Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez
En 1471 se cruzaban por los caminos de Europa los mensajeros que llevaban a Roma la solicitud de dispensa de consanguinidad para el matrimonio de la princesa Isabel de Castilla con el príncipe Fernando de Aragón; y la de asignación del maestrazgo de la Orden de Alcántara para el niño de doce años Juan de Zúñiga y Pimentel, hijo de Álvaro de Zúñiga, señor de Béjar y Gibraleón, conde de Plasencia y duque de Arévalo, y de su sobrina y esposa Leonor Pimentel y Zúñiga.
Isabel la Católica
A la muerte de Enrique IV, Álvaro de Zúñiga fue uno de los dos integrantes de la Liga Nobiliaria que reconocieron a la princesa Juana (la Beltraneja) como sucesora, por la palabra dada al monarca y por temor de perder la villa de Arévalo que había pertenecido a la madre de la princesa Isabel, en caso de Álvaro. Sobrevino la guerra de sucesión castellana, y tres de los hijos de este: Pedro, el primogénito, señor de Ayamonte, Lepe y la Redondela; Álvaro, prior de la Orden de San Juan de Jerusalén; y Elvira, condesa consorte de Belalcázar, apoyaron a Isabel.
El duque de Arévalo y el duque de Villena, casado con una nieta de Álvaro, proclamaron a Juana legítima sucesora y la desposaron con Alfonso V, rey de Portugal, que entró con su ejército en Castilla y fue recibido en Plasencia por el duque de Arévalo, Álvaro de Zúñiga, su hermano el conde de Miranda, Diego López de Zúñiga, y un grupo de amigos y parientes. Aclamada reina en Segovia, Isabel manda por cédula real que no sea obedecido ni tenido por señor de sus villas Álvaro de Zúñiga por haber incurrido en el crimen de lesa majestad, y ordena el secuestro de sus bienes por haberse pasado al servicio del rey de Portugal. Después de una victoria en Batanás y la pérdida del castillo de Burgos, los partidarios castellanos de Juana y el ejército portugués, fueron derrotados definitivamente en Toro.
Episodio de la batalla de Toro, por José Bastos, c. 1900, Biblioteca Nacional de Portugal. Es.wikipedia.org
A instancias de Pedro, primogénito de Álvaro, la reina Isabel I consideró que los Zúñiga le habían prestado innegables servicios que compensaban la rebelión inicial y no podían ser olvidados, y firmó con Álvaro un pacto de avenencia que le devolvió (casi) todos sus cargos, oficios y rentas; aunque la razón parece haber sido más bien que la casa de Zúñiga tenía posesiones en Béjar, Plasencia, Peñaranda de Duero, Arévalo y Burgos fuertemente armadas y era en esta zona omnipotente. Cansado y sumido en la tristeza (bordeaba los setenta y sufriría la muerte de su primogénito), Álvaro se retiró a su señorío de Béjar, elevado luego a ducado en compensación por la restitución de Arévalo, donde falleció el 10 de junio de 1488. Los reyes habían confirmado la sucesión de su casa, títulos y estados en su nieto Álvaro.
Patio del palacio ducal de Béjar. Turismodeobservacion.com
Los hijos varones de Álvaro que habían luchado en el bando isabelino recibieron cargos de honor en el ejército castellano, y grandes concesiones en el comercio de trigo y aceite con Portugal. De hecho, a Pedro se le confirmó la posesión de Plasencia, recibió el título de primer conde de Ayamonte y fue padrino de arras en el bautizo del príncipe Juan.
Cortejo del bautizo del príncipe Juan, hijo de los Reyes Católicos, por Francisco Pradilla, 1910 (Pedro de Zúñiga va delante con la bandeja de las arras, ayudado por un pequeño paje) Museodelprado.es
También hubo acercamiento de la reina Isabel con Elvira, hija de Álvaro I de Zúñiga y condesa regente de Belalcázar, a quien visitó de ida y vuelta a Granada (se cree que a la reina se debe el nombre del lugar), y a cuyos hijos demostró particular afecto: Gutierre, el conde lozano, casado con una prima del rey Fernando; y Juan de la Puebla, su nombre en religión, cuyo consejo solicitó asiduamente y a quien quiso elevar al cardenalato, honor que el religioso rechazó. Al cumplirse 500 años de la muerte de Isabel, la Asociación de Alcaldes del V Centenario instaló una placa conmemorativa de la visita de la reina en el cercano monasterio de Santa Clara de la Columna de Belalcázar, fundado por Elvira de Zúñiga.
El conde lozano recibe a la reina Isabel en Belalcázar.
El rodaje de esta escena se realizó en la plaza de la catedral de Plasencia (un apunte de Cielo García)
Ayuntamientodebelalcazar.blogspot.com
Ya crecido Juan, el menor de los hijos varones de Álvaro de Zúñiga, le confirmó la reina Isabel el maestrazgo de la orden de Alcántara, y en la fortaleza a su mando celebró la paz entre los reinos de Castilla y Portugal. Juan participó en la toma de Granada, y junto con los reyes y su sobrino Álvaro de Zúñiga, segundo duque de Béjar y nieto homónimo del primero, y otros parientes, firmó las capitulaciones de entrega de la ciudad. La reina, finalmente, lo promovió al arzobispado de Sevilla y luego al cardenalato.
Juan de Zúñiga y Pimentel, arzobispo de Sevilla y cardenal primado de España. Ccasconm.blogspot.com
Instigada al parecer por Fernando, en 1488 la reina quiso disminuir el patrimonio de un linaje que ella juzgaba con excesiva fortuna, por lo que aconsejó a algunos caballeros importantes de Plasencia que se apartasen de la obediencia y sujeción al nuevo duque de Plasencia (Álvaro II de Zúñiga) y se redujesen a la corona real, y les dio licencia para tomar las armas contra su señor… El rey Fernando II entró el 20 de octubre de 1488 en Plasencia y prestó juramento en la catedral de Santa María la Mayor, incorporando así la ciudad a la corona de Castilla.
En otra artera maniobra, logró el rey Fernando que el papa le concediera el maestrazgo de la orden de Alcántara para cuando el cargo esté vacante por muerte o renuncia de su poseedor, por lo que la reina resolvió finalmente incorporar los maestrazgos de las Órdenes Militares de Caballeros a la Corona de España. Hábilmente, el maestre Juan de Zúñiga se adelantó y pactó con la reina la resignación del cargo, reservándose ventajosas prebendas y un millón de renta por el partido de Alcántara.
Respecto de otras ramas de la Casa de Zúñiga, cuyos parientes mayores eran los duques de Béjar, en 1474 los Reyes Católicos crearon el título de vizconde de Monterrey, en Galicia, para Juan de Zúñiga, que pasaría a su hija Teresa y se elevaría a condado en poder del linaje; y en cuanto al condado de Miranda del Castañar, en 1495 el III titular, Francisco de Zúñiga, contrajo matrimonio con María Enríquez, sobrina del rey Fernando.
Lecturas:
Menéndez Pidal, Ramón: Historia de España (tomo XXVII vol. 1, págs. 167-169) 1983
Moyano, Tomás: Historia de Belalcázar. 2013
Un hecho histórico que marcó la historia de nuestro país. En su reinado se avanzó la reconquista y fue fundamental para la toma de Granada.
ResponderEliminarBesos.
Un relato histórico muy interesante el que nos dejas.
ResponderEliminarSaludos.
Muy interesante historia, la que nos cuenta hoy D. Jorge Zúñiga, y muchas gracias, Carmen por publicarla.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nice post thank you Bob
ResponderEliminar