban detalles importantes de los mismos. 

El prólogo está escrito por José Ramón Nieto González, profesor que fue del departamento de Historia del Arte-Bellas Artes de la Universidad de Salamanca, recientemente fallecido. El profesor Nieto fue quien dirigió a Vega su trabajo de Grado de Salamanca (antigua tesina), siendo en lo fundamental este trabajo lo que ha dado forma al libro. Aparte de agradecer a la investigadora su empeño por dar a conocer esta parte del patrimonio castellano-leonés hasta ahora inédita, en el prólogo se hace hincapié en cómo la puesta en valor del arte barroco no se hace hasta bien entrado el siglo XX, con autores de referencia como Henri Wölfflin, además de otros que en España emprendieron el mismo camino en el que se sitúa nuestra autora.

 

Iglesia de Bonilla de la Sierra (Ávila)

Como hemos dicho, el núcleo de la obra se divide en tres partes. La primera se centra en los aspectos generales tocantes a la retablística, como las características de los clientes que encargaban los retablos, su coste, los materiales empleados… Especialmente interesantes son los puntos en los que se analiza con precisión la evolución del retablo en el Valle del Corneja a partir de sus elementos, o la extensa relación de retablos desaparecidos. En la segunda parte asistimos a la evolución cronológica del retablo a través de los artistas y los datos de archivo, mientras que la tercera se reserva para profundizar en la biografía de los principales artífices, retablistas y ensambladores de la talla de Miguel Martínez de la Quintana, Antonio González Ramiro, Manuel Vicente del Castillo o el clan de los Navales.

En este libro la autora se detiene en las peculiaridades que muestra la retablística local dentro del gran marco de la castellana, como es la presencia de estípites en retablos rococó. Entre las conclusiones a las que llega, podemos destacar el casi monopolio de lo salmantino en lo artístico; lejos queda ya la importancia de la retablística abulense del siglo XVI (aún latente en el siglo siguiente) de los Isidro de Villoldo y compañía. Respecto a las etapas del retablo barroco, son los churriguerescos los que predominan en el Valle frente a la escasez de los prechurriguerescos. De entre estos últimos el mayor de la parroquial de Piedrahíta quizás sea el ejemplar más notable, cuya integridad peligraría si se hace caso de las voces que piden extraerlo de su ubicación para poder contemplar el retablo mural que se oculta en el ábside.

Iglesia parroquial de Piedraíta (Ávila)

Como comarca vecina de la bejarana son lógicas las relaciones artísticas entre ambas y esto se manifiesta en el libro. Se documenta la presencia de doradores, ensambladores y carpinteros bejaranos, como Juan González, maestro de arquitectura que hace unas reformas en la iglesia de La Aldehuela; o al contrario, artistas del Corneja en nuestra zona, como cuando Manuel González Delgado es contratado en las iglesias de Bercimuelle y Santibáñez de Béjar. Como curiosidad, Gómez González nos relata la venta de un retablo de la iglesia de Puente del Congosto a la de Encinares en el siglo XIX.

En definitiva, estamos ante un texto fundamental en la bibliografía de la historia del Arte en la provincia de Ávila, pero como la cultura no entiende de demarcaciones administrativas, es de obligada consulta a la hora de abordar el estudio de esta temática y comprender mejor su sentido en otras comarcas cercanas como la bejarana.

 El libro se puede adquirir a través del siguiente enlace:

  http://www.diputacionavila.es/igda/igdapub.php?l.190