10 de julio de 2021

La Niña de Plata y el Niño Rojo: dos retratos de niños del linaje de los Zúñiga

Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

 

          Inés Francisca de Zúñiga y Fonseca era hija de Fernando Antonio de Ayala Fonseca y Toledo, III conde de Ayala, y de su prima y esposa, Isabel de Zúñiga y Fonseca, marquesa de Tarazona. Para heredar a su tío Manuel Alonso de Zúñiga Acevedo, VI conde de Monterrey, fallecido sin descendencia legítima, antepuso el apellido de su madre. Fue contemporánea de su primo Alonso Diego de Zúñiga, VIII duque de Béjar, y ambos descendientes de Diego López de Estúñiga, I señor de Béjar. 

        Terminó reuniendo en sus manos los títulos nobiliarios de sus padres y de su tío, y la Grandeza de España. A menudo se la confunde con su tía Inés de Zúñiga y Velasco, esposa de Gaspar de Guzmán, conde-duque de Olivares, hija de Gaspar de Zúñiga Acevedo y Velasco, V conde de Monterrey. Casó con su pariente Juan Domingo Méndez de Haro y Fonseca, hijo del VI marqués del Carpio, que cambió de nombre a Juan Domingo de Zúñiga y Fonseca, y al quedar viudo y sin descendencia se hizo sacerdote. A los 19 años la retrató Juan Carreño de Miranda, pintor de la corte de Felipe IV, y Lope de Vega le dedicó los siguientes versos en la comedia La Niña de Plata: …Y doña Inés de Zúñiga y Fonseca –de plata sobre raso naranjado, -que al fruto del azahar las flores trueca.

Retrato de Inés Francisca de Zúñiga, por Juan Carreño. 

Fundación Lázaro Galdiano, Madrid

        A Juan Domingo lo retrató Frederik Bouttats el Joven, con el apellido y los títulos de su esposa, cuando fue gobernador general de los Países Bajos. Posteriormente fue virrey de Cataluña, presidente del Consejo de Flandes y consejero de Estado de Carlos II. Está enterrado en la iglesia de la Purísima del convento de las Agustinas de Salamanca, que Manuel Alonso de Zúñiga Acevedo y Fonseca, VI conde de Monterrey, había mandado construir frente a su palacio para su hija religiosa Inés Francisca de Zúñiga, habida fuera del matrimonio, y para capilla funeraria de su familia.  

3 de julio de 2021

El "oro dulce" de Béjar (2ª Parte y final)

Autor: Manuel Álvarez-Monteserín Izquierdo

Publicado: Béjar en Madrid, 2021.

La campaña de obtención de miel comenzó en el pasado mes de septiembre y prácticamente en estas fechas está concluida. La producción de esta empresa es de unos veinte mil kilos de media anual y se guían por la “Regla de Farrar” basada en “cuanto más aumenta la población de una colmena mayor es la producción individual de cada abeja”. Cada temporada depende de la climatología y de las bajas que se producen por las infecciones de los ácaros, la invasión de la avispa asiática (que se nutre de las proteínas y glúcidos de las abejas), del abejaruco, por no hablar a veces de la mala praxis del apicultor. 


 Imagen sacada de aquí

 

La miel y el polen que manufacturan los Hnos. Navarro, aparte de la que se deja para el consumo familiar y amigos, va en su totalidad a una empresa valenciana que a su vez la exporta por todo el mundo. Están consiguiendo que en todos sus productos quede impreso en los bidones “Miel cosechada en España” para evitar así las malas prácticas y, si se trata de una mezcla, que conste el porcentaje de miel pura.

26 de junio de 2021

El "oro dulce" de Béjar (1ª Parte)

Autor: Manuel Álvarez-Monteserín Izquierdo

Publicado: Béjar en Madrid, 2021.

 

Por mi afición a la fotografía y a indagar en el tejido empresarial de Béjar, recalo en una actividad que nada tiene que ver con el sector industrial textil, sino con la obtención del “oro dulce” producido por uno de los insectos más importantes de la naturaleza: la “Apis Mellifera”, también conocida como abeja doméstica o abeja melífera y su producto estrella, la miel.

Visito a los hermanos Navarro para realizar algunas fotos del proceso de extracción de la miel de los panales y para que, de una manera sencilla y coloquial, me comenten cómo va este año la campaña de recolección de la miel de sus colmenas y apiarios. También para que me narren su vida como apicultores o colmeneros y las tareas propias de esta actividad milenaria, pues ya Plinio el Viejo en su Historia Natural (libro XI) nos habla de las abejas. Me dicen que normalmente el público en general no distingue la diferencia entre estos dos términos, colmena y apiario, siendo este último un conjunto de colmenas.


18 de junio de 2021

El duque de Béjar, don Juan Manuel II, fue el introductor de la cochinilla en España

 Autor: Jorge Zúñiga Rodríguez

       Diversas páginas en la red dan cuenta de la gran importancia económica que tuvo para España la cochinilla, insecto parásito del nopal empleado durante mucho tiempo en la industria textil y reemplazado luego por tintes sintéticos, cuyo cultivo ha repuntado últimamente en favor de su uso en la producción de alimentos y cosméticos libres de contaminantes. 

 

Cochinilla parasitando paletas de nopal. Iec.cat

 

       Aprendida la explotación por los españoles en los inicios de la conquista de México, su comercio fue monopolio de la corona durante los siglos XVI y XVII, ocupando el segundo lugar después del comercio de la plata (…llegaban a España barcos cargados de metales preciosos, de perlas o de cochinillas, después de viajes que habían durado de seis a dieciocho meses. Philippe Erlanger en Carlos V, 1999).

12 de junio de 2021

El largo proceso de construcción del edificio consistorial de Béjar: el Ayuntamiento versus Villafañe (4ª Parte y final)

 Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto

Publicado: Béjar en Madrid, 2021.

 

        El singular edificio de Luis de Villafañe, que diera lugar a conflictos entre este y el concejo bejarano, permaneció durante años contiguo al ayuntamiento por su fachada oriental como un apéndice testimonial o una reliquia urbana del pasado. Sin duda el elemento más significativo de esa vivienda y de otras que enmarcaban la plaza Mayor fue su porticado adintelado y sostenido con recias columnas, tal vez de madera, que como el resto de la construcción contrastaba por su sencillez con el noble conjunto del nuevo consistorio. En la década de los años veinte del siglo XVIII aún permanecía en pie ya como un anacronismo constructivo, incluso como un estorbo, tal y como se puede apreciar en un fragmento del famoso cuadro de Ventura Lirios «Vista de Béjar»[1] que adjuntamos. Esta imagen nos permite darnos una idea aproximada del aspecto de la vivienda (señalada con flecha verde) y también imaginar cómo debieron ser las que antes habían ocupado el espacio del propio ayuntamiento. Para cuando Lirios la representó (año 1726) la propiedad ya no correspondía a la familia Villafañe y además el inmueble comenzaba a amenazar ruina. 


Casa de licenciado Villafañe en el cuadro "Vista de Béjar" de Ventura Lirios

5 de junio de 2021

Sangre y leyenda en los orígenes de la procesión del Corpus de Béjar

Autora: Carmen Cascón Matas

Publicado: Béjar en Madrid, 4.849 (19/VI/2020), p. 4

 

        Los orígenes de la procesión del Corpus Christi en Béjar son oscuros. Alejandro López Álvarez, que ganó el Premio “Ciudad de Béjar” 1994 con su espléndido trabajo Ideología, control social y conflicto en el Antiguo Régimen: el derecho de patronato de la Casa Ducal sobre la procesión del Corpus Christi de Béjar [1], intentó desentrañar esta maraña de confusión para ofrecernos un acercamiento a sus posibles raíces



            Celebrada por vez primera en 1246 en la diócesis de Lieja, no alcanzaría popularidad hasta 1263 cuando en la localidad italiana de Bolsena ocurrió un hecho milagroso: mientras el sacerdote oficiaba la misa brotó sangre de la hostia consagrada. El papa Urbano IV la instituyó como fiesta de la Iglesia en 1268 y en 1311 Clemente V dará las directrices definitivas para la organización de la procesión dentro de los muros de los templos. Hasta el siglo XV los cortejos no saldrán del recinto de las iglesias. La primera procesión exterior documentada se celebró en tiempos de Nicolás V por las calles de Roma.

29 de mayo de 2021

El largo proceso de construcción del edificio consistorial de Béjar: el Ayuntamiento versus Villafañe (3ª Parte)

Autor: Óscar Rivadeneyra Prieto

Publicado: Béjar en Madrid, 2021.     

 

        La relación entre el licenciado Luis de Villafañe y el Ayuntamiento no fue buena desde el mismo momento en que los regidores locales consideraron necesaria la demolición de una de sus casas a fin de hacer posible la amplitud ideada en el nuevo edificio municipal. El conflictivo proceso de expropiación, que se elevó a instancias judiciales y fue resuelto por la Chancillería de Valladolid, retrasó las obras más de lo que el Ayuntamiento esperaba y supuso un verdadero quebradero de cabeza para sus regidores y alcaldes. Cuando los pleitos entablados entre ambas partes parecían solucionados y las obras del nuevo consistorio iban a buen ritmo el licenciado volvió a la carga. Era el año 1580.
 

Edificio del ayuntamiento de Béjar construido en el siglo XVI

      Como ya hemos dicho en la parte más oriental del actual edificio (la izquierda según se mira hacia la fachada principal) Villafañe tenía dos casas parejas, una de ellas fue la adquirida por el Ayuntamiento para ser demolida, mientras que la otra, que hacía esquina con la salida hacia la calle de las Armas, siguió en pie y en posesión de dicho vecino [1]. Tal vez esta fue la equitativa resolución judicial que había logrado el tenaz licenciado frente a las mayores ambiciones del Ayuntamiento que en primera instancia debió desear aun más espacio para su nueva sede[2]. La rapidez con que el Ayuntamiento demolió y quiso empezar con la nueva obra denota la urgencia de aquel proyecto pero también la necesidad de no demorarse ante los continuos desafíos de aquel vecino. Tal rapidez resultó a la larga precipitada pues Villafañe interpondría nuevo pleito contra el consistorio, esta vez quejándose de los perjuicios que el derrumbe de su antigua casa y la nueva construcción estaban provocando en la que allí le quedaba.