20 de mayo de 2022

El desaparecido Rincón del Santo y las misas del Corpus en El Salvador (1ª Parte)

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, 2021

 

        Sobre la procesión del Corpus Christi bejarano existen buenos y bien documentados trabajos de investigación tanto en forma de libros[1] como de artículos que inciden en sus diferentes aspectos, generales o particulares: el patronato ejercido por la Casa Ducal, el acompañamiento de los hombres de musgo al alguacil de la villa y sus orígenes de leyenda, el recorrido y el engalanamiento de calles y plazas, por poner algunos ejemplos[2]. Sin embargo, existen otros elementos que todavía no han sido suficientemente estudiados y que precisan de una investigación, si no extensa, por lo menos pausada. 

Ábside románico de la iglesia de El Salvador

 

          Uno de esos aspectos perdidos en la vorágine del tiempo es la tradicional misa, más bien misas, que se celebraba el Jueves de Corpus en la iglesia de El Salvador y su curioso emplazamiento. Dicho así no parece guardar un gran interés para el lector, habida cuenta de que es normal que una celebración de tal magnitud se acompañase de estas y otras celebraciones religiosas. Ahora bien, nos llama la atención no el acto en sí, sino dónde tenían lugar y su historia. 

 

Ábside románico de El Salvador (exterior)

 

          Antes de entrar en materia puntualicemos que la disposición actual del templo responde en parte a la restauración ejecutada tras el voraz incendio que la arruinó -incluido su maravilloso retablo barroco debido a los diseños del gran tallista y retablista salmantino Miguel Martínez de la Quintana[3], autor de, por ejemplo, el mobiliario de la Biblioteca Histórica de la Universidad de Salamanca- en febrero de 1936. En la Edad Media y Moderna, empero, presentaba una imagen un tanto distinta de la que podemos contemplar hoy. En sus orígenes constructivos, allá por los siglos XII o XIII, los investigadores han dado por supuesta que la proporción de su única nave se reducía en anchura a su ábside de cantería (hoy conservado), un aspecto que presentarían con toda probabilidad los restantes templos bejaranos. Sin embargo, a tenor de los datos que en este artículo y los venideros ofreceremos, El Salvador contaba con una tribuna o corredor en su frente hacia la Plaza y dos altares abiertos mirando hacia esta, lo cual hace posible que existiese una división primigenia en tres naves o que presentase una solución extraña de pequeño y estrecho corredor abierto hacia el sur sobre capillas entre contrafuertes, similar a la que presentan muchas iglesias mudéjares aragonesas o navarras clasificadas como iglesias-fortaleza. 

 Bóveda del presbiterio

            Tras el proceso de Reducción parroquial de 1568, ejecutado por el obispo placentino Pedro Ponce de León, se acrecentó la relevancia de El Salvador convirtiéndose así en una de las tres únicas parroquias de Béjar y de la que dependerían a partir de ese momento otras iglesias menores, como la de San Gil. La afluencia de fieles a los actos religiosos principales provocó que su exigua y humilde construcción medieval resultara pequeña, por lo que fue preciso acometer unas obras de ampliación que se extenderían durante unas cuantas décadas. Las labores fueron encargadas al maestro cantero Diego de Torres, autor también del edificio consistorial frontero[4], y comenzaron un poco antes de la reducción en 1561. La reforma incluía la separación del espacio eclesial en tres naves a través de dos grandes arcos escarzanos[5] desarrollados de este a oeste, convirtiendo el templo en una iglesia de planta basilical, solución que bien pudo haber presentado de sus orígenes. Los arcos divisorios se concluyeron en 1598 y la reforma incluyó la desaparición de los bancos corridos de piedra que se desarrollaban en su ábside para el coro del Cabildo[6]

 Iglesia de El Salvador un día de Corpus

            Y aquí nos vamos a detener, no en esa obra principal, sino en un elemento arquitectónico mencionado en 1587. En dicha fecha se enladrilló y arregló «el corredor del altar que estaba sobre la puerta principal de la iglesia». «Principiaba junto a la torre, y daba vuelta formando esquadra hasta encima de la puerta de la Yglesia donde estaba un Altar para celebrar misas el Jueves de Corpus adornado con un arco de azulejos[7]. Otro altar al principio del Corredor para el mismo fin al que se entraba por la tribuna de la Yglesia donde hoy esta una claraboya grande, y que estaba colocado un Retablito y en él San Pedro, y hasta pocos años ha se incorporó el pedazo que sigue de la torre hacia el mediodía en esquadra al frontis de la Yglesia[8]».

 

Continuará



[1] MUÑOZ DOMÍNGUEZ, José, y CUSAC SÁNCHEZ, Gabriel. El hombre de musgo: el mito silenciado. LÓPEZ ÁLVAREZ, Alejandro. Ideología, control social y conflicto en el Antiguo Régimen. El derecho de patronato de la Casa ducal sobre la procesión del Corpus Christi de Béjar. Premio Ciudad de Béjar, 1994. CEB, 1996.

[2] A este respecto resulta muy prolijo enumerar aquí los numerosos artículos publicados al respecto del Corpus en Béjar tanto por el espacio disponible como por la condición de artículo divulgativo de este trabajo.

[3] DOMÍNGUEZ BLANCA, Roberto, y CASCÓN MATAS, Carmen. Retablística, escultura, pintura y artes industriales en Béjar desde el siglo XV al 1900. HERNÁNDEZ DÍAZ, José Mª, y AVILÉS AMAT, Antonio (Coords.) Historia de Béjar Volumen II. Diputación de Salamanca, Centro de Estudios Bejaranos y Ayuntamiento de Béjar, Salamanca, 2013, pp. 481-547

[4] Sobre la construcción del edificio consistorial consultar el trabajo, dividido en varios artículos, cuyo autor es Óscar RIVADENEYRA PRIETO y que han sido publicados en 2021 en este mismo semanario bajo el título “Ayuntamiento versus Villafañe”.

[5] DOMÍNGUEZ BLANCA, Roberto, CASCÓN MATAS, Carmen, y GONZÁLEZ HOYA, Óscar. Nuevas aportaciones sobre el arte y la arquitectura en Béjar: la iglesia de El Salvador, 4.418 (17/XI/2006) 4.419 (24/XI/2006) y 4.420 (01/XII/2006).

[6] Archivo Histórico de la Nobleza (AHN), OSUNA, C.233, D.72-74. Correspondencia recibida por el V y VI duque de Béjar relativa a un pleito habido entre la villa de Béjar (Salamanca) y el cabildo de la iglesia del Salvador trasladado al tribunal del obispo de Plasencia (Cáceres) y a la Chancillería de Valladolid.

[7] El adorno del arco, sin duda abierto hacia el exterior de la Plaza, con azulejos se documenta desde 1587 en que se anota un gasto de reparo de azulejos y enladrillar el corredor. AHN, OSUNA, C.228, D.3. Documentación relativa a la celebración y financiación de la procesión del Corpus Christi en la villa de Béjar (Salamanca).

[8] AHN, OSUNA, C.228, D.3. Documentación relativa a la celebración y financiación de la procesión del Corpus Christi en la villa de Béjar (Salamanca).

6 comentarios:

  1. Sería interesante, visitar ese pueblo y conocer esa iglesia para apreciar mejor tus explicaciones.
    Besos

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  2. Las iglesias han experimentado cambios a lo largo de los siglos y esta no podía ser menos, por lo que nos cuentas los cambios han modificado los actos de la procesión del Corpus.

    Saludos.

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  3. Como todo edificio, los templos, pueden tener variaciones, sobre todo luego de un incendio.

    Besos Carmen

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  4. Bien le vino esa ampliación.Creo por su buen enclave es una de las más visitadas.
    Buen noche.
    Un abrazo

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  5. Las primeras iglesias románicas, allá por el siglo XI eran de dimensiones reducidas, seguramente tenían solo una nave, el ampliarlas a tres, correspondería a las necesidades de otra época.
    La procesión del Corpus y los actos religiosos de ese día, siempre han acogido a muchísima gente.
    Cariños.
    kasioles

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  6. Una pena, que los cambios de esta iglesia se produjeran por motivos de un incendio, seguro que provocado, como le ocurrió a otras tantas iglesias españolas durante la segunda república o la guerra civil.
    Quedo pendiente de la segunda parte, en la que seguro nos sorprenderás con datos interesantes.
    Un abrazo, Carmen.

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.