27 de enero de 2010

Estado de la cuestión sobre el origen del topónimo Béjar

Autor: Mª del Carmen Cascón Matas
Publicado: Semanario Béjar en Madrid, nº4.574. 13 de noviembre de 2009.

Una de las grandes dudas que asaltan a los investigadores del pasado es el origen del topónimo que da nombre a nuestra ciudad. Sin ser una especialista en el tema ni mucho menos, me ha parecido bien sacar el tema a relucir y, si no resolverlo por mi misma, al menos aclarar y exponer lo que dicen los expertos sobre ello, lo que se puede denominar en la jerga histórica un “estado de la cuestión”. Me parece un tema apasionante, basado en una pregunta que debería asaltar a todo bejarano en algún momento y que debería quedar ahí, fija en el cerebro hasta encontrar una respuesta razonable. Ya que vivimos en un lugar que se llama de determinada forma habrá que cuestionarse el por qué. Las cosas no surgen de la nada y menos aún las denominaciones de los lugares que suelen ser permanentes, perennes en la Historia, con escasos cambios, salvo que grandes caídas de imperios, culturas y lenguas provoquen su olvido.

Vista de Béjar desde La Centena

Escribía mi recordado profesor de la facultad de Historia de la Universidad de Salamanca, el fallecido especialista en Historia Medieval Ángel Barrios, que “etimología y semántica de un topónimo, cualquiera que sea éste, interesan sólo en tanto que proporcionan información a partir de la cual es posible conocer, a veces, el origen del pueblo que ha dado nombre a un lugar y la fecha en que tal acto se ha realizado”. Historia y análisis lingüístico se unen en este caso para procurar respuestas fehacientes a nuestras dudas, siendo el primero el origen del segundo. Es decir, la denominación de un lugar es producto del poblamiento, de las circunstancias de los pobladores, de sus lenguas y costumbres.

Este mismo profesor realizaba una división entre “microtopónimos” o denominaciones de pequeños lugares (parajes, fuentes, huertas) que “cambian con mayor frecuencia, al estar más estrechamente ligados a las transformaciones del paisaje agrario y a los cambios productivos de los grupos humanos que habitan el territorio donde se hallan”, y macrotopónimos o nombres aplicados a ciudades o pueblos que “se transforman fonéticamente menos y de modo más lento, y en ellos el sentido etimológico tiene escaso valor”. De esta forma pueden ser considerados, como él mismo los llama, “fósiles”, pero más fácilmente analizables, pues evolucionan con mayor lentitud y, por lo tanto, se llega a la palabra originaria en un par de variaciones fonéticas.

Una vez aclaradas estas particularidades de la toponimia y su análisis veamos de dónde procede nuestra querida palabra “Béjar”. Para ello me voy a basar en un artículo del año 1971 del bejarano Manuel Antonio Marcos Casquero publicado en este mismo semanario y en un libro editado en 1986 de Antonio Llorente Maldonado, quien en muchos casos se basa en el artículo anterior.



Iglesia románica de Santiago. Béjar

En la historiografía tradicional (Menéndez Pidal y Sánchez Albornoz) se barajó la posibilidad de que la palabra y el lugar de Béjar pudiese identificarse con Bíclaro, origen de un monasterio fundado por un tal Juan Biclarense, obispo de Gerona e historiador, en el siglo VI. Tan hipótesis fue barajada por don Juan Muñoz en uno de sus artículos publicados en el Béjar en Madrid.

Sin embargo, y después de un análisis de la documentación y de la historiografía por parte de Marcos Casquero, éste desmiente que el monasterio de Bíclaro tuviese su lugar de asentamiento en Béjar, apuntando una posible localización en Cataluña. A pesar de esto no desmiente que la palabra Béjar sí pudiese provenir de Bíclaro, aunque lógicamente se trataría de otro lugar con la misma denominación del monasterio catalán. Rechaza de plano la hipótesis que se había venido defendiendo de que la desaparecida ermita de Santa María de las Huertas pudiese ser el núcleo de un cenobio visigodo, pues Béjar no tuvo importancia religiosa hasta 1216 en que por primera vez se la cita formando parte de la jurisdicción del obispado de Plasencia (anteriormente había pertenecido a la de Ávila).

Siguiendo el artículo y el libro mencionados mencionados, a Béjar también se la identificó con Bigerra desde 1530 en que Lucio Marineo Sículo escribió: “No muy lejos de Plasencia está la noble villa que se llama Béjar, que en otro tiempo se llamó Colmenar”. Posteriormente, en 1543 Florián Ocampo dejó escrito que “(Béjar) “fundáronla los vetones, 3.200 años del mundo, antes de nuestra redención 761, nombrándola Bigerra”, manteniendo esta teoría distintos autores. Añadió Francisco Padilla a Smagio, obispo de Bigerra. ¿De modo que Béjar era sede episcopal y nosotros sin enterarnos? Todo ello parece ser producto de una equivocación, pues Bigerra podría ser identificada con la antigua Bastenia, en las orillas del Segura, que según Tito Livio fue aliada de los romanos en las campañas de Ceneo Escipión. Además fonéticamente la palabra Béjar puede provenir de ningún modo y por evolución de Bigerra.

Vista de la muralla medieval, Béjar

Lo que está clarísimo es que en la época medieval Béjar se escribía Bexar o Beiar, aunque desconocemos la palabra de la cuál procedería. En la conciencia colectiva parece que hay una tradición secular en identificar la palabra de origen con abeja, pues 5 de estos insectos lucen en el escudo de nuestra ciudad. De hecho parece ser que, según algunos autores, Béjar se llamó durante un tiempo Colmenar, suponemos que por la presencia y explotación de las colmenas en nuestros parajes. Sin embargo, Llorente Maldonado niega rotundamente que esta posibilidad pueda ser cierta fonéticamente Abejar=Béjar, analizando los estadios de transformación etimológica de la palabra.

Aún con todo, en la Edad Moderna se denominaba a nuestra villa “Bexar del Castañar” como se puede comprobar en la documentación de la época.


BIBLIOGRAFÍA:

BARRIOS GARCÍA, Ángel: “Toponomástica e Historia. Notas sobre la despoblación en la zona meridional del Duero” en En la España Medieval II. Estudios en memoria del profesor D. Salvador de Moxó. Universidad Complutense de Madrid, 1982.
LLORENTE MALDONADO, A: Aspectos lingüísticos de la tierra de Béjar. Colección Cuerpo de Hombre, Estudios Salamanca-Béjar, 1986.
MARCOS CASQUERO, Manuel Antonio: "Acotaciones histórico-filológicas sobre el nombre de Béjar". Semanario Béjar en Madrid, 27 de diciembre de 1971.


25 comentarios:

  1. supongo que para todos es importante tener nombre, tener nombre o tener gentilicio o que la poblacion que nos da nombre lo tenga (yo soy salmoraleño) quiza tener nombre sea la forma de asentarnos con firmeza, de poder mirar con perspectiva.. no se, es como dios, todos necesitamos una deidad a la que adorar,
    por eso concluyo que tener nombre es como tener dios. yo ya soy del cielo de Béjar

    ResponderEliminar
  2. Bíclaro, Bigerra, Bexar...¡Quién sabe!
    Por cierto ¿ese Casquero que citas tendrá algún parentesco en la lejanía de los tiempos bejaranos con ese otro apellido, Cascón, que honras llevar?
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Muy bonito el pueblo de Bejar
    pintoresco e interesante texto,
    un placer pasar por tu casa,
    feliz semana
    un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Carmen...

    Si te extiendes un poco más lo conviertes en una gran Tesis este post. Muy elaborado, documentado, y asequible a la lectura como nos tienes acostumbrados. Enhorabuena.

    Besos.

    ResponderEliminar
  5. Desde luego un tema difìcil de dilucidar, no obstante es evidente que ya con los Duques de Béjar la villa recibe dicha denominaciòn, al menos desde tiempos del emperador Carlos V que otorgò la Grandeza de Castilla al Duque de Béjar.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  6. Querida Carmen, estoy volviendo de mis vacaciones, deseo que estes muy bien. Paso a saludar y dejarte un gran abrazo y todo mi afecto besos Isthar

    ResponderEliminar
  7. Carmen, te mando el telefono de Von Patto y lo apaña en un periquete! ;-)
    Bromas aparte, la toponimia me parece un tema muy interesante, tanto a nivel pequeño (micro) como grande (macro), que decía tu profesor.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Pues no está muy claro de donde procede nuestro nombre,yo me hubiese inclinado por identificar la palabra de origen con abeja,pero si los expertos decis que no puede ser pues así será.
    ¿Se sigue investigando sobre el tema,o se ha dado por zanjado en este punto?.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  9. Madame, pues que curioso que figuren las abejas en el escudo. Parece indicar una relacion, asi que es una lastima que haya que descartarlo.
    Me encanta ese asunto de la etimologia, intentar averiguar de donde proceden los nombres. Y mire que a veces esta dificil, como en este caso, que ni los propios bejaranos se explican!

    Un saludo, madame, a la espera de recuperar mi ritmo normal.

    Bisous

    ResponderEliminar
  10. Cuentosbrujos: creo que el tener nombre nos da cierta seguridad de que existimos, porque cuando nos llaman por esa palabra que nuestros padres nos adjudicaron cuando no teníamos uso de razón, obtenemos una reacción de respuesta. Da igual el nombre que tengamos, pero esa denominación es nuestra y es algo que nadie nos puede arrebatar y que nos hace ser diferentes del resto.

    El identificarnos con el lugar de origen provoca sentimientos similares, aunque a veces se solapan con el del lugar en el que vivimos o en el que tenemos unas vivencias felices. A tí te ha pasado algo de esto, Brujo.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  11. Cayetano: pues creo que no tienen un origen común. Verás, Cascón es un apellido de origen francés, una evolución de Gascón o persona procedente de Gascuña, región del sur de Francia.

    Poblaciones francas fueron traídas allá por el siglo XI por Raimundo de Borgoña, yerno de Alfonso VI de Castilla y León, para repoblar zonas fronterizas de la provincia de Salamanca. Fueron asentados en lo que ahora se llama Sierra de Francia (el origen del nombre es evidente), una zona muy próxima a Béjar. De hecho mis antepasados proceden de ella, concretamente de Miranda del Castañar y Mogarraz, donde este apellido, aparte de en Béjar, es muy usual. Mi antepasado José Cascón vino a Béjar a finales del siglo XVIII para trabajar en el textil, como era frecuente en aquella época de necesidad de mano de obra.

    Un beso

    ResponderEliminar
  12. RMC: no sólo es mi casa. Ahora también es tuya y de todods aquellos que quieran adentrarse en ella.

    Un saludo y gracias por tu comentario

    ResponderEliminar
  13. Félix Casanova: las tesis doctorales las hacen estos especialistas en toponimia, semántica y etimologías. Yo, humilde de mí, sólo me he limitado a hacer un resumen de sus teorías para acercar el tema a todos vosotros y que resulte todo lo ameno posible. De todos modos siempre dejo las referencias bibliográficas apuntadas para todos aquellos que quieran ampliar el tema.

    Un beso

    ResponderEliminar
  14. Carolus II: efectivamente ya desde la Edad Media, Béjar venía recibiendo el nombre de Vexar o Bexar, según la grafía de la época. Lo que es un enigma es por qué la llamaban Bexar del Castañar en la Edad Moderna, más concretamente en el siglo XVI, pues en el siguiente se la deja de denominar así.

    Es verdad que tenemos un monte cercano llamado El Castañar y que nuestra patrona es la Virgen del Castañar. Pero con la denominación Béjar del Castañar parece como si la localidad dependiese del propio monte, de quien toma esa denominación.

    De todos modos tenemos cerca, en la Sierra de Francia, una localidad que se llama Miranda del Castañar. Habrá que mirar bibliografía de esta zona para dilucidar el misterio.

    Un abrazo y feliz fin de semana

    ResponderEliminar
  15. Isthar: espero que hayas pasado muy buenas vacaciones, pues un descansito nunca viene mal. Seguro que vendrás con las pilas cargadas, jeje

    Un besazo

    ResponderEliminar
  16. Xibelius: la toponimia siempre nos habla de los orígenes remotos de los lugares, de las poblaciones que se lo impusieron y de las razones de tal denominación. A veces son de capital importancia para resolver enigmas de poblamiento o quizás para constatar precisamente la ignorancia que poseemos del pasado, como en el caso de Béjar.

    Un abrazo y feliz fin de semana

    ResponderEliminar
  17. Juana María: todos los temas siempre se siguen investigando y lo bueno es que la investigación nunca se acaba, un caso histórico nunca se cierra.

    Verás, dices que te parece que Béjar procede la palabra Abeja, pero es que incluso no se tiene muy claro de dónde proceden las abejas de nuestro escudo. Las referencias más antiguas que se tiene parecen ser del siglo XVII donde se dice que el escudo de Béjar se componía de una torre o castillo, un león y 7 abejas. Sí, sí, como lo oyes, pero no se sabe en qué disposición se encontraban.

    Si tenemos claro ni cuál era nuestro escudo en la Edad Media, cómo vamos a saber si Béjar procede de abeja. Alguna spersonas a raíz de leer este artículo me han sugerido de Béjar procede de una palabra bereber que significa montaña y puede ser, pero no tengo constancia suficiente para poder afirmarlo. Es simplemente una hipótesis.

    Un besito

    ResponderEliminar
  18. Madame Minuet: le remito al comentario anterior en el asunto de las abejss y el escudo de Béjar. Actualmente éste consta de 5 abejas amarillas sobre fondo azul (utilizo una descripción de anadar por casa sin utilizar el vocabulario heráldico) con una corona ducal, referente al ducado de Béjar. Siempre se dijo que la presencia de abejas en nuestro escudo explicaba el origen de la palabra Béjar. Pero, como ve, la cosa tampoco est´`a clara.

    Un besito y feliz fin de semana, madame

    ResponderEliminar
  19. Muy interesante adentrarse en el mundo de los topónimos, en este caso, la hermosa Béjar, que parece ha suscitado varias hipótesis.

    Es cierto, las cosas no surgen de la nada, siempre que se investiga, se van aclarando y encontramos caminos intrincados que hacen muy apasionante la búsqueda de nuestros orígenes, en todos los terrenos.

    Así pues, como siempre fascinante conocer cositas de tu ciudad querida, es un lujo que tú nos regalas y compartes.

    Un abrazo.
    -

    ResponderEliminar
  20. Carmensabes: como bien dices la investigación tiene una particularidad fundamental. Y es que aunque se sigue encontrando documentación, ésta nunca se acaba. Los historiadores tenemos mucha suerte, en verdad.

    Un besito

    Feliz fin de semana

    ResponderEliminar
  21. Muchas gracias por este artículo!!!Estoy haciendo mi "Proyecto Fin de Carrera" sobre un análisis toponímico de nombres de la zona de Béjar y el origen de Béjar era uno de los más confusos; aunque sigue todavia sin tener un origen claro me ha encantado el análisis de todas estas hipótesis.

    Si tengo alguna duda sobre otro nombre, no dudaré en preguntar!!

    ResponderEliminar
  22. Lola: me alegro de que te haya podido servir de ayuda esta artículo resumen y el blog en general. De todos modos en la blibliografía te dejo apuntados unos títulos por si quieres consultar.

    Un saludo y ya sabes dónde estoy

    ResponderEliminar
  23. Una preciosidad...y muy cerca de Candelario...
    En las vidrieras del Colon vi las 5 abejas...hace unos dias de paso desde Cadiz a mi Ferrol-Gslicia.
    Y de vuelta al mismo recorde al verlo de nuevo que entraria en Google donde aademas de lo de Wiki vi y lei tu preclaro blog...y lo de los duques de Borgona y los frsncos de vuestra sierra. El bosque. Los pinos. El castanar...etc el parque del 2003..lindante con la avenida del ejercito y su paseoarbolado y sus castanos de india en flor...me pregunto y dado su pasado textil si ede parque asentabs un lugar militar una dependencia p factoria de vestuario militar o laboratorios..
    Mi apellido es borgones del duque Arnay le duc del ducado de borgona..
    Bueno te he cogido el blog para ponerlo en el mio con su enlace y en mi escritorio bloguero...con tu permiso.
    Un saludo desde el hotel Colon de un veterano msrino de guerra.
    Gracias
    En casa bebemos ribera del duero de las vinas del condado de haza del s.xii de vinha Arnaiz que lo eran de antano de la noble de castilla dona Juana.En donde en el s xix francisco j arnaiz del olmo fundo Haza Nueva o Aza-Arnaiz con nuevas cepas y fabricas de harina y chocolate dando empleo a todo el pueblo.
    Ahora la ecplota desde una decada las bodegas de Jumilla como vinos de familia garcia-carrion botellas de arnaiz y botellas de mayor de castilla.
    Un saludo y agradecido. Ha sido un placer conocer su blog y pericia
    Fernando
    Blog casa de Arnaiz

    ResponderEliminar
  24. Unha teoria vexetal para o nome de BÉXAR.

    AÇÉBEDIAL > AÇÉBEXAL > ÇÉBEXAR > BÉÇEXAR > BÉÇXAR > BÉXAR

    ResponderEliminar
  25. Pues Maldonado está equivocado porque mi apellido Abeja viene de Bejar y en las diferentes partidas de bautismo de mis antepasados hasta 1760, he encontrado Bejar, Vejar, Bexar, Abejar. En una misma familia había 5 Bejar un Abejar y un Abeja.

    ResponderEliminar

"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo." Óscar Wilde.