20 de marzo de 2021

Los dominios de los Zúñiga en Cartaya (Huelva)

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez
 

A Jerónimo Gómez-Rodulfo Barbero

 

Famosa por sus playas (casi medio centenar), la costa de Huelva, o Costa de la Luz, se vio azotada a principios del siglo XV por incursiones de piratas berberiscos y normandos. Hacia allá partió Pedro de Zúñiga, primogénito del primer señor de Béjar, Diego López de Estúñiga, que había adquirido esas tierras por su matrimonio con su prima en cuarto grado Isabel de Guzmán, señora de Gibraleón.

    


Castillo-fortaleza de Cartaya. Huelvabuenasnoticias.com
 

Alrededor de 1417 inició Pedro de Zúñiga la construcción de una fortaleza en la localidad de Cartaya, provincia de Huelva, que luego dio origen a una población en torno a sus murallas. En la actualidad Cartaya cuenta con unos 20.000 habitantes, que viven de actividades del sector primario y del turismo.

 

En el siglo siguiente figura Cartaya como villa del marquesado de Gibraleón en los estados del duque de Béjar, al unirse ambos títulos en el bisnieto de Pedro e Isabel, Álvaro de Zúñiga y Pérez de Guzmán, II duque de Béjar y I marqués de Gibraleón. A estos se agregó el señorío de Ayamonte, más tarde condado y luego también marquesado, al heredarlo Álvaro de su madre, Teresa Pérez de Guzmán. Desde esa época el castillo-fortaleza de Cartaya comienza a ser conocido como castillo de los Zúñiga, nombre que se conserva hasta hoy (el escudo de la Casa de Ayamonte está compuesto por los de Zúñiga y Guzmán, y los municipios onubenses de El Granado, Gibraleón, San Bartolomé de la Torre y San Silvestre de Guzmán, llevan todavía en su heráldica el de los Zúñiga, duques de Béjar)  

 


Cartel a la entrada del castillo-fortaleza de Cartaya. Geocaching.com

 

Sobre la jurisdicción de Cartaya se suceden en el archivo del ayuntamiento provisiones y ordenanzas del duque de Béjar y señor de Gibraleón, como las que el 31 de julio de 1537 dona al Concejo 100 ducados para la construcción de un molino, y el 22 de marzo de 1540 prohíbe la venta ambulante de diferentes alimentos como salvadas de leche e queso e quajada por las calles de la dicha villa y dispone su venta en la plaza por ser útil e provechoso según es notorio. Asimismo, el 23 de agosto de 1555 el marqués de Gibraleón dispone cómo se ha de establecer el salario de un médico: Llaméis a diez y ocho personas, seis de mayor quantía y seis de menor y seis de mediana contía, y platiquéis si conviene dar al médico el salario que en vuestra petición decís, y así platicado proveed en ello lo que más convenga al bien de esa villa.

 

Provisión del 31/07/1537. Ayto-cartaya.es

Se conservan también la provisión de 25 de enero de 1574 del marqués de Gibraleón, Francisco de Zúñiga, ordenando que el embarque del carbón no se haga en el embarcadero del río Piedras sino en el puerto de la villa junto a la barranca del Tonel; y la del 26 de enero de 1582, dando licencia para nombrar al médico que dicho concejo tiene ya concertado, con la condición que sea obligado a curar a cien vecinos pobres con su familia, los que el dicho concejo señalare, sin llevarles dineros ningunos.

 

 Imagen del castillo y de Cartaya. Foto sacada de aquí


Hay también una interesante ordenanza de doña María Alberta de Castro Portugal y Borja, duquesa de Béjar, y doña Teresa Sarmiento de la Cerda, madre y abuela y tutoras del duque Manuel de Zúñiga fallecido en Buda, mandando el 29 de marzo de 1691 poner centinelas en el castillo de San Miguel y otros lugares de la costa por la inminente invasión de los moros, enemigos de la nuestra santa fe católica.

Siendo ya marqués de Gibraleón, al segundo duque de Béjar, Álvaro de Zúñiga, correspondió establecer un paso en barca sobre el río Piedras para dirimir disputas territoriales (y también amorosas) con sus parientes de las Casas de Ayamonte y Medina Sidonia.

 

Actual puente peatonal sobre el río Piedras, Cartaya. Septemviae.carmona.es

 

De vuelta al castillo-fortaleza que hizo construir Pedro de Zúñiga, hay que lamentar que de él sólo queden las soberbias murallas de ocho metros de altura y casi dos de ancho restauradas en 1990, mientras que el interior está totalmente desmantelado. En 1815 el duque de Béjar, que ya no llevaba el apellido Zúñiga (el linaje se interrumpió en 1777 con la muerte sin descendencia directa del decimosegundo titular Joaquín de Zúñiga), donó el recinto al ayuntamiento, cuyo suelo fue destinado un tiempo a cementerio y hoy cumple funciones culturales.   

 

 

Interior del castillo-fortaleza de Cartaya, en la actualidad. Cromacultura.com

 

Numerosos estudios se han dedicado al castillo-fortaleza de Cartaya, que bajo la regencia de los duques de Béjar sirvió de refugio a la población ante los ataques de los portugueses en el siglo XVII, destacando la constante preocupación por preservarlo en mejores condiciones de parte del Colegio Oficial de Arquitectos de Huelva, la Junta de Andalucía, el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, y la arqueóloga Laura V. Mercado Hervás, autora del documento Intervención arqueológica de urgencia en apoyo a la restauración del castillo de los Zúñiga, Cartaya, Huelva, publicado en 2000 en el Anuario Arqueológico de Andalucía.  

 

12 comentarios:

  1. Qué interesante tus anotaciones históricas de hoy, Carmen, y de una tierra tan cercana a nosotros. En la distancia parece un extraño vínculo, pero así eran esos matrimonios pactados y mediatizados por el interés patrimonial.
    Un abrazo.

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  2. Por matrimonio en este caso se fueron aumentando los dominios de esta poderosa familia de la época medieval.

    Saludos.

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  3. Interesante reseña
    Cuántas localidades en España, actuales, empezaron por estar alrededor de un castillo...

    Beso Carmen

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  4. Se ve bastante interesante el castillo. Conozco al guzas zonas de Huelva, pero en este municipio no he estado.

    Besos

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  5. Bien que levantaran el puente. Muy frecuentado estaría el río para establecer un paso en barca.
    Conservar para no olvidar la historia.
    Buen fin de semana. Cuidaros.
    Un abrazo.

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  6. Poderosa familia de hábitos feudales en una época en la que el vecino portugués podía dar más de un dolor de cabeza y era necesario levantar fortalezas cerca de la línea fronteriza en su lado meridional: de Salamanca a Huelva.
    Un saludo para Carmen y otro para Jorge, autor del texto.

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  7. Interesante conjunto de datos para conocer las vidas y costumbres de ese tiempo y lugar, comprobando lo poco que han cambiado ciertas prácticas.
    Como esa Junta para dilucidar los honorarios del médico, añadiendo las obligaciones que se le exigirían gratuitamente sin que el interesado pudiese alegar nada a su favor. Todo ello sin contar entre los asistentes algún representante del gremio.
    Ni más ni menos que lo que hoy sigue soportando ese colectivo. Saludos al autor.
    Un abrazo, Carmen.

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  8. ·.
    Es un placer viajar en el tiempo. Un texto corto y ameno nos permite repetir sin empacho,, leer con gusto.
    Fantástica esa fortaleza de Cartaya.
    Un abrazo


    LaMiradaAusente · & · CristalRasgado

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  9. Con la de veces que me baño en estas playas, y no tenía ni idea de lo que cuentas, y en lo que mucho tiene que ver el que como la tenemos tan cerca, vas a bañarte, y vuelves en el día, y el pueblo casi no lo pisas.
    Ahora, y gracias a ti que eres una fuente inagotable de cultura, se mucho más, y presumiré contándolo a los amigos o familia que a veces nos acompañan.
    Un abrazo, Carmen.

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  10. -Se agradece y mucho estas entradas porque con estos aportes de historia acerca de esos legados y que hoy son patrimonio cultural e inmaterial.

    -Portugal , su relación de amor y odio, por cuestiones de territorio con estos feudos , un viaje en el tiempo.

    Un abrazo feliz inicio de primavera y finde:)

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.