Hace un par de semanas Amparo Donderis, archivera del ayuntamiento de Sigüenza (Guadalajara) y colega historiadora, se puso en contacto conmigo a propósito de las similitudes entre la tradición de los Arcos de San Juan de este pueblo manchego y los de Béjar. Me propuso una colaboración para una publicación inmediata y, a pesar de la distancia, congeniamos enseguida. La verdad es que ambas teníamos el asunto estudiado. En mi caso ya os comenté que podéis consultar mi trabajo aquí y en el suyo la referencia es "Los Arcos de San Juan en Sigüenza" en Cuadernos de Etnología de
Guadalajara. Revista de Estudios del Servicio de Cultura de la
Diputación provincial de Guadalajara, nº 41 año, 2009, pp 373 -392.
El artículo ha sido publicado en diversos medios de Guadalajara y Béjar, entre ellos en el periódico digital Nueva Alcarria.com , Guadanews.es o Béjar.biz.
Sigüenza |
Béjar/Sigüenza. 27 de junio de 2012.
El
arco a base de rosas y chopos es característico de algunas localidades que también
celebran o han celebrado la fiesta de los arcos, de Aragón a Castilla – León
pasando por Sigüenza se dibuja el sinuoso mapa de una fiesta singular y común a
todas ellas: Albarracín (Teruel), Béjar (Salamanca) y Burgos, una coincidencia
que sin duda tendrá un origen común o un
arraigo similar. En todas ellas se vincula a la celebración del solsticio de
verano y a la necesidad de los niños de recoger dinero para celebrar sus
fiestas.
Esta historia comienza cuando, con motivo de la celebración
de San Juan, Carmen Cascón historiadora y miembro del Centro de Estudios
Bejaranos, conoció un artículo de divulgación publicado en los Cuadernos de
Etnología de la Diputación
por Amparo Donderis, archivera municipal de Sigüenza. A partir de ese momento
se inició una colaboración e investigación entre las historiadoras de ambas
localidades con el fin de analizar qué tienen en común ambas tradiciones que en
el futuro será analizada en conferencias y jornadas culturales en una y otra
localidad. La primera iniciativa conjunta es la redacción de un artículo que va
a divulgarse en la prensa local castellanomanchega y castellanoleonesa.
En
Sigüenza
Los Arcos de San Juan son una de las fiestas más
tradicionales de la ciudad de Sigüenza. Una fiesta con un profundo carácter
popular, alegre e infantil, que alienta
el solsticio y celebra la llegada del
verano. Es una fiesta de calle y de barrio, sostenida económicamente y
alimentada por sus vecinos, dedicada a mujeres y niños. La celebración del
solsticio es una fiesta de origen pagano, un homenaje al sol que fue
cristianizado en la figura de San Juan Evangelista niño y adornada con unos
arcos tejidos de primavera, de origen incierto.
La preparación del arco se inicia la tarde del 22 de
junio con la recogida de ramas de chopo y
olorosas “sanjuaneras”. Al filo de la media noche grupos de niños con
algún mayor se dirigen a coger rosas
multicolores arrancadas furtivamente de unos jardines que al día siguiente
amanecerán huérfanos de rosas, como manda la tradición. El 23 de junio, a media
tarde comienza la elaboración del “Arco de San Juan”: una imagen del Santo niño
colgada sobre una primorosa colcha de ganchillo, rodeada de un arco metálico forrado de ramas de chopo y plagado
de rosas, a sus pies un sencillo altar con un buen mantel. Ataviados con el
traje típico y los niños con grandes bigotes pintados a carboncillo, piden dinero a todo aquel que se acerca a
visitarles: “una perrilla p´al arco” “ San Juan no come” “ pero comemos las
sanjuaneras”, repiten a modo de ritual;
beben chocolate, bailan y cantan canciones típicas de este día, mientras
esperan impacientes la llegada del jurado que premiará el arco mejor trabajado.
Hace años, las jóvenes “chocolateras y sanjuaneras” ataviadas con cualquier atuendo pero arropadas por un
mantón de ganchillo, se acercaban aquel día a la “Pradera de las mozas” cerca
del “Ojo”, a bailar y tomar el tradicional
chocolate. Hoy esta costumbre está algo desarraigada, aunque aún
perdura, convertida en un desayuno que al día siguiente se ofrece a los niños
de cada arco. También hay quien se va de merienda.
Al llegar la medianoche, se enciende una hoguera en la Plaza Mayor para
impulsar energía al sol, según la tradición más ancestral. Cuando sólo quedan
las cenizas, es el momento de bailar con
la rondalla, beber chocolate caliente y recoger el premio. Mientras, se
aprovecha para cumplir con la tradición
de regalar ramos de rosas o colgar cardos en las ventanas de aquellas mozas que no merecen otra cosa.
En Béjar
Béjar
En Béjar
El amanecer del día 24 de junio trae
consigo griterío de chiquillos, alegres sus ojos y prontas sus manos para alzar
hacia el cielo el arco más bonito de Béjar. Los planes trazados jornadas antes
se siguen a rajatabla o se introducen mejoras sobre la marcha. Familiares y
niños, padres y madres, abuelos y nietos, unen voluntades, trabajan codo a
codo. Lo primero, una mesa, trasunto de altar, con su imagen respectiva de San
Juan Bautista, llamado ese día cariñosamente por todos “San Juanito”; luego la
estructura de hierro, metal o lo que sea que sirva para sostener la hiedra y el
verde, cuanto más frondoso mucho mejor; y por último imaginación: profusión de
cadenetas de colores, globos, flores, alfombras de flores, panes y uvas, un
cordero de verdad, manteles bordados, mantillas, cualquier cosa con tal de
llamar la atención del transeúnte.
Y, una vez confeccionado el arco a primera
hora de la mañana, es hora de que los críos con su cantinela característica de
“una pesetita para San Juanito” se lancen a asaltar al transeúnte bandeja o
cestillo en mano. Ante la frase petitoria habitual es tradición que el dadivoso
ciudadano responda reticente “San Juanito no come” y los niños a coro repliquen
“Sí, pero gasta calzones”, consiguiendo la recompensa debida en forma de
tintineantes y brillantes monedas, invertidas más tarde, una vez repartidas
entre los niños adscritos a cada arco, en chucherías. Un jurado recorre uno por
uno cada arco- altar, valorando imaginación y predominio de los elementos
naturales, tiempo y simpatía, colocando una nota. El veredicto se emitirá por
la tarde, una vez que los arcos, parte de una arquitectura efímera y volátil,
desaparezcan a la hora del almuerzo.
La tradición de los Arcos de San Juanito ha
podido ser rastreada en la prensa local por lo que sabemos que proviene al
menos de finales del siglo XIX. Desde entonces se ha mantenido casi inalterable
a lo largo del tiempo, a excepción hecha de que entonces los arcos poseían una
vida menos efímera, pues se mantenían a lo largo de varios días y se utilizaban
como polos de atracción para la festiva noche del día 23 al 24, noche de
misterio plena de luces pavorosas, salidas de las hogueras realizadas junto a
la iglesia de San Juan. Los vecinos se congregaban en torno a ellos, atraídos
por los sones de la música emitidos de los instrumentos instalados a su vera.
En aquel tiempo los arcos ostentaban un significado a medio camino entre lo
infantil y lo adulto.
La costumbre estuvo en riesgo de
desaparecer tras la
Guerra Civil, aunque continuó en barrios aislados y los
grupos de niños asaltantes, llamados “estraperlistas”, solían las más de las
veces carecer de arco. El hambre hacía estragos entonces y unas perrillas
podían solucionar la vida de una semana. En 1966 el párroco de San Juan
Bautista, don Carlos Muñoz, hizo un llamamiento en los periódicos para
recuperar la tradición y en 1969, gracias a la colaboración de la empresa “Carbónicas
Molina”, se vuelven a retomar los arcos. Desde entonces la fiesta se celebra
por el apoyo desinteresado de Molina y la parroquia de San Juan. Personas nombradas por ambos colectivos nombran el
jurado que es el que evalúa los arcos. Esta empresa bejarana destina un
presupuesto importante para premiar los trabajos de los niños según el examen
matinal, pero también se efectúa un sorteo por la tarde. Ningún niño se queda
sin recompensa: desde toallas, pasando por camisetas, chapas, mochilas,
bicicletas, balones hasta dinero para los 3 mejores. El brillo en los ojos de
los pequeños es la mejor recompensa del
día.
Hola Carmen,
ResponderEliminares una encantadora, colorida y entrañable tradicion. Ojala nunca mas caiga en desuso.
Un abrazo.
Una maravillosa tradición, mantenerla y mantenerlas es guardar nuestras raíces.
ResponderEliminarComo siempre tu entrada impecable.
Un beso.
Mantenedla, ya que en si es original y vistosa, y encima los chavales se lo pasan de miedo en su actitud "petitoria"...
ResponderEliminarUn abrazo ¡¡¡
Enhorabuena por este artículo y por esa colaboración tan positiva que, estoy segura, rendirá más frutos. Las tradiciones populares suelen tener raíces muy profundas, mucho más de lo que nos imaginamos y, por ello, nos importan mucho. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarFelicidades, Carmen, por esta aportación tan interesante. Qué importante es mantener y divulgar las tradiciones.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Me imagino que a ti cada año te debe de llenar de recuerdos esta fiesta tradicional, me han gustado mucho todas las fotos de los arcos.
ResponderEliminarUn besito
Esto si que es bonito. Contactar, investigar, recuperar...
ResponderEliminarMe parece genial el trabajo de las dos y lo bien que habéis congeniado a pesar de la distancia como dices.
Es una forma no solo de conocimiento sino de animar a mantener estas tradiciones.
Bss
Muy interesante que exista una conexión entre localidades tan separadas y que sirva para colaborar dos personas lejanas en la distancia pero cercanas en sus inquietudes. Es importante que las tradiciones se conserven, son el enlace con nuestro pasado y con nuestro presente.
ResponderEliminarUn saludo.
Excelente trabajo Carmen junto a tu colega. Algo parecido hay por mi pueblo, aunque no lo mismo, "LAS CRUCES DE MAYO" donde cada barrio prepara un altar que luego es aprovechado con paradas en la procesión del Corpus.
ResponderEliminarUn beso.
Las similitudes son patentes, hasta las peticiones de los chiquillos se parecen. No he leído desde cuando se celebra en Sigüenza, y me pregunto si sería algún cura bejarano el que la llevo a Sigüenza o al reves.
ResponderEliminarUn saludo Carmen.
Carolina, Jose Manuel, Fco. Javier: intentaremos que no se pierda porque, como habrais podido comprobar se mantiene en pocos lugares de España.
ResponderEliminarSaludos
Isabel: creo que está será la primera colaboración de muchas otras. Y es que, la verdad, nos estamos compenetrando realmente bien a pesar de la distancia.
ResponderEliminarUn beso
Francisco, Mari-Pi, Katy: iremos informando de las futuras colaboraciones, no so preocupeis, y cada año seguiremos dando la tabarra sobre esta tradición tan curiosa y bonita.
ResponderEliminarSaludos
Valverde: procuraremos trabajar en conjunto y desde la ditancia. Es lo bueno que tienen las nuevas tecnologías.
ResponderEliminarSaludos
Eduardo: aquí en Béjar también se ha retomado esa tradición de un par de años a esta parte. Tengo que investigar si es algo nuevo o que se perdió en su momento.
ResponderEliminarSaludos
Desdelaterraza: buena pregunta y buena deducción. Precisamente Béjar y Sigüenza tienen una pasado común basado en la manufacturas textiles y no es de extrañar que, mas que un cura, fuesen trabajadores en los paños que se intercambiaron de lugar los que dieron origen a esta tradición común. En ello estamos investigando Amparo y yo.
ResponderEliminarSaludos
Muy bien.Y cual será el origen real de los arcos.... De donde arranca el hecho de hacerlos, en qué se basan. Se me parece mucho a lo del Corpus, a la celebración en el cambio de estación y la tradición del San Juan. Pero, porqué arcos.
ResponderEliminarPuede que sea una pregunta tonta, pero es lo que se me ocurre.
bicos.
Estupendo el artículo, la colaboración y todos los frutos que en cuanto a otras referencias puede dar (tarabajadores del paño, etc).
ResponderEliminarLo de las Cruces de Mayo en Béjar? has hecho algún reportaje?
No sé si tendrá algo que ver, peor en algunos pueblos que tienen a San Juan por patrón, yo creo que rodean la imagen con un arco (natural o no). Ya te diré donde.
Imagino que la tradición es parecida a la de poner el ramo a las chicas durante esta noche que se hacía en pueblos de Castilla (que yo sepa en Ávila y Salamanca).
Es curioso como cada region celebra a su manera el Solticio de verano, es muy interesante la similitud entre los arcos de Bejar y Siguenza.
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana
No tenía ni idea de esa tradición. Y me ha encantado. Yo nací en el barrio de San Juan de Murcia, mi padre se llamaba Juan y en casa se celebraba mucho. En el barrio, procesión y alguna hoguera, no tantas como en Alicante, desde luego. Yo siempre he relacionado esa celebración con el fuego, en descampados o en playas, y me ha interesado mucho la tradición de béjar y de Sigüenza, ciudad que sí conozco (Bejar no, aunqu estoy deseando ir), y me parece una maravilla.
ResponderEliminarConozco perfectamente el origen muy anterior al cristianismo de la fiesta, pero esas tradiciones...¡qué entrañables me parecen!
Un abrazo
Se percibe un origen antiquísimo en estas costumbres, aunque el tiempo, naturalmente, haya transformado las formas de celebración. Paso a leer con detenimiento su trabajo pues estas cuestiones de antropología histórica son interesantísimas.
ResponderEliminarSaludos.
Una bella tradizione, le fotografie son bellissime! buona domenica...ciao
ResponderEliminarHermosa coincidencia en ambos lugares. Y no vea lo bien que me ha sonado eso del chocolate! Poderoso aliciente para atraerme a mí :)
ResponderEliminarFeliz semana, madame
Bisous
De nuevo por tu casa, amiga.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Compartimos en nuestro muro de Facebook. Genial el blog!!! Un saludo
ResponderEliminarMarcelo: es que esa es la pregunta primigenia, el origen de los arcos- altares vinculados al día de San Juan y a los niños. Puede ser una adaptación de las tradicionales fiestas sanjuaneras con inclusión de la vegetación y de las hogueras, comunes a muchos puntos de España.
ResponderEliminarUn saludo
Agev: creo que esta es la primera colaboración de muchas.Ya sé que te gusta mucho el tema así que te iré informando de todo e incluso podremos ver algunas relaciones con la provincia de Avila. En cuanto a los arcos- altar, en Béjar se hacían en diferentes puntos en el recorrido del Corpus Christi, tradición que se ha retomado hace pocos años, perdiendo la primacía del arco de follaje en pro de las alfombras de flores u otros aditamentos copiados de otros lugares.
ResponderEliminarPor cierto, en pueblos cercanos hay tradiciones similares, relacionados con la vegetación, durante el mes de mayo. Por ejemplo, en Valdesangil se coloca el Árbol Mayo en medio de la plaza. En Béjar se ha comenzado a celebrar la Cruz de Mayo y habrá que investigar si se ha retomado algo anterior o si es de nuevas.
Un besote
Mariac: lo bueno que tiene internet es que rompe barreras y acerca lugares.
ResponderEliminarUn beso
Este año me libré de que me pidieran por san Juanito:))
ResponderEliminarInteresante ese hermanamiento con Sigüenza.. así se difunden tradiciones de distintos lugares.
Besos para las dos.
Rosa: hay mucho predominio de los juanes en tu familia y en tu vida, salvo el pequeño detalle de que no te llamas Juana, jejeje. Aquí también hay hogueras la noche del 24 de junio, después de la celebración de los arcos, pero no tiene tanta afluencia de público, ni sabor popular. De todas formas antaño los arcos y la hoguera, la celebración musical, los adultos y los niños se entremezclaban, cosa que no pasa hoy en día. Son dos celebraciones distintas dentro del mismo día.
ResponderEliminarUn beso
Retablo: pertenecen y se integran en las celebraciones típicas del solsticio, con un aire pagano indiscutible.
ResponderEliminarSaludos
Giancarlo: muchas gracias y bienvenido a mi blog.
ResponderEliminarUn saludo
La Dame Masquee: pues ya somos dos, madame. ¿Ha leído la novela "Chocolat"? Imagino que sí, pero por si acaso se la recomiendo.
ResponderEliminarUn beso
Hiperión: bienvenido y feliz semana
ResponderEliminarPlaceres y Más: muchísimas gracias por compartir esta colaboración entre Sigüenza y Béjar. Me alegro de que os haya gustado.
ResponderEliminarUn saludo
Laura M.: este año había más críos que nunca y pedían con mucha más soltura. A mí me asaltaron a eso de la 13.30, cuando a esas horas ya suelen estar cansados.
ResponderEliminarUn besete
Muy interesantes ambas aportaciones que nos muestran la diversidad y la cantidad de tradiciones y fiestas que tenemos y que hay que disfrutar y preservar. un saludo y buen San Juan.
ResponderEliminarEn la vecina localidad extremeña de Coria también hacen unos arcos por estas fechas. No se si son en honor a San Juanito. Lo vi por casualidad un día que estaba allí de visita. Los hacía las mujeres del pueblo con ramas de escobas y cadenetas de papel pinocho. Me quedé sorprendido por la similitud de la tradición. Habrá que preguntar a alguien de allí para que nos lo aclare.
ResponderEliminarDespués de indagar en internet, lo único que se me ocurre es que en las fiestas del Corpus hagan arcos de vegetación, como también se hacían en Béjar en ocasión de la procesión, bajo los cuales pase el cortejo. Esta es una práctica común en muchas localidades españolas junto a la colocación de altares y confección de alfombras de flores o sal. En Coria celebran con mucha pompa San Juan, pero parece que se reduce a un encierro taurino, las hogueras y misa. En todo caso, seguiré investigando por si existe alguna relación con Béjar.
EliminarUn beso y gracias por la aportación