Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Semanario Béjar en Madrid nº 4.758 (5/08/2016), p. 4.
La pista me la ofreció una amiga
internauta, autora del blog “Todo lo que tiene nombre existe”, Ainhoa. Las
cosas ocurrieron como por casualidad: en una visita a una exposición dedicada
al Gran Capitán en el Hospital Real de Granada se topó con una carta custodiada
tras un cristal. Tras acercarse a ella y leer su contenido, se asombró tanto de
la fecha y del remitente como del lugar donde había sido redactada. Al volver a
casa me mandó un correo electrónico dándome la noticia, pensando, en la duda,
de si se trataba de un hecho sobradamente conocido para nosotros o una primicia
interesante para una investigadora ávida de datos frescos del pasado. El
interés de la misiva estribaba, como decimos, en la fecha (24 de mayo de 1468),
el remitente (el rey de Castilla Enrique IV, hermanastro de Isabel la Católica)
y el lugar de redacción (¡Béjar!).
Enrique IV de Castilla
Salté impulsada como por un resorte
en cuanto leí los datos que me ofrecía en la pantalla del ordenador y comencé a
bombardearla a través del chat de facebook. ¿De dónde procedía la carta? Del
Archivo de los Duques de Maqueda, me desveló. Y, ¿qué decía en ella el rey? Pues
daba las gracias a los castellanos de Badajoz por haber sido leales en un
ataque fronterizo. Y, ¿a quién iba dirigida? La de la exposición se envió al
primo del Gran Capitán, Diego Fernández de Córdoba, primer conde de Cabra.