16 de mayo de 2018

Sobre la Universidad de Salamanca y el linaje de los Duques de Béjar

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

*Con ésta y otras entradas queremos celebrar el VIII Centenario de la Universidad de Salamanca. ¡Feliz cumpleaños!


         Es posible que la relación señalada en el título provenga de antes, pero para los efectos de este breve recuento se la sitúa en el siglo XVI. Precisar también que el linaje ducal aludido –incluidos individuos y ramas hasta hoy- es el que comenzó en 1485 con el primer titular, Álvaro de Zúñiga, y cambió de apellido en 1777 con la muerte sin descendencia directa del decimosegundo, Joaquín de Zúñiga. Así las cosas y para avanzar, se remite al artículo La duquesa de Béjar María de Zúñiga y Pimentel y su legado a la Universidad de Salamanca, publicado el 16 de mayo de 2016 en Pinceladas de Historia Bejarana, donde también se alude a miembros del linaje que fueron rectores del paraninfo salmantino. 

 Cardenal Gaspar de Zúñiga Avellaneda y Velasco


      En el tomo II de Historia pragmática e interna de la Universidad de Salamanca, 1917, el ex rector Enrique Esperabé Arteaga dedica varias páginas a los Maestros y alumnos más distinguidos, entre los cuales figura el doctor y catedrático de leyes Alonso de Zúñiga, al que algunas veces se le llama el Dr. Stúñiga. Con más de una década de carrera universitaria, la abandonó Zúñiga para asumir la defensa de los comuneros, hecho por el que fue condenado, obteniendo el perdón imperial por intercesión del duque de Béjar Álvaro II de Zúñiga (Möller Recondo, Claudia: El doctor Alonso de Zúñiga, catedrático de derecho y comunero, 2015).

Comuneros y Universitarios, hacia la construcción del monopolio del saber, 2015, de Claudia Möller

       Gaspar de Zúñiga Avellaneda y Enríquez (sobrino-nieto de Fernando el Católico por parte de madre), nació en Cáceres y era hijo del III conde de Miranda del Castañar Francisco de Zúñiga Avellaneda y Velasco y tío del IV duque de Béjar Francisco de Zúñiga y Sotomayor, estudió en la Universidad de Salamanca. Alumno del humanista Francisco de Vitoria, se doctoró en teología y fue rector por el período de un año (1539-40). Dejó la docencia para continuar la carrera eclesiástica (obispo de Segovia, arzobispo de Santiago de Compostela y cardenal arzobispo de Sevilla), acompañar en sus viajes al futuro emperador Maximiliano de Austria y participar en el Concilio de Trento. Por encargo de Carlos V intervino la Universidad de Alcalá, y ofició el matrimonio de Felipe II con Ana de Austria. Gaspar de Zúñiga, cardenal-arzobispo de Sevilla 

         Sobrino del anterior, Íñigo de Zúñiga Avellaneda y Velasco (bisnieto por línea materna del marqués de Santillana Íñigo López de Mendoza y sobrino-nieto del Gran Cardenal Mendoza) estudió en el Colegio Mayor de San Bartolomé de la Universidad de Salamanca (el Gran Cardenal estudió en la misma Universidad, doctorándose en derecho civil y eclesiástico). Muy adicto a Carlos V, como otros miembros de su familia, Íñigo de Zúñiga acompañó al emperador en su viaje por Italia, y nombrado embajador en Inglaterra dirimió el divorcio entre Enrique VIII y Catalina de Aragón, tía del monarca. Fue obispo de Coria y de Burgos, y el papabile de Carlos V derrotado por los votos de los cardenales italianos



Cardenal Íñigo de Zúñiga Avellaneda y Velasco 


      En la comitiva de Carlos V por Italia iba otro familiar, Diego López de Zúñiga, ex alumno también de la Universidad de Salamanca. Su doctorado en teología allí, con especialización en lengua griega, le valió la designación del cardenal Cisneros para dirigir la edición de la Biblia Políglota Complutense. Radicado en Roma, donde enseñaba la lengua filosofal, fue embajador del papa ante Carlos V, y en la portada de sus publicaciones contra Erasmo de Rotterdam usaba el escudo ducal para desafiar la prohibición pontificia. Aficionado al acervo cultural, escribió un Itinerario a la ciudad de Roma que dedicó a su hermano Juan de Zúñiga, adjunto a la corte imperial. Al final de sus días se acogió al entorno de su pariente Pedro Álvarez de Toledo y Zúñiga, virrey de Nápoles, donde murió. 

 
Annotationes contra Erasmo, de Diego López de Zúñiga 


     Felipe II había asistido a las lecciones que dictaba Gaspar de Zúñiga en la Universidad de Salamanca, y ligado afectuosamente al clan familiar (Juan de Zúñiga, hermano del cardenal Íñigo de Zúñiga, fue su tutor), como su padre, cuando fue necesario aplicar una nueva reforma a los estatutos eligió interventor a un miembro de ese linaje, el teólogo Juan de Zúñiga. Para aclarar alcances de nombres, el catedrático Francisco Javier Alejo Montes establece su perfil en el estudio titulado La Universidad de Salamanca en el siglo XVI: La reforma educativa de D. Juan de Zúñiga (1594): "Don Juan de Zúñiga, Inquisidor de Valencia y Toledo, Canónigo de aquella santa Iglesia, del Consejo de Inquisición, Visitador de la Universidad de Salamanca, Comisario General de Cruzada, Obispo de Cartagena, Inquisidor General por Bula de Clemente VIII de 29 de julio de 1602; falleció a 20 de diciembre del mismo año". 

     Discursos Históricos de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Murcia y su Reino. Fco. Cascales, 1621 

       En pleno corazón del edificio histórico de la Universidad Pontificia de Salamanca se encuentra la Biblioteca Central José María Vargas-Zúñiga, que consta de cuatro plantas (dos en rasante y dos en sótano) que ocupan una superficie de 4.497 m2 con 500 puestos de lectura y consulta, y alberga 300.000 volúmenes con capacidad para 500.000. Inaugurada en 2000, lleva el nombre de su fundador, el empresario salmantino licenciado en derecho fallecido en 2010. Los Vargas-Zúñiga son una rama derivada de los condes de Oliva de Plasencia (Paredes Guillén, Vicente: Los Zúñiga, señores de Plasencia, 1909), que en el escudo de su apellido lleva el del linaje de los duques de Béjar (Blasonario de la Consanguinidad Ibérica, 1979)


Patio de la Biblioteca Central José María Vargas-Zúñiga de la UPSAL 

       Para finalizar, y guardando más en el tintero, una carta rescatada por el teólogo alavés Vicente Beltrán de Heredia en su Cartulario de la Universidad de Salamanca (1218-1600), publicado por la casa de estudios en 1972: 

         "Ilustre señor rector y claustro de la Universidad de Salamanca: Las razones de la carta de v. m. y lo que de su parte me significó el doctor Diego de Espino sobre el detenimiento de don Diego de Zúñiga, mi hermano, me han obligado; y por todo lo que se me dice y ofrece de su parte en el particular de su prisión y procurar el buen suceso, más de lo que yo lo estaba a acudir a las cosas de esa Universidad y de los que al presente en el claustro de ella están, y helo estimado en mucho porque se corresponde a mi ánimo y voluntad, y así en cualquier ocasión lo mostraré. 

 
Cartulario de la Universidad de Salamanca. 1972 

        Y espero que aunque algunas cosas haya en don Diego, no las que sus émulos pretenden con las invenciones y orden y términos que han tenido para ejecutar sus ruines intenciones, porque se ha de entender la verdad y en esto haré toda instancia para que se sepa y se conozcan los ánimos de los que han querido informar de él otra cosa, y sus fines, con tan poca cristiandad. Estoy confiado de la diligencia que por esa Universidad se hará y de todo lo demás que se me dice, y así la acabo con remitirme al doctor Espino de Cáceres. Guarde y acreciente nuestro Señor la ilustre persona de v. m., como desea de Béjar primero de octubre 1576 a servicio de v. m., el duque de Béjar.

  Francisco de Zúñiga y Sotomayor

13 comentarios:

  1. Me pasa siempre: alguien nombra la Universidad de Salamanca y me sale mentalmente la figura de Unamuno defendiendo la inteligencia y el saber frente a la sinrazón de los bárbaros. Luego, a tenor de recuerdos y lecturas, como la presente, te das cuenta de que hay mucho más detrás de la famosa universidad.
    Saludos.

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  2. La Universidad de Salamanca tenía ya un notable prestigio desde su fundación. Es normal que las familias más pudiente enviaran a su hijos allí.

    Besos

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  3. Grandes profesores y grandes alumnos han dado brillo y notoriedad a la que es la universidad más antigua de España.
    Buen artículo.
    Un abrazo

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  4. Pienso que si en Vietnam hubo en un tiempo tanta familia real, que, según se afirmaba, a cualquier hombre del reino que vieras podías decirle: "Levantate. Tú serás Rey", los numerosos miembros del linaje ducal Zúñiga, de Béjar, han demostrado desenvolverse bien en todo tipo de cargos de responsabilidad. Hoy leemos su paso por la Universidad de Salamanca, a la que felicitamos en su VIII Cº. Saludos.

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  5. Estaba pensando como Ana María. Los Zúñiga estuvieron en todos lados.
    Hace ya bastantes años que estuve en la Universidad. Fue un intercambio con la Universidad Central de Venezuela. Gran recuerdo que tengo de la misma.

    Besos Carmen

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  6. Desde que te sigo el nombre de Zúñiga ha salido en muchas de tus publicaciones y no me extraña ya que han estado por todos los lados y vienen de una familia de linaje.
    Un abrazo.

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  7. Al parecer fue el poder de la familia Zúñiga fue determinante en su despliegue, aparte de sus profesores anteriores a ellos.

    Saludos.

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  8. Me quedo admirada de la importancia que tuvieron en todos los aspectos la familia Zúñiga. Mi felicitación para la universidad en su aniversario.

    Un abrazo de Espíritu sin Nombre.

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  9. Ochocientos años de existencia, que la convierten en la más antigua de España, son motivo de felicitación. Profesores como Fray Luis de León o como decía Cayetano, Unamuno, han sido ilustres profesores, a los que se unen, ahora aprendo, varios del linaje de los Zuñiga en distintos cargos.
    Saludos.

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  10. Me congratula ver que alguien recuerda que estamos ante el octavo centenario de la fundación de la Universidad de Salamanca.
    Un abrazo,

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  11. ·.
    Una información siempre valiosa. Tanta profusión de datos y relaciones es asombrosa.
    Feliz aniversario
    Un abrazo

    La Mirada Ausente · & · Cristal Rasgado
    ·

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  12. Un trabajo muy digno para esta celebración de la Universidad más antiguas de la España actual, y digo actual, ya que la más antigua fue la de Palencia, -desaparecida en el siglo XIII-, según tengo entendido.
    Un abrazo.

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.