Autora: Carmen Cascón Matas
Publicado: Béjar en Madrid, 2021.
Dedicado al chileno Jorge Zúñiga Rodríguez
Sueños de una vida mejor y regalada, de títulos de hidalguía ganados a golpe de espada y de cruz, sueños coloreados en oro y plata, sueños de ciudades bañadas por el sol, de selvas impenetrables con aires de paraíso, sueños de aventuras sin cuento, sueños de cascarones de madera mecidos por la brisa, sueños de sirenas y monstruos en un mar plagado de calma y de tormenta, sueños, en suma, demasiado atractivos como para ignorarlos en el caso de unos jóvenes de incierto futuro en la Castilla dominadora del mundo.
Las figuras de los descubridores y conquistadores españoles en cierta forma nos son ajenas, pues bien es cierto que las biografías de Hernán Cortés o Francisco Pizarro han venido a engullir las de otros de menor renombre, pero no por ello menos relevantes. Y no digamos los oriundos de esta nuestra querida villa, arrasados sus nombres por el olvido debido a esa extraña enfermedad que padecemos de borrar la Historia sabe dios por qué. Si aquí nos son ajenas, en tierras americanas les son de sobra conocidas tanto en lo que se refiere a sus orígenes como a sus andanzas. Quizás les suene el nombre del bejarano Andrés Dorantes de Carranza[1], descubridor de California en la expedición de Alvar Núñez Cabeza de Vaca, por ostentar una de nuestras calles su nombre. No ha mucho se suma al elenco de bejaranos en tierras ignotas la de su pariente Pedro Dorantes Arias, conquistador del Río del Río de la Plata y Paraguay, y Juan Gómez Pasajero, cuyas biografías han sido trazadas en Béjar en Madrid por mi compañero de páginas Óscar Rivadeneyra Prieto[2]. En este artículo pretendo desempolvar, bien es verdad que de manera breve, la biografía de otro paisano: Francisco Hernández de Herrera.
El bejarano Francisco Hernández de Herrera según el artista Diego Bogado. Wikipedia
Nacido en Béjar en 1550, su padre era Diego Hernández de Herrera*. De linaje hidalgo, como así lo atestiguan los apellidos paternos que pueden ser rastreados desde finales del siglo XV en nuestra villa, con 25 años decide lanzarse a la aventura americana embarcándose en un galeón en el puerto de Sanlúcar de Barrameda en pos de esos sueños recurrentes en paraísos perdidos, buscando la gloria y la fama. En la segunda mitad del siglo XVI también lo hicieron sus supuestos hermanos Martín, Antonio y Juan, en este caso a Nueva España[3]. Sin embargo, ese parentesco familiar puede ser puesto en duda, habida cuenta de que Herrera era un apellido común en la villa y además no se asentaron junto a su supuesto hermano, sino que partieron a hacer fortuna a otras tierras recién conquistadas.
Francisco Hernández de Herrera pone rumbo a tierras ignotas en 1575, mas no lo hace en solitario, sino enrolado en la expedición del conquistador Juan de Losada Quiroga junto a otros 400 soldados con el objetivo de desembarcar en Cartagena de Indias, atravesar a pie el istmo de Panamá y tomar otra nao hasta Perú. Hombres curtidos, hombres sin miedo, hombres recios. Empero los hados les son adversos: el capitán muere en alta mar y es reemplazado por Juan de Lozano Machuca, lo cual no les impide continuar su viaje.
Rodrigo de Quiroga
Nuestro personaje, tras pasar un tiempo en tierras incas, decide partir de nuevo en busca de aventuras, esta vez hacia Chile en 1577. En ese momento, durante el segundo mandato como gobernador de Rodrigo de Quiroga y López de Ulloa, se necesitaban hombres para hacer frente a las incursiones piratas y a las rebeliones de los indios mapuche. Como breve pincelada biográfica comentaremos que el gobernador, hombre de confianza de Pedro de Valdivia, había matrimoniado con la famosísima placentina Inés de Suárez. La causa de tal conflicto radicaba en la negación al sometimiento de las tribus indígenas por parte de los españoles y de sus aliados en tierras americanas. Su inicio viene marcado por la llegada de los conquistadores a Chile. Si Pedro de Valdivia pensó que conquistar aquellas tierras de tribus dispersas iba a ser fácil, se equivocaba. En ello empeñó sus esfuerzos y en ella perdió la vida. Alonso de Ercilla y Zúñiga[4] escribió, cual cantar de gesta, La Araucana, un poema épico de los inicios de este conflicto.
Alonso de Sotomayor
Según las crónicas, durante esta larga guerra mapuche que duró 236 años con varias fases, Francisco Hernández de Herrera ascendió en el escalafón militar por su más que reconocida valentía: de alférez pasó a capitán de infantería y al de caballería durante el mandato del gobernador Alonso de Sotomayor, para alcanzar a finales del siglo XVI la categoría de Sargento Mayor del Reino.
Continuará
[1] Recomiendo el discurso de ingreso al Centro de Estudios Bejaranos que escribió al respecto de este ilustre paisano Gonzalo SANTONJA GÓMEZ-AGERO La Epopeya Americana de Andrés Dorantes. Centro de Estudios Bejaranos y Ayuntamiento de Béjar, 1993, 34 págs.
[2] Óscar RIVADENEYRA PRIETO. Pedro Dorantes Arias en el Río de la Plata. Y del mismo autor El bejarano que regresó de América cubierto de oro, ambos trabajos publicados en Béjar en Madrid.
[3] Juan de Herrera, mercader, partió hacia Tierra Firme en 1555; Martín Hernández de Herrera, también mercader, hizo lo propio hacia Nueva España en 1564, como Antonio Herrera en 1574. Que eran de Béjar todos ellos no hay duda alguna pues su lugar de origen era un dato exigido a la hora de embarcar a Indias. Así lo corrobora Mª Carmen MARTÍNEZ MARTÍNEZ en La emigración castellana y leonesa al Nuevo Mundo (15174-1700). Junta de Castilla y León, 1993.
[4] Jorge Zúñiga Rodríguez. El conflicto mapuche y dos miembros de la Casa de Zúñiga en Chile. En el blog Pinceladas de Historia Bejarana (27/07/2019). Consultado el 15/06/2021. Y del mismo autor Sobre el linaje materno de Alonso de Ercilla y Zúñiga, autor de La Araucana. Blog Pinceladas de Historia Bejarana (14/08/2020). Consultado el 15/06/2021.
Hombres jóvenes por lo que ahí consta veinticinco años en esa época ya eran hombres curtidos.La obligación a su hidalguía.
ResponderEliminarEsperando saber más de este hidalgo y tnes razón de nuestra Historia,a veces tendemos a tener memoria de pez...
Un abrazo,Carmen
En aquellos tiempos para subir en el escalafón un destino importante era formar parte de las tropas que intentaban conquistar las tierras recientemente descubiertas y si formabas de una familia hidalga mejor `para ascender.
ResponderEliminarEsperando la segunda parte.
Saludos.
Gracias estimada Carmen. Buen aporte a las historias de España y Chile. JZR.
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