8 de septiembre de 2023

Oraciones y ruegos en verso a la Virgen del Castañar (2ª parte)

 Autor: Iván Parro Fernández

     En un post anterior hicimos referencia a la poesía dedicada a la Virgen del Castañar, Patrona de Béjar y comarca, incidiendo sobre todo en el aspecto religioso en dos ámbitos: las oraciones, ruegos y súplicas dirigidas a la virgen y su imagen como Patrona. En esta ocasión queremos seguir ahondando un poco más en este sentido, compartiendo otro tipo de poesías dedicadas a nuestra patrona, como por ejemplo el relato de la aparición de la talla de la virgen que encontramos en el periódico Béjar en Madrid en agosto de 1978, compuesto por Germán Sierra y que dice así:



«Béjar estaba ojerosa

la peste la desolaba

se enterraban por familias

desde el “Puerto” a la “Garganta”.

El horizonte de Béjar

era una rodilla hincada.

Viendo la Virgen María

esta parcela de lágrimas

cárdena por el dolor

y verde por la esperanza,

decidió bajar al suelo

para ella misma enjugarlas.

[…]

En medio del Castañar

ha posado la mirada,

y su imagen de hace siglos

vio bajo la tierra parda.

- Por librarla de los moros

los cristianos la enterraran-.

Y vio también a Joaquín,

el pastor de la “Garganta”,

que dormía como un justo

sobre un castaño la espalda.

- Joaquín, Joaquín, búscame-

dijo de su lengua santa.

[…]

Anuncióle que la peste

detendría su guadaña,

y, mostrándole el castaño,

dijo que allí la buscara

para levantar su culto

entre candelas y ramas.

[…]

Desenterraron la imagen

y en procesión la bajaban

con ramitos de castaños

como en domingo de Palmas.

La esperaban los apestados

al calor de las solanas;

todos recobran su ser

al contacto de las ramas...».

       La historia popular o según los manuscritos que tenía Francisco Pérez de Sotomayor, capellán del duque de Béjar don Francisco, y que recogió Diego de Silva en 1671, se indica que efectivamente Joaquín López, hijo de Juan Pastor, hombre de cándido corazón y de loables costumbres, en compañía de Isabel Sánchez, su mujer, de igual virtud,  fueron a recogerse bajo un castaño grande y copado, y una noche soñó Joaquín que veía en aquel castaño verde y con fruto una imagen de Nuestra Señora con un niño en brazos y que le decía que la buscase y que así cesaría mediante su protección la peste que padecía el pueblo y su comarca. Fue el 25 de marzo de 1446 cuando encontraron la imagen de la virgen de su sueño, y Joaquín e Isabel dispusieron de su hacienda para fabricar una capilla que se concluyó en septiembre, y el día 8 se celebró Misa y se colocó la imagen con “plausibles fiestas a las que concurrió mucha gente de la comarca, ofreciendo los que se habían libertado de la peste muchas limosnas”. 


       Otro aspecto, quizá menos conocido o al que se pueda otorgar menor importancia pero que por supuesto la tiene es el mismo santuario donde se venera la imagen de la virgen y su hermoso entorno natural. Como nos indica el librito Historia y novena a Nuestra Señora del Castañar que se venera en el monte de la ciudad de Béjar[1] se describe el entorno de la siguiente manera: 

         “En la antiquísima e industriosa Villa de Béjar, pueblo de la Diócesis de Plasencia, en Extremadura, entre la parte del Mediodía y Occidente, se registra un empinado y espeso Monte de Castaños, cuyo laberinto de troncos, árboles, peñascos, arbustos y plantas está predicando con mucha elocuencia mil rasgos de un Artífice Supremo y de un Autor verdaderamente incomprensible […]. Llámase este sitio por antonomasia o renombre el Castañar, o mejor diremos el alivio, regocijo y consuelo de los naturales del país, pobres, ricos, altos, humildes, nobles y plebeyos. En este sitio campean con armoniosa concordancia los beneficios de la naturaleza y las amables condescendencias de la gracia, pues se hace tan apetecible por los muchos favores que en él reparte la Reina del Cielo, como por la frescura y frondosidad de sus árboles y fuentes”.

 


       En el periódico La Victoria podemos encontrar algunos poemas que describen o resaltan ya sea el propio santuario o bien su entorno. Uno de ellos es este que escribió Arsenio Barco:

 

“La linda campiña rebosa alegría,

y en la plazoleta donde está la ermita

los fieles se agolpan con algarabía,

presos, todo ellos, de dicha infinita.

En el campanario, lanzadas al vuelo,

las dos campanitas jubilosamente,

con sus voces fuertes que llegan al Cielo

el espacio atruenan incesantemente”.

                        (Número 2198, 9 de septiembre de 1936)


 

Y Emilio Montero en su poema “A la Virgen del Castañar” describe el lugar donde se encuentra de esta manera tan lírica y hermosa:

 

“Entre frondas de verjeles donde todo rima amores

     donde todo reza y canta,

se alza el templo de la virgen sacrosanta

sobre un rizo de una alfombra de castaños y de flores”.

                                                           (Número 1968, 16 de septiembre de 1922)

 

         Pero no solo podemos encontrar poemas dedicados al lugar sino también a la talla de la virgen como tal, como estos versos que también le dedica Arsenio Barco:

 

“La imagen divina de la virgencita

se yergue armoniosa, magnífica, inmensa;

su cara menuda, risueña y bonita

tiene una admirable palidez intensa.

Sus ojos parecen clavarse en los míos

y ante la hermosura de su gran mirada

mi cuerpo ha temblado con escalofríos…”

                                                           (Número 2198, 9 de septiembre de 1936)

 

       Y quisiera acabar este somero recorrido por la poética hacia la Virgen del Castañar con unos de los versos más conocidos del poeta salmantino José María Gabriel y Galán, palabras que todos los bejaranos y bejaranas llevamos en el corazón:

 

“Bejarano, edén ameno:

¿qué es lo que no podrás dar,

si, para hacerte más bueno

puso el Señor en tu seno

a la Virgen del Castañar?

[...]

Y almas y cuerpos al par,

en salud podrán cantar

este su más dulce anhelo:

¡De Béjar al Castañar,

y del Castañar al cielo!”

                                                           (Número 737, 12 de septiembre de 1908)

 

       Este es un campo muy amplio e interesante, y creo que poco tratado, que desde luego ha captado mi atención como poeta e investigador, y en el cual seguiré trabajando e investigando para conocer algo mejor la historia de nuestra Virgen del Castañar, y seguro que por ende también la historia de nuestra propia ciudad de Béjar. ¡Felices fiestas a todos y todas! ¡Viva la Virgen del Castañar!

 



[1]     Se puede consultar en el siguiente enlace: https://bibliotecadigital.jcyl.es/es/catalogo_imagenes/grupo.do?path=10128192

 

4 comentarios:

  1. El 8 de septiembre se celebra las fiestas patronales, en distintas advocaciones de la Virgén, por la mayoría de los municipios de España.
    Hoy es día festivo y lo aprovechamos para descansar y acudir a la fiesta de noche, una vez se haya ocultado el sol.
    Feliz fin de semana.

    ResponderEliminar
  2. El domingo pasado estuvimos comentando que el día 8 de septiembre es tras el 15 de agosto los días que mas celebraciones Marianas se realizan.
    Veo que por lo menos alguien la dedico una poesía ya en unas fechas duras para este país como el septiembre de 1936.
    Sobre tu comentario en mi blog sobre la torre de la catedral de Segovia, te diré que me dijeron que para ver todo que hay que ver en dicha ciudad se necesitan tres días mínimo. Así que Carmen otra vez será se lo dices a tu hijo.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Me ha llamado la atención de que todas las peticiones como agradecimiento a tan venerada imagen, se hagan en poemas, que por cierto en tu primera parte hay dos que me han parecido muy buenos. Y en cuanto a la aparición de la Virgen vete a saber con que leyenda te quedas, y cual de ellas tiene algo de creíble, porque como hablamos en una ocasión, hace ya tiempo, en esa época todas las vírgenes aparecían bajo un árbol, detrás de un matorral, en una cueva, etc, y la mayoría de las veces eran pastores los que las encontraban. Aunque lo importante es que esas leyendas se rescaten y continúen por los siglo de los siglos, porque nos hace ver de como era la vida y las creencias siglos atrás. A mi me encantan las leyendas.
    Un abrazo, amiga Carmen.

    ResponderEliminar
  4. Muy interesante recoger toda esta tradición tan vivida y sentida por el pueblo. Saludos.

    ResponderEliminar

"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.