Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: revista Cultural de Gibraleón nº18, diciembre de 2015.
Como comentamos con anterioridad, Antonio Pizarro heredó a la muerte de su abuelo y de su tío, el mayorazgo o vínculo fundado por el primero, Francisco Pizarro y Pedraza. En él se incluían 1.734 ovejas, 281 corderas, 43 cabras y 20 chivas. Además se integró en su patrimonio, al menos en vida, el palacio del mayorazgo situado frente al desaparecido convento de las monjas dominicas de la Piedad.
El palacio de los Pizarro es el edificio de la izquierda del lienzo de soportales
La edificación, de gran empaque, ocupa la mayor parte del lienzo norte de dicha plaza, otrora espacio presidido por el Palacio Nuevo de los duques, luego convento. A imitación de su señor y de las obras que se estaban llevando a cabo en esos momentos en la Plaza Mayor, con la edificación de los soportales que aún perviven, los Pizarro, Francisco Pizarro, el abuelo, y Antonio Pizarro, el nieto, costearán la construcción de un palacio, digno de su mayorazgo y linaje, con soportales, cuadra, bodega, patio cuadrangular y capilla particular.
Según José Muñoz Domínguez el edificio se construyó en vida de don Francisco Pizarro y Pedraza a finales del siglo XVII [1] y los soportales de dicho palacio vendrían a sustituir a otros anteriores de época bajomedieval que permitían la celebración de mercado [2]. La existencia de la capilla particular es segura: en la partida del Libro de Matrimonios de El Salvador aparece que Antonio Pizarro y Rosalía Vélez fueron desposados “en el privado oratorio que tienen Don Antonio en las casas de su habitación por Don Pablo Texado y Barrantes con comisión de Don Joseph Loaissa Maioralgo y Saavedra, Prior de Alcántara”. En la capilla y oratonio se daba culto a un Niño Jesús
al que el obispo placentino don Francisco de Perea y Porras había
concedido 40 días de indulgencia [4].
Otras viviendas con soportales en la misma línea del palacio
Según el Catastro el palacio se componía de “quartos vajos y altos, corrales, bodega con cubas que hacen 1.400 cántaros […]. Linda por levante con casa de D. Manuel Ballejo, cura de La Calzada, poniente con casa del interesado, norte con Calle Alogeria, mediodía con Calle Mayor. En la que habita y arrendada merece 600 reales ” [3]. Su empaque y tamaño (20 metros de fachada por 50 de fondo) lo posicionaban como una de las construcciones más grandes de la villa, al margen de los conventos y los palacios ducales [5].
A imagen y semejanza suya, los propietarios de las casas inmediatas y anexas a dicho palacio sustituirían los antiguos soportales bajomedievales por otros nuevos, siguiendo el patrón marcado por el palacio de Pizarro [6]. Sabemos que el heredero del mayorazgo, el conde de las Navas don Luis Pizarro y Ramírez, vendería este magnífico palacio, ya en estado ruinoso (probablemente se refería al interior), a José Rodríguez por 18.000 reales [7].
El mayorazgo también incluía dos casas con bodega en Barrio Nuevo (430 reales), otra en Barrio Neila (100 reales), otras tres en Parrillas y un molino harinero en el Cuerpo de Hombre, sitio de la Justa, de una sola rueda.
Escudo del linaje Pizarro inserto en la obra de Juan Bautista de la Calle
Por linaje Antonio Pizarro había heredado el patronato de la memoria de Isabel López Dávila por la línea de su abuela Ana López Dávila, y los de las capellanías del canónigo placentino Bartolomé López Dávila, servidera en la iglesia de San Juan Bautista de Béjar, como comentamos anteriormente, y de Blasina y Jacinta González. Todo ello le reportaba una ganancia de 164 reales más 200 reales de la administración del mayorazgo que gozaba doña Constanza Merino [8].
Según el Catastro de Ensenada la casa del vínculo de Bartolomé López Dávila estaba “compuesta de habitazion alta y vaja, tiene de frente quatro varas y media, y treinta de fondo, linda lebante con la casa que bibe este interesado, propia del mayorazgo que fundo Françisco Pizarro, Poniente con casa del vinculo que fundo dn. Gabriel Taranco, norte con dcha casa y norte con Calle Mayor, la que tiene en arrendamiento Dn. Antonio Davila y por su renta annual paga doscientos y veinte reales de vellón ” [9]. En el entresuelo se daba culto a la Virgen de la Salud por expreso deseo de Francisco Pizarro y López Dávila [10]. Actualmente la casa ya no existe al haber construido un conocido hotel de nueva planta.
Edificio construido sobre la casa mayorazgo de los López Dávila
Huelga decir que disponían de un amplio cortejo de servidores, amas y caballerizos, en una pequeña corte paralela a la del ausente duque de Béjar, por entonces en Madrid. Y como él ejerció de mecenas de artistas, escritores y estudiosos. Son célebres los versos dedicados a Antonio Pizarro en el prólogo del libro titulado Dissertaciones phisico-médico- chirurgicas, en que se exponen desengaños de engaños, y verdades desnudas, con una respuesta apologética a varias impugnaciones escrito por el médico Juan Bautista de la Calle en 1761 que dicen
Dedícase
Al muy noble señor, mi señor
El señor don Antonio Pizarro y Pedraza,
Regidor Perpetuo de la Villa de Béjar
Soneto
A su mecenas
Debaxo de tu Escudo me he acogid-,
O de tus Armas acudo al sagrado,
No ignorante que había de ser tratado
A imitación de el Padre de que he sido
No dudo ya que Zoilo huirá corrido
Temiendo Protector tan realzad-,
O tendrá que llevar por de contado
No menos que
Su buen merecido
I si con todo se hiciere atrevido,
O no repara a quien me he resguardado,
Pizarro es quien me tiene por ahijado
I PADRE DE LA PATRIA es, y ha sido.
Zierra tu labio Zoilo embrabecido
AL PADRE DE LA PATRIA, quien ha dado
Realce a su origen embidiado.
¡Oh! Dios quiera se eternice como pido.
Estos versos, a modo de dedicatoria, bien pudieron estar originados por el trato personal. No en vano, don Juan Bautista de la Calle ejercía en el momento de la publicación como médico en la villa cercana de Candelario [11] y ese puesto, como él mismo declara en su prólogo, se lo debe a su mecenas, don Antonio Pizarro. El soneto tiene más valor si comprobamos que se forma el acróstico “Don Antonio Pizaro” uniendo las primeras letras de cada verso. La obra se abre con el grabado de un inmenso escudo del linaje.
Tumba de los Pizarro en Gibraleón
Fotografía facilitada por Juan José García del Hoyo
A este respecto es curiosa la anécdota ocurrida en 1738 que debió de ser la comidilla del Béjar de la época [12]. En agosto se celebraban en la Plaza Mayor corridas de toros en un tendido de madera fabricado al efecto y que corrían a cargo de los mayordomos de la fiesta mayor de la iglesia de El Salvador, dedicada a la Transfiguración. Cuando la faena estaba a punto de comenzar, con la plaza a rebosar, el carruaje de don Antonio Pizarro hace acto de aparición desembocando por la Calle Mayor. Ante la negativa a dejarle pasar, se acude al consistorio para pedir la merced de que le abran la plaza y así pasar por su medio hasta las casas del otro lado, las construidas por el duque, desde donde tenían pensado ver la faena. El jaleo que provoca entre los miembros del consistorio es monumental, pensando unos en la razón que lleva por no poder dar la vuelta el carruaje en la estrecha calle Mayor (estamento nobiliario) y otros en la soberbia del orgulloso Pizarro (estado llano). Al final se salió con la suya con la función empezada, y el carruaje cruzó con parsimonia la Plaza ante el estupor del gentío. Era una muestra más del poderío del linaje.
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[1] MUÑOZ DOMÍNGUÉZ, José: “Informe
sobre el Palacio de Pizarro en Béjar (I y II)”. Semanario Béjar en Madrid (27/X/2006 y 3/XI/2006).
[2] Ibidem.
[3] Ibídem.
[4] AHPSa: P.N. Testamento de Francisco Pizarro y Pedraza hijo. Sign. 771. (7 de
octubre de 1734).
[5] MUÑOZ DOMÍNGUEZ, José: “Informe
sobre el Palacio de Pizarro en Béjar (I y II)”. Ob. cit. Dejamos al margen por no haber pruebas concluyentes la
afirmación de José Muñoz, quizá acertada, de que la preponderancia de los
Pizarro en este espacio (poseían por herencia del vínculo de los López Dávila
de otros edificios colindantes) se debía a la procedencia judeo-conversa del
linaje y su deseo por lavar toda mácula en el límite meridional de la judería
bejarana.
[6] Este es el caso
de la fabricante Antonia Hernández Ajero, quien vivía junto a dicho palacio.
CASCON MATAS, Mª Carmen: “Una
bejarana del siglo XVIII, piadosa, mecenas y fabricante: Antonia Hernández
Agero”, 4.520 (31/X/2008) y 4.521 (07/XI/2008).
[7] AHPSa. P.N. 771. Escritura de
venta ante Vicente Téllez, 8 de mayo de 1832. El producto de la venta lo
invirtió el conde en construir un molino harinero junto al río Cuerpo de
Hombre.
[8] GARCÍA MARTÍN, Pedro. Béjar, 1753… Ob. cit., p. 93.
[9] AMB. Catastro de Ensenada. Estado
Seglar. Libro 1. Sign. IE. 0007.08., f. 81.
[10] AHPSa. P.N. Testamento de Francisco Pizarro y Pedraza hijo. Sign. 771. (7 de
octubre de 1734)
[11] DE LA CALLE, Juan Bautista. Dissertaciones phisico-médico- chirurgicas, en
que se exponen desengaños de engaños, y verdades desnudas , con una respuesta
apologética a varias impugnaciones.
En Salamanca, Imp. Nueva de Nicolás Villargordo. Año 1761. Disponible su
descarga en internet.
[12]
CASCÓN MATAS, Mª Carmen. “El
carruaje de Antonio Pizarro y Pedraza”.
Semanario Béjar en Madrid, 4.556 (10/VI/2009).
No sé qué pasa hoy con blogger que se come los comentarios. En caso de que aparezca el que te hice, esta contestación la puedes eliminar.
ResponderEliminarDecía que nos hablas hoy de una "pequeña" vivienda de veinte metros de fachada. No está nada mal.
La anécdota final es fruto de la mentalidad de otros tiempos. El linaje y la posición social eran elementos que se hacían valer por parte de muchos para salirse con la suya. Lo que no es de recibo es que en pleno siglo XXI haya políticos hoy que pretendan trato de favor por su posición. Eso me lleva a una frase, muy oída en mis años mozos: ¡usted no sabe con quién está hablando!
Un saludo, Carmen.
Felicidades, Carmen, por tan interesante y exhaustivo trabajo. Ese "paseillo" triunfal por medio de la Plaza, lo dice todo sobre este personaje.
ResponderEliminarUn saludo y que disfrutes con tu familia de una Feliz Navidad.
Buena herencia y entonces no había las cargas que existen ahora por heredar. He escuchado decir a una persona ciudadana de Écija, que muchos de los palacios que hay en la ciudad sus herederos terminan renunciando a la herencia por la cantidad tan grande que tienen que pagar por heredar.
ResponderEliminarBesos
Carmen una gran historia la que nos terminaste de contar.
ResponderEliminarA la vista de la foto de la casa recordé que en esos soportales compre un bizcocho típico de Béjar para desayunar.
Saludos.
Hola Carmen:
ResponderEliminarNo sé por qué me sonó como actual el asunto del carruaje y la plaza...Creo que aun seguimos sin superar eso de "yo quiero y puedo"
Besos
Carmen me ha gustado mucho leerte.
ResponderEliminarMuy interesante todo lo que nos cuentas.
Dentro de una buena ganadería que de ella se vivía pudo disfrutar de este buen palacete.
ResponderEliminarAprovecho para dejarte mis deseos de felicidad en estos días tan hermosos.
FELIZ NAVIDAD A TI Y A LOS TUYOS CON MUCHO CARIÑO.
Tanto tengo ,tanto valgo...
ResponderEliminarPor muchas vueltas que le demos aun se sigue valorando la posición y no el esfuerzo y sobre todo a las buenas personas.
Con mis ausencias obligadas ,ya me he tirado un buen tiempo sin visitaros.
Que pases unas tranquilas Navidades .
Un abrazote grandísimo con todo mi cariño
Ha resultado muy interesante y aleccionadora esta serie sobre los "Portales de Pizarro".
ResponderEliminarTe hago llegar mis mejores deseos de paz y felicidad para ti y todos los tuyos.
Un abrazo,
Carmen, qué honor que alguien te componga una dedicatoria así.
ResponderEliminarMientras leía tu texto y miraba las imágenes, he pensado que pronto irás con el peque por Béjar, él te preguntará cosas y tendrá el regalo de sus raíces, que tú le enseñarás y él jamás olvidará.
Un beso para los tres, Felices Navidades y un 2019 lleno de cosas buenas.
Excelente trabajo, ha sido un placer leerlo.
ResponderEliminarSalud, bienestar y suerte para ti y los tuyos. ¡Felices fiestas! Un abrazo
me gustan tus fotos hablan perfecto de como sos vos
ResponderEliminarfelices fiestas
nteresante como siempre.
ResponderEliminarTe deseo una Feliz Navidad Carmen. Que paséis buenas fiestas.
Besos.