Autora: Carmen Cascón Matas
Fotografías: Manuel Álvarez-Monteserín Izquierdo (MONIZ)
La villa renacentista de El Bosque es uno de los parajes más excepcionales de los alrededores. En ella se aúnan historia, naturaleza, arquitectura, paisaje, botánica, además de ser un lugar de inspiración para artistas y escritores. Pensar en que en otros tiempos pocos ojos podían contemplarlo, más allá de la familia ducal y de los criados de la Casa, agranda su leyenda.
A lo largo de la historia, sobre todo durante los siglos XVI y XVII, los jardines, huertas y palacio fueron engrandeciéndose hasta ofrecer el resultado total que hoy podemos comtemplar.
Mucho se podría decir de El Bosque, acerca de su historia constructiva y de los avatares que ha sufrido hasta el día de hoy, pero queremos centrarnos en un documento particular fechado en 1751, en una época en la que los duques apenas pisaban por aquí, ocupados en mantener su preponderancia en la Corte. Dada su extensión, la villa podía ser perfectamente explotada por arrendatarios que mantenían el monte limpio, las huertas aprovechadas y sus recursos al día por un alquiler. Era usual que de todo ello se ocupara el tesorero ducal, en este caso don Luis de Béjar Centeno.
En el documento referido se especifica que:
1. Es de mi obligación desmontar y limpiar toda la tierra perdida qur tiene el dicho Bosque así de los jardines a poniente hasta las dos puertas que llaman una de la Justa y la otra que llaman del Sr. don Pedro (que santa gloria aya) dejandolo llano y corriente que se pueda transitar y pasear, y la misma obra ha de executar desde la fuente de la Sábana hasta la puerta que sale ael Palomar.
2. Es de mi obligación pagar al Bosquero, entendiendose que la primera obligacion de este ha de ser cuidar los Jardines y demas requisitos perttenecientes al aseo de dicho Bosque.
3. Es de mi obligacion reponer las calles del estanque del agua, de algunos castaños, alamos o árboles de buena vista que hermoseen el sitio.
4. Es de mi obligación terciar el monte Castañar en tres o quatro años [...]
5. Es de mi obligación el reparar dicho Bosque de algunos portillos o reparos menores que acaezca en dicha heredad y en la Casa, a excepcion de algunos maiores que sucedan, como de tejados, paredes, astial grande en las cercas [...].
6. Asimismo es condizion que en los tercios que se hicieran en el monte todas las vigas corporales que salieren y tozas de que se pueda sacar madera de sierra lucida, las he de separar para el Duque, mi Señor. "
FUENTES:
Archivo Histórico de la Nobleza. OSUNA, C.262, D.157. Aprobación de las
condiciones por Luis de Béjar Centeno, tesorero de las rentas del [XII]
duque de Béjar, de cuidar y mantener la heredad del Bosque (Béjar);
copia de un inventario de los bienes que se hallaron en el Bosque; y
carta del duque de Béjar a sus contadores para que paguen las
reparaciones necesarias para arreglar el Bosque tras las lluvias que ha
habido.
Todo muy puntualizado, para que no hubiera duda. El mantenimiento de la citada finca, tenía su trabajo.
ResponderEliminarBesos
Los contratos de mantenimiento de algunas empresas que se dedican a esto muchas veces no pormenorizan tanto
ResponderEliminarsu responsabilidades con la comunidad de vecinos. Eso sí, siempre se puede buscar otra empresa de la competencia. En este caso eso es difícil.
Un saludo.
Tenía sus responsabilidades. E impresiona que las cumplía. No como que hacen mantenimiento de los edificios públicos...Pasan olímpicamente...
ResponderEliminarBesos Carmen
Todo lo que se mantiene es bello, pero también es costoso y laborioso.
ResponderEliminarBonitos jardines, un abrazo.
Por favor, que alguien haga llegar el contrato a los responsables nacionales de bosques, caminos y veredas, a ver si así reducimos los incendios.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si que estaba detallado el balance del administrador.
ResponderEliminarEste lugar junto a la cámara oscura es lo que me queda por conocer en Béjar.
Saludos.
Interesante tema y buenas fotos. Saludos desde Chile, JZR.
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