profesor y miembro del Centro de Estudios Bejaranos
Un homenaje
Por las ferias de San Miguel del
año 2008 el Ayuntamiento de Béjar realizó un homenaje y proclamó “Ciudadanas Ilustres” a aquellas pioneras bejaranas
que partieron un día del lejano 1960 con dirección a Alemania. Las primeras
que lo hicieron fueron cuarenta y tres mujeres
y salieron en autobús en marzo de 1960, en dirección a Remscheid, cerca de Lennep. No era un viaje cualquiera; se trataba
en algunos casos de buscar allí el
trabajo que aquí no encontraban, en otros de buscar mejores salarios y en otros de seguir
a sus maridos o novios que habían decidido realizar antes que ellas ese
viaje que sabían de difícil retorno, al menos a corto plazo.
Todas y todos se fueron
pensando que sería sólo para unos años, quizá hasta que ahorraran lo suficiente
o, quizá, hasta que en su añorado Béjar mejoraran las expectativas laborales.
Pero, a pesar de que trabajaron duramente en
Alemania para construir un futuro en España, en la mayoría de los casos éste nunca
llegó o, al menos, no como esperaban.
Foto 1.- Esta es
la conocida foto que se hicieron las primeras expedicionarias al llegar a
Remscheid, acompañadas de Horst Kubiak (a la derecha, en un discreto segundo
plano).
La situación en Béjar en 1959-60
A finales de 1959 la situación del textil bejarano era difícil. La emblemática firma Rocamora
acababa de cerrar la última de las empresas que le quedaba, de todas
aquellas que había puesto en marcha a partir de su llegada a nuestra ciudad, en
1937. Por aquel entonces la Guerra Civil
Española prácticamente acababa de empezar y Béjar era el único centro
textil de cierta importancia que había quedado en la conocida como “zona nacional”.
Aquí llegaron los hermanos catalanes Santiago
y Enrique Rocamora Moratonas para poner en marcha inicialmente una hilatura
de estambre, industria de la que carecía Béjar pues THESA aún no había logrado
poner en marcha la suya. El cierre de esta última empresa, conocida
popularmente como la Fabril
de Rocamora, por su ubicación, pero comercialmente denominada “Industrial
Lanera S.A.” (ILSA), dejaba en la calle
a más de cien personas. Pero con esta quiebra acababa también una etapa de
desarrollo industrial intensivo que empezó en 1936 y que a finales de la década
de los cincuenta comenzaba a mostrar síntomas claros de agotamiento.
¿Las razones de este declive? Una de
ellas pudo ser el comienzo de la expansión
imparable de las fibras sintéticas, aunque los empresarios bejaranos
enseguida habían reaccionado mezclándolas con lana y obteniendo productos
textiles competitivos. Pero mientras se
decidía por donde tirar, hubo momentos de desconcierto, de sensación de
estar en tierra de nadie, que hicieron que varias
empresas no supieran reorientar su negocio y tuvieran que echar el cierre. Aunque
quizá hubiera otra razón de bastante más calado que el acceso masivo al mercado
de las fibras sintéticas y no es otra que España empezaba a pensar en su
integración en Europa, lo que trajo consigo la apertura de fronteras a las importaciones. En efecto, el
aislamiento diplomático al que había estado sometido nuestro país durante casi
veinte años comenzaba a remitir y, con ello, la mentalidad de muchos
empresarios bejaranos tuvo que cambiar rápidamente. Y es que ya no se trataba de competir con el
fabricante de al lado o con el empresario catalán de turno para desarrollar
novedades que gustaran más en el mercado nacional, o de luchar por la consecución de una contrata de la Guardia Civil o del
Ejército; se trataba ni más ni menos que de luchar contra la competencia alemana, belga, francesa, inglesa…,
que, poco a poco, iba entrando en el mercado español. Había que cambiar
rápidamente los esquemas mentales de un empresariado que, en vez de pensar en
clave local o nacional, tenía que empezar a hacerlo en clave internacional, lo
cual no era nada fácil para algunos y eso hizo que el mercado se los llevara
por delante.
Otra de las potentes industrias bejaranas de entonces: García y Cascón
Y entonces comenzó a hablarse
de crisis y a sufrirla la sociedad obrera en general y la nuestra en
particular y, como en otras épocas de nuestra historia, comienza a barajarse la emigración en muchos hogares como una posible
salida a la situación. Al respecto decía Béjar en Madrid en enero de 1959:
«la crisis industrial que actualmente se padece en Béjar va tomando tal
gravedad, que son muchos los obreros textiles de ambos sexos que han marchado a
trabajar a otras ciudades de España y del extranjero y no son pocos los que se
proponen emigrar».
A pesar de que la dimensión de la
industria textil bejarana era aún notable a principios de los años sesenta, se
trataba de una industria de monocultivo en la ciudad y no era capaz de absorber
toda la mano de obra que se iba quedando en paro o que deseaba acceder al mundo
del trabajo.
Continuará
Una más de tantas diásporas.
ResponderEliminarParece que volvemos a las andadas.
Saludos.
Fueron tiempos difíciles en España y para muchos la emigración fue la única salida.!Que valientes eran esas mujeres! la mayoría de ellas sin estudios, sin cualificación laboral pero dispuestas a salir adelante.
ResponderEliminarSaludos
Yo tenía nueve años, y me acuerdo de ir a despedir a mi tía . (En la foto, la primera por la izquierda de las que están de pie) Que pena!! Y de que forma fue debilitándose nuestra gran industria.
ResponderEliminarLa situación económica en 1958 y 1959 era angustiosa. El Plan de Estabilización del 59, que fue muy positivo para la economía, tuvo a corto plazo ciertos efectos muy duros.
ResponderEliminarEspero la próxima entrada con gran interés.
Interesante análisis de la crisis en el textil bejarano vista desde un nivel global de carácter económico.
ResponderEliminarPero, ¿es cierto o no que por esos mismos años Béjar, en términos relativos, era la ciudad con más coches por habitante de España? ¿Es verdad o no que, ya en ese época era famoso el dicho de "vives mejor que los más ricos de Béjar"? ¿Será verdad o será leyenda urbana aquella que se cuenta sobre alguno de esos industriales y que pone en relación los puros habanos con los billetes del Banco de España?.
La verdad es que no lo sé porque yo me marché en el 60 ó 61 y entonces era muy niño, pero creo que, como en todas las que en el mundo ha habido, lo que para el pueblo es crisis para unos pocos se llama oportunidad.
Un abrazo,
Qué condena, madame! Siempre la crisis como mal endémico y cíclico. Y en aquel tiempo suponía una aventura aún mayor que la de hoy. Se sabía menos con qué se iba uno a encontrar en realidad.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
Muy buen análisis. Mi marido fue de los que emigró allá por los años 60 sin ser bejarano. Aquella experiencia aunque dura le enriqueció como persona en muchos aspectos. Como todo en la vida tiene cosas positivas y otras negativas.
ResponderEliminarBss
Una dura época en la que muchos españoles tuvieron que emigrar al extranjero. Mi abuelo, por estos mismo años, emigró desde Lagunilla a Francia, donde pasó 17 años. Otros tíos de mi madre, los niños pequeños, también se marcharon a Francia y ahora ya son casi más franceses que españoles, aunque cada verano y semana santa siguen volviendo a Lagunilla, un pueblo que en las fiestas de agosto es de lo más curioso, con más de la mitad de la población francesa, aunque de orígenes españoles :)
ResponderEliminarUn beso
Un caso similar ocurrió en Montemayor del Rí. Unos se fueron a Alemania y otros a Suiza, la mayoría. Y ahora, y desde hace unos años, vuelven a su pueblo de origen.
EliminarUn beso
Yo recuerdo de un tío que también tuvo que emigrar a Alemania por no poder hacer frente a la modernización de su fabrica de jabón.
ResponderEliminarFueron tiempos duros aunque también parece que estemos casi pasando por los mismos.
Un abrazo.
Por aquella época también fueron muchos los andaluces que viajaron a esas tierras en busca de trabajo. Me imagino lo dura que sería la adaptación a ese país por el total desconocimiento del idioma.
ResponderEliminarBesos
¿Cuánto emigraron a Alemania?, la lista sería interminable. ¡Bravo por esas valientes mujeres! no era una época fáciles para ellas.
ResponderEliminarUn abrazo
Esta visto que siempre que hay alguna innovación si no se tiene unos principios o conocimientos se vuelve otra vez a lo mismo.El precio del progreso.
ResponderEliminarY, como apuntas; no ataron los perros con longanizas y encima lejos del terruño.
Nos seguimos leyendo esta interesante volver a refrescar la memoria.
-Por cierto uno de las industrias de esa época, lleva tu apellido...?
Un fuerte abrazo Carmen .
Los empresarios que fundaron esta empresa a la que aludes, García y cascón, tenían mi apellido, pero no somos de familia. Mi tatarabuelo sí fundó una fábrica textil cuya vida duró hasta los años 80, pero era más modesta.
EliminarAbrazos
Me dice mi querido amigo Gabriel Cusac que a la mayoría de los emigrantes de Montemayor del Río se fueron a Suecia y yo admito su corrección pidiendo perdón a sus paisanos por el lapsus. Quizá también alguno marchó a Suiza, quién sabe, y a Alemania y a otros paises europeos, pero a tal llegó el amor hacia el País Escandinavo que se le dedicó una calle.
EliminarAgradezco a Gabriel su puntualización y su lectura detallada del blog.
La historia es cíclica, para lo bueno y para lo malo. Lo que es evidente es que mientras haya individuos con capacidad para luchar contra la adversidad los límites del ser humano no estarán fijados. 200.000 años de existencia del homo sapiens sobre la Tierra nos avalan. Esas mujeres formaron parte de este grupo. Un saludo.
ResponderEliminarHola Carmen:
ResponderEliminarLos bejaranos no podían faltar a este episodio de España, que todo ciclo sin fin, vuelve a repetirse. No estamos apegados a un solo punto.
Ya veremos como termina.
Besos
Estos recuerdos son tan comunes en tantos lugares, que cada persona con unos cuantos años puede reencontrar algo de su pasado que la relacione con ellos.
ResponderEliminarYa sea una misma o un vecino, un familiar o un amigo, la marcha hacia Alemania ha sido una constante en las vidas españolas del siglo XX. Y así seguimos.
En su día emigramos'por obligación' lo que nos permitió un cierto grado de ingresos a costa de grandes sacrificios.
Ayer, otros estaban en a misma situación y no fuimos,y somos, suficientemente solidarios con ellos.
Hoy, la historia se repite y nuestros mejores cerebros tienen que emigrar. Es algo que nos permite valorar en su medida el valor de aquellas bejaranas que se fueron a Alemania... a donde ahora vuelven a ir.
Un gran post.
Un abrazo
· LMA · & · CR ·
Se repiten las situaciones, crisis y emigración, por supuesto siendo las clases populares las que más sufren esa situación.
ResponderEliminarUn saludo.
Pues ha vuelto. Carmen Gran cantidad de jovenes emigran hoy para poder tener trabajo y parece que Alemania es a donde más van.
ResponderEliminarTriste crisis.
Un beso.