27 de agosto de 2022

«Para excitar la devoción a Nuestra Señora». Sobre las primeras estampas y grabados de la Virgen del Castañar (1ª Parte)

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, 4889 (18/II/2022), p. 4.

         El descubrimiento de uno de los enigmas más interesantes que planean en la historia de la devoción mariana de nuestra ciudad implica el rastreo de la estampa o grabado más antiguo que existe de la Virgen del Castañar. A este respecto sabemos por la investigación de Roberto Domínguez Blanca sobre la construcción del santuario[1], que para sufragar sus obras la cofradía se vio obligada a imprimir estampas de la santa imagen. Su venta otorgaba magros beneficios para tan magna obra, pero si el dinero recaudado se sumaba a las limosnas, la venta de la carne de los toros lidiados y los asientos en la plaza el día de la fiesta, o las “bodas” de la Virgen cuando se veneraba en parroquia de El Salvador[2], el resultado es que se podía continuar con tan loable propósito. Porque los gastos no eran precisamente pequeños si tenemos en cuenta que se edificó el santuario en su totalidad, incluido el presbiterio, la nave y las fachadas, el camarín y la sacristía, se alzaron los tres retablos, el principal y los laterales además de los paneles que cubren la capilla mayor, se costeó el púlpito y la reja, los elementos decorativos en yeso de las bóvedas, los frescos y hasta los confesionarios, tardándose más de un siglo en concluir, concretamente desde 1650 hasta la década de los 70 del siglo XVIII

          

  La venta de medallas de plata y las estampas a modo de exvoto o de recuerdo devocional se hicieron frecuentes. La más antigua de la que tenemos constancia fue realizada por Ramón Pérez Monroy hacia 1765 por encargo de la cofradía de la Virgen del Castañar[3]. El apunte dice así: «60 reales que pagó a Ramón Pérez Monroy, vezino de Salamanca, por el Dibujo de lamina de Nuestra Señora»[4]. Según Domínguez Blanca[5] es posible que las láminas en cobre que se encuentran colocadas en las pechinas del camarín de la Virgen puedan deberse a este artista, pues sus marcos rococós fueron encargados a su padre, Agustín Pérez Monroy, maestro tallista salmantino autor del retablo de Navacarros[6]. Que fuera Agustín quien tomara los apuntes in situ de la Virgen para luego trasladárselos a su hijo Ramón, o que fuera Ramón el que tomó los apuntes del natural, no lo sabemos porque de esta estampa nada queda. Es destacable además que otro Pérez Monroy, en este caso Tomás, fuera el autor del desaparecido retablo de la iglesia de San Juan[7]

 

Interior del Santuario del Castañar (Béjar)

   

         En todo caso, que las estampas se iban vendiendo lo demuestran las notas al respecto que podemos leer en el Libro de la Cofradía del Castañar por aquellos años: «102 reales ymporte de las estanpas de papel que se han vendido que son 96 y quedan en poder del administrador 664». Y más adelante «se le hace cargo 288 reales ymporte de las medallas de plata que se compraron para excitar la debozion de Nuestra Señora»[8]. ¿Pudo inspirarse el platero que realizó las medallas en el grabado de Pérez Monroy? Es quizá posible. 

 Detalle del retablo y de la hornacina que alberga la imagen

            Al mismo tiempo que la cofradía encargaba las estampas a Pérez Monroy apareció un grabado de la Virgen del Castañar un par de años después, en 1767. Y su mecenas se encuentra en la sombra. ¿Pudo ser quizá el duque de Béjar? ¿Quizás a la cofradía no le convino el grabado de Ramón Pérez Monroy y acabó encargando las estampas a este otro artista? Fue Manuel Salvador Carmona, sobrino del famoso tallista Luis Salvador Carmona, el autor de la estampa más antigua que hasta hoy nos ha llegado de la Virgen del Castañar. Parece ser que la cuestión se dilucidaba entre sagas de maestros tallistas, escultores y pintores, de los Pérez Monroy a los Salvador Carmona. Pero vamos a desentrañar en un párrafo quién fue el autor de este grabado. 

 Manuel Salvador Carmona

            Manuel Salvador Carmona nació en una familia humilde de un pueblo de Valladolid, Nava del Rey, en 1737. Su sino hubiera sido el de su padre, agricultor, pero el ascendiente de su tío Luis le llevó al terreno artístico y a estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Ante la ausencia de grabadores, cuatro estudiantes de la academia fueron pensionados para viajar a París, entre ellos Manuel Salvador Carmona y el cartógrafo Tomás López[9]. Después de años de estudio, obtuvo el prestigioso título de grabador. Volvió a Madrid en 1762 donde fue admitido como académico de mérito en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con un sueldo del rey de 600 reales anuales. En 1778 casó con Ana María Mengs, hija del pintor Anton Rafael Mengs y viajó a Roma para continuar con su formación artística. A su vuelta en 1783 fue nombrado grabador de Carlos III[10]. Su labor, tan meritoria como inédita ya que era de los primeros grabadores de facto de la corte, le llevaron a tener un éxito sin precedentes: realizó retratos de los principales personajes de la Ilustración tales como el marino Jorge Juan, el rey Carlos III o su suegro el pintor Mengs, una serie de grabados para la edición ilustrada de El Quijote de la Real Academia de la Lengua, estampas para libros devocionales o de clásicos griegos y romanos. Murió en Madrid en 1820.

Continuará


[1] Publicados bajo el título «Historia arquitectónica y artística del Santuario de nuestra Señora del Castañar» en nueve partes, publicadas entre 2010 y 2011. Disponibles en Pinceladas de Historia Bejarana.

[2] CASCÓN MATAS, Carmen. «Invocaciones civiles de piedad a través de la Virgen del Castañar: los traslados de la Patrona a la villa de Béjar durante el siglo XVIII.» Especial Béjar en Madrid, nº 4.633 (31/XII/2010), pp. 31-39. Y «Los traslados de la Virgen del Castañar, patrona del alfoz de Béjar, a la villa. Una forma de aproximación a las tradiciones y las formas de vida durante el siglo XVIII.» Revista de Folklore nº 360. Fundación Joaquín Díaz de Valladolid, 2012, pp. 24-41.

[3] DOMÍNGUEZ BLANCA, Roberto. «Historia arquitectónica y artística del Santuario de Nuestra Señora del Castañar (5ª Parte)». Béjar en Madrid (diciembre, 2010).

[4] Archivo parroquial de San Juan Bautista de Béjar (APSJB). Libro de la cofradía de la Virgen del Castañar, f. 173 v.

[5] DOMÍNGUEZ BLANCA, Roberto. «Historia arquitectónica y artística del Santuario de nuestra Señora del Castañar (5ª Parte)». Béjar en Madrid (diciembre, 2010).

[6] DOMÍNGUEZ BLANCA, Roberto, CASCÓN MATAS, Carmen. «El proceso constructivo de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Navacarros y su patrimonio artístico». Estudios Bejaranos nº XIII. CEB, 2009, pp. 67-91.

[7] DOMÍNGUEZ BLANCA, Roberto. «Tomás Pérez Monroy y el retablo de la iglesia de San Juan de Béjar». Béjar en Madrid, 2009, publicado en cinco partes. Disponible en Pinceladas de Historia Bejarana.

[8] APSJB. Libro de la cofradía de la Virgen del Castañar, f. 183.

[9] José Antonio Bonilla Hernández ha leído hace poco tiempo su discurso de entrada al CEB que versa precisamente sobre Tomás López y la cartografía de Béjar y su Tierra. Béjar en el mapa de Tomás López. Centro de Estudios Bejaranos, sep. 2021. 97 pp.

 

3 comentarios:

  1. Buena iniciativa, para construir ese Santuario. No hay un municipio en nuestra geografía, que no tenga un templo dedicado a su patrona.
    Besos.

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  2. Hola Carmen:
    Lo afortunado del tallista.
    Su tío, vio su potencial.

    Besos

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  3. Carmen por lo que nos dices lo de vender estampas y medallas de una figura religiosa viene de largo.

    Saludos.

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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.