Publicado: Béjar en Madrid, nº 4.576. 27 de noviembre de 2009
En octubre de 1837 los partidarios de Carlos Mª Isidro, pretendiente al trono español, provenientes de Cáceres y al mando del brigadier Jara ocupan Béjar a pesar de que sus habitantes se declaran mayoritariamente liberales y leales a la Regencia de María Cristina. La incursión debió de ser temporal, pues sólo se documenta la requisa de dinero y paños.
Un año más tarde, el día 1 de mayo de 1838, una partida de 2.000 hombres al mando del General Basilio García, Peco y otros carlistas penetraron en Béjar con la intención de “descansar después de una prolongada correría por Castilla la Nueva y Extremadura”, perseguidos por las tropas realistas del General Pardiñas. El enfrentamiento entre ambos ejércitos se produjo el día 3 de mayo dentro del casco urbano de Béjar, contando los isabelinos con el apoyo de los bejaranos. Según el Boletín Oficial de la Provincia de Extremadura “todas las personas de influencia se presentaron seguidos de todos sus obreros fámulos (sic) en el sitio de la Corredera, dispuestos a tomar las armas que acaban de llegarnos de la plaza de Ciudad Rodrigo y hacer frente en cualquier hora y en cualquiera número que osasen presentarse a nuestra vista”.
nombre del General Pardiñas
Las calles de Béjar sirvieron de escenario de enfrentamiento entre los dos mil hombres de Basilio y Jara, defensores del Antiguo Régimen, frente a la segunda división del ejército del Norte del general Pardiñas apoyada por la milicia nacional formada por bejaranos entusiastas de los ideales liberales. Tras un largo día de lucha, el conflicto desembocó en la expulsión de la facción carlista del general Basilio, la muerte de 35 de sus hombres y el apresamiento de unos 650 soldados. Aunque su cabecilla logró huir, se puede considerar que la victoria lograda en Béjar supuso el control definitivo de la zona por parte de las fuerzas liberales, no sin sufrir posteriormente algunas pequeñas incursiones esporádicas.
En el libro sacramental de difuntos de la iglesia de Santa María aún se pueden leer las partidas de defunción de muchos de los participantes en la lucha de aquel glorioso día. Y se encuentran en el archivo de esta parroquia sencillamente porque en ella recibían sepultura los forasteros según privilegio obtenido en el proceso de reducción parroquial de 1568. Así, nos encontramos con la del capitán de la “Primera compañía de cazadores del primer batallón del regimiento de infantería de África”, natural de la ciudad de Daroca. “Según dijo don Saturnino Perez de Vitacarros, capellán de ese regimiento murió en la sorpresa que el día 3 de mayo hicieron las tropas de la Reina a las de don Carlos al mando del inexperto y dormilón Basili”. Como vemos, el general carlista no contaba con el entusiasmo de los bejaranos que no dudaron en apodarle con adjetivos más o menos sarcásticos dirigidos a su persona.
En el libro sacramental de difuntos de la iglesia de Santa María aún se pueden leer las partidas de defunción de muchos de los participantes en la lucha de aquel glorioso día. Y se encuentran en el archivo de esta parroquia sencillamente porque en ella recibían sepultura los forasteros según privilegio obtenido en el proceso de reducción parroquial de 1568. Así, nos encontramos con la del capitán de la “Primera compañía de cazadores del primer batallón del regimiento de infantería de África”, natural de la ciudad de Daroca. “Según dijo don Saturnino Perez de Vitacarros, capellán de ese regimiento murió en la sorpresa que el día 3 de mayo hicieron las tropas de la Reina a las de don Carlos al mando del inexperto y dormilón Basili”. Como vemos, el general carlista no contaba con el entusiasmo de los bejaranos que no dudaron en apodarle con adjetivos más o menos sarcásticos dirigidos a su persona.
Varios heridos del 3 de mayo fallecieron posteriormente a causa de las heridas. El día 17 de junio de ese mismo año murió Doroteo García Guerrero, subteniente de la División de don Basilio, natural de Mora de la Mancha y marido de Polonia de la Cruz, a consecuencia de un balazo recibido. Poco después lo hacía Ramón Almansa, natural de Albacete, hijo de Juan y María Pérez, sargento segundo de la 5ª Compañía, Primer Batallón de Córdoba, y Buenaventura Cáceres, sargento de don Basilio, natural de Trujillo y marido de María Mendoza.
Sin embargo, a lo largo de todo el año, Béjar siguió sufriendo incursiones esporádicas de facciones carlistas que obligaban a alzarse en armas a la población en forma de milicia nacional. La situación de inseguridad debía de ser elevada, movilizándose de manera continua tropas de defensa a favor de la Villa. El 25 de junio de 1838, una nueva ofensiva protagonizada por el general Peco provocó nuevamente la concentración de unos 1.100 bejaranos en La Corredera. Sin duda la victoria ante el general Basilio había dado alas a nuestros paisanos que volvieron a derrotar a los invasores.
Sin embargo, a lo largo de todo el año, Béjar siguió sufriendo incursiones esporádicas de facciones carlistas que obligaban a alzarse en armas a la población en forma de milicia nacional. La situación de inseguridad debía de ser elevada, movilizándose de manera continua tropas de defensa a favor de la Villa. El 25 de junio de 1838, una nueva ofensiva protagonizada por el general Peco provocó nuevamente la concentración de unos 1.100 bejaranos en La Corredera. Sin duda la victoria ante el general Basilio había dado alas a nuestros paisanos que volvieron a derrotar a los invasores.
La memoria colectiva no quiso olvidar aquellos luctuosos sucesos y, al igual que hicieron posteriormente con la fecha señalada del 28 de septiembre de 1868, aunque no en tan gran medida, se dedicó una parte de nuestra señera calle Mayor a uno de los protagonistas de aquella jornada: el general Pardiñas. Incluso se dice que se pretendió conmemorar el 3 de mayo con una fiesta de recuerdo y alzar una estatua al propio general “tratando de aunar en su memoria la de todas las víctimas de la libertad”.
FUENTES DOCUMENTALES Y BIBLIOGRAFÍA:
Archivo Parroquial de Santa María (Béjar). Libro de difuntos nº 8 (1794- 1851).
ESTEBAN DE VEGA, M: "Béjar contra el carlismo". La Gaceta de Salamanca, 12 de octubre de 2008. Su artículo me ha servido de base para hacer este pequeño resumen de los sucesos de mayo de 1838.
SERRANO GARCÍA, R: “Del liberalismo censitario al ensayo democrático del Sexenio: lucha política y conflictividad social en Salamanca. 1833-1874”. En Historia de Salamanca, vol. IV. Coord. Ricardo Robledo, director José Luis Martín. Ed. Centro de Estudios Salamantinos. Salamanca, 2001.
Gran y bien documentada entrada querida Carmen. Los bejaranos se mostraron absolutamente partidarios del partido isabelino, no hay la menor duda. Quién sabe si tal apoyo repercutió en beneficios para el pueblo...
ResponderEliminarUn saludo.
Estupenda y esclarecedora entrada.
ResponderEliminarLos carlistas salían de todas partes como las setas, sobre todo en las áreas rurales de Navarra,País Vasco, Aragón y Cataluña. Lo de Béjar respondía a otros brotes menores que se dieron por diversos lugares de nuestra geografía, menos importantes pero nada desdeñables. Dada su trayectoria en nuestra historia y mirando un poco hacia la más reciente no sé si son más tradicionalistas monárquicos que antiliberales.
Un saludo.
Bejar trajo buena suerte a los liberales, madame. No cabe duda de que los bejaranos estaban de su parte.
ResponderEliminarMuy buena labor la suya al rescatar del olvido a esos soldados anonimos cuyos nombres nunca pasan a la historia.
Feliz sabado, madame
Bisous
Tus entradas son fuente de conocimientos para quienes desconocemos la historia particular de los pueblos.....
ResponderEliminarLas olas y el mar de mi entrada de hoy son en La Manga y es el Mar Mediterráneo...Hace un par de semanas que estuve por allí el mismo día de la niebla....Por aquí ya sabe el marenostrum es apacible y sereno (no siempre)pero aquel día y muchos está como un espejo de cristal azul....
Besicos tocaya.
Cuentas estas historias, pedazos de realidad, con una fuerza que emociona. ¡Qué importante es conocer la propia historia, hacernos conscientes de cuánto esfuerzo costó a nuestros antepasados traernos hasta el presente! El perpetuo homenaje que les rindes debe ser muy satisfactorio para los berejanos. Un abrazo, querida amiga.
ResponderEliminarRealidades que quedaron en un pasado...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo!!
Las armas carlistas se estrellaron contra la Béjar liberal. La reflexión de Carolus II sobre si la fidelidad de esa población a Isabel II sería compensada de alguna manera, es digna de tener en cuenta.
ResponderEliminarSaludos.
Pues no se puede decir que nuestro pueblo no haya tenido corage y valentía,a traves de todas tus interesantes entradas lo compruebo reiteradamente.Ahora me pregunto: ¿qué ha sido de esa sangre ardorosa que parece tenían nuestros antepasados?, se nos debe de haber congelado con el transcurrir de los años pues vemos a nuestro pueblo agonizante y¿dónde está nuestro corage?...
ResponderEliminarBesitos.
Fue claro el posicionamiento de Béjar y los bejaranos a favor de los liberales.
ResponderEliminarTuvo que ser una batalla espectacular la librada contra los carlistas por las calles del pueblo. Estos carlistas que, como bien dice Cayetano, aparecían por todos lados...
Me ha encantado la entrada, Carmen.
Un saludo!
Es curioso ver como esta parte del país, dentro de Castilla la vieja, tan tradicional, no se posicionara a favor de los férreos defensores del absolutismo, los carlistas. Y qué importante fueron en la primera mitad del siglo las milicias, gentes del pueblo armadas para defender el país contra los invasores franceses unas veces, otras la Constitución, y otras contra los carlistas. Muy interesante y esclarecdora entrada, Carmen. Un cordial saludo.
ResponderEliminarLa Carlistada... menudo siglo XIX de sangre y fuego que sufrimos. Tanta guerra para subir al trono a la Isabelona... la verdad es que ambos pretendientes eran de aupa... había que elegir entre Málaga y Malagón...
ResponderEliminarMostraron temple, los bejaranos de la época. La derrota infringida fue de campanillas. Y, como cuentas, todavía les tocaron más escaramuzas.
ResponderEliminarAgitado siglo para España, sí.
Un abrazo, Carmen
Carolus II: los bejaranos se pusieron del lado de Isabel II esta vez, pero en otras ocasiones, más adelante en el tiempo, las tornas cambiarán en favor de otras opciones políticas. Por ejemplo, Béjar se unirá a la causa polítrica liberal en contra de Isabel II durante Revolución Gloriosa de 1868. Pero ésa es otra historia...
ResponderEliminarGracias por tu comentario
Un saludo
Cayetano: como bien dices, el movimiento carlista se dió sobre todo en el norte de España y Cataluña, siendo el caso de Béjar atípico por su excesivo aislamiento. Parece que los absolutistas tenían mano en el norte de Extremadura y Béjar era un dulce muy goloso por su industria y su posición estratégica. Si se dominaba el enclave se dispondría de abastecimiento de paños.
ResponderEliminarA parte de esto, hay que añadir que la industria bejarana dependió en gran medida de los conflictos carlistas, pues el estado firmaba contratas de paños con los industriales bejaranos para el vestido de las tropas. De hecho, en 1873, con la derrota definitiva dle carlismo por Alfonso XII, Béjar sufrió una de sus crisis más profundas.
Saludos
Madame Minuet: como ve, en los conflictos que tuvieron lugar en Béjar cayeron personas de ambos bandos, destacando que los soldados traídos de la mano de los carlistas y d elos isabelinos procedían de variados lugares.
ResponderEliminarUn saludo, madame
Cabopá: qué ganas de zambullirme en las plácidas aguas del Mediterráneo, en ese azul captado tan bien por Miró, sendero y ruta de barcos fenicios, griegos, romanos. Agua salada, confundida con el azul del cielo, cálida y maternal.
ResponderEliminarBesicos también para tí
Isabel Romana: las historias de los pueblos, entre sí, se imbrincan para darnos una panorámica más amplia de los acontecimientos peninsulares. Las experiencias de unos sumadas a los de otros, las historias dan lugar a la Historia.
ResponderEliminarGracias por comentar.
Un abrazo
La sonrisa de Hiperión: las realidades acaban en un segundo siendo pasado.
ResponderEliminarUn beso
Dissortat: como he comentado el estado realizaba contratas de paños con la industria textil bejarana, lo que repercutió en grandes beneficios económicos durante buena parte del siglo XIX. El grifo se cortó con el término de la última guerra carlista y esto supuso una grave crisis para la producción industrial. Los fabricantes lo pasaron muy mal en esos años: se cerraron fábricas, hubo huelgas, obreros a la calle, hambre y miseria. Poco después el desarrollo económico se recuperó un tanto, pero pasó por una fase de crisis general hasta el final de la contienda civil de 1939.
ResponderEliminarUn saludo
Juana María: eso me poregunto yo, porque los bejaranos de ahora tenemos muy poco ánimo. Por de pronto me conformo con que no tengamos que demostrar nuestra valentía por medio de hechos bélicos, como en los casos de la guerra de independencia, carlismo y Revolución de 1868. Esperemos que lo que sobrevenga sea el imperio de la razón y de las buenas ideas para salir del mal bache en el que estamos metidos.
ResponderEliminarUn besazo Juana
Pablo D: el conflicto tuvo que ser de órdago, aunque nada que ver con la francesada de agosto de 1809, en que hubo muchos más muertos a manos de las tropas de Napoleón.
ResponderEliminarMuchas gracias
Un abrazo
Paco Hidalgo: buena reflexión la que nos traes, Paco. Yo tampoco tengo idea de por qué los castellanos no se pusieron del lado de los carlistas. Quizás se mostraban leales a Fernando VII y sus disposiciones, un rey que se le puede llamar de todo menos liberal, todo hay que decirlo. Más absolutista que él, imposible.
ResponderEliminarEn cuanto a Béjar y sus milicias, tienes que tener en cuenta que éramos un pueblo de gran desarrollo industrial, con inmensidad de gentes ocupadas en las fábricas, es decir, obreros de ideología liberal y sumidos a las órdenes de sus patronos.
Un saludo
José Luis de la Mata: la España del siglo XIX es de locura. Unos van otros vienen, sargentadas, golpes de estado, liberales y conservadores, república y dictadura, Isabel II y Amadeo de Saboya, cantonalismo y carlismo. Las tertulias de los casinos debían de ser de lo más animadas.
ResponderEliminarUn saludo
Xibelius: imagino que este siglo XIx también se dejaría sentir por tus tierras de Sanabria...
ResponderEliminarUn abrazo
Señora mía, le agradezco el hecho de unirse a mi blog, espero ver pronto sus opiniones sobre mi trabajo, ya que mis opiniones sobre el suyo no han de faltar... y creo que sería un buen comienzo el decir que esta entrada es realmente interesante.. me imagino a los bejaranos luchando contra los carlistas con todas las armas disponibles, partiendo de palas y rastillos hasta fusiles.
ResponderEliminarUn saludo.
Querida Carmen, felicidades, sigo aprendiendo un tema interesantisimo.
ResponderEliminarBesos
Carmen...
ResponderEliminarNo, no tenian especial cariño al general carlista, algo normal por otra parte. Otra demostración más de las agallas de las mujeres y hombres de Béjar, que por lo que te voy leyendo, durante la Historia reciente en términos relativos, ha sufrido la invasión de carlistas, franceses... Raro es que se mantenga en pie, pero han demostrado mucha valentía y pundonor.
Un besito
Mathias: he conocido su blog a través de otro y sólo con ver su nombre, ya me ha picado la curiosidad, jeje. Tampoco faltarán mis opiniones al suyo.
ResponderEliminarLos bejaranos se enfrentaron a los carlistas un poco alocadamente, esperando los refuerzos del general Pardiñas que no tardaron en llegar.
Un saluod
Isthar: muchas gracias por tu visita.
ResponderEliminarUn abrazo
Félix Casanova: los bejaranos de antes estaban hechos de otra pasta, desde luego (nada que ver con los de ahora, aunque es mejor que tales ocasiones de sangre y lucha no se den para poder demostrarlo).
ResponderEliminarPor otro lado, el que Béjar sobreviva o decaiga no tiene que ver con las invasiones foráneas o con las guerras. Creo que para eso nos bastamos nosotros solos (sobre todo para lo segundo).
Un beso
Es un articulo muy interesante, sobre todo para los que acabamos de llegar de fuera, a vivir a esta ciudad.
ResponderEliminarME A GUSTADO MUCHO
ResponderEliminarMe parece muy interesante lo que he leído en tu blog. Te doy la enhorabuena por toda la investigación que has realizado y te animo a que sigas así.
ResponderEliminarBesos.
Es un blog es muy interesante y me gusta porque estoy aprendiendo mucho de Béjar, cosas que nunca pensé que habían pasado.BESOS
ResponderEliminarCarmen tienes un trabajo muy bueno en tu blog. Se nota que quieres muco tu ciudad y que has estudiado mucho la historia de Béjar.
ResponderEliminarMe parece interesante pero no se que comentar sobre este tema,porque no me gusta mucho .
ResponderEliminarGracias al curso que estamos realizando hemos conocido, al menos yo, este tu blog que de ahora en adelante intentaré seguir enhorabuena por tu trabajo que nos permites disfrutar.
ResponderEliminarHOLA CARMEN, TIENES UNA PAGINA MARAVILLOSA. ADELANTE. ME HA GUSTADO MUCHO.
ResponderEliminarA sido muy interesante el articulo lo he conocido a traves del curso de ordenador que estoy haciendo
ResponderEliminarHola Carmen este comentario no tiene que ver nada con esta entrada, que por otra parte me parece sumamente interesante como todas las que haces, sin escepción alguna; solo comentarte que si no recuerdo mal en un artículo en el que hablabas de las callejas que unen la calle Mayor con la calle Colón, decías que no sabías el origen del nombre de la calleja Brochín, y como acabo de publicar una entrada en mi blog de la esquela de Don Simón López Gosalvez, adornándola con la esquela original publicada en un periódico de Bejar de 1927, llamado "la Victoria", me ha llamado la atención el nombre de su fundador D. Santiago Aguero Brichín.
ResponderEliminarUn abrazo
Quise decir D. Santiago Agero Brochín
ResponderEliminar¡Cosas de las prisas!
un beso
Como siempre, Carmen, genial entrada rescatando de archivos y hemerotecas episodios bejaranos insospechados para muchos.
ResponderEliminarTambién quería aprovechar para agradecer a Joaquín Sierra su aporte sobre el nombre de la calleja de Brochín. Y añado que Ceferino García Martínez "Garci-Mar" escribió un librito titulado "Inventario de los lugares bejaranos", en el que hace mención al origen del nombre de esa calleja. Dice que se puso en honor del señor Brochín, propietario de la célebre "Botica de la Bola". ¿Estamos hablando del mismo personaje? A lo mejor alguien nos lo puede aclarar.
Saludos
Mª Casti: bienvenida a tierras bejaranas. Ya sabes que puedes pasarte por este blog cuando quieras leer algo sobre la Historia de Béjar. También está abierto a posibles sugerencias que me quieras hacer sobre temas históricos de tu interés.
ResponderEliminarUn saludo
Luisa: ME ALEGRO MUCHO. YA SABES QUE ESTE BLOG ESTÁ A TU DISPOSICIÓN LOS 24 HORAS DEL DÍA.
ResponderEliminarUn saludo
Sonia: te agradezco muchos tus ánimos. Los blogs se mantienen frescos con tesón y constancia, pero sobre todo se alimenta de comentarios que te empujan a continuar, por ejemplo el tuyo.
ResponderEliminarMuchas gracias
Un beso
YOLI: uno de los propósitos de este blog es dar a conocer sucesos ocurridos en Béjar y nuestra zona de influencia (en un tiempo llamado alfoz, en otro señorío de Béjar, concejo, jurisdicción, etc). Precisamente quería que lo que se contase aquí, además de riguroso, debía de ser ameno, novedoso (no repetir siempre los mismos temas) y variado (Historia, Arte, Naturaleza y demás).
ResponderEliminarUn beso
Sabrina: desde pequeña me decían que era un ratón de biblioteca y no se equivocaban. Ahora además de compartir esa caracterísitica podría añadir que soy ratón de archivo, lo cual está muy bien para descubrir nombres y narraciones olvidadas hasta hoy, pero es un suplicio para quienes, como yo, son alérgicos, jjeeje
ResponderEliminarUn abrazo
Rosa: cada uno tiene sus preferencias. Por ejemplo, a mí me disgustan bastante los temas relacionados con las matemáticas y los idiomas. Soy negada pera ello. Pero, en realidad, no puedo negar categóricamente que un día no sea capaz de aprender, por ejemplo, el francés. Muchas veces los gustos se adquieren en la infancia y luego se da uno cuenta de que estaba equivocado (o a lomejor estaba en lo cierto desde un principio). Si fuéramos todos iguales sería muy aburrido, ¿no te parece?
ResponderEliminarUn saludo
Rosamag2009: muchas gracias por tus felicitaciones. Siempre digo que este blog es sólo un modelo. ¿Para cuándo uno vuestro? Creo que Roberto os habrá dado las claves para su elaboracón y los temas que se pueden tratar son infinitos: gastronomía, música, cine, deportes, viajes, etc.
ResponderEliminarUn besito
FAGOR: MUCHAS GRACIAS POR TUS ÁNIMOS. Siempre intento mantener el nivel del blog para que se conozca las Historia de Béjar aquí y, sobre todo, fuera. Eso es los maravilloso de este mundo global: que yo cualgo un artículo sobre Béjar y pueden estar leyéndolo gentes de toda España, Latinoamérica y de todo el mundo (como habréis visto tengo un traductor para que se puedean leer los artículos en varios idiomas). Así se da a conocer Béjar en todas partes. Muchas veces me dicen que soy la embajadora de Béjar, jejeje
ResponderEliminarUn abrazo
itxaso: pues espero que el curso sea el trampolín para que entres por la puerta grande del mundo infinito de los blogs.
ResponderEliminarUn saludo
Joaquín Sierra: si no recuerdo mal me refería a la calleja de Ferrer que está un poco más abajo de la de Brochín. Te explico: Enrique Brochín fue un famaceútico que se vino a Béjar en el siglo XIX y que puso su botica en lo que conocemos hoy por "Botica de la Bola". Precisamente esa calleja que baja frente a su farmacia lleva su nombre por ello.
ResponderEliminarSantiago Agero Brochín es uno de sus nietos, si no recuerdo mal. Su padre, Vicente Agero Sanahuja (por cierto, hermano de tatarabuela) casó con una hija del farmaceútico, Carmen Brochín. De su matrimonio nacieron Santiago, el fundador de La Victoria, y Rufino.
Un saludo y muchas gracias por tu aclaración
Roberto: como he aclarado ahí arriba, Brochín, el famaceútico de la "Botica de la Bola" fue abuelo de Santiago Agero Brocín, el sacerdote fundador de La Victoria (que, por cierto, vivía en el mismo edificio que mis bisabuelos, por ser primos).
ResponderEliminarMuchas gracias por tus felicitaciones.
Un beso
Otra gran lección de historia bejarana. Impresionante la historia que tiene Bejar a sus espaldas. Toda esta mirada al pasado de su pueblo es un gran homenaje al valor y a la dignidad de su gente. Conocer historia de tu mano me resulta muy fácil y ameno gracias a la sencillez con la que escribes. Mi enhorabuena por tu dedicación y trabajo.
ResponderEliminarMiles de besos, feliz fin de semana
Magnolia: muchas gracias por tus siempre palabras amables y sinceras.
ResponderEliminarUn besazo
Buenos días,
ResponderEliminarmuy interesante el documento. En relación con el mismo, quisiera aportar un poco de información respecto a la presencia de bejeranos en las Guerras Carlistas.
Damos un salto en el tiempo y nos colocamos en la 3º carlistada (2º para algunos historiadores) y hago un copy-paste del libro "Recuerdos de la Guerra civil: La Campaña carlista 1872-1876":
"Mil ejemplos de esta resolucion santa y de la consigniente
resignacion para soportar con paciencia todas las privaciones y
fatigas de una penosa campana, pudieran citarse, pero me limitaré
à referir uno. Pasaba yo una tarde por delante del 2 Batallon de Castilla
cuando de un grupo de voluntarios vinieron dos muy jôvenes à
saludarme. Trabajo me costô reconocerlos ; pero luego me halle
en elles à los hermanos de dos amigos mios : llamâbase el uno
Benigno Sanchez de Castro ; el otro Manuel Martin Melgar, y
àmbos no tenian aùn pelo de barba ni la estatura necesaria para
ser soldados. Hijos los dos de famîlias acomodadas, acostumbra-
dos à la vida sosegada de su casa y sin baber jamâs carecido de
nada, estaban cuando les encontre^ que era en invierno, vestidos
con una sencilla blusa de pafio gris como uniforme, rotos, sùcios
y con senales évidentes de baber andado mucho"
Benigno Sanchez de Castro, cadete carlista del 2º Batallón de Castilla, era de Fuentes de Bejar (Salamanca). Tal y como queda registrado en su partida de defunción, localizada en la parroquia de Trapaga (Bizkaia), a consecuencia de la heridas sufridas en las batallas de Somorrostro. Tendría unos 16 años.
Supongo que por alguna hoja del libro de nacimientos de la parroquia de Bejar estará su registro.
Un saludo
Interesante dato éste que me proporcionas, amigo, y que nos recuerda que en las quintras los muchachos marchaban al frente allá donde se encontrase. Fuentes de Béjar es una localidad distante del propio Béjar, y posee su parroquia propia.
EliminarUn saludo
Interesante relato, pero según el autor liberal del s. XIX Antonio Pirala, los carlistas sí hallaban protección en las Alpujarras, y de hecho hubo una insurrección carlista de alpujarreños que fue reprimida en Polopos. No deja de ser significativo que como se dice en el artículo de este blog, en Béjar se presentaran a luchar contra los carlistas "todas las personas de influencia", pues el humilde pueblo llano, en aquella época profundamente católico y monárquico, probablemente habría simpatizado más con los carlistas que con los portadores de las ideas francesas, que tanto sufrimiento les habían deparado dos décadas antes.
ResponderEliminarRodrigo, en el caso de Béjar, y según se deja traslucir en las actas municipales de la época, los industriales bejaranos (esas "personas de influencia" que citamos) y el pueblo en general se pusieron al lado de la corona porque las facciones carlistas procedentes de Extremadura que pasaban por aquí solían reclamar forraje y alimentos para las caballerías, caballos, municiones, pertrechos y dinero, lo cual suponía un grave perjuicio para los bejaranos, más allá de ideologías. En Béjar, en todo caso, la población estaba dedicada mayoritariamente a la inustria textil, por lo que nos encontramos en un escenario muy diferente al que se podía presentar en las tierras extremeñas, dedicadas básicamente a las dehesas y la explotación ganadera.
EliminarLas facciones de Bailio o de Peco entraron en Béjar por dos veces ante la imposibilidad de la población por defenderse y no existen datos que nos hagan pensar en un grupo defensor de las ideas carlistas. Es más los párrocos se mostraban en contra de estos guerrilleros, como bien señala un documento en el que el cura de una de las iglesias denomina "el pérfido Basili" al general Basilio.
Un saludo
Me gustaría saber, si en el libro de defunciones, figura Fernando Fulgosio, que falleció ese 3 de mayo de 1838. Si alguien puede ayudarme se lo agradezco. Enhorabuena por tan magnifica página
ResponderEliminarBuenas tardes, Antonio. Te informo de que en Béjar existían entonces tres parroquias (Santa María la Mayor, El Salvador y San Juan Bautista) y cada una de ellas tiene su archivo parroquial, y sus libros sacramentales correspondientes (bautismos, matrimonios y difuntos). Es por ello por lo que te recomiendo que escribas a los correos electrónicos de la parroquia de El Salvador/Santa María (tienen el mismo párroco) y de San Juan Bautista y especifiques los datos de defunción que me facilitas de Fernando Fulgosio (por lo que veo era un oficial carlista que pudo morir en Béjar). En teoría debería haber sido enterrado en Santa María la Mayor por ser esta parroquia la que se encargaba de los forasteros, pero no es seguro.
EliminarEspero que encuentres ese dato que buscas.
Un saludo
Muchísimas gracias Carmen. Fernando, QUE EN ESE MOMENTO ERA CORONEL, falleció el 3 de mayo de 1838, cuando formando parte de la expedición carlista del General Basilio, fueron sorprendidos en Béjar por las fuerzas del General Pardiñas.
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