Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Revista de Ferias y Fiestas de la Cámara de Comercio de Béjar, 2009.
El pabellón de Béjar, una muestra del diseño y la modernidad para la época
El
proceso de toma de decisión no debió dar muchos quebraderos de cabeza porque
estaba claro que a los fabricantes bejaranos les interesaba muy mucho estar
presentes en la Primera Feria
de Muestras de Salamanca. Había que demostrar que Béjar podía presumir aún de
conservar un poderío industrial fácilmente envidiable por el resto de sus
compañeros provincianos (esa era la mentalidad de la época), dedicados, más
bien, a labores de carácter agrícola y ganadero.
Folleto de la Feria de Muestras con un dibujo del pabellón bejarano
Por ello no se escatimó en gastos ni
esfuerzos. La primera noticia que poseemos sobre esta Feria de Muestras aparece
reflejada en la sesión de la
Cámara de Comercio de Béjar correspondiente al 7 de junio de
1961[1].
Ese día, de manera oficial, el presidente de la Cámara de Salamanca, Zenón
Jiménez Ridruejo, nombrado como tal en Marzo de ese mismo año, y su compañero
el Sr. Sánchez visitaron Béjar para comunicar la celebración del evento entre
el 8 y el 21 de septiembre. Fueron recibidos por el presidente de la Cámara de Béjar, Antonio
Olleros Petit, y su secretario, José Cid Gómez, e invitados a recorrer varias
de nuestras fábricas, para después asistir a un almuerzo en el Hotel Colón.
Fotografía del pabellón
El entusiasmo que inundó a los
miembros de la Cámara
de Comercio debió de ser tal, que en la sesión de 4 de agosto ya se están
exponiendo y discutiendo presupuestos, proyectos, subvenciones (entonces se
denominaban colaboraciones) oficiales y particulares. Tal rapidez sólo puede
explicarse como consecuencia del gran interés que poseían los fabricantes por
promocionarse o por el hecho de conocer de antemano la consecución de la Feria en Salamanca, o ambas
a la vez. Sin duda alguna, la primera opción se puede considerar como motor del
proyecto. El alcalde de Béjar, Ramón Olleros, en el discurso que pronunció en
la feria, se lamentó de la rapidez con que habían preparado el pabellón[2].
Recepción del pabellón con el gran mural del Palacio Ducal
La Feria se construiría en los terrenos aledaños a la Plaza de Toros de Salamanca,
entonces sin edificar y dedicados a este cometido. Esculturas del Puente del
Congosto, curtidos de Valdelacasa, cerámica de Cespedosa, ladrillos de
Peromingo, productos chacineros de Ledrada y Candelario se exponían en stands
adyacentes.
En todo caso, y para que nos hagamos
una ligera idea de lo costoso del stand
bejarano, apuntaremos que el presupuesto sólo en electricidad, encargado a la
empresa Solórzano se elevó a las 25.000 pesetas (de entonces) y el contratista
de obras, Enrique Andrés de Salamanca, cobró 209.521 pts[3].
Exhibición de maquinaria textil dentro del pabellón
El pabellón puede considerarse un ejemplo de modernidad para
la época. Buena muestra de mi afirmación son tanto las fotografías como los
planos y alzados que ilustran este artículo. El arquitecto que lo diseñó fue
Tomás Rodríguez, aquel bejarano, hijo de industriales, que alzó edificios como
la iglesia de Monte Mario, el Hotel Colón, la residencia de las Hermanitas, el colegio de las Amantes,
entre otros, y reconstruyó la iglesia del Salvador[4].
El espacio destinado a la muestra ocupaba la mayor parte de la superficie del
pabellón, delimitando el resto en dos compartimentos cerrados, uno para sala de
tertulia y bar y otro para recepción, donde una guapa señorita recibía al
visitante sonriendo por delante de un gran panel que representaba el Palacio
Ducal. Así cualquiera se sentía como en casa.
Más maquinaria y fotografías de las fábricas
Pero, por curiosidad e interés anecdótico, apuntaremos que el
rótulo que coronaba la fechada de acceso al stand, con la palabra “BEJAR”,
confeccionado en madera y con iluminación nocturna, costó 1.716 pesetas. La
chimenea fabricada en escayola y con alma de madera, semejante a las que
salpicaban el paisaje bejarano, por encima de la cobertura arbórea y de los
edificios, perfilándose contra la masa serrana
(pues no era otra cosa la que se deseaba asemejar el espacio de muestra,
si no una gran fábrica de acceso libre para el visitante, a la vez que símbolo
ciudadano) medía 10 metros
de altura y 1 m.
y 25 cm.
de diámetro en su base.
El famoso panel con muestras de paño
A las puertas del reciento un relieve alegórico de la fabricación
textil, según factura, daba la bienvenida al visitante. Realizado en escayola, importó por sí solo 7.000 pesetas, mientras
que la composición mural de Ramón Melero situado en la zona de información, a
partir de retales de paño, añadiría 4.000 pts más a la cuenta de gastos[5],
pues medía ni más ni menos que 4
metros de largo. Una vez desmontada la Feria, el panel pasaría a
propiedad municipal.
Junto a la puerta, en el interior, la maqueta del Instituto de
Segunda Enseñanza que estaba construyéndose en ese mismo momento en el Palacio
Ducal bajo la alcaldía de Ramón Olleros Gregorio.
Muestras de hilados y pequeñas maquetas con el nombre de las fábricas textiles
Los fabricantes asistentes al
evento, algunos de cuyos nombres se pueden observar en las fotografías,
mandaron al stand muestras de paño colocadas, según opinión de algunos, con
mucho gusto y finura. Por un lado hemos de distinguir las fábricas de paño en
sí mismas: Cipriano Rodríguez-Arias S.A., Ernesto Izard e Hijos S.A.,
Francisco Gómez-Rodulfo S.A., Higinio Cascón Núñez, Hijo de Rafael Díaz S.A.,
José Mussons Torrás, Luis Tapia Gómez, Manuel Bruno Fraile, Pablo Farrás Faus,
Pedro Carbajo e Hijo. Los muestrarios de dichas empresas fueron colocados a
modo de decoración por las paredes del pabellón, especificando el nombre de
cada una de ellas. Por otro lado, las muestras de las manufacturas dedicadas a
acabados, hilatura y tinte, se dispusieron en una larga mesa central.
Asistieron S.A. Transformadora de lanas, T.H.E.S.A., S.A. Materias
Industriales, Felipe Gutiérrez Morales S.A., La Estambrera Bejarana,
Manufactura Auxiliar Textil S.A., Manufacturas S.A., Textil Navazo S.A.,
Tintorería Gilart, García y Cascón S.A. y Rafael Rodilla Sánchez.
Además de estas muestras de paño
colocadas con el mayor esmero, la
Cámara se esforzó en dar a conocer el proceso de fabricación
a través de la instalación de pequeñas máquinas características del proceso
productivo. Así, se transportó para la ocasión una peinadora y un telar de la
fábrica de Carbajo y tres pequeñas máquinas de muestras (urdidor, carda y
telar) de la de Tapia, todas ellas en funcionamiento durante los horarios de
apertura. También se distribuyeron por las paredes fotografías de varias
empresas como Navazo, Mussons Higinio Cascón o T.H.E.S.A. entre otras,
realizadas por Requena, bustos
esculpidos por el escultor bejarano Eloy Hernández y lienzos del también
bejarano Lino Sánchez[6].
Continuará
[1] Archivo de la Cámara de Comercio de Béjar. Libro de actas de
sesiones (1961)
[2] HERNÁNDEZ, H: Potencia textil en la I Feria Provincial de
Muestras. Béjar en Madrid, nº 2.604. 23 de Septiembre de 1961.
[3] Archivo de la Cámara de Comercio de Béjar. Facturas
correspondientes a la Feria de muestras de Salamanca de 1961.
[4] R. SÁNCHEZ, J: Tomás Rodríguez, arquitecto bejarano. Béjar
en Madrid, 7 de Julio de 2006
[5] Los datos referentes a los nombres de los artistas y arquitecto
que participaron en el stand han sido tomados del artículo de HERNÁNDEZ, H del
Béjar en Madrid.
[6] Remitimos para conocer algo más de estos artistas a RIVADENEYRA
PRIETO, O: Artistas del ayer. Revista de Fiestas y Ferias de la Cámara
de Comercio de Béjar, 2003. o de manera más extensa, del mismo autor, Béjar,
Artistas del ayer. Editado por el Ayuntamiento de Béjar y la Diputación de
Salamanca, Abril de 2003.
Qué buena investigación y qué bueno que continúe. Felicitaciones desde Chile, JZR.
ResponderEliminarSi ese despliegue de gastos sirvieron para darle un nuevo impulso y abrir nuevos mercados a la industría de Béjar, es un esfuerzo que merecería la pena realizar, una feria de muestra es un escaparate abierto para la difusión de productos dentro de un gran mercado.
ResponderEliminarBesos
Veo que te has documentado muy bien para hacer este trabajo. Las ferias de muestras empezaron a cobrar mucho protagonismo en España, sobre todo en la segunda mitad de los años 60, de la mano de los Planes de Desarrollo, aunque el arranque o el disparo de salida tuvo lugar a finales de la década anterior con el Plan de Estabilización. La de Béjar se anticipó un poco en el tiempo.
ResponderEliminarUn saludo, Carmen.
Buena aclaración, Cayetano. Parece ser que la Feria de Salamanca se adelantó un poco en el tiempo a juzgar por lo que dices, sí.
EliminarUn saludo
Me gusta el folleto de la Feria.
ResponderEliminarLas ferias de muestras siempre dan vida a una ciudad dándola a conocer por sus productos o por su saber hacer.
Como siempre buena documentación.
Un abrazo.
Muy intersante que Béjar impulsara estas ferias.No conocía este evento Carmen de 61.
ResponderEliminarahora a nivel local se vienen haciendo cada dos años. Más de otras industrias que del textil.
Buenos reportajes.
Un beso.
Me he estado poniendo al corriente de los blogs Carmen, poco a poco. Las ferias impulsan esas materias que se conocen en las localidades que a lo mejor interesan a foráneos. De ahí que me gusten mucho visitarlas. Ahora de vacaciones, estuve en la feria de la langosta en A Guarda (Galicia). Vi como no solo había langosta :D
ResponderEliminarBesos. Como siempre interesantisimo
Magnifica entrada Carmen, las fotos son muy buenas, me ha encantado sobretodo la primera. Como sabes aquí en Cataluña, ha habido y hay mucha tradición textil y todo lo que conlleva me interesa.
ResponderEliminarUn beso.
Buena e interesante investigación sobre un mundillo, el de las ferias, interesante, tanto en la exposición en sí misma, como en lo que no se ve.
ResponderEliminarUn abrazo,
Qué evocador, Carmen. Es pura memoria.
ResponderEliminarLo primero que se me ha ocurrido al ver el folleto de la fachada del pabellón y luego la fotografía, es que el arquitecto debía ser de la tierra. La airosa presencia de las chimeneas es algo que prende la retina de todo aquel que ha vivido el entorno fabril, como le pasó a Josep Mª Subirachs, que nunca olvidó las de su barrio textil y las fue colocando en infinidad de obras.
Un beso.
Tomás Rodríguez, el arquitecto y diseñador del pabellón, había nacido en Béjar y era por entonces el que se llevaba todos los proyectos de embergadura de la ciudad: rehabilitación de una iglesia incendiada justo antes del estallido de la Guerra, un colegio, una iglesia nueva neorrománica, casas en el centro de la población, salieron de su estudio. Quizá sean las chimeneas los elementos más simbólicos de la fabricación textil a nivel edificatorio y él no dudó en utilizarla como reclamo y eje del pabellón bejarano.
EliminarUn beso
Carmen primero te contesto tus comentarios en mi blog; 1 sobre el de la ermita de San Pelayo creo estaba rodeada de arboles y 2 en la oficina de turismo de Arenas de San Pedro mas de una persona pregunto por ellos.
ResponderEliminarAhora sobre el tuyo.
Una buena documentación por tu parte sobre del evento el cual por cierto parece dio buena información sobre lo que fabricaba en Béjar. También nos dices que lo mostraba al resto de la localidades entonces eminentemente agrícolas, yo supongo que también algo tendría que ver el pique que tenéis con la capital y creo entonces mayor.
Saludos.
Muy cierto lo del pique que teníamos entonces con la capital de la provincia, pues Salamanca se dedicaba a la agricultura y a la universidad, y Béjar a la fabricación textil (algo parecido pasaba entre Béjar y Candelario, pueblo éste dedicado a la industria chacinera). De hecho Béjar intentó en varias ocasiones en el siglo XIX integrarse en la de Ávila e incluso declararse cantón independiente, aunque esto no llegó nunca a tener efecto.
EliminarSaludos
Lo bien hecho siempre tiene futuro y aquí está la prueba.
ResponderEliminarLeyendo los precios de las cosas le parece a una tan lejano que hasta da miedo.
Besos
Las ferias; de la índole que sea, son muy necesarias.
ResponderEliminarUna primera parte muy interesante: deseando saber un poco más de esta ciudad y sus gent
¡ QUE PASES UN FELIZ DÍA DEL CARMEN!
Besos
Gracias, Bertha, por la feclitiación y el comentario.
EliminarUn abrazo
...gentes:)
ResponderEliminarAprovecho para felicitarte Carmen en este día y añado más felicitaciones por esta entrada tan elaborada y muy informativa. Desconocía que hubiera este tipo de ferias en aquella en Bejar y para la época en que se desarrollo se ve muy completa con todos los departamentos y los productos que allí se exponían.
ResponderEliminarPor cierto en los paños expuestos se puede leer un tal Cascón ¿ es un antepasado tuyo ?
Lo dicho reitero mi doble felicitación.
Besos Carmen,
Puri
Gracias por al felicitación, Dulcinea. Ayer me llovieron por decenas, ¡qué buenos amigos en la distancia tengo!
EliminarSí, ese "Higinio Cascón" que aparece en la fotografía era mi abuelo quien regentaba una fábrica de paños que a su vez la había fundado su abuelo, es decir mi tatarabuelo. Por eso puse esa foto en concreto, ejej.
Un beso