Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez
La realidad en
esta novela está representada en parte por un imponente edificio estilo neobarroco
español en avenida Juárez n° 44 de Ciudad de México, que antes fue un templo
católico anexo al desaparecido convento de la Orden de Clarisas Capuchinas, y
hoy es la sede metropolitana del Archivo Nacional de Notarías de México.
La finca, sobre la que originalmente fueron construidos templo y convento,
tenía ochenta mil metros cuadrados de
extensión y cuatro entradas en las
esquinas, pero la placa instalada en el frontis del edificio en 2004 nada
dice de eso, ni de la fabulosa historia que se desarrolló allí en el siglo XVIII,
ni de quiénes fueron sus protagonistas.
Archivo Nacional
de Notarías de México, ex iglesia de Corpus
Christi, Ciudad de México
Durante los
trabajos de reparación realizados a principios del siglo XXI para darle un
nuevo destino al edificio, se encontró entre los muros una pequeña urna que contenía
un corazón humano disecado por el tiempo, con una enigmática leyenda adjunta en
latín: Ubi enim est thesaurus tuus ibi
est et cor tuum (Allí donde está tu tesoro estará tu corazón)
Despejado el enigma
de la placa y del contenido de la urna por arqueólogos e historiadores, la
escritora mejicana Beatriz Espejo decidió llevar los hechos a la novela:
¿Dónde estás, corazón?, de Beatriz
Espejo. Alfaguara 2014
Don Baltasar de Zúñiga Sotomayor y Mendoza, marqués
de Valero y duque de Arión, nacido en Béjar de Salamanca y emparentado con
poseedores de importantes dignidades hereditarias, había sido por nombramiento
de Carlos II consejero de Indias, y después el nuevo monarca Felipe V… le dio
el cargo de virrey en Navarra y Cerdeña y finalmente lo nombró virrey de la
Nueva España el 22 de noviembre de 1715…
Baltasar de
Zúñiga, virrey de México.
Óleo atribuido en la novela a Juan Rodríguez Juárez,
s. XVII
Tenía entoncess don Baltasar cincuenta y siete años y
una larga trayectoria, pero aún conservaba la imponente presencia que confiere
el poder. Había participado con su hermano, el duque de Béjar, en la batalla de
los campos de Buda contra los turcos. Su hermano falleció en la contienda y él
continuó su carrera al servicio real. Su llegada a estas latitudes motivó
algarabías.
Así hace la
autora la presentación del principal protagonista de la novela, que también forma parte de
la realidad, histórica en este caso, a pesar de que para llegar hasta él deben transcurrir
casi un centenar de páginas de narración delirante
(he aquí el otro elemento que vuelve interesante la lectura) sobre el ambiente
en que se desarrolla la trama. Los términos delirio y delirante deben tomarse
aquí en el sentido etimológico de abrir
los senderos de la imaginación.
Beatriz Espejo
en su biblioteca, cuando preparaba la edición de ¿Dónde estás, Corazón?
Beatriz Espejo
es escritora-investigadora y ejerce la docencia en la Universidad Nacional
Autónoma de México. En entrevista realizada por la Agencia de Noticias del
Estado Mexicano en vísperas de la publicación, dijo lo siguiente:
Este libro es mi mejor novela, producto de tres años
de investigación. Se desarrolla en un convento y relata la forma cómo vivían en
su interior, sus espacios, y se mezclan historias de amor. El título suena a
canción antigua, pero la verdad es que vino a raíz de una historia que decía
que un virrey, enamorado de una monja, cuando regresó a España tras concluir su
período de gobierno, mandó su corazón en una caja de plata para ser enterrado
en el convento de monjas capuchinas que él había fundado.
Se trata del convento de Corpus Christi, situado
frente al Hemiciclo a Juárez, y se pensó que era una historia más, pero en
realidad, cuando se restaura ese convento que quedó dañado tras el sismo de
1985, se encontró el corazón y la caja de plata, y de ahí me vino la novela.
Escudo del
Condado de Béjar, Texas, EE.UU
A Baltasar de
Zúñiga -el virrey que desfloraba novicias según la novela- marqués de Valero y
duque de Arión e hijo, hermano y tío de duques de Béjar, le precedieron en el
cargo dos miembros más de su mismo linaje y apellido (Álvaro Manrique de Zúñiga,
marqués de Villamanrique, y Gaspar de
Zúñiga Acevedo y Velasco, conde de Monterrey) aparte de otros, antes y después
de él, de parentesco colateral. Entre las villas que fundó en Nueva España,
actual México, se encuentra San Antonio de Béjar, que dio el nombre a uno de
los condados de Texas (County of Bexar),
EE.UU, que incluye el escudo ducal bejarano en su heráldica. Se dice que en
este lugar se conserva su partida de bautismo.
*Nota: La compra
de la novela esta vez fue por internet y el envío se demoró una semana. Gracias a mi hija
Blanca Zúñiga. El precio excesivo, por la política comercial anticultural
global, pero París bien vale una misa,
como en el caso de La Duquesa y el Deán de Jesús Vicente Cano. (Pinceladas de Historia Bejarana 01/02/16)
Vale.
Lo de encontrarse uno un corazón en una urna no ocurre todos los días. Debió darle un vuelco el idem a la persona que lo halló.
ResponderEliminarNo sé qué pasa con blogger que esta entrada no se actualizó en mi lista de blogs. Lo encontré gracias a facebook.
Mucha suerte a la autora de la novela.
Un saludo, Carmen.
A veces blogger se pone pesado y hace barrabasadas de éstas. Una vez me pasó con todos y no recuerdo cómo logré remediar el entuerto. Quizá tarde un tiempo y no se actualice directamente. Total, la entrada la colgué poco antes de que tú hicieras el comentario.
EliminarSaludos
Carmen Es un placer pasar por su blog Saludos
EliminarHace poco tuve la suerte de hacer un pequeño artículo para la revista del CEB centrado en parte en esta novela (además de otra anterior cuyo protagonista era asimismo el marqués). Me sorprendió mucho cómo mientras que en España la figura de D. Baltasar, quien cada día me parece más determinante por su influencia en la etapa de Felipe V, está hoy prácticamente olvidada por la historiografía, en México ha dado juego para dos novelas, aunque se distorsione mucho la realidad histórica (porque las novelas se basan en Arizpe, el floklorista digamos un tanto imaginativo.... En todo caso, cosas de la memoria histórica.
ResponderEliminarFelicidades a Carmen y a Jorge.
Gracias señor Zarza. De ud. tengo registrados: La participación del X duque de Béjar D. Manuel de Zúñiga en el sitio de Buda (1686) 2014; La religiosidad de D. Manuel de Zúñiga y el milagro de Guzmán (1686) 2015; En torno a la pervivencia de la memoria histórica del marqués de Valero en México. Ficción literaria y verosimilitud histórica en una novela romántica protagonizada por D. Baltasar de Zúñiga. 2015. ¿Hay más? Desde Chile, JZR.
EliminarHola, Jorge. Si te parece, nos tuteamos. Sobre tema bejarano, tengo un artículo más sobre el duque D. Manuel, aunque en realidad lo que hace es incidir en el germen de su memoria, que ya tocaba en el libro. Está disponible en:
Eliminarhttp://www.tiemposmodernos.org/tm3/index.php/tm
Muchas gracias por el interés y encantado de conocerte, aunque sea a través de la red.
Hombre, gracias Emiliano (nombre también de uno de mis nietos) Leí el artículo, muy sustancial, y lo ingresé de inmediato a la bibliografía que estoy construyendo. Gracias también a Carmen por ofrecer este espacio para la interrelación y disculpas a los seguidores por ocuparlo. Desde Chile, alerta a otras publicaciones del prof. Zarza, JZR. Ps.: Estoy encargando el libro. Vale.
EliminarBuen y necesario apunte, Emiliano. ¿Sabes que tienes en Jorge uno de tus más fieles seguidores? Lo malo es que esté tan lejos. Lo bueno es que existe internet para ponernos en contacto.
EliminarUn saludo a los dos
Más vale lejos, estimada Carmen. Como bien dice Emiliano en el artículo, los Zúñiga instrumentalizan cuanto se les pone a mano. JZR.
EliminarNo he leído la novela y, por tanto, líbreme Dios de opinar sobre ella, ni para bien, ni para mal. Eso sí, motivada por un acontecimiento tan romántico como el hallazgo de ese corazón dentro de una caja de plata y con una leyenda tan explícita estoy convencido que bastaría con la historia, sin recurrir al delirio, para cautiva a cualquier lector.
ResponderEliminarUn abrazo,
El tesoro que guardaba aquel convento debió ser muy querido por el duque. Porque enviar el corazón al otro lado del mundo no es cualquier cosa.
ResponderEliminarDesde aquí mucho éxito para la autora. Saludos.
Muchas gracias por la recomendación, ahora que vienen días de relajarse, se agradece tener libros para poder disfrutarlos.-Ya tengo unos cuantos reservados y me apunto este.
ResponderEliminarUn beso Carmen y un saludo Don Jorge
Muy enamorado estuvo este señor de la novicia. Detrás de ese corazón oculto entre las paredes del convento había una impresionante historia de amor que ha salido a la luz gracias a los trabajos de investigación ay a la pluma de Beatriz Espejo...nada hay oculto que no salga a la luz, aunque tengan que pasar, como en este caso, algunos siglos.
ResponderEliminarBesos
Curiosa historia de amor la del noble y la novicia. Al parecer alguna correspondencia había por parte de esta para guardar el corazón con tanto esmero.
ResponderEliminarSaludos.
SOLO COMO INFORMACIÓN SOBRE AVION SOLAR.
ResponderEliminarNo tiene apenas ruido. se oia muy poco,
mas se oia el helicóptero que lo escoltaba y mucho mas las pasadas delos "cazas" que lo escoltaban.
manolo
.
Esto si que es dar el corazón de verdad, que bonita historia!, me imagino que el libro tiene que tener mucha pasión por el contenido.
ResponderEliminarUn abrazo
Es curioso encontrarse un corazón disecado, desde luego con esa inscripción la cosa da lugar a escribir un libro.
ResponderEliminarMe imagino la sorpresa del que se encontró con la cajita de marras.
Suerte a la autora del libro. El tema que nos muestra tiene que ser muy intersante.
Besos Carmen
Puri
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUn amor verdadero. Buena investigación de Beatriz, y menuda sorpresa para quién la encontró. El libro tiene que estar interesante.
ResponderEliminarUn beso.
Hay gestos, disposiciones en este caso, que lo dicen todo.
ResponderEliminarUn saludo.
Una historia muy interesante Carmen, ¡cuanto viajó el corazón enamorado para llegar al lugar donde se encontraba su amada novicia!
ResponderEliminarUn abrazo.