2 de noviembre de 2019

De máculas en el linaje de los Zúñiga y "El tizón de la nobleza"


 Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

      En esta ocasión, como sucede a veces en la historia, el ataque vino desde dentro porque los miembros de la Casa de Mendoza estaban unidos por estrechos lazos de parentesco con la Casa de Zúñiga, como también con otros linajes poderosos de la época.

 
     A comienzos de 1560, y previa aprobación de Felipe II, Francisco Hurtado de Mendoza, hijo de los marqueses de Cañete, había enviado sus antecedentes familiares al Consejo de Órdenes Militares con el fin de obtener el hábito de Santiago, trámite que fue demorado por suscitarse algunas dudas sobre su limpieza de sangre. Agraviado el joven aspirante, hizo presente de inmediato el hecho a su tío Francisco de Mendoza y Bobadilla, hermano de su padre, que había vuelto de Roma con el nombramiento de obispo de Burgos, el título de cardenal, y el encargo de recoger en Francia a Isabel de Valois y traerla a España para su boda con el monarca, misión en la que llevó consigo, y a su costa, entre parientes, amigos y criados hasta mil quinientas personas, y gastó en ella más de tres millones de reales (Relación de la entrada de Isabel de Valois en tierras españolas, Colección Granvela, Real Biblioteca, Madrid).

26 de octubre de 2019

Los saltos hidráulicos de la cuenca media del río Cuerpo de Hombre y sus propietarios (3ª Parte). El Batán de Arriba


Autor: José Ignacio Díez Elcuaz
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2010.


EL BATÁN DE ARRIBA


El Batán de Arriba es uno de los edificios fabriles de mayor antigüedad en la ciudad de Béjar. Fue construido por iniciativa de los duques de Béjar entre 1670 y 1671, en el lugar en el que había existido con anterioridad un molino. A finales del siglo XVIII fue vendido a Luis Antonio Pizarro, conde de Las Navas. En 1837 estaba en manos de José Rodríguez y Miguel Faure y, posteriormente, fue regentado por Justo Pastor Martín Hernández[1].



Vista del Batán de Arriba y Navahonda



En 1897, se planeaban importantes reformas, tal como se escribía en la prensa de la época: “Se proyecta sustituir por una sola rueda metálica las dos pequeñas de madera que hoy existen, colocando transmisiones en todos los pisos de ambos edificios, con lo cual aumentará mucho la fuerza, pues la instalación que parece ha de realizarse suprimirá engranajes y evitará rozamientos, siendo de esperar por tanto que resulte más económica, útil y duradera. También tratan los dueños de esta finca de adquirir terrenos para mejorar el camino y ampliar las dependencias”[2].

19 de octubre de 2019

Los saltos hidráulicos de la cuenca media del río Cuerpo de Hombre (2ª Parte). Navahonda


NAVAHONDA


Autor: Ignacio Díez Elcuaz
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar, 2010.

La fábrica Navahonda fue creada en 1842 por Cipriano Rodríguez Arias, aún se conserva la fecha sobre la entrada de uno de los pabellones del complejo industrial. Desde sus orígenes, la fuerza motriz era la hidráulica. Tal vez en su solar hubiera con anterioridad un molino, pero de los tiempos previos a la producción textil sólo se conserva una fuente de 1816. Su construcción fue un proceso progresivo, pues hay pabellones fechados en 1844, 1845, etc. Todos ellos presentan un magnífico estado de conservación, con unos criterios que debían ser tomados como modelo de referencia en las intervenciones sobre el patrimonio arquitectónico.

 Fábrica de Navahonda (Béjar)


Con motivo de la pretensión de Gregorio Ortín de construir un nuevo salto hidráulico, Gerónimo Rodríguez Yagüe solicitó, a su vez, a la Jefatura de Obras Públicas autorización para aumentar la altura de su presa de Navahonda, respaldado en el acuerdo al que había llegado con el mencionado Gregorio Ortín, por el cual este último se comprometía a no reclamar un recrecimiento de la presa en 32 centímetros de altura. 

 Pabellón de Navahonda

12 de octubre de 2019

Los saltos hidraúlicos de la cuenca media del río Cuerpo de Hombre (1ª Parte). La Eléctrica de Navahonda


Autor: José Ignacio Díez Elcuaz
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de Béjar 2010. 

            En la Revista de Fiestas de 2009 se revisaron los saltos hidráulicos del río Cuerpo de Hombre en su cuenca alta, por lo que en esta ocasión vamos a referirnos a los primeros de su curso medio, en concreto, a los que se encuentran en el área de Navahonda, por donde el desnivel del río aún es importante y, en consecuencia, el aprovechamiento motriz de la corriente es importante, como pone de manifiesto la siguiente tabla con la altura de los saltos en 1934:


            Eléctrica de Navahonda                    20 metros

            Fábrica de paños Navahonda            20      ”

            Batán de Arriba                                 5,50   ”


         La altura de los saltos es, en promedio, inferior a los del curso alto del río; pero hay que tener en cuenta que el caudal del río aumentaba con el mayor número de afluentes y por tanto, aunque las cantidades de agua que se podían tomar estaban limitadas a un tope máximo, éste estaba garantizado durante un mayor período de tiempo en los tramos inferiores, es decir, sufrían un estiaje menor[1].

 Edificio en ruinas de la Central Eléctrica Navahonda



5 de octubre de 2019

Los Zúñiga en la boda y otras efemérides del emperador Carlos V


Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez     

     Varios son los autores, modernos y contemporáneos, que dan cuenta del papel relevante del II duque de Béjar, Álvaro de Zúñiga y Pérez de Guzmán, y su círculo parental en actos importantes de la vida personal de Carlos V

       Sobre la boda, fray Prudencio de Sandoval señala en su Historia de la Vida y Hechos del Emperador Carlos V, 1634:

      "Llegado el tiempo concertado para celebrar sus bodas el emperador a dos días del mes de enero deste año (1526), partieron de Toledo para la ciudad de Badajoz, donde habían de recibir a la princesa, el duque de Calabria don Hernando de Aragón, y don Alfonso de Fonseca, arzobispo de Toledo, y don Álvaro de Zúñiga, duque de Béjar, con gran acompañamiento de señores muy principales… Con el duque de Béjar fueron el conde de Aguilar (Alonso Ramírez de Arellano y Zúñiga) y don Pedro de Ávila (y Zúñiga), que después fue marqués de las Navas. Y vinieron a Badajoz para se juntar con don Juan Alonso de Guzmán (Pérez de Guzmán y Zúñiga), duque de Medina Sidonia, (y) don Francisco de Zúñiga y Sotomayor, marqués de Ayamon(te) y conde de Benalcázar, que después fue duque de Béjar por ser casado con doña Teresa de Zúñiga, sobrina del dicho duque… los cuales todos fueron con el mayor y mejor acompañamiento que pudieron".
   

Edición de 1681 de la obra de fray Prudencio Sandoval

      Dos años antes, la comitiva que llevó a la infanta Catalina, hermana menor del emperador, a Badajoz para su matrimonio con Juan III de Portugal, estaba presidida por Álvaro de Zúñiga, duque de Béjar, y compuesta por fray Diego López Toledo, comendador de Herrera, Juan Alonso de Guzmán y Zúñiga, VII conde de Niebla y VI duque de Medina Sidonia, y su sobrino Francisco de Sotomayor (el mismo Francisco de Zúñiga y Sotomayor citado por Sandoval), V conde de Belalcázar, según advierte Menéndez Pidal en el tomo XX de la Historia de España.

30 de septiembre de 2019

Enarbolando la bandera de los bejaranos caídos por La Gloriosa en Madrid (4ª Parte y final)


Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio, 2017, pp. 52-57.

La última carta de Olleros y Lozano se fecha el 16 de octubre. Comentan que han vuelto a reunirse con los miembros de la Junta Superior Revolucionaria de Madrid para agradecerles el escrito de loa a Béjar publicado en La Gaceta de Madrid el día anterior[1]

Hemos sido acogidos por todos los individuos que la componen con gran entusiasmo y hemos tenido el placer de oir calurosos elogios en favor de Béjar. A ruego del señor Frasqui (se refieren a José Fronsky, una de las figuras revolucionarias bejaranas[2]), y creyendo que también debíamos hacerlo así, hemos dado al mismo tiempo las gracias a la Junta en su nombre por la parte del Acuerdo que a él toca, aunque haciendo constar que no es él solo el que se ha dirigido la defensa de Béjar, sino que hubo otros gefes que se distinguieron en ella”. 




 Grabado que representa la entrada de Prim en Madrid. 
Al lado de la fachada del Congreso de los Diputados se observa claramente la pancarta con el nombre de Béjar.

El escrito de la Junta demandaba que Béjar disfrutara de un diputado en Cortes propio denominado “de Béjar y que se recompensase a Fronsky por la defensa militar de la ciudad. 

21 de septiembre de 2019

Enarbolando la bandera de los bejaranos caídos por La Gloriosa en Madrid (3ª Parte)


Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio, 2017, pp. 52-57.

Después los enviados bejaranos se dirigieron al Ministerio de Gracia y Justicia para trasladar el informe sobre las indemnizaciones a las familias de los caídos en septiembre, presentar cargos contra los culpables y tratar un asunto de “escarcelación (es posible que se refirieran a los paisanos encarcelados por los hechos anteriores a los sucesos de septiembre de 1868, por ejemplo a los que seguían entre rejas tras el levantamiento del 29 de agosto de 1867). El motivo se centraba en la posibilidad de que con el triunfo de La Gloriosa se ofreciera el indulto a los implicados en los intentos fracasados de golpe de estado anteriores a la fecha. 





Al margen, Luis Olleros y Rafael Lozano aluden a una serie de asuntos que quieren presentar al Ministerio de Fomento y que no lo harán de momento hasta que “se organice aquello un poco más para ver de obtener lo que se pueda tanto sobre obras públicas como sobre Escuela Industrial”. Recordemos que, fundada el 20 de julio de 1854, la Escuela comenzó un lento declive al contar para su sustento sólo con el presupuesto exiguo concedido anualmente por el Ayuntamiento, para cerrar en 1868. Es posible que la Junta Revolucionaria pretendiera su reapertura como Escuela de Artes y Oficios, pretensión que no se conseguirá hasta 1879 durante la Restauración monárquica[1]

 Edificio donde se encontraba la Escuela 
Industrial de Béjar