Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto
Publicado: Béjar en Madrid, 2020.
Es sabido que la devoción por la imagen de la Virgen del Castañar, patrona de la ciudad, está muy extendida entre los subscriptores y compradores de Béjar en Madrid. Como no hemos dedicado apenas renglones a tan espirituales asuntos en esta página del periódico lo compensamos con el presente artículo dedicado a algunos aspectos materiales del templo y de la imagen en la segunda mitad del siglo XVII.
En esa época el barroco vivía su apogeo y tenía su escenario de manifestación más palpable en los ritos sacramentales del catolicismo y en el más perdurable de las imágenes y templos religiosos construyéndose o reformándose en la época. El ingente archivo ducal recoge un buen número de documentos que versan sobre disquisiciones alrededor del templo, sus construcciones adyacentes, la imagen de la Virgen o las celebraciones que se daban.
Este año se celebran los 75 años de la Coronación de la Virgen del Castañar y por este motivo la Cofradía y los Padres Teatinos han organizado una exposición conmemorativa. En ella se muestras fotografías, documentos, cuadros, esculturas y también mantos y vestidos.
Durante ese siglo la antigua construcción medieval de lo que aún se denominaba ermita y no santuario fue modificándose en distintas fases de obras que cambiaron por completo su aspecto dándole prácticamente la apariencia actual. Así mismo se estuvo proyectando la construcción del edificio de la hospedería que, debido a los retrasos en los pagos de algunos benefactores, solo pudo erigirse ya terminando tal centuria, en 1696. Al mismo tiempo iba tomando auge la celebración de corridas de toros, paralelamente a las celebraciones religiosas, en una ubicación cercana a la ermita, dando lugar a fuertes discrepancia sobre su conveniencia o no entre los vecinos (que deseaban fervientemente su celebración), los duques (opuestos en principio a ella) y las autoridades, que salieron mal paradas de aquellos enfrentamientos[1].
La mayoría de estos vestidos son ya de los siglos XIX y XX
¿Pero cómo era el aspecto de la imagen mariana que presidía el altar mayor y por extensión las devociones de los bejaranos de aquellos años? Para saberlo, nuestro necesario ejercicio de imaginación se verá ayudado por algunas referencias conservadas. No tanto de la imagen en sí como del atuendo que vestía. Una interesante relación de materiales y costes recogida en 1663 y firmada por tres sastres naturales de la villa, nos habrá de servir para hacernos una ligera idea del aspecto vestimental de nuestra Virgen, algunos de los colores que lucía, tipo de ropajes y bordados, etc. En el áspero pergamino de las cartas dirigidas al duque de Béjar Juan Manuel I y después a su viuda, los sastres de la patrona dejaron escrito lo siguiente:
«Memoria de lo que el cura de Santa María ha pagado de la hechura del dosel, cortina frontal y frontaleras que mi señora la duquesa, que Dios guarde, mandó hacer para la capilla de Su Excelencia. Y para el vestido y manto para nuestra señora del Castañar. Es lo siguiente:
Para el frontal y frontaleras y para entreaforros de la cenefa de la casulla y de la basquiña[2] del vestido de nuestra señora, para asentar en ella la guarnición de dicha basquiña: doce varas de estopa[3] delgada a dos reales y medio menos cuarta.
De tafetán [4] […] que faltó para forros, tres cuartas nueve reales
De cintas que faltaron […] 54 maravedís
De cevilla 74 maravedís
De hilo blanco 24 maravedís
De 25 sortijas fueron 100 maravedís
Alcayatas dos reales para poner el dosel
Para los ojales del jubón[5] dos reales
De las hechuras 112 reales.
Todo lo cual hemos recibido del dicho cura yo, Francisco Hernández y su hijo, y Alonso Domínguez, sastres, vecinos de esta villa. Y lo firmamos en Béjar a 5 de abril de 1663 años»[6].
Cartel de la exposición
De parecida fecha es este otro documento encabezado como:
«Recados que son menester para el vestido y manto de Nuestra Señora del Castañar:
Primeramente para el jubón con su manga de punta de saya entera 20 varas. Y para la basquiña 4 varas y media para una vuelta.
El manto con una guarnición 9 varas
Ha de llevar de forro el manto 8 varas y media
Para el manto media onza de seda azul delgada
Para el vestido una onza de seda blanca delgada
Para coser la guarnición media onza de seda pajiza delgada
Para el jubón y mangas 6 docenas, las cuatro para el cuerpo y las dos para las mangas (botones)
Una vara de holandilla para fortificar el vestido y manto en la fuerza necesaria
De las telas cosa de dos varas de la azul[7].
[1] AHN Osuna, C.239, D. 9-10: Cartas remitidas por Sebastián Potestad Martel al XI duque de Béjar, sobre la pretensión del canónigo Bartolomé López Dávila de fundar y construir una Hospedería y Capellanía en la Ermita de Nuestra Señora del Castañar, y un Convento de Carmelitas Descalzos, en Béjar (Salamanca).
[2] Se hace referencia a los dibujos geométricos o figurativos bordados en los márgenes de un vestido. La casulla y la basquiña son dos tipos de vestidos largos y con cierto vuelo.
[3] La estopa es un material proveniente del lino usado para hacer cordeles.
[4] El tafetán es un tejido de seda.
[5] Prenda de la parte superior con o sin mangas usado indistintamente por hombres y mujeres. Es el precedente de las camisas o jerséis actuales.
[6] Ibídem, AHN Osuna. AHN, Osuna, C. 252, D. 27-28
[7] Ibídem.
Debe de ser muy interesante la exposición. Me imagino que el pueblo de Béjar, se habrá volcado en ella.
ResponderEliminarBesos
Suena simpático, con ese aroma de otros tiempos, el hablar de varas, jubones, onzas y maravedís. Yo la única onza que conocí fue la de chocolate cuando era niño.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, Carmen y Óscar.
ResponderEliminarComo siempre que retrocedéis unos siglos, leer vuestras crónicas es acceder a un cursillo de nomenclaturas poco comunes en nuestro día a día.
Eso de saber en que consistían o para qué se utilizaban la "basquiña, el tafetán, jubón, seda pajiza o cevilla y frontaleras", ha sido interesante. Abrazo.
Quizás no queden ropajes anteriores por no poder ser conservadas debidamente.
ResponderEliminarLos vestidos que nos muestras son de una belleza espectacular.
Saludos.
Riqueza impresionante la de estos vestidos.
ResponderEliminarMaravedíes... Leí en estos días, que el primer viaje de Colón costó algo así como 2 millones... no imagino cuánto pueda costar ahora, ni los vestidos, ni el viaje de Colón.
Besos Carmen
Como exposición conmemorativa lo encuentro muy interesante, pero tanta ornamentación, (no olvides que vivo en Sevilla, donde el barroco que instaló para siempre) me parece un fasto que tropieza con los fundamentos de la fe.
ResponderEliminarUn abrazo.
Interesante exposición. Es un placer leer las palabras de otra época.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias a tu entrada, he adquirido cantidad de conocimientos que me eran totalmente desconocidos, es más, ni sabía que la Virgen del Castañar era la patrona de Béjar.
ResponderEliminarMe encantaría visitar esa exposición.
Agradecida por tu recibimiento.
Cariños y buen fin de semana.
Kasioles
Me encanta como nos introduces en la historia de anécdotas pasadas en nuestra ciudad, Carmen. Buen trabajo, paisana. Muchas gracias. Un abrazo
EliminarMe encanta como nos introduces en la historia de anécdotas pasadas en nuestra ciudad, Carmen. Buen trabajo, paisana. Muchas gracias. Un abrazo
EliminarCarmen: muchas gracias por tan valiosa información
ResponderEliminarSobre los vestidos de nuestra querida VIRGEN DEL CASTAÑAR.
Gracias Carmen, por la valiosa información que publicas doble los vestidos de nuestra querida PATRONA.
ResponderEliminarMuy interesante.
Un saludo paisana